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ÉL y YO... por ChizuruTakachan

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Notas del fanfic:

 

Este fic lo empecé como broma! sólo porque amenazaba a Kuroneko y a Izumi con que preñaria a la iwana y... AQUI ESTA! así que este va dedicado especialmente a ellas y culpenlas por el resultado XDDD

Me tarde un día completito pero lo logré y llore en ciertas partes en las que sigo preguntandome: ¿porque le hago eso?!  Pero como saben, escribo segun lo poco que sé y lo que pasa a mi alrededor... y como siempre meti cosas mias! pero la realidad es que aqui en México se me hace muy triste ver que las niñas menores de 15 años aumentan drásticamente en el indice de embarazos... tengo dos primas que forman parte de ello y desde mi nubecita nunca entendí lo que pasó con ellas si tenian sus vidas perfectas... desde mi punto de vista, ¿como pudieron meter la pata así? y de ahi parto para este fic. 

Notas del capitulo:

 

Tenia pensado publicarlo hasta mi aniversario Yaoi (25 de julio) ando muy emocionada porque ese día cambiaron muchas cosas. Pero me salio un proyectito que me emocionó mucho así que les dejo esté hasta ese día ^o^ 

NOTA: mi word no me dejó corregir!!!! me aparece como "finalizada" y por más que le hago no me deja. PERDONEN X LOS HORRIBLES ERRORES!! T3T  pero ya doy por hecho que tengo un horrible virus!!!!

 

 

Desde la primera vez que lo vi, una enorme sonrisa se plantó en mi cara y de ahí no se movía hasta que su espalda desaparecía, para verlo al día siguiente.

¡Éramos unos niños! El día se nos iba en las horas de escuela y por la tarde salir a jugar al futbol juntos. Esa  fue nuestra rutina de vida hasta la secundaria. Teníamos los mismos amigos, pero aún así, siempre éramos él y yo.

En segundo grado, comenzaron los amigos a darle prioridad entre “sus” pelotas y las de alguna chica o chico, habíamos entrado en la edad difícil… Pero para mí tú eras el único que permanecía en mis sentimientos, hasta esa noche.

 

Kai, tú y yo fuimos a ¡la fiesta del año! Al ser parte del equipo de futbol, los chicos de tercero nos invitaron y nosotros gustosos quedamos de encontramos con Saga, Ruki y Hiroto para llegar juntos, la noche era particularmente atractiva así que bailamos, bebimos y reímos como siempre, hasta que el alcohol me obligó a acompañar a Hiroto al baño que ya no podía ni andar, de tan ebrio y de la risa que tenia.

Lo metí al baño y cerré dándole privacidad no sin antes recordarle que lo esperaba afuera, era gracioso que me tocara ser su niñera, pero Ruki y Saga estaban a mitad de pista socializando con los anfitriones. Pensando en eso  reconocí una figura al final del pasillo…

Aunque estaba de espaldas no habría forma de que yo le confundiera con nadie más, así que me acerque a hablarle cuando unos brazos delgados, se asomaron por sobre sus hombros acercándole hacia la pared. Mi corazón se detuvo por un momento, no sé si fueron segundos, tal vez días… lo que sé es que te vi abrazar a Kai mientras devorabas sus labios y él te correspondía como si el mundo importara una mierda…

A cada movimiento de sus labios unidos di un paso hacia atrás sin darme cuenta, hasta que la puerta del baño se abrió dando un portazo en mi brazo y yo cayendo al piso, la risa de Hiroto rompió el encanto en el que ustedes estaban y sólo tu voz me sacó de la horrible burbuja en la que yo estaba encerrado.

 

-¡Reita!... ¿estás bien? –Corriste a levantarme al ver la razón por la que Hiroto se retorcía de risa-

-Su… suéltame… -un susurro fue lo único que salió de mis labios-

-¡Anda!... no seas tonto, dame la mano para levantarte… -Uruha me tomó de la mano como si nada-

-¡Que me sueltes!... –de un manotazo te arrebaté mi mano- no quiero que me toques… -con esfuerzo porque el enojo no me permite controlar mi cuerpo, me levanto ante tus ojos sorprendidos-

-¿Qué te sucede?... Rei-chan déjame ayudarte –intentas de nuevo pero te empujo-

-¡No me jodas!... estabas muy a gusto con Kai ¿no? ¡No quiero que me toques  nunca!

 

Salí corriendo tropezando con cuanto se me atravesaba en el camino, ya ni veía por donde corría a causa de mis lágrimas pero una vez que necesite tomar una bocanada de aire me detuve, sentí el frio de la noche y el dolor de mis músculos por la carrera,  recargue mis manos en mis muslos agachándome para respirar con dificultad. Me encaminé a mi casa que ya no estaba tan lejos y el silencio de la noche y la calle vacía me daba un poco de miedo, apresure mi andar al oír pasos detrás de mí hasta llegar al punto de volver a correr, estaba a unos metros de mi casa cuando sentí que me jalaron del brazo.

 

-¡Mierda, te vengo siguiendo todo el camino y en lugar de esperarme saliste corriendo! –Uruha me tapó la boca al estamparme contra la pared- ¿Por qué te fuiste así?... –se separo de mi- ¿estás llorando?

-Déjame… -lo hice a un lado para entrar a mi casa-

-Rei-chan… -me sujetó de la muñeca- no sé porque estas así, pero si no me lo dices no sabré porque estas enojado… -me miró con esa mirada que me hace doblar las manos y su puchero con él que siempre me gana la partida- Ue-chan…

-Olvídalo… -miré hacia la calle vacía sin soltarme y mordiendo mi labio-

-No hagas eso… -con su mano izquierda acarició mis labios haciendo que dejara de morderlo- siempre me han gustado tus labios… no lo muerdas. –Pasó su dedo sobre mi labio inferior y sonrió- ¿te quedas en mi casa?

 

Sólo asentí y me deje guiar a la casa contigua a la mía. Uruha abrió y entró encendiendo la luz mientras yo cerraba la puerta, se giró y me sonrió.

-¿Quieres algo de beber? ¡Tenemos la casa para nosotros solos! –No esperó respuesta y en un segundo volvió con unas cervezas y nos sentamos en la sala-. ¿Me vas a decir porque estas así? –Me miró mientras daba un sorbo a su cerveza-.

-¿Me vas a contar algo de novedad? –Bebí de la mía y encendí el televisor-

-¡Déjale ahí! –me quitó el control remoto-.

-¡No vamos a ver porno! –Traté de quitarle el control pero lo aventó debajo del sillón- Por lo visto Kai te dejó con las ganas… -me volteé hacia la ventana y me bebí de un trago el resto de mi cerveza-

-En realidad yo lo dejé a él porque “alguien” salió como loco de la fiesta… -me miró y terminó su cerveza abriendo otra-

-Pues nadie te pidió que lo dejaras… -abrí la mía- bien podrías llamarle… -dejé la cerveza sobre la mesita- me voy a mi casa…

-¡Estas celoso! –me sujeto de la muñeca jalandome al sillón- pero si sabes que yo te quiero más… -la chica de la pelicula comenzó a gemir como desquiciada y yo desvie la mirada hacia la pantalla- y la verdad Kai no besa tan bien que digamos…

 

La escena en la pantalla me incomodaba. Me quedé como tonto viendo como el hombre embestia su pequeño cuerpo mientras oia a Uruha hablar de Kai, sólo un segundo de distracción y ya tenia a Uruha sobre mi.

Decir que me perdi en sus ojos ¡es quedarme corto! Senti sus labios dar pequeños toques sobre los míos y su mirada fija en la mia. Lo tenia en cuatro sobre mi cuerpo y yo, sin poder mover ni un músculo mientras los sonidos explícitos inundaban nuestro entorno. Abrió la boca envolviendo mis labios y su lengua los delineaba y acariciaba esperando que le dieran entrada. Lo hice, abri mis labios dejando que su lengua explorara mi boca mientras la mía se aventuraba en la suya probando ese sabor amargo de la cerveza y el sabor dulce de su saliva. No sé en que momento habia comenzado a gemir, pero sus labios ya estaban sobre mi cuello y sus manos dentro de mi playera, mis puños apretados no sabian si tocarlo o detenerlo.

 

Me gustaba… Uruha habia sido el amor de mi vida desde niños y hoy me venia a dar cuenta que no sabia lo que significaba yo para él.

 

-¿Qué haces?... –me recargue en mis antebrazos para ver lo que hacia, estaba desabrochando mi pantalón con una sensualidad felina-

-Te voy a ayudar con esto… -dio un mordisco en mi bulto por sobre la ropa- Ue-chan… te quiero…

 

Al decir esto se posicionó de nuevo sobre mi besandome con delicadeza. Nunca supe en que momento habiamos quedado desnudos pero su cuerpo eran tan bello… mis manos acariciaban sus costados y de mis labios, volvio a recorrer mi cuello y mi pecho mientras la pelicula seguia su curso.

 

-Uru… mmmmh… ¿yo porque tengo que ser el uke?... aaah… -su intención era clara al sentir como levantó mi cadera y se acomodaba entre mis piernas-

-Porque yo soy más alto… -volvió a besarme-  y porque tu eres tan timido como una niña…

-Eso no es just… ¡AAAAAGGHHHH!...

 

Entró de una sóla vez…

 

Mi primera vez fue lo más doloroso que hasta ese momento habia experimentado. El ardor me hacia aferrarme a su cuerpo y mis lágrimas fueron ignoradas a la par que mis quejas. Uruha entraba y salia con una clara expresión de placer como si ya lo hubiera hecho otras tantas. Mi corazón esa noche se rompio…

 

 

Akira, esa noche se entregó a quien él consideraba el amor de su vida, sus sentimientos honestos los entregó en charola de plata a Uruha, para quien sólo tuvo sexo por primera vez y que se sintió algo descepcionado al no haber sido como esas películas a las que estaba acostumbrado.

 

Akira estaba próximo a cumplir quince años. El año escolar estaba a nada de terminar y su relación con Uruha no habia mejorado, por el contrario, su “amigo” aprovechaba cada oportunidad que estaban sólos para tener sexo con él, pero nunca decia las palabras que Akira deseaba escuchar.

Una tarde saliendo de los entrenamientos de futbol, se fueron todos muy animados a comer hamburguesas. En esos momentos Reita dejaba su burbuja extraña para reír y compartir con sus amigos como antes, y de la nada lo noto. Uruha tenia su mano entrelazada con Kai mientras le sonreia como envuelto en una nube y le acariciaba la mejilla. Unas nauseas le embargaron y salio corriendo al baño mientras los demas le miraban extrañados, esta vez Uruha no salio detrás de él…

 

El partido final lo jugaron sin Akira. Tenia algunas semanas que su estado era algo deplorable y apenas habia tenido  fuerzas de asistir al colegio, Uruha le habia buscado en su casa pero él no hacia más que mirar por la ventana, no queria verlo ni oirlo. Así pasaron los días hasta que lo obvio se hizo notar…

 

-Reita… ¿puedo pasar? –Ruki se asomo por la puerta-

-Si… pasa. –tragó saliva, sentandose en la cama y se cubrió bien con las mantas- ¿Cómo has estado enano?... –hablaba bajito y su mirada no era la misma-

-Bien. Reita…  -se sentó en una silla a su lado- ¿Por qué ya no vas a la escuela? –le miró añorante y trató de tomar su mano, pero Reita las metió en las cobijas- Te hemos extrañado…

-No ire nunca más. –miró de nuevo hacia la ventana y suspiro cansado- ¿Uruha no les contó nada?...

-Si. ¿pero no es por eso que ya no vas o si? –Ruki cruzó la pierna y se recargo en la silla- ¡Eso se notaba desde el curso pasado! Pero tu nos haces falta Aki… No porque Kai y Uruha anden de manita sudada quiere decir que tengas que abandonar todo…

 

Reita abrió los ojos y volteo a ver la cara de su amigo por primera vez. Intentó decir algo pero las palabras no salieron, salio corriendo al baño y apenas llegó, todo su dolor era vomitado entre lágrimas y lamentos. Ruki se asusto al ver su reacción y lo siguió ayudandolo a levantarse una vez que termino, fue ahí que lo notó.

 

-Rei… chan… -le soltó de los hombros asustado- estas… ¡estas embarazado!

-… -se lavó los dienes ante la atenta mirada de su amigo y evadiendole le contesto apenas con un susurro- si… es de Uruha…

 

A Ruki el alma se le partió al ver a su amigo dejarse caer en llanto al piso del baño. Akira lloraba y se pellizcaba, gritaba y maldecia mientras el más pequeño, lo unico que pudo hacer fue abrazarlo y refugiarlo en su pecho. Pasaron un buen rato ahí tirados hasta que Akira se atrevió a hablar.

 

-¿Cuánto tiempo llevan juntos?...

-¿nnn? –Ruki separó su cabeza de la de su amigo sin entender su pregunta-

-Chibi… ¿hace cuanto que Uruha y Kai estan juntos? –tomó un poco de papel y se limpio la cara- ¿hace cuanto se lo dijeron a ustedes?

-… -Ruki trago saliva y le acarició el pelo- Desde que inició el curso…

 

El silencio se hizo presente y despacio Akira se separó de su amigo. Tomó aire dandose valor y se encaminó a su cama. Ruki le siguió sentandose a su lado en la misma y abrazandolo de nuevo.

 

-Uru… ¿lo sabe entonces? –le hacia cariñitos en el pelo mientras Reita seguia mirando el cielo por la ventana-

-Si… -suspiro- mis padres hablaron con los suyos… se suponia que Uru terminaria la escuela para hacerse responsable… -unas lágrimas se le escaparon- tengo miedo… -Ruki lo abrazó con más fuerza- desde que nos enteramos, mis padres no han querido que salga… ¡dicen que soy una vergüenza! –su llanto se hizo presente de nuevo- Uru dijo que lo mejor seria darlo en adopción porque somos muy jovenes para esto… pero mis padres no quisieron, a mi ni me preguntaron y ahora… estoy solo… ¿cierto? –miró a Ruki que se mordió el labio al ver la desesperación de su amigo-.

-No estas sólo… nosotros vamos a estar contigo. –le limpió las lágrimas- lo primero será que tienes que salir de aquí. Mi madre siempre le dice a las vecinas embarazadas que tienen que caminar y no dejarse durante el embarazo. Así que yo vendré por ti en las tardes para ir a dar una vuelta… ¿si? –le besó la mejilla y le sonrió dandole animos-.

-No… no quiero que nadie me vea así… -le evadió la mirada- no sé que van a decir los vecinos…

-¡Qué digan misa! tus padres te dejan sólo todo el día… así que los chicos y yo vendremos a hacerte compañía y ¡ya veras si no hacemos que ese idiota ocupe su lugar!

-Ruki… no lo hagas… no les digas que es de él…

-¿Pero entonces?... ¡vamos a decir que te salio en la cajita feliz o que! –Ruki se sentó frente a él y le tomo de las manos- Si Uru es tan cobarde para hacerte esto y dejarte sólo, y todavia tiene la desfachatez de pregonar su romance con Kai ¡mínimo que afronte las consecuencias!

 

 

Y así lo hizo. Ruki al día siguiente hablo con Saga y Hiroto que de inmediato se indignaron, pero les pidió que no dijeran nada hasta que Reita se los permitiera. Pero el enanito tenia un plan y esta no se quedaria así.

 

-¡Entonces nos vemos en dos horas en mi casa! –Ruki se colgó de Uruha y Kai- tenemos mucho que celebrar y aprovechando que es fin de semana nos reunimos todos en mi casa.

 

Una vez que se despidieron Ruki y Hiroto pasaron por Reita y se lo llevaron a casa de Taka, mientras en el camino le contaban sobe los nuevos amigos y le hacian sonreir de vez en cuando. Les entristecia ver lo deprimido que estaba su amigo.

 

-¡Ya veras que te caen muy bien! –Hiroto le daba un jugo y unas galletas a Reita mientras le platicaba- ¡sobre todo Nao! Es tan chistoso…

-Yo más bien lo veo medio tonto… -Ruki se acurrucó en el regazo de Reita acariciandole el chipotito que tenia por vientre- pero cuando se rie veras que no hay modo de no contagiarte… -sonó el timbre- ¡Hiroto abre!

-¡Es tu casa enano! –le aventó un cojin a Ruki que estaba de frente al respaldo del sillón- ¡ ve a abrir tu!

-¡Ten cuidado idiota! –le devolvió el cojinazo- ¡le pudiste pegar al bebé! Ademas, seguro es Nao…

 

Hiroto se levantó como resortito a abrir la puerta y como si fuese el anfitrión de la casa recibió a los recien llegados. Saga llegó con Nao, Shou y Tora que eran de otro grado pero eran los nuevos amigos. Pidieron servicio a domicilio y con sus ocurrencias, entre todos le robaron algunas carcajadas a Reita que todo el tiempo tenia a Ruki encima acariciandole la pancita. Desde que les invitó a su casa, Ruki les habia explicado un poco la situación de Reita, así que ninguno se sorprendió ni mucho menos pregunto por su estado. Poco despues de haber ordenado volvió a sonar el timbre.

 

-¡Llegó la comida! –Saga se levantó a abrir quedando en silencio al ver que eran Kai y Uruha quienes llegaron-

-Ni creas que “mi” Kai-kun les va a preparar la comida Saguita –Uruha le apretó la mejilla y tomó de la mano a Kai para entrar- ¡Llegamos!...

 

Los nuevos amigos les saludaron como siempre, pero la sonrisa de Uruha se congeló al ver a Reita pasmado sentado entre Shou y Ruki. Kai estaba radiante de la mano del castaño, sonrio más lindo con forme lo saludaban los demás y al llegar a Reita se quedo un poco sorprendido para luego acercarse.

 

-¡Que bueno que has decidido volver con nosotros! –le dio la mano y al sentir la de Reita le levantó de un jalón para abrazarlo-

-¡Con cuidado! –Ruki se levantó ante el jalón que le dio- Kai no seas tan brusco…

-Por qué tanto… -Kai se quedo sin aliento al ver que Reita agachaba la cabeza y Ruki le acariciaba el vientre- Rei… ¡¿estas embarazado?!

-Si… tengo casi cinco meses… -Reita apretó los puños y por primera vez miró a Uruha a los ojos que tenia una evidente cara de susto- Chibi, necesito ir al baño… ¿puedo pasar al de tu cuarto?

-¡Claro! ¿te sientes mal? –Ruki se asusto, sintiendose culpable-

-No… sólo necesito descansar un poco, ya no estoy acostumbrado a tanta gente…

-Descansa… cuando llegue la comida te avisamos ¿si? –Saga lo guió a la habitación de Ruki, pero Reita le sonrió en un claro gesto que querer estar solo-

 

Hacia un par de meses que Reita no veia a Uruha. Cuando sus padres preguntaban si habia ido mientras ellos trabajaban, él les mentia diciendo que si y que casi no habian hablado por que tenia muchos deberes de la escuela. Pero al verlo entrar tan feliz de la mano de “su novio” ni asi entendia que no habia sido nada en su vida. Las lágrimas ya hacia rato que se desbordaron, igual que todos los días, se apaciguaba sentado junto a la ventana viendo la nada pasar. ¿Qué haria cuando su hijo naciera? Estaba claro que estarian solos, si, casi cinco meses habian pasado y él ni se habia dado cuenta. A sus quince años asistia sólo a las consultas mientras observaba a las parejas mayores, felices por su “nueva familia” ¿Cómo es que no se habia querido dar cuenta? Sus padres lo mantenian ¡porque tenian que hacerlo! Ya no esperaban nada de él más que cuidara de su hijo…  

Se levantó y entró al baño a lavarse la cara, tomo aire varias veces hasta que sintió que ya no lloraria más. Al salir se encontró con Uruha que estaba sentado en la cama de Ruki, Reita le sonrió de medio lado y se disponia a salir cuando…

 

-¿A que viniste? –Uruha le detuvo de la muñeca como tantas veces lo habia hecho. Reita miró su mano-

-Ruki y Hiroto me trajeron… ¿me sueltas? me estas lastimando…

-Ni se te ocurra decirle a Kai… ¡me oiste! –Uruha lo jaló hacia sí, Reita cerró los ojos al sentir su aliento cerca- ¿le dijiste a los demás?

-Sólo Ruki sabe… los demas ni han preguntado de quien me deje…

-¡Ese puto enano!... –Uruha lo soltó en un movimiento brusco- no sé que se traen entre manos… pero más te vale que no le digan nada a Kai porque entonces no respondo… ¡me entendiste!

-¿Me vas a golpear?... por favor haslo… -Reita se secó una lágrima- hasnos un favor y haslo… si no tuve el valor de deshacerme de él porque era tu hijo, por lo menos hasme el favor de deshacerte de él… ¡haslo! ¡pegame y libranos de todo!

 

Uruha le miró sorprendido y le dio un empujon contra la pared, inconsientemente Reita se abrazó el pequeño bulto y se dejó resbalar por la pared sintiendo como Uruha se marchaba despues de verlo con asco.

 

-Tu papi no nos quiere… nunca me quiso…

 

 

 

Mientras tanto afuera se repartian la comida y seguian bromeando como de costumbre…

 

-¿Y Reita?... –Hiroto le preguntó a Uruha apenas regresó-

-No me respondió… cuando tenga hambre viene supongo –se alzó de hombros y se encaminó con Kai-

 

Hiroto no se creyó lo que dijo, así que entró en la habitación de Ruki.

 

-Reita… ya  llegó la comida… -entró despacio viendolo sentado junto a la ventana y acariciando su pancita- ¿ya tienes hambre? –le acarició el pelo sentandose a su lado-.

-No… la verdad es que como muy poco, mejor como más tarde…

-¡Eso no esta bien! Sigues tan flaquito… vamos a comer ¿si? Aunque sea poquito… -le hizo un puchero haciendo que Reita le sonriera-.

 

Al llegar a la sala, ya todos habian empezado. Ruki en cuanto lo vio se acercó con lo que habia ordenado. Le acercó la mesita para que estuviera más cómodo y se sentó a su lado en el piso.

 

-Chibi… ¿me das un traguito? –miraba la cerveza de Ruki como si fuese la más apetitosa del mundo-

-¿puedes beber cerveza? –le miró sorprendido- ¿no le hace daño al bebé?

-Sólo es un traguito… -le hizo un morrito- ¡es que se me antojó como no tienes idea!

-¡Claro que no puede beber alchocol! –Uruha dejó su cerveza a un lado- ¡hasta yo sé que lo tiene prohibido! –haciendo un gesto de desaprobación- ¡vaya madre que nos saliste Akira!...

 

Reita dejó su comida sobre la mesa y se levantó, buscando con la mirada sus cosas. Una cosa era aceptar que no era nadie en su vida… ¡pero una muy diferente dejar que le tratara así frente a todos! Se colocó su chamarra y tomó su mochila.

 

-Me dio mucho gusto verlos chicos… -se disponia a salir cuando alguien lo tomó de la muñeca, sintió como su corazón se aceleraba y giró el rostro esperando toparse con su mirada-.

-¿A dónde vas? –Ruki le miraba sorprendido- ¡no te puedes ir sólo!

-… -sonrió ante el gesto de su amigo- ¡ay enano!... que me ha de pasar… creeme que las posibilidades de que me violen en el camino son nulas… Nos vemos luego ¿si?

-¡URUHA!... retractate por lo que le dijiste a Reita… -Hiroto se levantó furioso-

-¡¿Y yo porque habria de hacerlo?! ¡NO SOY YO EL IDIOTA QUIEN QUIERE DARLE ALCOHOL A SU HIJO! –Uruha ya estaba cabreado y no por ser Hiroto se callaria-.

-¡Oigan! No es bueno para el bebé que ustedes se estén peleando… -Saga trato de calmarlos ya que los dos se lanzaban miradas asesinas-

-Pon… -Hiroto volteo a ver a Reita que le hablaba- Uruha tiene razón… -Hiroto abrió la boca para rebatirle pero una sonrisa triste le quitó el aliento- soy un idiota… porque se me antojo la cerveza… -suspiro- por dejar que un puto me la metiera… -se secó una lágrima- y por ser tan idiota como para embarazarme y no darme cuenta de que el padre de mi hijo me abandonaria… eso sólo a los idiotas les pasa. –antes de cruzar la puerta volteo- Kai… -Uruha temblo al oir que lo nombraba- usa condones ¿quieres? –le sonrio de medio lado- eres mi amigo y no me gustaria ver que tu hermosa sonrisa se pierda por un hijo de puta…

 

 

 

 

Pasaron un par de semanas y Reita no respondia al telefono ni abria la puerta. Ruki y Hiroto estaban por demás asustados ya que ni a sus papás habian visto, temian que Reita hubiera hecho algo.

 

-¡RUKI! –Shou llego corriendo- ¿Cómo se llama tu amigo? ¡El que esta esperando un bebé! –Ruki abrió los ojos asustado-

-Akira…

-¿Suzuki Akira? –Tomó una bocanada de aire-

-Si… ¿le paso algo? –lo tomó de los hombros- ¡contesta Shou!

-Mi papá lo esta tendiendo… en el hospital…

-¡¿Qué?! Shou…

-No te asustes… déjame hablar…-tomó aire de nuevo- anoche durante la cena nos contó mi padre que tenia un paciente muy joven, que le apenaba ver que estaba embarazado con tan sólo quince años y que presentaba un cuadro de depresión, que incluso tuvo que preguntar a un colega si tendrian que internarlo despues del parto porque la posibilidad de un severo cuadro de “baby blue” era casi seguro. El caso es que nos mencionó que en el tiempo que ha tenido revisiones, nunca habia ido acompañado y que ayer le dijo que tendria una niña. –Ruki abrio los ojos sorprendido- que habia sido la primer vez que reaccionaba, que ni cuando le dijo de su estado habia tenido una muestra de emoción pero que ayer sonrio aunque fue algo pequeñito. Pensé de inmediato en tu amigo porque nos lo describió. Ruki… si tu amigo entra en cuadro de depresión post parto… -miró apenado al menor-  le quitarian a su bebé… al estar sólo lo clasificarian como no apto para criarlo y lo darian en adopción.

-Tal vez seria lo mejor… -Ruki se sintió mal de decirlo- así podria Reita recuperar su vida ¿no? –miró a los ojos a Shou-

-Taka… según dijo mi padre, Reita se enteró a un a tiempo de poder abortar… -abrazó al más pequeño- eso quiere decir que él si queria a su bebé… tal vez no contaba con que su novio lo dejaria, pero ahora necesita del apoyo de sus amigos. Si va sólo a las consultas es porque seguramente ni sus padres lo apoyan… ¡yo que sé! Hay mil razones por las que tendria que ir sólo, pero ya esta en el quinto mes y según papá su estado se va a poner delicado a causa de su estado anímico.

 

 

Ruki hablo con Saga y Hiroto, por el momento era con quienes podia contar, ya que ni Kai  se mostraba atento a nada que no fuera Uruha. Eso le daba rabia a Takanori… ver que ellos rebosaban en felicidad mientras su amigo estaba a un paso de perder lo único que tenia.

 

Por su parte Reita se sentia contento de que su hijo fuese una niña. Pensaba mientras acariciaba su vientre, que seguramente seria como una pequeña Uruha y eso le hacia feliz. A su modo tendria un poco de él. Cuando le informo a sus padres, realmente no les simporto, su trabajo les tenia consumidos y dado que ahora tendrian una boca más que alimentar procuraban trabajar más.

Al día siguiente, se animó a salir de casa. De haber podido Reita se habria ido lejos para estar sólo con su pequeñita, pero como eso no era posible, este día queria pasarlo con su hija. Hacia tanto que lloraba sin parar que ahora tenia unas ojeras muy marcadas y una expresión de cansancio en su cara.

Apenas llegó al centro comercial, se encaminó a la heladeria haciendose de un helado muy grande. Mientras se lo comia camino en busca de las tiendas de bebés y por fuera divisó algunas cosas, en el último aparador vio unos vestiditos muy monos que mientras terminaba el cono de su helado, se acarició el vientre con una pequeña sonrisa de ensueño. Ahí estuvo hasta que una voz le sacó de su encimismamiento.

 

-¿Vas a entrar?... –Reita trago su galleta y miró algo sorprendido a Kai que le sonreia esplendorosamente-

-Si… ¿tu que haces por aquí? –tragó saliva y miró nervioso a su alrededor-

-Vinimos a comer, pero Uru entro al baño… ¿me dejas tocar?

-Si, claro… -Kai le tocó la pancita y sonrió divertido-.

-Supongo que sera como jugar a las muñecas ¿no?

-¿Cómo?...

-Tener un bebé a nuestra edad… debe ser como jugar a las muñecas…

-Supongo… no lo sé aún…

-Te estaba buscando Kai… -Uruha se quedo callado al ver a Reita- Hola Akira… ¿cómo estas?

-Bien… bueno nos vemos luego… -Reita quito la mano de Kai mientras Uruha le miraba atento- me dio gusto verlos…  -Reita se dio la vuelta para irse sin esperar más-

-¿No ibas a entrar a la tienda?  -Kai le sonrió- ¡Te acompañamos! ¿Qué vas a comprar? –Kai le tomó del brazo metiendolo a la tienda- ¿ya sabes que es tu bebé?

-Es niña…

 

Reita evitó mirar a Uruha en todo el tiempo que estuvieron en la tienda, Kai le hizo compañía muy buena, ya que se emocionaba  cada que veian algo para su hija, mientras Uruha se notaba incómodo y nervioso.

 

-Oye Rei-chan… -Kai doblaba unos mamelucos que habian visto- ¿y el papá de tu bebé nunca te busco?

-… -Reita le miró sorprendido y vió la cara de Uruha que estaba recargado a un lado de ellos- No…

-¿Pero no le vas a avisar que tendra una hija?... sé que no soy nadie para meterme, pero… ¿tiene el derecho no?

-No… -Reita tomó lo que habia escogido y buscó con la mirada a una dependiente- ¡disculpe!... me voy a llevar esto. –le entregó la ropita y la siguió- Kai… sé que me vas a odiar por esto… pero tú lo has dicho. No te metas… como se los dije, ese día, sé que el tarado fui yo y si él prefirió hacer su vida entonces no existe y se acabó.

-Reita… no tienes porque hablarle así. –Uruha le sermoneó cuando llegaron a la caja- Kai sólo te estaba preguntando…

-Entonces que no hable de lo que no sabe… -lo miró con tristeza- cuando Kai este embarazado y sólo, entonces si que venga a hablarme de derechos… mientras que no crea saberlo todo, porque él no sabe lo que se siente estar así.

 

Reita recibió sus cosas y se fue sin despedirse. Apenas subió al taxi las lágrimas se le escaparon y siguieron hasta que llegó a su casa. En la entrada Ruki le esperaba con una bolsita rosa.

 

 

 

Los meses pasaron y esta vez gracias al papá de Shou, sabian cuando le tocarian las consultas. Ruki y Hiroto lo acompañaban y le esperaban mientras Reita entraba. Su expresión poco a poco habia cambiado ahora sonreia más y más sinceramente.

La familia de Uruha se habia comprometido a estar al pendiente ahora que estaba a nada de dar a luz, las hermanas de Uruha al ser mayores, serian quienes le llevarian al hospital si es que sus padres no estaban en casa. Ruki apenas salia del colegio se iba a su casa para llevarle la cena y acompañarlo a dar una vueltita por el parque, ya que con su panza tan crecida se cansaba cada vez más.

 

Esa tarde Ruki, estaba castigado. Habia ido a una fiesta el fin de semana y llegó bastante pasado de copas y de horario, así que estaria sólo por primera vez en mucho tiempo. Estaba en sus últimas, pero se sentía bien, así que como antes hacia se sentó en su ventana y mientras acariciaba su pancita comenzó a hablarle a su bebé. Al lado de su cama habia un moises que esperaba la llegada de su bebita, Ruki se lo habia regalado con los ahorros que tenia. Un gesto que le hizo el más feliz del mundo, en su maletita habia unos mamelucos que le habian regalado Saga y Hiroto para cuando naciera su pequeña. Ya todo estaba listo. Mientras los chicos y chicas de su edad estaban de fiesta y con los amigos, él hacia meses que no asistia a una y daba por hecho que no volveria a ninguna nunca mas. Pero ahora ya no estaba sólo, desde esa última vez que lo vio, se sentia feliz de tener a alguien con quien compartir su vida, ya no estaria sólo nunca más…

 

Despues de que la madre de Uruha pasó a ver como estaba ya que sus padres habian ido de viaje, terminó su cena y se alistó para dormir, estos últimos días el sueño era lo que más le pesaba, ¡podia dormir mientras comia! Así que se acostó acariciando su pancita.

A las tres de la mañana un dolor muy fuerte le desperto. Se encogio abrazando su pancita y el dolor pareció desaparecer, respiró un poco y minutos despues el dolor volvió. El panico se apoderó de su cabeza, estaba sólo y apenas podia ponerse de pie, tomó el celular y marco el primer numero de su lista. Marcaba y nadie contestaba, así que como pudo tomó un abrigo y su maletita. ¿A esto se le llama instinto? Marcó al sitio de taxis, le contestaron a la primera, dio su dirección y pidio llegara lo antes posible, cinco minutos despues Reita esperaba bañado en llanto junto a la puerta de entrada y un taxi se detenia.

 

-¡Pero donde estan tus papás! –el taxista apenas lo vió le ayudó a subir al taxi-

-Por favor… vaya lo más rápido posible… -las manos le temblaban y el dolor apenas le dejaba tener la vista fija, buscó en su celular- Shou…

-¿Akira?...

-¡Me duele!... voy para el hospital… -el llanto apenas le dejaba hablar- avísale a tu papá… y a Taka…

-No te asustes… yo le marco y te alcanzo allá. Todo va a salir bien, ya lo veras…

 

Entre el dolor se estaba quedando dormido cuando el taxi se detuvo, el hombre salió a pedir ayuda y mientras Reita sacó el dinero de su maletita… Una vez que llegó el taxista con un enfermero y lo pusieron en la silla de ruedas, le dio las gracias y le puso los billetes en su mano, abrazó su maletita y con una mano le dijo adios…

 

¿Es esto lo que un chico de quince años debia estar pasando? ¡NO! Pero Akira ahora se sentia un poquito más seguro, el enfermero le calmaba asegurandole que todo estaria bien y que no tuviera miedo de nada… a fin de cuentas era sólo un niño que traeria al mundo otra pequeña vida. Un niño que ante su primer amor perdio sus sueños de un futuro, su futuro era hoy y estaba aterrado. Vió al final del pasillo a su médico, el papá de Shou que corria con una sonrisa para atenderlo, apenas le miró a los ojos a tan sólo unos metros de estar cerca Akira se desvanecio…

 

 

 

 

 

Shou llegó acompañado de Ruki y Tora, siendo éste quien pasó a recogerlos en su auto. Shou no habia tenido noticias de parte de su padre, asi que eso significaba que Reita seguia en cesarea. La encargada de la recepción les indico la habitación a la que seria trasladado y se encaminaron a la cafeteria para esperar la llamada del padre de Shou.

A las seis de la mañana Uruha llegó con sus padres, ya que no les podian dar informes a ellos por ser menores y no ser de su familia, el padre de Shou sólo llamó para pedir le avisaran cuando llegaran.

 

-Familiares de Suzuki Akira… -los presentes se miraron los unos a los otros y la madre de Uruha contesto-

-Nosotros… somos sus vecinos, sus padres estan fuera de la ciudad.

-Akira… -el médico miró a su hijo y al pequeño que estaba a su lado con evidente preocupación- ya salió de quirofano, la niña esta en perfecto estado de salud… Una enfermera se la mostrará en cuneros, sólo porque sé que son sus amigos y les habia visto de antes, no tenemos registro de padre, así que la mantendremos ahí hasta que los padres de Akira lleguen… Lamento decirles que Akira no se encuentra bien, su embarazó fue preocupante por su estado anímico y estaba bajo de peso a pesar de tenerlo supervisado, su cuerpo era demasiado joven y estuvo a nada de no aguantar la operación, Ahora solo nos queda esperar que pueda pasar las 24 horas de rigor. Lo lamento chicos,  no podran verlo a menos que salga de terapia intensiva…

 

El médico abrazó a su hijo y le dio una palmada en el hombro a Ruki que estaba con los ojos inundados, despues de un “les estare informando” se marchó.  Horas más tarde los padres de Uruha se habian marchado, no habia más que hacer. Una enfermera guió a Ruki, Shou, Tora y Uruha al ventanal que habia en los cuneros para mostrarles a la pequeña de Akira. Ruki se abrazó de Shou cuando acercaron a la niña, era tan pequeñita  y de piel rojiza, estaba dormidita pero tenia una boquita levantada como piquito de pato, Ruki miró a Uruha apenas notó que la niña tenia sus labios. En ese momento, el padre de Shou pasaba por el lugar y al verlos le permitió a Ruki entrar a cargarla, una vez que lo asearon y le pusieron la ropa adecuada para entrar, Ruki vió a sus amigos atraves del cristal y les sonrió, la enfermera sacó de nuevo a la pequeña de su cunita y se la colocó en los brazos,

 

-Hola chibi iguanita… -se rió entre lágrimas de lo tonto que habia sonado- la culpa la tiene tu mami porque nunca me dijo como te pondria… -se acercó al ventanal con la niña y se paró frente a Uruha que al notarlo comenzó a llorar, Ruki con delicadeza levantó un poquito a la niña y diciendo: “es tu hija…” sonrió al ver como Uruha pegaba su mano en el cristal. Al salir le indicó a la enfermera el nombre del padre de la niña, y le preguntó si podria dejarlo cargarla más tarde.

 

Los padres de Akira llegaron al anochecer, él seguia sin despertar pero sus signos parecian estar estables, así que en unas horas lo pasarian a su habitación. Ruki con los demás acordó que no les avisaran a sus amigos hasta que estuviera en su cuarto para que pudieran verlo. Uruha estuvo toda la tarde en los cuneros y gracias a un permiso que dio el padre de Shou, pudo cargar a su hija e incluso darle el biberon.

Pasaron dos días más y Akira no despertaba, ya en su habitación sus amigos se turnaban para pasar y darle animos, no dejaban de chulear lo hermosa que era su bebita y hasta de apremiarlo para que despertara y la viera con sus propios ojos. Como no podian estar todos al mismo tiempo, se organizaron en turnos para ir a visitarlo y él último fue Kai, Ruki lo hizo a propósito para que Uruha tuviera tiempo de pensar lo que le diria…

 

Uruha llevaba la mañana en su habitación, a pesar de llevar ya dos días llendo, no se habia atrevido a decir nada. Los padres de Akira le miraban de forma culposa y ¡no era para menos! Él mismo se sentia así, tal vez si hubiera estado a su lado en su embarazo habria sido mejor…  La puerta se abrio sigilosamente dando paso a un Kai con unas hermosas rosas rojas.

 

-Hola… -Uruha le sonrió y se acercó a saludarlo- gracias por venir…

-Queria venir antes, pero Ruki… ¡ya sabes! Daba un turno y el se quedaba con uno, daba otro otro turno y él volvia a venir… ¿Cómo esta? –le acarició el brazo a Uruha dejando las flores en la mesita a su lado-.

-Igual…

-¿y la bebé?... ¿esta con los padres de Aki?

-No…  esperaban poder darles el alta juntos, pero tendrán que darselo sólo a la bebé… ¿quieres verla? –Uruha le sonrió y Kai asintió- ven…

 

Uruha lo guió a los cuneros y la enfermera le sonrió desde dentro, tomó a la pequeñita en brazos y la acercó al cristal como todas y cada una de las veces que habia ido uno de sus amigos a conocerla, Kai ahogo un grito al ver a la niña que ya con tres días de nacida, su piel dejaba de ser rojiza y estar menos hichadita, tenia los ojitos abiertos como si mirara su entorno, Kai volteo a ver a Uruha que tenia una expresión embelesado atento a los pucheritos de la niña. El parecido ahora era más que identico entre el padre y la pequeña. Kai soltó unas lágrimas al caer en cuenta de todo, apretó la mano de Uruha que salió de sus burbuja y se topó con los ojos lastímeros de su novio…

 

-Fuiste tu…

-Lo… lo siento… -Kai le soltó una bofetada y la enfermera abrazó a la pequeña como reacción a esta, la devolvió a su cunita- Yo te amo… pero cometí un error con Akira…

-Un error… y fuiste lo suficientemente cobarde como para fingir que nunca paso mientras veias como Akira se caia en pedazos… -se limpió las lágrimas- ¿y yo que fui para ti?

-Kai… nunca, nunca dudes de mi amor por ti… -tomo su mano entre las suyas- todas y cada una de mis palabras fue sincera. Pero cuando Akira me lo dijo… yo no queria perderte… es mi culpa… Aki confio en mi y le fallé, ahora no puedo fallarle a ella…

-Yo sabia que le gustabas a Akira… y aun así no me detuve y anduve contigo… -Kai miró hacia la pequeñita que movia sus piernitas torpemente-  aquella vez en casa de Ruki, note que ellos te miraban raro pero aún así quise cerrar los ojos. –solto su mano- Bien, me voy… pasare a despedirme de Akira. Felicidades… esta preciosa, se parece a ti. –le dio un beso corto en los labios y se fue-

 

Una vez en la habitación de Reita se acercó a su oido.

 

-Tienes una hija preciosa… ¿Cuándo piensas verla? Si te murieras Uruha podria ser mio como hasta ahora… pero, no será así ¿cierto?... –se secó una lágrima- Perdón por haberme metido, pero yo tambien lo amo… lo tuyo nunca debio ser, tú nunca debiste enamorarte de él…

 

Le dio un beso en la mejilla y se fue sin mirar atrás.

 

La verdad duele ¿cierto? Y entre más jovenes, más sinceros podemos externarla… Akira despertó unas horas despues, justo cuando Uruha se habia llevado a su hija a casa.

 

 

 

 

 

Uruha espero un año a Kai, que desde su despedida en el hospital se mudo de ciudad y despues de un año, Uruha retomo su vida marital con Reita que “a su modo” era feliz. A sus casi 23 años, tenia una hija preciosa y bien educada, ya que Reita no se separaba de ella más que lo necesario y un esposo que cada día era más apuesto y por demás trabajador. Aunque nunca se lo planteo así, Reita era todo un esposo dedicado al cuidado de sus dos tesoros. Seguia en contacto con sus amigos siendo Kai el único que no frecuentaba.

 

La pequeña Aiko habia ido a casa de sus tias a pasar el fin de semana, ahora tenia siete años y era una niña por demás hermosa. Reita y Uruha vivian en la casa que antes era de los padres de Akira, que hace casi siete años se habian mudado a Kanagawa por cuestiones de trabajo, y que algunas veces decia en broma Reita, huyeron para no oir a la pequeña llorar por las noches.

 

Viernes por la noche y sin hija, Reita sentia que no tenia lugar en el espacio. Llamó a Uruha para que fueran al cine o a algun lugar pero, tenia demasiado trabajo. Ruki como siempre le salvaba cuando no tenia alguna salida planeada y a decir verdad, aunque hubiera quedado con alguien, siempre tenia tiempo para Rei-chan. Así que pasó por él a las 8pm para ir al cine y luego a cenar.

 

Habia sido una velada por demás divertida. En el camino se encontraron a Hiroto y un nuevo prospecto llamado Rui y en lugar del cine terminaron en un bar atacados de risa. Por ahí de las cuatro de la mañana, pasaron a dejar a Reita a su casa.  El lugar estaba en silencio y las luces apagadas, era obvio que Uruha estaria durmiendo, así que con mucho cuidado se dirigió a su habitación. Apenas abrir vió el cuerpo de su esposo tendido en la cama, una sonrisa traviesa se dibujo en sus labios y en un segundo se desnudo para meterse en la cama junto aquel excitante cuerpo.

 

-Te amo… -susurro en su oido y deposito en beso tierno en su espalda-

-¿Qué hora es?... –Uruha volteó hacia él-

-Las cuatro y algo… -se currucó a su lado pasando su brazo y pierna izquierda sobre el cuerpo de su esposo-

-¡¿Por qué mierda llegaste a esta hora?! –Uruha se levantó haciendo que Reita quedara bocarriba en la cama- ¿Dónde andabas?...

-Te  avise que saldria con Ruki… -Reita le miró asorado- fuimos al cine y nos encontramos a Pon y fuimos a un bar… -Un golpe sonó seco en la habitación. Uruha tomó a Reita del pelo y lo acercó a su rostro-.

-¡Entonces fuiste de zorra!... apestas a alcohol… -se colocó sobre Reita con sus piernas a los costados de éste y metio una mano en el boxer de Reita hasta llegar bajo sus genitales, metió un dedo así sin más- no estas mojado…

-¡Eres un imbecil! –empujó a Uruha quitandoselo de encima- ¡te dije que saldria con ellos! ¡claro que huelo a alcohol!... ¡A eso se va a un bar! ¡No sé como mierda puedes creer que soy capaz de encamarme con cualquiera!

-Ya perdoname… -lo abrazó y lo recostó en la cama de nuevo-  sólo me dieron celos… eres tan bonito que sólo te quiero para mi. –besó sus labios y se acurrucó en su cuello- ¿me perdonas?

-Te amo Shima… nunca dudes de eso… -le acarició el pelo esperando su respuesta-

-Ya mejor duermete…

 

 

El sábado lo pasaron tranquilos con un reconfortante “mañanero” para limar asperezas. Por la noche Uruha salió con unos amigos del trabajo y una vez más Reita se encontraba perdido en el limbo. Esta vez salió a alquilar unas peliculas y regreso a casa, encargo una pizza y disfruto de su velada. Llegado el tiempo se fue a dormir tranquilamente, hasta que entrada la madugada sintió un cuerpo caer pesadamente en su cama, adormilado vió que Uruha así como habia llegado, así se habia dormido. Le despojó de su ropa y acomodó en su lugar. Los brazos de Uruha le envolvieron dejandolo casi debajo de él. Reita sonrió al ver que estaba dormido y se acurrucó en su pecho. El sueño ya le estaba ganando cuando oyo decir. “te extrañe mucho… mi kai-kun…”

 

Un par de meses pasó y Uruha estaba más distante que antes, llevaban ese tiempo sin tener relaciones y cada que Reita le preguntaba sobre el trabajo, Uruha le daba evasivas. Ahora la pequeña Aiko pasaba los fines de semana en casa de sus tías ya que la pasaba genial con sus primas. Uruha le daba el consentimiento mientras Reita se sentía más vacio que antes. Así que un día mientras pasaba por una tienda de instrumentos vió que solicitaban empleado, como corazonada entró y de inmediato lo consiguió. Ya que ahora su hija tenia el día ocupado en la escuela y los fines de semana no estaria, tenia las mañanas libres.

 

Un  viernes mientras estaba en la trastienda, su jefe le pidio unos parches para un cliente, Reita salió de inmediato con el pedido, los cuales cayeron al piso cuando en el mostrador estaban Kai y su esposo en romantico beso.

 

-¿Reita… estas bien? –el dueño levanto los parches colocandolos sobre el mostrador- estas pálido…

-Se me debe haber bajado el azúcar… con su permiso Aoi-san –y de inmediato se retiro-.

 

Una vez que el dueño terminó la venta, cerró la tienda y busco a Reita en la parte de atrás, seguia limpiando lo que antes le habian encargado cuando Aoi se acercó y le quitó el trapo.

 

-¿Los conocias?...

-No… disculpe, fue una torpeza mia… -colocó unas cajas de vaquetas en su lugar y se giró para limpiarse la cara-.

Así te vas a ocasionar una infección… tienes las manos sucias y te tocas los ojos… no es buena combinación –sacó un pañuelo y le limpió las lágrimitas que seguian saliendo- el alto me preguntó desde cuando trabajabas aquí… -Reita abrió los ojos para luego evadir su mirada- el baterista es un cliente asiduo… desde que se mudo a esta ciudad compra aquí. Y lleva unos meses viniendo con su novio… -Reita se cubrió la cara y comenzó a llorar amargamente. Aoi sintió pena y lo abrazó dejando que el rubio sacara su llanto-. Cuanto lo lamento…

-Yo lo lamento más… -Reita se separó y se sentó en la escalerilla que estaba a un lado- él es un ídolo para mi hija… así la eduque. Ahora siete años despues vuelve a las mismas con aquel, por el que alguna vez me abandono y yo… ¡sigo siendo el mismo idiota!

 

¿Ahora que le quedaba? Lo único que tenia una vez más Kai se lo llevaba, o mejor dicho sólo se lo habia prestado un rato… ¿Cómo decirle a su hija que su padre tenia a alguien más?... Tan encimismado estaba que al entrar a su casa, no se dio cuenta que Uruha estaba en la sala. Entro directo a la cocina y mientras se limpiaba las lágrimas, sacaba lo que utilizaria para preparar la cena. Ahora que trabajaba, Ruki y Hiroto se turnaban para recoger a Aiko en el colegio y él llegara a tiempo de preparar la cena. Mientras seguia con sus espasmos Uruha lo tomó del cabello y lo llevo a rastras a la sala.

 

-¡Se puede saber que mierda hacias en ese lugar! ¡Yo nunca te di permiso de que trabajaras! –Uruha lo azotó contra el suelo- ¡RESPONDEME!

-¡TE AVISE!... –se limpió la sangre del labio que se abrió al chocar contra el piso- como siempre, te dije antes de dar un paso… ¡que tu no me hayas escuchado por pensar en tu puta no es mi problema! –una patada le sacó el aire-

-¡CALLATE!... pues más vale que te vayas olvidando de esa estúpides. Y ahí de ti, si me llego a enterar que seguiste yendo…

-¡Y TU MAÑANA LO VAS A DEJAR DE VER!... –Reita se levantó con dificultad- ¿Qué más quieres?... ¡QUE MIERDA QUIERES! ¡ESTOY A TU PUTA DISPOSICIÓN Y AUN ASÍ NO TE ES SUFICIENTE!

-Vas a hacer lo que yo diga, que para eso soy tu esposo… ¡me oiste!

 

Un empujón… dos… cuando menos vieron, Uruha ya tenia a Reita contra el piso y éste hacia todo por evitar sus golpes. Uruha le gritaba cosas inentendibles y le reprochaba el que Kai lo haya abandonado la primer vez. Reita dejó de pelear, algo dentro de él le decia que ya estaba cansado, y una voz resono en su interior:

si te murieras… lo tuyo nunca debió ser… no debiste enamorarte de él…”

Los gritos de su pequeña le sacaron de su letargo y como pudo empujó a Uruha para quitarselo de encima. Con la manga se limpió la sangre que le escurria ya ni sabia de donde, unos bracitos le aprisionaron y por fin su llanto salió con angustia. Hiroto y su ahora novio, le ayudaron a levantarse con la pequeña en brazos.

 

-Reita… vamos al hospital. –Hiroto trato de coger a la niña en brazos pero la pequeña no queria soltarlo- anda Ai-chan, papi necesita que lo llevemos a un médico sube por un abrigo para papi, mientras lo llevamos al coche… -la pequeña asintió y salió corriendo escaleras arriba- Rui, llámale a Ruki y espera a la niña.

-Uruha… si tanto me odias… ¿Por qué no sólo te vas con él? Si yo no te bastó lo que te di, no quiero que mi hija vuelva a ver algo como esto. –antes de salir por la puerta le miró- Si tu felicidad es Kai, vete… Si bien me abandonaste cuando más te necesitaba, esto –se señalo la cara- no es nada… pero recuerda que así como tu me dejas por segunda ocasion, espero de todo corazón que él no te haga lo mismo.

 

Una manita se aferró a la suya y unas lagrimitas empaparon su manga ensangrentada. Reita cargó a su hija y partieron rumbo al hospital.

Las hermanas de Uruha se ofrecieron para llevarse a la niña mientras se solucionaban las cosas, pero esta vez Reita no cerraria los ojos. Nunca entendió el motivo por el que Uruha tuvo que hacer eso, pero lamentaba que su pequeña lo haya visto y deseaba no volver a verlo.

 

En el cumpleaños numero 25 de Reita, sus amigos estaban en casa. Reita seguia trabajando en la tienda de música gracias a que su jefe era una persona por demás amable y comprensiva, y gracias a que Hiroto y Ruki podian seguir ayudandole a recoger a su pequeña del colegio. Uruha le pasaba una manutención puntual y ahora vivia con Kai que nadie sabia a ciencia cierta si se habia enterado de lo que pasó aquel día. Y por acuerdo mutuo pasaban dos fines de semana al mes con la pequeña Aiko mientras que Reita habia tenido que hablar mucho con su niña para que ella quisiera volver a ver a su padre.

 

Habian pasado ya diez años desde que quedo embarazado y una vez más la nostalgia le embargaba, pero esta vez trataba de aferrarse a ese famoso dicho que dice que “despues de la tempestad siempre llega la calma…”

Eso pasa con las personas ¿no? Se equivocan y aprenden de sus errores, pero él podia sentirse orgulloso de algo: a pesar de haber tenido mucho miedo y sentirse abandonado la mayor parte de su vida, siempre antepuso a su pequeña Aiko ante todo. Y para Uruha como para él, Aiko era  “una niña del amor… una niña amada.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

LES QUIERO GRADECER MUCHISIMO!!!!! por que han leido mis one-shots! sé que acostumbraba darles mención pero como son sólo un capitulo pues no lo he hecho... MUCHAS MUCHAS GRACIAS!!!!!!!  nos aben lo feliz y la de risa que me sacan con sus reviews tan lindos! *O* espero este no sea la excepción y que lo hayan... sufrido(?) es q creo q mis dramas no son muy disfrutables verdad? XDDD

 

Por otro lado, ando muy emocionada xq me anime a hacer mi pre-registro para teatro... ¡ESTOY ATERRADA! creo q mi cordura depende ya de un hilo, pero llegue al punto de ya no esperar nada así que tengo una corazonada! n_n ya que si no me quedo... pues algun Jrocker sufrira la consecuencia ¿no? DDDD: 

 

MELI!! IZUMI!!!!!! MIL GRACIAS POR SU APOYO!!!! LAS AMO TANTO!!! T3T

 

Saludines!!!!! ayose.1beso


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