CAPITULO 4
lo nuestro empezó por casualidad al principio no soñé que iba a ser amor, te has enamorado de mi, de mi mirada de mis ojos te has enamorado de mi y yo de ti, ahora solo queda admitirlo~
*
El tiempo se había ido volando mientras recordaba aquella noche, tanto que no se dio cuenta cuando el sol se oculto y la luna apareció iluminando el oscuro cielo de la noche
-¿Qué haces aquí?- lo llamo una vos desde atrás, volteo inmediatamente y se topo con Hibari, inmediatamente un sonrojo se apodero de sus mejillas.
-nada, ya me iba- contesto mientras se ponía de pie, no lo soportaba, no soportaba tenerlo ahí y que el no supiera absolutamente nada de lo sucedido en su corto viaje al futuro.
-¿Qué es lo que te pasa? Desde el viaje al futuro has estado bastante raro- lo había notado, Hibari finalmente había notado su extraño comportamiento cada vez que se topaban por simple casualidad.
-nada que sea de tu incumbencia- respondió de manera fría, no lo soportaba, quería marcharse de una vez o se derrumbaría en cualquier momento.
Dio un paso, dos tres… ya se encontraba frente a la puerta para marcharse, sin embargo, Hibari no había hecho nada para detenerlo, para impedir su huida, para pararlo ahí.
Atravesó aquella puerta y comenzó a bajar escalón por escalón, ni siquiera escucho al japonés llamarlo ni una sola vez…
Termino de bajar aquel primer piso...
Se detuvo, miro a su alrededor y no había absolutamente nadie…todo era una soledad total y absoluta.
……………………………………...
Se dejo caer en el frio suelo y comenzó a llorar, no…. Aquel amor no pudo haber desaparecido…¿Por qué Hibari no recordaba nada?
Sintió un par de brazos rodearlo desde atrás, obligándolo a ponerse de pie.
Sorprendido y asustado volteo y se topo con un de orbes azules.
-llorando no vas a cambiar nada – dijo el prefecto mientras lo miraba con aquellos témpanos de hielo que tenia por ojos
-cállate, tú no sabes absolutamente nada de lo que me pasa- se defendió la tormenta mientras se limpiaba aquellas lagrimas
-¿a no? ¿Qué acaso no estabas llorando por lo que ocurrió en el futuro? Por todo lo que hiciste con mi yo del futuro- dijo fríamente, Gokudera no sabía cómo reaccionar, Hibari lo sabía, lo recordaba todo – acaso ¿tanto te duele tu abstinencia de sexo?-
-¿de qué hablas? ¡Claro que no es eso!- contesto molesto ante el estúpido comentario que había hecho la nube
-¿me crees idiota? Sé que cada noche te revolcabas con mi yo del futuro-dijo Hibari, sus palabras eran flechas llenas de veneno que se clavaron en el corazón del menor
Quería golpearlo, ¿Cómo se atrevía a malinterpretar todo? El no se revolcaba con Hibari, el hacía el amor con Hibari, son cosas muy distintas, en la primera no hay sentimientos, solo el deseo carnal, e la segunda…interviene el amor, la dulzura la ternura… la verdadera satisfacción del cuerpo y alma…
-¡no lo digas de esa manera! –
-pero es la verdad- dijo el prefecto mientras apresaba con ambas manos al menor por la cintura
-claro que no! ¡Suéltame!- pero en lugar de soltarlo Hibari lo besó, un beso feroz y apasionado.
Al principio quiso alegarse, pero al sentir nuevamente esos labios, aquel sabor…se dejo llevar, correspondió el beso.
Hibari coloco una de sus manos en sus caderas, Hayato como respuesta se acerco mas al cuerpo opuesto, ya sabía lo que significaban cada una de las caricias de la nube.
-hmp, parece que el Hibari Kyoya del futuro logro domesticarte herbívoro rebelde- dijo mientras sonreía sensualmente al menor.
-… ¿lo sabes todo?..- pregunto avergonzado el italiano mientras bajaba la mirada
-…recuerdo, la mirada de cierto italiano cuando tuvo su primer orgasmo- bromeo el japonés, pero es que no se podía quitar esa imagen de su cabeza, quería ver al italiano es ese estado con sus propios ojos y no con los de su yo del futuro
-¡baka! – grito sonrojado el menor, definitivamente Hibari lo sabía todo.
El japonés bajo su cabeza de modo que quedo junto al cuello del italiano este hecho para atrás su cabeza para darle más espacio al japonés.
El prefecto sonrió y comenzó a besar aquel suave y blanco cuello, recordaba el cuerpo del menor bajo suyo, pero todo eran imágenes, ahora quería averiguar a que sabía, como se sentía, quería escucharlo.
-dime… ¿Qué sentías cuando estabas con mi yo del futuro?- interrogo con curiosidad el japonés
-¿Qué? – pregunto ingenuo
-si… ¿se sentía bien tener a un adulto dentro tuyo y penetra…- no pudo continuar pues el menor le había dado una cachetada en la mejilla
No podía creer que Hibari le estuviera hablando así, de aquella manera tan vulgar.
El japonés quedo en shock no se esperaba aquella reacción por parte de Hayato, volteo a mirarlo y vio sus ojos inundados en lágrimas, de coraje, decepción, enojo, furia…tristeza… de tantas cosas
-suéltame- pidió el chico extranjero
-….- no contesto, pero tampoco lo soltó, al contrario, se acerco mas al cuerpo opuesto y bajo una de sus manos hacia las glúteos del menor.
Nuevamente la palma del italiano se estampo contra la mejilla del japonés y de un empujón se alejo de él.
-no vuelvas a tocarme, tú no eres el…- contesto enojado antes de marcharse corriendo rumbo a su casa.
Corrió, troto y tropezó en una de las calles, se quedo hay tirado en el suelo, recordando todas aquellas palabras que Hibari le acababa de decir, no, no eran iguales…. Eran tan distintos, no era el mismo Hibari Kyoya del que se enamoro… no lo era…
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Se había quedado inmóvil en el pasillo mientras veía la figura del menor alejarse lo más rápidamente posible de su persona.
Se toco la mejilla herida.
-hmp… herbívoro – sin decir más se marcho a su oficina.
No podía creerlo, ¿Por qué Hayato lo había golpeado?
El no había mentido, el solo hecho de recordar aquellas imágenes en que el herbívoro rebelde se revolcaba con su yo del futuro lo llenaba de celos y furia.
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Llego hasta su casa, dejo sus llaves en la mesa de la sala y corrió a su cuarto, se dejo caer en la cama y continúo llorando.
¿Por qué Hibari lo había tratado así?
Definitivamente no era el mismo sádico del que se enamoro, eran totalmente distintos, completamente opuestos.
Aunque… aquel beso… los labios del prefecto sabían exactamente igual que los del ex prefecto (el del futuro), pero sus caricias sus palabras…. No eran las mismas.
Se cubrió con las colchas y dejo que las lagrimas siguieran corriendo por su rostro, se izo bolita bajo las cobijas y deseo estar en el futuro, estar entre los brazos del Hibari Kyoya que le robo el corazón, que capturo su amor, tenerlo a su lado y poder escuchar los latidos de su corazón mientras le decía que todo está bien, que nada malo pasara…
Finalmente había terminado dormido, el frio viento de la noche entraba por la ventana que permanecía abierta y agitaba las cortinas.
Alguien entro por la ventana, se escondió entre las sombras de la habitación y permaneció hay de pie mirando el cuerpo de la persona dormida…
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~10 años en el futuro~
-mmm- sentía como besaba su cuello mientras sus manos se colaban por debajo de su camisa y acariciaba su pecho – ya-yamamoto…- gimió el menor cuando este pellizco uno de sus pezones.
El espadachín volteo a mirar a su pareja y vio lo distraído que este se encontraba, se detuvo en seco.
-¿Qué te pasa? Has estado raro desde hace un par de días- dijo el ex beisbolista a su pareja
-… - se quedo callado, en verdad había estado raro, confundido, no sabía cómo reaccionar a lo sucedido con Hibari y su yo del pasado, así como tampoco el pequeño encuentro que tuvieron en la oficina de la nube – nada..Solo…estoy confundido…-
-¿Por qué? – interrogo la lluvia a su amante.
-………………..- no sabía si contestar o no, no sabía que decir…
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~presente~
Los rayos del sol chocaron contra su rostro despertándolo de su dulce sueño.
Abrió sus ojos poco a poco esperando a que sus orbes verdes se adaptaran a la luz.
Se levanto, era hora de ir a la escuela, no se cambio había dormido con el uniforme, simplemente se lavó la cara.
Salió del baño y vio como una rosa blanca descansaba en su mesita de noche.
Se acerco lentamente y la tomo entre sus manos.
Busco alguna nota, una pista que le dijere quien la había dejado y como había entrado a su habitación, es ese momento sintió como una ráfaga de aire entraba por su ventana.
Se acerco a esta y recordó que había olvidado cerrarla, de seguro por ahí había entrado el desconocido.
Un leve escalofrió recorrió su cuerpo del solo pensar que alguien se metió a su casa y lo estuvo observando dormir
-…..- corrió por su mochila y saco a su gato desobediente, tal vez no era un perro, pero al menos encontraría algún rastro no era tan inútil después de todo
Abrió su caja y de inmediato uri salto a su rostro, pero se alejo al notar la rosa entre las manos de italiano, la tomo con su pequeña boca y se la llevo a la cama.
Comenzó a olfatearla y después a girar alrededor de ella, después de un rato se recostó al lado de la bella flor y comenzó a dormir.
Un tic había aparecido en el ojo izquierdo del italiano
-estúpido gato….¿ Ni seguir un rastro puedes!?- como respuesta el gato le gruño y se llevo la rosa a la parte de arriba del armario – hey! Vuelve aquí con esa rosa! – pero el gato no obedeció.
Estuvo a punto de ir por una silla y bajarla pero en eso la alarma del reloj sonó, ya era hora de irse a la escuela
Tomo su mochila, sus llaves y salió corriendo rumbo a la escuela, olvidándose por unos momentos de aquella misteriosa rosa…
*
Lo olvidara, yo lo are también
No es difícil, olvidare todo después de hoy, esta decidido
Solo me estoy acostumbrando a mi nueva vida,
El amor siempre es asi, se desvanece después de un tiempo
Cuando un amor se va, otro amor viene de nuevo, definitivamente sucederá
Aun si duele ahora, sanara un poco después
Se olvidara, yo lo are también
Borrare todo
Definitivamente lo are
Aun si ls lagrimas caen ahora, sonreiré un poco después
Yo podre, te olvidare, tal y como una herida se cierra
Mi amor ara igual
Lo hare
Y mi amor por ti se cerrara…
Definitivamente te olvidare