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De cuadrados amorosos: Devuélveme a mi Teme por Daneshka Boticcelli

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Notas del fanfic:

Advertencias:

 

Alto, medio, liviano y fuerte contenido sexual XD - lees bajo la propia perversidad de tu mente ;) -

 

SasuNaru NaruSasu SasuNaruSasu NaruSasuNaru y cualquier otra combinación existente xD - Si no te agrada, no leas -

 

¿Qué otra cosa?

 

~Yaoi~

 

Sí, este fic tambien esta en fanfiction

 

sí, estaba publicado en la cuenta "UsurakantochiEnBuscadeTeme" pero borré los fics de esa cuenta y me abri una nueva :) por ende, no es plagio

 

espero se resuelvanlas dudas con esta aclaracio :)

Notas del capitulo:

Advertencias:


Alto, medio, liviano y fuerte contenido sexual XD - lees bajo la propia perversidad de tu mente ;) -


SasuNaru NaruSasu SasuNaruSasu NaruSasuNaru y cualquier otra combinación existente xD - Si no te agrada, no leas -


¿Qué otra cosa?


~Yaoi~

De cυadradon9; al4;oron9;on9;:

Devυélvel4;e a l4;ι m0;el4;e

—Estúpido, Sasuke-Bastardo-Idiota-.

Para Naruto, definitivamente lo suyo no era beber. Pero en momentos como aquellos, su cerebro no conseguía una manera mejor para olvidarse de ciertos asuntos. Si era cierto que Ero-sennin había sido una "mala influencia" para él, más lo fue Tsunade-Obachan con su adicción con el Sake. Aquellos dos habían influido demasiado en su crecimiento y notorio gusto por la bebida.

Ciertos asuntos no se habían alejado en todo el día su mente y para empeorar la situación, no dejó de pensar en aquellotoda la semana. Estúpido Teme. Tonta Sakura-Chan roba Sasuke's. Ellos tenían la culpa y toda la culpa de aquello y era posible que todo se tratase de un complot en su contra.

-Esto no representa nada, es sólo un favor.

¿Un favor? ¡Claro! tu amiga se despierta un día con la idea de cumplir tu más profundo deseo y te dice "Sasuke-Kun, estoy dispuesta a ayudarte a renacer tu clan" ¡Y plaf! Por arte de magia y sin siquiera pensarlo tú aceptas y de la nada tienen sexo.

Eso no era un favor, eso no era ser "amigos" y más sabiendo que el muy desgraciado de Sasuke tenía una pareja más que estable. Sí, una pareja, un novio, un amante, un casi, casi esposo y no era nadie más que él, ¡Naruto Uzumaki! y no era justo, no era nada justo.

-Es lo que más deseo.

Bien, esas palabras aunque más frías que el hielo seco lo habían convencido. Eso era más que suficiente para concederle el "permiso" y de todas maneras, de no habérselo dado, Sasuke lo hubiese hecho de igual manera. ¿Tan poco valía su opinión para el Uchiha? tres años de más que una relación formal y ya se estaba acostando con alguien más ¿Debía considerarlo como infidelidad? Porque estaba casi seguro de que no tendría el mismo efecto si estaba consciente de ello.

Con flojera, bebió otro sorbo.

Tenía en cuenta los sueños y deseos de Sasuke, por lo que le era mil veces más difícil de lo normal negarse a sus caprichos made in Uchiha.

Por quien era y por lo que representaba su pareja, cualquier mujer hubiese estado dispuesta a prestarle su cuerpo para renacer a su clan sin importar el qué, cuándo ni mucho menos el dónde.

¿Pero por qué Sakura? Si lo pensaba mejor, al parecer ella estaba dispuesta a meterse en sus vidas sin ningún arrepentimiento. No sólo sería Sakura quien engendraría a los hijos de su amor, sino también estaba el hecho de que era una doctora y como tal, le había recomendado a Sasuke que la mejor manera de procrear era de la manera natural y ese fue otro duro golpe. Quizás más duro que cualquier otro.

¿Acaso no existía la inseminación artificial?

Esa no es una buena manera, Naruto.

Y con esas simples palabras, Sakura había convencido a todos, hasta al mismo Uchiha quién no parecía importarle sus sentimientos en esos momentos. Y eso no era todo, no sólo lo intentaron (hicieron) una vez, sino varias porque según Sakura, aún no entraba en gestación.

¡Tenía que estar bromeando!

De no haber estado esos días de misión, juraba que hubieran tenido que encerrarlo con más que simples y corrientes sellos para evitar que destruyera -y no literalmente- la aldea.

Amablemente, el dueño del local pidió que se fuera, estaban a punto de cerrar el lugar. Ya era tarde. Con un poco de dificultad se levantó y dejó el dinero en la mesa y sin esperar el cambio se fue. Lenta, muy lentamente camino hacia su casa, la casa de su pareja a la que se había mudado no hace mucho.

Si es que a eso se le podía llamar casa y a aquello se le podía llamar pareja.

Por la aparente oscuridad y las calles vacías, eran al rededor de las once o doce pero había tomado lo suficiente como para no pensar demasiado en absolutamente nada. Si algo amaba del Sake, era su habilidad para dejar mentes en blanco. Pero por primera vez, el mágico líquido no iba a funcionar.

No podía evitar pensar en Sasuke y en que realmente no quería verlo o quizás si pero sólo un poco. Seria un rápido vistazo y ya, sólo para calmar su estúpido impulso que le decía que era necesario ver al grandísimo idiota aunque este le prestara ahora más atención a su amiga.

¿Realmente podía considerarla como una amiga?

¿O debería escuchar los consejos ácidos de Sai cuando le decía que ella del tipo de feas roba hombres como las que había leído en un libro?

Sakura está embarazada.

Su corazón pareció palpitar amargamente y el oxigeno se tardó demasiado en llegar a su cerebro. ¿Acaso eso era posible? Porque justo en ese momento realmente no le importaba. No iba a llorar por eso y tampoco sentía grandes deseos de hacerlo, era tonto pero de cierta manera se sentía feliz porque finalmente Sasuke tendría el hijo que tanto deseaba y renacería su clan en memoria de sus padres y su hermano.

Cuando menos se lo esperó, tropezó con el mismo estúpido poste de la esquina que le indicaba que ya estaba cerca de casa. Y como todo un buen ninja en condiciones de ebriedad parcial casi absoluta, entró a la casa lo más silencioso que pudo tropezándose solamente con todo lo que estuviese a su paso. Porque lo menos que deseaba era despertar a nadie, quién tenía un humor terrible y mucho menos conseguirse en cualquiera de los pasillos con ese mismo nadie.

Se tiró en el sofá con el mismo silencio y sigilo con el que había tropezado y arrojado al suelo varias cosas. No tenía sueño pero sentía la pesadez del alcohol en su cuerpo y como le hacia sentir somnolencia. Dormiría allí, así no tendría que dar explicaciones y mucho menos iniciar una discusión sobre "Ella te importa más que yo".

No estaba con ánimos de ser cursi esa noche.

Tienes los mismos vicios que la vieja y el pervertido.

Demonios...— Pensó con ás si fingía estar dormido el muy bastardo se iría y lo dejaría en paz.

Respóndeme, se que no estás dormido.

Sasuke se acercó con los brazos cruzados hasta quedar frente al sofá y respiraba con molestia.

No tengo ganas de hablar dattebayo— Naruto se revolvió incómodo en el mueble y se tapó fastidiado el rostro con un cojín.

Nadie dijo que hablaríamos— Y con fastidió, apartó el cojín arrojándolo al otro mueble.

Por su mente, nunca paso siquiera la insinuación de la pequeña posibilidad de que Sasuke le insistiera más de los cinco segundos habituales. Normalmente decía un par de palabras y se iba, dejándolo allí tirando a su suerte, en donde fuera que se encontrase. Pero lo que realmente nunca esperó, era la manera tan desvergonzada con la que Sasuke se sentó sobre él.

Pero aunque no se lo esperaba, conocía a la perfección esa clase de disculpas que el Uchiha estaba acostumbrado a expresarle. No eran palabras, pero realmente eso no le importaba.

¿Qué haces?— Con enojo fingido y fastidio marcado en su rostro, estiró el brazo en una nueva búsqueda por su cojín perdido.

Lo sabes perfectamente.

Sasuke sonrió un tanto pervertido y el no pudo evitar sonreír también. Era imposible negarse a situaciones como aquella.

Bastaron un par de miradas directo a los ojos para que Naruto tomara a Sasuke de la polera, atrayéndolo hacía sí de manera excesiva, tanto que sus labios se estamparon violentamente.

Oh sí, eso sí era un beso.

Y aunque por efectos del alcohol se sintió un tanto mareado, no dudó en morder con rencor los labios de Sasuke. Se lo merecía. Como de costumbre, no paso demasiado tiempo cuando el beso se hizo más profundo. Era toda una delicia las discusiones que sus lenguas iniciaban en ambas bocas y mucho más los mordiscos, lametones y chupetones que se hacían entre ellas. Hacía varias -Por no decir demasiadas- semanas desde que había tenido su último encuentro. La falta de acción era un predisponente nato para que la situación se calentara más rápido de lo normal y vaya que estaba pesado el ambiente.

Naruto, en su vano y divertido intento de venganza, tenía sujeto a Sasuke por la nuca. Le jalaba de vez en cuando y muy seguidas veces el cabello y su otra mano no dejaba de pasearse en la blanca espalda por debajo de la casi olvidada polera. Sasuke, por su parte, en venganza por el salvajismo de Naruto, le mordía los labios y de vez en cuando su lengua sin dejar de mencionar que sus manos ya estaban lo suficientemente abajo como para desabrochar el pantalón del rubio y su plan por colarse entre la ropa interior de este.

Sasuke...—Susurró excitado, sabía perfectamente que a su pareja le volvían loco esa clase de suspiros.

Eso fue exactamente lo que sucedió. Sasuke estaba doblemente excitado y esa era la señal que necesitaba -O quizás la pérdida de sus sentidos- para pasar al siguiente pasó. Y realmente odiaba ser tan directo, le gustaba disfrutar lentamente de aquellos placeres pero su cuerpo no estaba dispuesto a esperar ni un segundo más.

Y cuando Naruto desabrochó los pantalones de Sasuke sin que éste se diera cuenta, las miradas que se dedicaron significaban una sola cosa.

Ya no había vuelta atrás.

¡Sasuke-kun!— De la nada, Sakura salió de quién demonios sabía dónde interrumpiendo el momento. Al verlos, reaccionó de manera poco sorpresiva y es que ella realmente ya estaba acostumbrada a esa clase de escenas. — ¡Lo siento!— Ella volteó la mirada y subió las escaleras apresuradamente.

Lo que escasos segundos atrás era lo más cercano a una hoguera de pasión, se extinguió tan rápido como la llama de una cerilla.

¡Sakura-chan!— Del susto recibido, Naruto sacó su mano del pantalón de Sasuke a la misma velocidad que la había metido allí. Intentó acomodarse la ropa lo cual terminó con ambos en el suelo y fue cuando su cerebro reaccionó de manera estrepitosa. — ¿Sakura-chan?

Sí, miró a su alrededor y comprobó con éxito que se trataba de su casa y no la de su amiga o cualquier sitio público ¿qué demonios estaba haciendo ella allí? Y las respuestas no tardaron en llegar.

Se mudó esta tarde— Sasuke se levantó del suelo acomodándose la ropa en el proceso. — Vivirá aquí mientras este embarazada.

¿Qué...? — La expresión de confusión cambió velozmente a uno de molestia. — ¿Cuándo decidimos eso?

No puedo permitir que viva en cualquier sitio— Sasuke rodó los ojos con impaciencia, extendiéndole la mano a Naruto para ayudarlo a levantarse.

¿Quién demonios imaginaría que Sakura se despertaría a media noche para interrumpir el momento?

¡Ah!... por su puesto, olvide cuando lo "decidimos"— Naruto apartó la mano que Sasuke le ofrecía de un manotón y se levantó por su propia cuenta, arreglándose medianamente la ropa. Después de aquel susto, el alcohol era lo menos que tenía presente en ese momento.

Sakura, en menos de un mes había tenido sexo con su pareja, había quedado embarazada y finalmente estaba dentro de la casa sin haber hecho el más mínimo esfuerzo.

Demonios, ¡a él le había costado dos años y medio de relación con el bastardo el poder dormir en su casa!

Realmente le costó demasiado tiempo, esfuerzo y mucha, mucha saliva para vivir allí. Definitivamente su vida amorosa iba en picada y muy de cerca le seguía su vida sexual.

No esta en discusión.

Y es que no lo podía asimilar, ¿había algo en todo ese maldito asunto que haya estado puesto a discusión y decisión de ambos? Absolutamente nada. Aquello era parecido a una cereza agria en la punta de su helado podrido.

Las palabras de Sasuke no hacían más que empeorar la situación. Él realmente esperaba que Naruto le insultara o intentase golpearlo, pero no, el rubio le miró con molestia y le arrojó con rabia uno de los cojines que estaban en el piso.

Sin decir ni una palabra, con la indignación marcada en su rostro, Naruto terminó con la discusión y subió las escaleras rápidamente. Sasuke le siguió pero el fuerte portazo proveniente de la habitación de ambos lo detuvo en seco. Era preferible ir a ver a Sakura, esperando que no fuese uno de sus ahora frecuentes antojos a mitad de la noche.

En la habitación, Naruto se tumbó con descuido sobre la enorme cama. Planeaba dormir los próximos nueve meses o quizás por el resto de su vida. Y si Naruto no estuviese medianamente ebrio, olvidaría que era un hombre y los hombres no debían llorar sino más bien patear y romper caras. Sasuke realmente se merecía algo más que simples patadas y golpes en el rostro, Sasuke se merecía la tortura más antigua y dolorosa que hubiese existido en toda la historia de la humanidad.

Y de no ser porque su cuerpo le pesaba y el sueño lo mantenía sobre la cama con ayuda de la gravedad quien se había vuelto más fatigosa que de costumbre, se levantaría e iría a patearle al Uchiha en donde más le doliese. Pero eso fue algo que prefirió dejar para el siguiente día.

Por costumbre, su cuerpo se despertó a la misma hora de siempre y continuamente tarde. Las ocho y treinta y nueve. Se baño rápidamente y punto de salir por la ventana para evitar toparse con alguno de esos dos.

No, no estaba siendo un cobarde e infantil novio celoso. Estaba siendo un infantil novio celoso que se retiraba del lugar evitando las confrontaciones tan temprano en la mañana.

Y estuvo a punto cruzar el marco de la ventana cuando sintió el leve pero delicioso olor a huevos revueltos, y su estomago le impidió salir de la casa sin haber comido antes. Estuvo tentando a bajar a la cocina de no ser porque juraba que ese par se encontraba allí, a solas y sonriendo como un par de tontos enamorados. Y eso, fue lo que le hizo prestar atención al inmenso dolor de cabeza que apareció de la nada.

¡Definitivamente nunca volvería a beber de aquella manera!

O eso decía en ese momento...

Encerrado en la habitación, se debatía entre ir a comer o ir por un par de aspirinas para su insano dolor. ¡Bingo! ambas cosas se encontraban en la cocina, ¿a quién demonios se le ocurría poner el botiquín de primeros auxilios en la cocina? Cierto, a un bastardo Uchiha.

Aquella estúpida situación lo estaba volviendo completamente loco y paranoico.

Finalmente, tras un gruñido severo por parte de su irritado estómago y el sonido de la puerta de la mansión cerrarse, decidió ir por un poco de comida. Con pasos cautelosos, bajó las escaleras de madera una a una intentando no hacer ruido. Miró hacia los lados y después de comprobar que no había Sasuke's en la costa, caminó hasta la cocina por el largo pasillo.

No sentía ninguna presencia por lo que estaba seguro de que se encontraba solo en la enorme casa. Lástima que su sentido de la percepción no hubiese notado que realmente no lo estaba.

Cuando entró a la cocina, el olor de la comida aún estaba en el aire y sorpresivamente consiguió un plato con el desayuno preparado encima del mesón con una pequeña nota.

Naruto, discúlpame por la interrupción de anoche. Realmente estoy muy avergonzada. Siento no haberte dicho que me mudaría con ustedes antes de hacerlo pero Sasuke-kun no me dio tiempo.

Espero no estés enojado conmigo y te guste el desayuno. Iré al mercado con mi madre y luego pasaré por la tienda de Ino.

Nos vemos en casa, Sakura.

Naruto sonrió por el detalle de su amiga, ¿quién podría enojarse con ella? tomó el plato y buscó en el refrigerador su preciada leche para sentarse en la pequeña mesa de la cocina a desayunar en total calma y comodidad.

Si bien Sakura estaba siendo un impedimento en el medio de su relación, estaba de parte de ambos impedir que les afectara lo suficiente como para alejarlos. Por otra parte, él no estaba dispuesto a dejar que eso pasara. No por nada persiguió a Sasuke gran parte de su vida y mucho le había costado que aceptara sus sentimientos y aún mejor, le dejara vivir a su lado.

No por nada era el ninja número uno en sorprender a la gente además del único ninja que pudo traer de vuelta a Sasuke Uchiha y que, para secreto de nadie, era su eterna pareja y compañero de vida indiscutible. No, nada se interpondría entre ellos.

Todo era por Sasuke y su sueño, además de por él y su relación.

Tsunade mandó a llamarte, tienes una misión importante — Sasuke apareció apoyado en el marco de la puerta, dándole un ligero susto.

Y para Naruto, esa había sido la mejor noticia de la semana.

¡No puedo creerlo! ¡Al fin tendré una misión de verdad, dattebayo!

Porque además de la pesada noticia del embarazo, la Gondaime se había encargado personalmente de torturarlo con pequeñas pero abundantes misiones de clase D. Todo por haberle dicho vieja arrugada cuando vio su rostro sin los efectos del jutsu. Naruto comió lo que quedaba en el plato y bebió la leche rápidamente. Se levantó de la silla y corrió a la salida, no sin antes detenerse a despedirse de Sasuke.

Nos vemos después, Sasu-chan.

Y antes de que el Uchiha pudiese golpearlo por el terrible atrevimiento a llamarle de esa manera, Naruto le dio un beso rápido y salió de la casa. Sasuke reamente se sorprendió, nunca espero una reacción como aquella después de la discusión de la noche anterior pero no le sentaba nada mal.

— Cuídate...

Notas finales:

espero les haya gustado!!!

 

Aclaraciones:

No odio a Sakura, a Sasuke ni a ningún otro personaje pero digamos que cada quien tendrá su merecido XD

Sí te gusto y quieres más, no olvides gritar "quiero más" o cualquier otra cosa q se les ocurra y por supuesto no dejar de comentar xD


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