-Shhhh- lo callo el moreno rápidamente- No es el momento luego las explicaciones solo por ahora déjame sentirte-
El moreno besaba al rubio con mucho cuidado como si en cualquier momento fuera a desaparecer, lo abrazaba y lo Juntaba a su cuerpo para que este no escapara de sus grandes brazos.
Sus manos nuevamente sentían ese cosquilleo de sentir la piel de otra persona, tan suave como la recordaba con ese olor que lo volvía loco y ese color tan hermoso que siempre le había encantado del rubio.
Mientas lo besaba lo tocaba por todas partes de la cara por el momento, quería ir lentamente no tenían apuro se había encargado de que solo estuvieran ellos dos ese día solamente en ese estudio donde seria testigo de ese maravilloso encuentro.
Sentía como el rubio se iba soltando poco a poco. Hacía poco había comenzado a tener pequeños temblores y eso le preocupaba pero quería disfrutar el momento, sentirse amado por el rubio y saber que lo que estaba viviendo en esos momentos era verdad no era mentira o un engaño de su mente.
Comenzó a besarlo alrededor del cuello sacando uno que otro gemido para luego acostarse en el mueble donde estaba y acomodar al rubio encima de él. Su miembro había despertado hace rato parecía un adolescente en su primera vez pero era hombre y hacía mucho tiempo que no había tenido relaciones, desde que su esposo desapareció para ser más preciso hasta ahora que estaba a punto de hacerlo.
Amaba la imagen que veía desde donde estaba, su rubio estaba encima de el con los ojos medios cerrados y con las mejillas sonrojados mientras respiraba un poco agitado.
Sentía los glúteos de su esposo sobre su miembro haciendo que el rubio cerrara los ojos.
-Así me gusta- hablo de repente el moreno haciendo que el rubio abriera los ojos- Que lo disfrutes- Dijo con una sonrisa marca Uchiha haciendo que el rubio se sonrojara más y más.
-¡Teme!- exclamo con un Puchero pero sintiendo el miembro del moreno que parecía que quería salir de ese pantalón.
El rubio con mucho cuidado se fue hacia atrás un poco mientas sus pequeñas y frágiles manos bajaban hacia el pantalón del moreno.
El moreno solo veía a su esposo estaba más que contento pues no dijo nada y dejo al rubio hacer todo lo que quisiera.
El rubio abrió el pantalón del moreno y entro su mano al bóxer el moreno para sacar el miembro de este, una vez fuera se quedó asombrado del tamaño de este.
-¿Qué paso Dobe, se te olvido el tamaño?- hablo el uchiha mientras se reía de la cara del rubio, era una que jamás olvidara.
-¡Cállate!- dijo para agacharse un poco y comenzar a darle pequeños besos alrededor del glande haciendo que el moreno sacara uno que otro gemido que el rubio gozaba.
Luego siguió dándole besos, mordidas hasta llevarlo a su boca y comenzar ‘’Mamar’’ haciendo que el moreno pusiera sus manos en su cabellera para marcar el ritmo.
No paso mucho tiempo cuando el moreno se vino en la boca del rubio, este gustosamente se la trago completa sin ninguna vergüenza.
El moreno sin esperar más agarro al rubio de los brazos y lo atrajo hasta su boca sin importarle que segundos antes este estaba todo lleno de semen.
Comenzó a desvestirlo poco a poco con la boca saboreando cada pedazo de piel, cada centímetro.
Una vez ya el rubio completamente desnudo él también se quitó su ropa y así los dos estaban en igualdad.
El moreno saboreaba cada parte del cuerpo del rubio, desde sus orejas hasta los dedos de los pies y este gustosamente se dejaba hacer todo sin pretexto, el también necesitaba sentir a su esposo.
Comenzó a besar las piernas del rubio y acariciarlas hasta llevar una de sus manos hasta el trasero del rubio haciendo que este se trincara un poco pero luego se relajó para darle paso a la mano del moreno quien no espero más e introdujo uno de sus dedos en la entrada del rubio para dilatarla.
Se acercó más para el cuerpo del rubio mientras su otra mano libre la pasaba por atrás del cuello de este para saborear su boca, al paso de unos segundos introdujo otro de sus dedos haciendo que lo único que se escuchara en esa habitación fueran los gemidos del rubio llenos de placer.
-No aguanto más- dijo el rubio haciendo que el moreno lo mirara con esos ojos llenos de lujuria mientras el rubio al verlo a si lo besa desesperadamente a la vez que entre gemidos le dice-Métemelo-dijo en un ahogado gemido
-¿Qué palabras son esas Jovencito?-Dijo divertido el moreno mientras se reía por lo dicho por su esposo.
-No es momento de hablar decente- trataba de hablar como podía ya que el moreno en ningún momento dijo de dilatar su entrada.
-Todavía falta-
-Si no lo haces tú lo hago yo- dijo con falsa molestia el rubio para sacar la mano del moreno de su entrada y empujar al moreno de nueva forma al mueble mientras este cogía el erecto miembro de su esposo y lo introducía lentamente en su entrada.
-Estas estrecho-
-¡Cállate y solo disfruta!-
-Como Usted diga Dobe-
El rubio al sentir todo el miembro de su esposo adentro, posiciono sus manos un poco más atrás de su cuerpo justamente un poco más arriba de las rodillas del moreno mientas comenzaba a moverse lentamente hasta aumentar el ritmo.
El moreno cogió al rubio por las caderas marcando el paso de cada estocada.
Los dos estaban que se comían con solo la mirada, estaban llenos de lujuria pero también amor, pasión y entrega como hace tiempo no hacían y más cuando era con esa persona que tanto espero.
El vaivén seguía en diferentes posiciones, el rubio no tenía miedo de ser escuchado y el moreno estaba que no podía de alegría. Sentir ese cuerpo que tanto lo volvía loco lo estaba volviendo loco en ese momento como tiempo atrás, como si el tiempo nunca hubiera pasado entre ellos.
Escuchar a su rubio gemir pidiendo más lo tenía con completamente ido, hechizado no sabía cómo llamarle pero quería que ese momento jamás terminara.
Se necesitaban sus cuerpos se lo decían más de lo que pensaba, el moreno no aguanto más la posición en la que tenía al rubio era demasiado este estaba arrodillado mientras el moreno veía toda su espalda y su hermoso trasero, comenzó a masturbar al rubio ya sabiendo que estaba a punto de terminar.
Los dos terminaron al mismo tiempo mientras el moreno atraía la boca del rubio a la suya, una vez que terminaron los dos estaban sudados y cansados.
-La edad nos está haciendo efecto- comento el rubio con una sonrisa.
-No digas eso estamos como los adolescentes, yo todavía doy para más. ¿Quieres?- le susurró al oído al rubio.
-No teme mi entrada duele un poco- dijo con un puchero el rubio
-Lamento lastimarte dobe pero eres tan irresistible-
-Cállate- dijo sonrojado el rubio- Solo quiero estar asi contigo encima de ti abrazados como si nada pasara a nuestro alrededor, Te amo Teme-
-Yo también te amo Dobe-