Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love the Way you Lie por Yori

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Muchas gracias a las personas que apoyan este fic!! Gracias por vuestros review.

Este es el penúltimo capítulo de este fic, por cierto he añadido nuevas advertencias ya ha sabiendas de lo que vendrá.

Este capítulo es algo más fuerte, pero espero que os guste!

Capítulo 2.


 


Bajo Nubes de Tormenta.


 


 


 


 


 


Ese mensaje de texto ablandó mi corazón, realmente parecía arrepentido, ya que Kyo no era el tipo de persona que pide disculpas si verdaderamente no las siente. Miré nuevamente la pantalla del móvil y aquella imagen de nosotros abrazados en el parque, fue poco después de conocernos, tan solo llevábamos unos meses de relación. Recuerdos sus palabras como si me las hubiese dicho ayer mismo.


 


                                                                       “Yo seré quien sane tu torturado corazón”


                     “Aunque el dolor sea insoportable, siempre encontrarás un refugio en mí”


 


Era estúpido peder una relación de un año por un simple engaño que sabía que no se repetiría nuevamente, ¿me sentía con fuerza para volver a confiar en el vocalista? La respuesta era sí, le amaba y él a mí, todo esto se podría solucionar solo teníamos que poner algo más de nuestra parte.


Sujeté el móvil y le envié un mensaje de texto breve: “Nos vemos en el parque de enfrente del estudio”


 


-        ¿Es él?- preguntó Tsurugi con voz entre celosa y cabreada.


-        Sí, quiere verme- sonreí.


-        No vayas, Mao. Kyo no te quiere, si lo hiciese no se habría acostado con otro y no se pondría violento como lo ha hecho.


-        ¡Sí me quiere, no te atrevas a insinuar que no lo hace!- subí la voz cabreado.- Además, voy a ir a verle ahora mismo.


-        ¿¿Qué?? ¡No seas tonto Mao, si lo ha hecho una vez, lo repetirá!- dijo desesperado.


-        Parece que no quisieras que las cosas con Kyo me fuesen bien, Tsurugi- indiqué con voz fría, antes de dejar un billete en la mesa por mi bebida y salir de allí sin mirar atrás.


 


 


Cuando llegué al parque Kyo me esperaba tumbado bajo la sombra de un árbol, tenía los ojos cerrados así que me acerqué por la espalda a él y le di un rápido beso en los labios. Él se sorprendió de sobremanera y abrió los ojos rápidamente, girándose.


 


-        Mao…- murmuró apartando la vista de mí, arrepentido.


-        Hola. Estaba con Tsurugi en un restaurante cercano, por eso he llegado tan pronto- dije sentándome a su lado y apoyando mi cabeza en su regazo.


-        Siento lo de Shou…fue un estúpido error, habíamos discutido y no encontré otra forma de desquitarme…- explicó, jugando con la hierba del suelo para no mirarme a los ojos. Ya le conocía suficiente como para saber que decir esas palabras le costaba muchísimo pronunciar.


-        Te perdono…pero no quiero que algo así se vuelva a repetir Kyo. Si tenemos una relación, es para ser fieles y cuidar de esa persona que amas.


-        Gracias, pequeño- respondió con una cálida sonrisa, antes de inclinarme y darme un beso en los labios.


 


Comenzó siendo un beso delicado y suave, como queriendo saborear su gusto lentamente. Poco a poco se fue haciendo más intenso y yo dejé paso a su lengua, mientras que el se reclinaba más sobre mí. Un gemidito se me escapó cuando sentí sus manos acariciando mis muslos y él sonrió sobre mi cuello.


 


-        ¿Vamos a casa?- pregunté, con voz sensual en su oído.


-        Me gustaría- contestó con una sonrisita y se levantó para darme la mano y ayudarme a levantarme.


 


 


 


 


 


 


Había pasado una semana perfecta al lado de Kyo, desde ese momento el vocalista había dedicado todo momento y devoción ha mimarme y consentirme como un niño pequeño. La verdad es que me encantaba estar así con él, habíamos vuelto a tener la relación que ambos queríamos.


Me desperté desnudo y tapado por las cálidas mantas, cuando la luz del sol me golpeó en el rostro. Gruñí un poco perezosamente y giré para ocultarme del sol, llevándome las mantas sobre la cabeza. Sentí el cálido cuerpo de Kyo y me abracé a él dándole un beso en la espalda y continuar por su cuello.


 


-        Mmm… ¿acaso no te valió con lo de anoche que quieres más?- ronroneó Kyo, dándose la vuelta y pegándome a su cuerpo desnudo abrazándome por la cintura.


-        Me encantaría- sonreí, sobre sus labios.- Pero…


-        Jo~- se quejó infantilmente.- Siempre hay un pero…


-        Tengo que ir al estudio, ya estamos terminando los últimos arreglos, después seré todo tuyo…


-        Umm, me gusta esa idea- sonrió pervertidamente. Le di un apasionado, pero breve beso y salí de la cama cogiendo mi ropa interior para ir a la ducha.


 


 


Me di una cálida ducha mientras canturreaba debajo del agua, estaba feliz, muy feliz; todo iba perfecto en mi vida y parecía no haber nada que enturbiase esta nube de alegría que se había formado en esta existencia que una vez pareció tan gris. Cerré el grifo y salí de la ducha, me sequé con la toalla y volví a la habitación para vestirme, encontrándome a Kyo durmiendo plácidamente. Me puse unos vaqueros y una camisa negra, cogí mi bolso y salí de allí besando la frente del dormilón.


Conduje hasta el estudio escuchando música y lo aparqué en el parking privado. Cuando entré en la sala ya estaban allí todos, Tsurugi, Mizuki y Aki afinando sus instrumentos y Kei colocaba los platillos de la batería.


 


-        ¡Buenos días!- saludé a todos, feliz.


-        Hola- respondieron.


-        Se te ve muy feliz…- indicó Tsurugi, clavando sus ojos sobre mí, desde el incidente con Kyo estaba demasiado pendiente de mí.


-        Kyo le habrá satisfecho bien en la noche- rió Aki.


-        ¡Eh, esas cosas no se dicen en alto, Aki!- me quejé, dándole un suave golpecito en el hombro.


-        No lo ha negado…así que creo que Aki ha dado en el clavo- sonrió Mizuki.


-        Deberíamos comenzar, chicos- intervino Kei.


-        ¡Sííí!- exclamamos todos poniéndonos serios.


 


El ensayo fue perfecto, canción tras canción con un sonido estupendo y de gran calidad. Practicamos todas las canciones antiguas, además de las nuevas, para los conciertos venideros. Ya que estábamos todos de tan buen humor fue sencillo el pasar de las horas de trabajo. Nos tomamos un descanso y fuimos a la cafetería para tomar un café que nos quitase el cansancio de nuestro cuerpo, mientras que hablábamos tranquilamente del próximo disco, presentaciones o simplemente comentábamos cosas de nuestras vidas.


 


-        Hey, podíamos ir esta noche a terminar al bar de siempre- propuso Aki.


-        Sí, hay que celebrar que nos está saliendo todo bien- exclamó Tsurugi.


-        ¡Y que Mao vuelve a estar feliz!- sonrió Mizuki, abrazándome por los hombros.


-        Vale, pues vayamos a beber- finalizó Kei.


 


Volvimos a la sala con las pilas recargadas y no paramos hasta que todo fue perfecto y cayó la noche. Recogimos nuestras cosas y pronto ya estábamos en la salida con rumbo a un pequeño bar del que ya éramos clientes habituales.


 


-        Llamaré a Kyo para que no se preocupe- dije mientras que fumábamos un cigarro en la acera.


-        Mao, por un momento deja de pensar a todas horas en ese- gruñó Tsurugi.


-        Déjame Tsuru, no quiero que se preocupe ¿vale?- inquirí, marcando el número de Kyo, que inmediatamente contestó al teléfono.


-        Mao, hola- respondió el rubio por el teléfono.- Podíamos ir a tomar algo si quieres cuando salga de los ensayos.


-        Mmm…no. Te avisaba para que no me esperaras, estoy con Tsurugi y el resto, iremos a beber al bar de siempre…seguramente llegaré tarde.- Oí un gruñido por su parte.


-        ¿Tsurugi? ¿El no era tu ex novio?- preguntó, con voz ligeramente en tensión.


-        No, solo fue una aventura…tampoco éramos novios. Pero no te preocupes, Kyo, vamos a ir todos. ¿No confías en mí?


-        V-vale…no bebas mucho…- indicó antes de colgar, sin despedirse. Seguramente sí que se había cabreado algo.


-        ¿Qué? ¿Te deja tu dueño salir a pasear?- inquirió Tsurugi, que había estado pendiente de toda la conversación.


-        Cállate- gruñí, dando una larga calada y yendo con el resto del grupo.


 


 


 


Ya llevábamos bastante tiempo allí, bebiendo entre charlas y risas por comentarios de borrachos o simplemente por juegos nuestros. La hora superaba las tres de la mañana, pero aún así aquello no se notaba en el ambiente del bar. Aki abrazaba a Mizuki distraídamente mientras que le murmuraba al oído a saber que “guarradas”. Ante el empalagosamiento de estos dos, decidimos ir a jugar al billar.


Cogimos tres tacos y comenzamos a jugar con dificultad, ya que de por sí no éramos buenos jugadores, súmale unas copas de más encima, pues sale lo aquello. Tsurugi había bebido algo de más y se me acercaba por la espalda continuamente, para robarme algún que otro beso. Me di por vencido de evitarle, así que mientras que no pasase de esos besitos tontos, le dejaría. Estaba intentando calcular una buena tirada con la mirada, mientras que el abrazado detrás de mí, rodeándome la cintura con sus manos, me repartía suaves besos por el cuello.


Fue entonces cuando vi lo que me parecía ser la figura de Kyo entrar en el local, el susodicho se quedó mirando la escena con expresión de ira y solo me dio tiempo de alejar a Tsurugi de mí, cuando Kyo se acercó a paso rápido y golpeó con un taco de billar con fuerza la espalda del guitarrista. Este cayó al suelo sin fuerzas y Kyo se puso a horcajadas sobre él, mientras le repartía una tanda de puñetazos certeros en el rostro. Kei me ayudó a detenerle, aunque era inhumanamente posible, el vocalista parecía totalmente fuera de sí.


 


-        ¡Kyo, por favor, deja de golpearle! ¡Le vas a matar!- le gritaba completamente asustado, los nudillos de sus manos estaban ensangrentados y Tsurugi parecía más un saco que una persona.


-        Tú cállate, no eres más que una puta barata- vociferó furioso. Por suerte en ese momento Kei, aprovechó para de un empujón apartar a Kyo de encima del guitarrista.


-        N-no…es lo que parece…- me defendí.


-        ¡Te vienes conmigo ahora!- exclamó, cogiéndome de la muñeca con una fuerza que me dolía muchísimo y arrastrándome fuera del local.


-        Eh, no, espera- gritaba Kei, pero Kyo se dio la vuelta y también le golpeó a él antes de arrastrarme hasta la calle.


-        Entra ahí- indicó empujándome con brusquedad al interior del vehículo.


-        Kyo…por favor déjame volver…- supliqué mientras que el se ponía en su puesto y arrancaba el coche.


-        ¿Qué? ¿Quieres saber como esta tu amante o qué?- preguntó con furia. Yo me moví para intentar salir, pero un fuerte empujón en el pecho me clavó contra el respaldo del asiento.- Estate quieto, ¿acaso ya no te apetece estar conmigo?


-        Kyo…déjame bajar…


-        Cállate- gritó.- Te quedarás en el coche y pagarás por lo que has hecho…


 


Aparcó el vehículo y no fue a mi lado para sacarme remolque de allí, me agarré al asiento, pero aún así parecía que la furia le otorgaba más fuerza de lo normal y pronto me vi tirado con desdén y fuerza en el suelo de nuestro apartamento. Cerró la puerta, de repente con una calma absoluta, pero la ira era todavía palpable en sus gestos. Me miró con asco, como decidiendo que haría conmigo ahora que me tenía donde quería; yo tan solo le pude mirar con súplica y con los ojos llorosos. Aquello era un error. Me observó con una mueca y luego se acercó a mi para agarrarme del cabello y arrastrarme por el suelo hasta el dormitorio, donde me levantó y lanzó sobre la cama.


 


-        Ahora aprenderás a respetarme, Mao- expuso con voz helada, mientras que comenzaba a quitarse la camisa.


-        N-no…y-yo te res-respeto Kyo…Solo ha sido un error…- dije asustado, reculando en la cama con miedo hasta chocar con el cabecero de la misma. Soltó una carcajada irónica, mientras se desabrochaba el cinturón y los pantalones, para subirse a la cama.


-        ¡Querías ir con tus amigos a beber para revolcarte con tu antiguo novio ¿verdad?!- exclamó apartándome del respaldo y poniéndose sobre mí para  arrancarme prácticamente la camisa y los pantalones.


-        ¡No! ¡Yo te quiero! P-por favor Kyo…detén esto…- suplicaba, temblando de miedo. Ni siquiera me miró y bajó del tirón la última prenda que protegía mi cuerpo de sus hirientes manos.


-        Ya verás como después de esto no buscas a otros tíos por ahí…- indicó, mientras me daba la vuelta y sin ninguna clase de preparación me penetraba con fuerza y desconsideración.


-        ¡Ahg!- grité al sentirlo en el interior, desgarrándome.- P-por…favor…Kyo…para- suplicaba con un dolor punzante, mientras que el continuaba con esas bruscas entradas. No tardé en sentir mi propia sangre escurrírseme entre mis muslos.


-        ¿No te gusta esto puta barata?- preguntó con burla, tirándome del cabello hacia atrás y besándome con rudeza, mordiendo mi labio inferior hasta hacerlo sangrar.


-        Nnng…Kyo te lo ruego- supliqué entre lágrimas.


 


El dolor que estaba sintiendo era espantoso, solo rogaba que se detuviese o que me quedara inconsciente en ese momento, pero no fue así. Las duras embestidas en mi lastimado cuerpo continuaron por mucho tiempo, el dolor ya era simplemente insoportable y no valía que le suplicara o que sacase fuerzas para intentar coger alguna parte del rubio para que se detuviese, sabía que era tristemente imposible. Después de no sé que cuanto tiempo, se corrió en mi interior y salió de mí tan bruscamente como había entrado. Solté un último gemido de dolor y me acurruqué sollozando para ocultarme lo que pude con la sábana.


 


-        ¿Qué ya es ya estás satisfecho?- inquirió, levantándose y yendo al baño, seguramente a limpiarse mi propia sangre que manchado su cuerpo.


-        Kyo…- murmuré. El cuerpo me dolía a horrores, pero por encima de todo eso me dolía el hecho de que la persona que más amaba hubiese cometido tal acto, que me hubiese golpeado y violado sin ninguna consideración.


-        ¿No respondes?- indicó, todavía estaba furioso y me miraba con asco. Sin esperar respuesta salió de la habitación y oí los cajones de la cocina abrirse, otra vez sentía el miedo en mi cuerpo. ¿Acaso pensaba hacerme más? ¿No había terminado toda aquella tortura?- Ahora te quedará MÁS claro a quien le perteneces- dijo subiéndose sobre la cama y poniéndose nuevamente sobre mí.


-        Kyo…no…- lloriqueé, sin fuerzas ni siquiera ya para moverme. Pero el pánico se hizo presa de mí cuando vi una pequeña navaja que tenía entre sus manos. La llevó a mi pecho y comenzó a moverla, haciéndome gritar de dolor.- ¡Ahgg, para, para, por favor!- la hundió más, hasta que los certeros movimientos se detuvieron.


-        Toma- gruñó, poniendo entre mis dedos el objeto.- Hazlo en mí- explicó, señalándose el pecho. ¿Qué quería?- Márcame como tuyo, Mao.


-        N-no…- rogué, sabiendo lo que quería. No deseaba hacerle ningún daño.


-        ¡Hazlo!- exclamó, poniendo mi mano junto con la navaja en su pecho.


-        Y-yo te quiero…sé que eres mío…No quiero hacerte daño…


-        No me lo vas a hacer- susurró, de repente cariñosamente en mí oído.- Por favor, pequeño…


-        V-vale- Comencé a hundirla en su carne trazando las líneas necesarias y evitando darme cuenta de la abundante sangre que salía de las heridas. Una vez terminado tiré la navaja al suelo, como si me hiriese el mantenerla en mi mano y me dejé caer sobre la cama con cansancio y dolor.


-        Gracias- murmuró, para también acostarse.


 


 


 


 



Notas finales:

En fin, ahí termina el capítulo dos. No hace falta decir que me dolió un montón poner a Kyo de esa forma...T-T

pOR favor dejen review para saber su opinión, no saben cuanto se agradecen!!!

Ja ne!!! ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).