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ÉL y ÉL.. por ChizuruTakachan

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Notas del capitulo:

 

MIXI: es la red social más famosa de Japón y a mi consideración es de lo más seguro que hay, ya que sólo puedes ser usuario registrando una linea movil nipona. 

~*~ URUHA~*~

 

Cuando me reencontré con Kai no lo podía creer.  No era una casualidad que él me contactara para adquirir una casa. Si, la oficina de mi padre era una agencia de bienes raíces y he de admitir que al ser el hijo del dueño, tenía las mejores ubicaciones para que mis ganancias fueran mejores, sin mencionar que eran del doble que la de los demás empleados.  A partir de ese momento Kai y yo nos veíamos por lo menos una vez a la semana. Él  es músico profesional, regresó a Tokio para trabajar en una disquera como soporte en las grabaciones, aunque le habían llamado para integrarse a alguna banda, él no quería. Le gustaba ver su trabajo en muchos lados sin tener que agobiarse por mantener una imagen. Si, había fechas en las que le contrataban para acompañar a algún solista en sus presentaciones en vivo, pero nada comparado al ritmo de un tour completo. Era como si estuviéramos recuperando el tiempo perdido… Como si sólo hubiéramos hecho una pausa para empezar desde donde nos quedados. Tanto así que incluso olvidaba la importancia que para Akira tenían sus cumpleaños.

 

Admito que me sentía paranoico estando con Akira, ya que si yo podía engañarlo tan tranquilamente nadie me aseguraba ¡que él no hiciera lo mismo! Porque así fue  desde el principio, yo salía con mis amigos aprovechando que Reita se hacía cargo de la niña y me metí con una y con otro… Hasta el día en que una tipa del trabajo con la que no me quise meter me vino de chismosa…  Y me di cuenta que mis sospechas estaban mal, después de que le llegue a golpear un par de veces, nunca paso de una bofetada, un jalón de cabello o hasta un apretón de brazo, pero el día en que nos descubrió, realmente me enfureció que lo haya echado a perder. Si aun estando con Kai le solventaba sus necesidades, y por ser el padre de mi hija y por ella es que no le había dejado… tenía que venir a echarlo a perder.

 

-¡¿Qué PASO?! –Kai me metió de un jalón a su casa-  ¿te asaltaron?... Kou…

-Lo golpeé… -Kai abrió los ojos sorprendido- llegó a casa como si nada a preparar la cena y nos peleamos…

-El también te golpeo… déjame curarte –tenía unos arañones, el labio abierto y un par de moretones- Por lo que veo Reita ya no es tan dejado…

-Lo mande al hospital…

-¡¿Qué?! –Kai tomó mi cara entre sus manos asustado- Kou… mírame… ¿él empezó?...

-No… Aiko nos vio y se fue con ellos… -comencé a llorar, el pecho me dolía pero no entendía el porqué- Akira ya no se defendía, era como si mis palabras le golpearan más que mis puños pero en cuanto escucho a la niña llorar… no sé que me pasó me enfureció verlo encararme… verlo ahí con ese tipo… verlo diferente…

-¿Te pusiste celoso? –Kai se separó dejando la gasa que utilizaba para desinfectar mis heridas a un lado-

-No… es sólo que yo tenía el control de todo y ahora…

-Vamos a bañarnos… y durmamos, mañana será otro día…

 

Los  días en que Akira estuvo hospitalizado me quedo muy en claro que por él no sentía absolutamente nada. Mis padres pegaban de gritos por la bocina del teléfono ¡¿Qué donde estaba la niña?!... ¡¿Qué se suponía que pasaría?! ¡Que si ya la habían secuestrado!... ¡que si nos íbamos a separar Akira no se quedaría con ella!...

Yo sabía que seguramente estaría con el enano, ¡creo que hasta lo amenazaron!... pero la realidad es que ni yo mismo sabia como resolver esto. Nunca me juzgaron nada porque incluso en la oficina había tenido una amante por unos días… mi propia familia reconocía que lo peor que había pasado en mi vida era haberlo embarazado.

 

Pero como negar que todos estos años los momentos más tranquilos y en los que realmente me había sentido acompañado era cuando estaba con ellos. Cuando Aiko hacia una cosa nueva y Akira sonreía radiante de felicidad… Hay que ser ciego y estúpido para no contagiarse cuando Aiko dijo papá y Reita lloraba y lloraba, siendo mi abrazo lo único que pudo tranquilizarlo. Como olvidar la primera vez que tuvimos sexo después del primer año de vida de nuestra hija, y las incontables veces que lo hicimos cuidando de no despertarla con nuestro escándalo, como olvidar su cuerpo retorcerse bajo el mío, y sus gemidos que agonizaban de placer… como olvidar el hecho de  que para Akira yo había sido su hombre y él único que le había poseído en su vida…

Si, ahora Kai me acariciaba mientras las dudas llenan mi cabeza, mientras mis padres gritan mil estupideces sobre la custodia de mi hija, pero mi cuerpo estaba acostumbrado a que en los malos momentos, Akira  despejara mis miedos, que fueran sus labios y sus manos los que con suaves caricias me hacían despejar la mente y pensar las cosas con calma. A Kai lo amo sí, pero en estos momentos en que tenía mucho miedo lo necesitaba a él…

 

-¿No vas a quitarle a la niña, cierto?...  –Kai pregunto de inmediato, apenas deje caer mi celular al piso- eso mataría a Reita… tu y ella son lo único que tiene y yo…

-No… -me abracé a él escondiendo mi rostro en su cuello- ya le he hecho demasiado daño…

-Entonces debes hablar con él ahora mismo…

 

Yo no quería, era obvio que no sabía ni que decir,  pero me deje guiar por Kai de su casa hasta la habitación de Akira, que una vez la recepcionista nos indicó el lugar,  él espero en una silla junto a su puerta y oímos que hablaba con alguien…

 

Furia… Ira… ¿celos?...

 

No sé que fue pero ardía por dentro, al verlo de la mano con el sujeto de la tienda que ya de antes no me caía nada bien, dado que trataba con mucha “familiaridad” a Kai cada que íbamos. Se negó a salir de la habitación y sin darme cuenta el asunto quedo zanjado. Yo debía esperar…

 

Y lo hice, hable muchas veces con Akira por teléfono pidiéndole que me dejara ver a Aiko, el nunca se negó y mucho menos dio indicio de  querer alejarla de mi, ¡al contario! Las veces en que llegué a ir a su casa de sorpresa, le oí hablar con ella pacientemente, explicándole por quien sabe cuánta ocasión, que me perdonara. Akira ya lo había hecho, en el momento en que lo vi un día antes de que él regresara a trabajar, en su mirada noté que me había perdonado.

 

-Gracias… -le dije a Akira una vez que me abrió la puerta- cuando vi tu numero en el celular no imagine que sería ella quien hablara… -tenia la garganta seca y una lágrima se me escapo. Tenía ya mucho sin verla-

-Yo no hice nada… -siguió caminando en silencio los pasos que nos separaban del jardín que estaba en la parte posterior de su casa- Fue él, quien la convenció…

 

Fue como si una cubetada de agua fría me cayera encima. Aiko estaba en las rodillas de ese tipo con una pequeña guitarra rosa en su regazo y una sonrisa hermosa dibujada en ambos, era como la clásica fotografía de un padre con su hija.

 

-¡PAPÁ!... ¡mira lo que mi tío Aoi-shi me regaló! –sus bracitos en mi cintura y su manita jalándome de la mano me sacaron me mis pensamientos- ven… ¡te esperábamos para partir el pastel!

 

Le oí muy emocionada contarme muchas cosas  que no entendí bien, y en casi todo lo mencionaba a él. Ahora si los celos se me desbordaban pero hice hasta lo imposible por verme tranquilo, me senté junto a Ruki sin darme cuenta que él estaba del otro lado.

 

-¿Quién es ese niño? –Di un sorbo a mi refresco, sin quitarle la mirada de encima a mi hija junto al niño de pelo negro-

-¿al que le dice primo?... –Ruki me miro haciéndose el tonto-

-No veo otro niño más que él y tú…

-Veo que sigues igual de insoportable… -Ruki se levantó y se fue-

-Es mi sobrino… -me contesto el tipo ese desde su asiento-  Toshio y Ai-chan son muy buenos amigos, te lo dijo apenas comenzó a hablarte… -les quito la vista de encima a los niños y me miro-

-¿Acaso nos espiabas?... –sonrió de forma burlesca- ¿Qué te causa tanta gracia? –me estaba cabreando-

-Con esa euforia que Ai-chan soltaba al hablar contigo, hasta tus cuñados se rieron de los gritos que pegaba… ¡en fin! –se levanto para irse-

-Gracias por convencerla… -apreté los dientes por tener que hacerlo- ¿Cuánto te debo por el obsequio?...

-¿A qué te refieres? Yo no te di nada… -me miro sin entender y al notar que mis sobrinas le decían algo al oído a mi hija se volvió a sentar, y les hizo un saludo con la mano-

-Me refiero a la guitarra… es obvio que la tuviste que pedir y no sé ve nada barata…

-… -me miró molesto- si no logras ver el verdadero valor que ese objeto tiene, es obvio que no serás capaz de pagarlo… ni regalándome una casa con piscina se le compara… -más que molesto se levantó y se fue a hablar con Tora de quien sabe que.

 

Parecía que la tranquilidad regresaba a mi vida. Kai y yo vivíamos muy felices juntos y nos preparábamos para la primera quedada de Aiko en la casa. Ya llevaba más de medio año que la veía los fines de semana, ya fuera sábado en la tarde o el domingo, y ya habían pasado tres meses de que había conocido a Kai, de hecho admito que esa ocasión fue bastante incomodo para Kai que Aiko se portara de forma grosera con él y ni que decir que la niña armo tanto revuelo que apenas terminamos de comer tuve que llevarla de vuelta a su casa.

En todo este tiempo me enteré de sus juegos con el tal Aoi y de lo paciente que era dándole lecciones de guitarra, la verdad era bastante frustrante que mencionara al tipo ¡porque todo se lo recordaba! “que si Aoi dijo…” “que si Aoi hizo…” “que si Aoi la llevo…” “que si Aoi le compro…” “que si Aoi y ella le compraron a papi…” ¡en serio me tenia enfermo! Pero por fortuna para mí, por fin había aceptado pasar el fin de semana con nosotros, ¡eso sí! Siempre y cuando pasara a recogerla después de su clase “con el tío Aoi-shi…”

 

-Ai-chan… si necesitas algo me avisas ¿sí? –Kai le reparaba la cama para acostarla- ¿te cepillaste los dientes?

-Si… gracias Kai-san…

-Ya te he dicho que no tienes porque llamarme con el “San” sólo dime Kai… -le acaricio la mejilla- ¿te gusto la cena?

-Si… -se subió a la cama metiéndose en las cobijas- ¿Puedo llamarle a mi papi?

-¡Caro!… -Kai le sonrió dulcemente-

-Es que él me lee un cuento antes de dormir…

-Si quieres lo puedo hacer yo… -le dije besando su frente-

-No… quiero oír su voz…

 

Nadie nunca dijo que recuperar la confianza de mi hija seria sencillo, y menos en tan poco tiempo, pero nunca me imagine que casi dos años después cuando por fin mi hija me había comenzado a dar la importancia que todo padre requiere,  y que además Akira hasta tratara de manera diplomática a Kai para que Aiko estuviera más cómoda, llegara Aoi y lo echara todo a la basura…

 

Como era el cumpleaños de Akira, Aiko nos hizo ir por ella temprano para llevarla a buscar su regalo, según ella porque Aoi le tenía una sorpresa enorme y a ella le dio pena que él la acompañara a comprar un regalito. Como también estábamos invitados aprovechamos y le compramos algo, a fin de cuentas era  y seria toda la vida el padre de mi hija. Cuando llegamos a su casa para comer, el jardín estaba lleno ya de los invitados, esta vez sólo eran los amigos de siempre y la hermana de Aoi con su hijo y su esposo. Aiko y Toshio platicaban enajenados sobre Harry Potter, libros que cuando yo quise comprárselos a mi hija, resulto que Aoi ya se los había dado… El caso es que la tarde transcurrió muy amena ya que los muchachos si bien no nos  frecuentaban seguido, tampoco nos evitaban. Y todo fue así hasta que llego el brindis por el cumpleañero. Aoi al ser desde hace pocos meses el novio de Akira le dedico unas lindas palabras, siendo interrumpido por el timbre. Ruki corrió a abrir y regreso con una caja muy fina, todos nos miramos riendo por la cara que puso Akira,  y al abrirla suspiro para luego mirar como quinceañera enamorada a Aoi, que sonrió y sentó a Aiko en sus piernas dándole un beso en la mejilla.  Akira saco de la caja un ramo de tulipanes azules, y al quitar la tarjeta de entre el ramo algo resplandeció haciendo que Kai me apretara de la mano.

 

-¡SIIIII! ¡ACEPTO!...

 

La risa de todos y los aplausos se escucharon algo lejanos, veía como en cámara lenta que Akira abrazaba a mi hija y Aoi al mismo tiempo y los besaba a ambos. Era como ver una película con un mal audio… Frente a mis propios ojos Akira acababa de aceptar matrimonio, con el tipo que no sólo me estaba robando a mi hija, sino al padre de ella. En ese momento Aiko le dio su regalo, Akira lloro al sacar de la caja un collar de plata que terminaba con una piedra azul, que tiempo después Aiko me contó había comprado con el dinero que Aoi le daba de domingos.

 

Desde ese día nunca volví a ver igual a Akira, entendí que si, había sido feliz a mi lado, pero que a “su” lado Akira era realmente dichoso y las cosas no terminaron ahí…

 

 

Chapitre. 3

 

~*~ AOI~*~

 

Aprovechando que Aiko estaba de vacaciones y entraría al mismo colegio donde asistía Toshio en secundaria, habíamos comprado una nueva casa, mucho más grande y en una muy buena zona cerca del colegio y no tan distante de mi tienda de instrumentos.  Aiko ya tenía doce años y yo vivía con ellos desde hace un año. El padre de Kouyou nos consiguió la casa tomando en cuenta la de Akira que pusimos en venta, mi departamento desde hace medio año había sido vendido.

 

Desde que nos hicimos novios mis días se hicieron más felices y plenos, pero no se comparaban a mis noches una vez casados y viviendo bajo el mismo techo, ya que todos los días antes de dormir Ai-chan se acostaba entre nosotros para que leyéramos alguna novela de fantasía o viéramos alguna película los tres bien apretujados… nunca creí poder amar a dos personas con la misma intensidad y de forma tan diferente.  Los ojos se me iluminaban cada vez que me llamaba papá y los celos me inundaban cada vez que le nombraba así a Kouyou, pero eso era inevitable.

Si como sobrina la tenia consentida, ¡como hija más! Los domingos que no estaba con Kouyou era ley que saliéramos de compras y a comer, algunas veces íbamos a los partidos de Toshio y luego a comer a casa de mí hermana. Incluso algunos sábados llegamos a ir a cenar con sus abuelos maternos y paternos, siendo momentos muy amenos.  Cuando regresaba del colegio y nos sentábamos a hacer tareas, yo ponía mi mayor empeño en ayudarla mientras Aki nos preparaba la cena, ¡que decir que ahora Ruki me la molestaba con eso de los novios! Tuve que hablar muy enserio con Aki sobre eso… es inevitable que nuestra hija entre en esa edad, y sé que mi iguana tiene mucho miedo que le llegue a pasar lo que a él, pero al pensar en eso le advertí que no le prohibiríamos nada a ella, ¡además era imposible! Así que hemos tratado de hablar con ella sobre esos temas. Es difícil, es penoso y sobre todo incómodo para Aki pero es mejor a que por ocultar el pasado nuestra niña lo pase mal. Simplemente le contamos que para Aki no fue nada sencillo ser un padre adolescente y que ni siquiera había sido que haya disfrutado de esos encuentros. Pero le dejo muy en claro que para él, el tenerla era lo mejor que pudo haber hecho… Aiko lloro mucho, se sintió culpable pero sobre todo se sintió engañada por Kai, que siempre la trataba muy bien pero nunca había creído que mientras ella formaba parte de Aki, él y su papá le habían abandonado… esa noche Aiko durmió con nosotros. Por supuesto nos arrepentimos de habérselo contado, pero entonces yo como el padre superpoderoso y sexy que soy, ¡entre en acción!

 

-Cariño… -Aiko lloraba refugiada en el pecho de Aki- te quiero preguntar algo… ¿me responderás? –Ella asintió y se dio vuelta para esconderse ahora en mi pecho- Ahora que sabes esto… ¿te hubiera gustado que Kai no regresara?

-Si… él nos quito a mi papá dos veces… -soltó un lamento y se apretó más a mi pecho- por su culpa mi papá fue tan malo… por su culpa… -Aki le acariciaba el pelo y lloraba junto con ella, era como aquella vez en la tienda-

-Entonces… ¿no te gusta que yo sea también tu papá? –bese su frente y limpie su mejilla, unas lágrimas se escurrían de mis ojos, me dolía verla así- Cariño… si tu padre no hubiera tomado esas decisiones, yo no estaría con ustedes… Tus padres estarían juntos y todos los momentos bellos que hemos pasado nunca existirían… ¿preferirías eso? –trague saliva y la apretaba en mis brazos esperando su respuesta-

-No… yo te quiero pá… pero es que…

-Amorcito…- Aki nos abrazo a los dos- yo no me arrepiento de nada, ni de dejar que tu padre se fuera,  ni de que estemos ahora los tres juntos… yo pude haberlo obligado a quedarse conmigo desde el principio pero eso no sería felicidad para ninguno. Yo amo más de lo que nunca imagine a Aoi y mi familia con ustedes es más que perfecta… estoy seguro que para tu padre, su vida junto contigo y Kai es lo mejor que le pudo pasar… no te enojes por errores pasados, no te amargues por cosas que no importan ya. –Aki me dio un beso corto en los labios- y tu changuito llorón… ve a traernos un tazón muy grande de palomitas porque hoy nos vamos a desvelar viendo pelis… -Aiko soltó una risita y se limpio la carita con su mano- Aiko, te hemos contado todo esto para que tu  tengas la capacidad de tomar tus propias decisiones, ahora sabes que cuentas con nosotros para lo que sea, si algo te molesta, si alguien te hace sentir mal… si sólo quieres  que te apapachen… para eso estamos nosotros. Yuu y yo siempre te vamos a querer, no importa lo que suceda y estoy seguro que Kai y tu padre también te amaran, aunque te salga un tercer ojo y una verruga asquerosa te salga en la punta de la nariz.

-¡PAPI!... ¡QUE ASCO!...

 

 ¡Kouyou casi nos mata cuando se entero! Pero nosotros le pedimos que viniera ese día y no lo hizo, bajo el pretexto de que Kai tenía una presentación fuera y ya tenían todo planeado, no estuvo para dar su versión de los hechos… ¡tampoco es que le hayamos metido ideas a la niña! Pero ahora era una chica un poco más despierta.

 

Para mi cumpleaños tuvimos que pedirle a Kouyou nos cambiara el fin de semana, no le hizo mucha gracia la idea, pero no le quedo de otra. Los tres nos fuimos de fin de semana a Mie para pasarlo con mi familia. Yo cumplía ¡treinta años! No era poca cosa… llegar a esta edad con una hija ¡preciosa! que bien podría ser mi hermanita y un esposo hermoso, sexy y toda una iguana en celo en la cama…  era sólo lo que yo merecía. Pero apenas llegar nos paso algo bastante gracioso, y es que mamá ¡se había comprado un perro! Aiko apenas lo vio, por poco y se lo cose al vestido, pero justo en ese momento Aki entraba con la maleta de Ai-chan mientras yo iba detrás de él con la más grande que traía las cosas de ambos. El perro que no era precisamente un cachorrito, corrió a él y apenas lo olfateo, marco terreno en sus zapatos… No supimos si reírnos o hacer que,  porque apenas se quito el perro mi madre dijo: “estas embarazado…” Ahí si nos reímos y con todo el asco del mundo Aki se quito los zapatos y luego corrió a vomitarse.

¡El fin de semana fue de lo más placentero! La pasamos comiendo cosas ricas y frescas, nos divertimos como niños en la playa ya que sólo estuvimos poco tiempo a causa del frio que hacia… me dieron unos ataques de  celos cuando unos chicos en la playa quisieron flirtear  con mi niña y ¡peor! Cuando unas tipas descaradas aprovechando que yo estaba enseñándole a mi hijita a pararse en la tabla de surf, se le insinuaron a mi esposito. Por suerte en ese momento Aiko no lo vio, ya que tenía un ataque de risa con Toshio y Yuriko la hija de mi hermano, ¡porque ella si le habría sacado los ojos a las fulanas! El domingo antes de regresar quisimos ver el atardecer en la playa sólo los tres. Fue muy lindo aunque hacia un frio espantoso y tuvimos que manejar de noche, pero es algo que valió muchísimo la pena.

 

Nuestras vidas de verdad eran perfectas, no podíamos pedir más porque sabíamos que sería pecar. Pero un par de semanas después mientras Aki le ayudaba a preparar sus cosas a la niña para irse con su padre, se desvaneció… Los gritos de Aiko me sacaron de la ducha, casi matándome en el camino y al verlo tirado en el piso y Aiko pegando de gritos a un lado, me bloqueo. Como pude lo tomé en brazos y lo puse sobre la cama mientras le pedía a Aiko se tranquilizara, Aki respiraba y parecía estar dormido, pero me dio tanto miedo le pasara algo malo que pedí una ambulancia.

Mande a Aiko por ropa para mí y mientras yo me cambiaba y esperábamos la ambulancia le pedí llamara a Kouyou para que nos alcanzara en el hospital. Sólo fue cuestión de unos minutos pero mientras no deje de tomar la mano de Aki y verificar que sentía su pulso. Una vez que los subieron a la ambulancia Aiko y yo les seguimos en el coche, me dolía el alma no ir con él pero no podíamos ir los dos y no pensaba dejar a mi niña sola, en lo que tardamos en estacionar y encontrar urgencias la señorita en recepción ya nos esperaba con las formas en sus manos, una media hora después llegaron Kouyou y Kai.

 

-¿Qué pasó?... –Kouyou corrió a abrazar a Aiko que salió de mis brazos para abrazarlo-

-Papá se desmayo…

-Tranquila… va a estar bien… ya verás… -Kouyou le acariciaba la espalda y le besaba el pelo-

-¿Necesitas algo?... ¿no te han dado informes? –Kai me abrazo y sin darme cuenta llore en su hombro-

-¿Familiares de Suzuki Akira?...

-¡Nosotros! –me separe rápidamente y tomé de la mano a Aiko para acercarme con el enfermero- somos su familia… ¿Cómo esta?

-Ya despertó,  sígame por favor, la niña debe esperar aquí, no puede pasar…

-¡No!... pá… yo voy contigo… -se aferró a mi pecho y me dolió más tener que separarla-

-Cariño… -tome su carita entre mis manos- tengo que entrar, papito nos necesita, así que por favor quédate con ellos ¿sí? –bese su frente y mire a Kouyou- ahora regreso…

 

Se me rompió la voz al tener que dejarla atrás, seguí al enfermero y me llevo por un pasillo, hasta salir de la zona de urgencias, tomamos el elevador hasta llegar al tercer piso.

 

-Aquí es… el médico que le atendió esta dentro.

-Gracias… -toque suavemente la puerta hasta oír que me autorizaban entrar. Apenas entre vi a Akira sentado y algo confundido- Aki… -corrí a abrazarlo y darle un beso- ¿Cómo esta doctor?

-En excelentes condiciones… -no entendí nada y mire al médico que estaba de pie del otro lado de la cama- lo ingresamos por rutina, pero su esposo llego con signos estables y no presenta ningún malestar. Le hicimos un chequeo general y el motivo de su desmayo fue por una disminución de la presión arterial, pero es algo normal en su estado… no se habría desmayado de haber hecho caso al mareo previo y quedarse tranquilo. Su esposo está embarazado. La prueba de sangre dio positiva. Le recomiendo que asistan con su médico especializado para comenzar su chequeo prenatal y les notifiquen el periodo en que se encuentra. En una hora podrá retirarse.  ¡Muchas felicidades!...

 

El médico nos dejo solos, nuestras caras de felicidad no tenían palabras, yo lloraba sin darme cuenta y sin más di un beso en su vientre que seguía plano.

 

-Gracias… -fue lo único que alcance a decir, para luego sentir sus dulces labios sobre los míos-

-No quise decirte que lo intentáramos porque ha pasado tanto tiempo desde el nacimiento de Aiko que no sabía si resultaría… -seque sus lágrimas con mi dedo índice y luego le di montones de pequeños besos-  deje los anticonceptivos desde hace un tiempo, no resulto tan pronto como hubiera esperado…

-Fue el tiempo perfecto… -le bese con más calma hasta que el aire nos falto- te amo tanto…

-Y yo a ti… -seco mis lágrimas y vio que comencé a llamar por mi celular- ¿a quién llamas?

-… -unos segundos después contesto Kouyou- pásame a mi niña…

-¿Pá?...

-Te voy a pasar con papi… -le di el aparato y Aki sonrió- díselo tu…

-Hola amorcito… estoy bien… no fue nada grave, hoy me dan el alta.  Amor… vas a tener un hermanito…

 

Los gritos de Aiko se hicieron notar, creo que estaba saltando y las voces de Kai y Kouyou preguntaban qué pasaba. Ese día nuestras vidas cambiaban de nuevo pero rebosábamos felicidad. Aunque yo no tenía ni idea en la que me había metido…

 

-Yuu… changuito de mi vida y de mi amor… -sentí que me picaban el brazo- despierta Yuu…

-¿nnnn…? –Abrí un ojo y vi el reloj de mi buró- iguana preñada… ¡son las cuatro de la mañana!

-No me digas así… -se sentó sobre sus rodillas cubriéndose la cara-

-Perdóname mi amor… -lo abracé y le acaricie su panza- sabes que soy un tonto… -asintió-

-Pero así te quiero… y así eres el padre de mis hijos… -se limpio las lágrimas con la mano-

-Y yo te amo mucho por eso… -le di un beso en los labios- ¿Qué necesita la mami más linda?

-Quiero pastel…

-Voy a la cocina… -me levante desganado-

-Pero quiero pastel de zanahoria… -le brillaron los ojitos- con unas rebanaditas de melón a un lado y un poquito de aguacate…

-Aki… ¡no tenemos nada de eso! –un escalofrió me recorrió la espalda-

-Por eso te desperté… ¡no puedo salir yo con una panza de seis meses a las cuatro de la mañana a la calle! –Se acostó cubriéndose con las cobijas- ándale changuito… que sino tu hijo va a salir con cara de melón y cuerpo de zanahoria…

 

 

~+~KAI~*~

 

Mientras Kouyou y Aiko salieron a comprar comida, yo… me ahogo en mi pena. Bien dicen que lo que uno hace se paga  tarde que temprano…

Aiko se quedara este último mes aquí en casa, aprovechando que tiene vacaciones y la realidad es porque no la dejaron irse a Mie con sus primos. Preferiría que la hubieran dejado. Aiko no hace más que hablar de lo molesto que esta Akira en su etapa final del embarazo, según ella Aoi le cumple hasta el más mínimo de sus antojos y le cambia el carácter apenas vuela la mosca. Se nota que los extraña mucho porque les llama todos los días. Mi única forma de sacar esto es tocando mi preciada batería, los celos, la ira… la envidia cada día se adentra más en mi pecho y ahora que tengo a Aiko aquí, me duele más. Es la viva imagen de Uruha… su sonrisa, sus ojos, sus labios… pero con la mirada tierna y el carácter de Akira, realmente es una monada de niña ya que ayuda en todo y es bastante ordenada, ni Reita ni Uruha eran así a esa edad ¡y me consta! Pero ella al estar tan bien educada, es una linda niña. Seguramente así habrían sido nuestros hijos…

 

¿Cuántas veces lo intentamos?... perdimos la cuenta. Incluso antes de que Reita anduviera con Aoi… y pensar que cuando llegue a la ciudad, me había gustado él. Salimos un par de veces y aunque no se parece en nada a Uru, habían ciertos momentos en que su carácter parecía él mismo, salvo porque Aoi es más flexible. Y por eso es que nunca se dio ni un mínimo acercamiento… Aoi siempre soñó con un alma fuerte, independiente, pero sobre todo un alma inocente. ¡Quién iba a decir que sería Akira!

Mi problema fue hacer las cosas con conciencia plena. Sabía que Reita quería a Uru, sabía que lo daba todo por él e incluso sabía que Uruha sólo utilizaba su cuerpo y aun así yo sentía que le había ganado… Akira lo entretenía mientras yo, me daba a desear ¿Quién era tan estúpido para tener sexo a esa edad? Sólo alguien enamorado. Y yo al principio, no lo estaba. Pero Uru siempre fue el chico guapo y que se fijara en mi pudiendo tener  a quien fuera me hacia alguien especial.

Yo decidí irme, tenía las posibilidades de empezar de cero y hacer mi vida, cosa que él ya no podía. Elegí tener novias porque él era el único en mi corazón y así seria en mi cuerpo, pero apenas tuve la oportunidad de volver, no dude en buscarlo aún sabiendo que tal vez Reita habría logrado hacerlo olvidar. Pero basto mirarlo a los ojos para saber que eso nunca pasaría.

 

Ahora es un hecho. Ni Uruha ni yo tenemos la capacidad de engendra un hijo en nuestros cuerpos, ¿Por qué? Simplemente porque la naturaleza no lo quiso. Porque a mi modo de ver, la vida me está castigando por todo el daño que le hice a Akira… él espera a su segundo hijo, fruto del amor que se tiene con Aoi y nosotros que nos amamos tanto o más, ¡lo tenemos negado! Uruha lo reciente lo sé, porque mientras lo intentamos al principio, su mirada se mostraba llena de esperanzas y anhelos, ahora cada vez que dice “no importa… nos tenemos a nosotros” sé que le duele.

 

 

 

 

 

 

~*~REITA~+~

 

No hay cosa más hermosa, que ver a mi esposo cantarle a nuestro pequeño Akemi  mientras lo duerme a las tres de la mañana… Una vez que lo pudimos conocer no había forma que nuestra felicidad dejara de salir en forma de llanto. Mi  vida ahora es perfecta. Mi familia es la más grande de las bendiciones.

 

Aiko es una chica fuerte y noble. A sus catorce años le ha soltado varios puñetazos a más de uno que se ha querido pasar de listo en el colegio, será la mejor institución, pero nunca faltan los bastardos que creen se pueden ver muy listos por ser como una hermosa muñequita de porcelana. Sin contar que Toshio me la cuida como si de un tesoro se tratase. Jamás olvidare su miedo al conocer a su hermanito…

 

-¿No me van a dejar de querer?... –nos miraba con los ojitos llenos de lágrimas, mientras Aoi le mostraba a su hermano recién nacido- Pá…  -Aoi me dio al niño y se acercó despacio a ella-

-Nunca… eres mi hija y te amo de forma especial. Siempre, siempre serás mi muñeca…

-Pero él es tu hijo… es tu sangre y yo…

-Tú eres mi hija y ¡nadie va a cambiar eso! –La abrazo fuerte mientras lloraba con ella- ¿Tú no me vas a dejar de querer por Kai? –Ese miedo en Aoi era real, le había dolido que Aiko se fuera todo un mes de casa y pensaba que ahora Kai se la habría ganado-

-No… tú eres mi papá… Kai sólo es Kai… ¿me dejan cargarlo?... –Aoi le puso el bebé en sus brazos- ¡Hola ototo! Eres tan bonito… -le dio un besito en la frente y acaricio su mejilla con su nariz- te pareces a mi papá…

-Si… -Aoi se irguió muy orgulloso- No hay duda que será todo un rompecorazones cuando crezca, igual que su hermana…

-¡Eso es injusto!... de dos hijos que tengo los dos salieron a sus padres… -me queje secándome las lágrimas de hace unos instantes y sonriendo- Yuu, tendrás que hacerme un tercero para ver si así sale uno parecido a mí.

-Es que  no cabe duda de quién es la mami, pero así uno se cerciora de quien es el padre… -me dio un mordisco en el labio inferior- ¡aaauu! –Le di un golpe en la cabeza-

-Al menos mi hija sacó mi buen carácter… ojala y Akemi también.

 

Mi niña se ha puesto algo sensible, que le ha dado porque la llevemos al colegio y la recojamos. Ella asegura que todo está bien, pero que sólo quiere estar el tiempo con nosotros… ¡Y ni se diga de cuándo va a las fiestas! Aoi va por ella ¡si o si! Es tan linda que los  sábados se queda conmigo por las mañanas para que yo duerma mientras se acuesta con su hermanito a ver televisión. No hay cosa que nos enternezca más que verla con su hermanito sobre una colchoneta en el piso y ella a su lado.

Aoi ha contratado a una chica muy mona para que le ayude con la tienda, yo sigo yendo porque mi marido es algo chípil y dice que nos extraña. Pero la verdad es que nosotros también.

 

Mientras divago en mis recuerdos sonrío pensando en lo afortunado que he sido, aunque…

 

-¿Qué haces ahí? –Aoi me abrazo colocándose detrás de mi- Se supone que si me levanto es para que puedas dormir un poco… -me llevo así abrazados a la habitación-

-Changuito… ¿sabes porque Aiko esta tan chípil?...

-No… -me dio una mordidita en la oreja- ¿tu si?

-Me lo dijo hoy por la tarde  Uruha… -Aoi se separó y me miro algo asustado- ella no quiere decírnoslo porque piensa que nos vamos a enojar… -me seque una lágrima con la mano-

-Aki… ¿Qué paso?... no es lo que creo… ¿o sí?

-Aiko quiere irse con Kai y Uruha a Nueva York… -me abrace a su cuerpo y comencé a llorar como si mi vida dependiera de ello. Aoi cerró la puerta de nuestra habitación y me apretó contra su cuerpo- Le ofrecieron un muy buen empleo a Kai en una disquera, Uruha por supuesto se va a ir pero cuando se lo contaron… le dijeron que si quería podía irse a estudiar música allá… ¡o lo que quisiera! ¡Kai se está robando a mi hija! ¡Se roba a nuestra niña!... –me desplome con Aoi sujetándome, no estaba preparado para esto, no después de que ella era mi vida-

-Aki… ¿Qué te dijo Kouyou?... ¿él le insistió?

-No sé…  pero se van en  un mes… Aiko acepto hacer los trámites con su padre y sólo esperan que yo firme unos papeles para que se la puedan llevar. ¿Qué hago?... ¿Qué vamos a hacer?...

 

Y aquí estamos… Aiko acaba de cumplir quince años y está a sólo unos minutos de irse al otro lado del mundo. Ella lo había decidido y después de todo, nosotros no éramos capaces de obligarla a quedarse, cualquiera con dos dedos de frente sabría que era una oportunidad única y si no la dejaba… Nos odiaría tarde que temprano.

No se sabe quién de los tres a llorado más. Durante cinco años fuimos una familia inseparable, amorosa y siempre unida. No sé porque Kai se ve tan feliz y relajado mientras nosotros apenas y hemos dormido y hasta el mismo Akemi berrea apenas Aiko se deja de notar.  Durante quince años Aiko ha sido la luz en mi camino, el motor que movía mi cuerpo y que daba dirección a mi vida, ¡hoy era el dolor más grande! Aún más grande que cuando Uruha me abandono la primera vez.

 

-Cariño… -Aoi apenas y podía hablar, aún con las gafas obscuras se notan sus ojos hinchados y rojos- si necesitas algo, lo que sea llámanos… llama a la hora que sea, estaremos esperando oírte las veinticuatro horas… ¿sí? –Aiko sólo asentía, el llanto no la dejaba hablar- Te amo hijita… cuídate mucho y recuerda que tu familia siempre te esperara con los brazos abiertos. –Se abrazaron tan fuerte que podrían haberse roto un hueso, el llamado para su vuelo dio aviso-

-¡PAPI! –Se abalanzó a mis brazos mientras Aoi sujetaba la carriola de Akemi- 

-Mi amor… si decides regresar, no dudes en hacerlo… yo sé que será maravilloso estar allá, pero nosotros siempre te esperaremos… ¿no nos olvides si?

-Nunca los voy a olvidar… voy a estudiar mucho para venir en vacaciones… -nos separamos viendo como Aoi abrazaba a Uruha-

-Sé que no es necesario que lo diga pero… por favor cuida a mi niña… tú mejor que nadie sabes que te estás llevando lo más preciado que tengo y… -Aoi no pudo más y se rompió en llanto-

-Lo sé… lo sé… -Uruha le dio una palmas en la espalda a Aoi-

-Hasta pronto Kai… -lo abracé- cuídamela mucho y cualquier cosa, avísanos…

-Si… no te preocupes… recuerda que también la quiero como hija… -acercó sus labios a mi oído- yo ahora tengo mi familia y a fin de cuentas… tu puedes suplantarla teniendo otro hijo…

 

Aoi me abrazó mientras yo estaba seco, el regocijo en la voz de Kai me hacía eco y como en cámara lenta les vi pasar el arco de seguridad…

 

-¡ERES UNA PERRA YUTAKA!... ¡UNA MALDITA PERRA!... 

 

 

~*~AIKO~*~

 

Kai sonreía mientras mi papá le gritaba… Yo era empujada por mi padre que fingía no escucharlo pero mi pecho ¡dolía tanto! Dormí por lo menos la mitad del vuelo. Les mandé mensajes a mis papás y ¡hasta me tomé unas fotos en el avión para mostrárselas por el MIXI!

Mientras Kai dormía en el pecho de mi padre sentí un gran vacío… de haber sido mis papás, Aoi me tendría en medio de los dos o por lo menos a su otro lado para poder abrazarnos a los tres. Unas lágrimas se me escaparon al pensar en lo tristes que estarían,  Extrañaba a mi familia y apenas llevábamos unas horas distanciados, nunca me puse a pensar en cómo sería ver crecer al pequeño Akemi que sólo tiene cuatro meses, ¡ni siquiera me conocerá para cuando regrese en vacaciones! Me vi tan egoísta y avariciosa al  imaginarme con todos los lujos que me planteo Kai… ¡Tengo quince años! La mitad de vida que mi papá y lo abandoné para irme al otro lado del mundo con la misma persona que lo abandono dos veces mi padre…

 

Cuando llegamos a Nueva York, sentía como si el aire apestara… había una ligera lluvia y todo se veía gris, Moría de sueño y cansancio a pesar de que el viaje no genera mucho movimiento. Apenas llegamos conecte mi lap para avisarles a mis papás, que llegamos bien. Como sabia estaban conectados esperando hablar conmigo y ¡ya hasta habían comentado mis fotos!. Estoy segura de que no han dormido nada y que hasta se pasaron la noche buscando información de la ciudad porque mi pá decía que visitara tal o cual lugar antes de comenzar mis clases…

 

-Aiko… ¡apaga eso y vete a dormir! -Kai entro en mi habitación la disquera nos había rentado una suite para estar los tres cómodos mientras nos entregaban el departamento-

-Sólo quiero hablar un momento con mis papás… -corrí a mi maleta y saque de entre mis cosas, aquel estuche que me dio mi pá en mi cumpleaños hace mucho tiempo atrás.-

-¿Por qué trajiste juguetes?... ¿no estás ya grandecita para esas cosas? –Intento tomar la guitarra-

-¡No la toques!... nunca te atrevas a poner una mano en mi guitarra… -me senté frente la pantalla y se las mostré, mis papás se abrazaron y comenzaron a llorar-

 

 

Ai-chan dice: en navidad, le llevare una aoi para Akemi…

PÁ dice: Has tu mejor esfuerzo para que sea mi hija quien le enseñe a su hermanito a tocar la guitarra… Ahora descansa cariño… Te amamos… TToTT

Ai-chan dice: Los amo papis! … Perdón…

 

 

Los primeros días todo era muy divertido, claro que Kai me acuso de haberle hablado así esa noche ¡pero no me importo! Salíamos de paseo y una vez que  el departamento estuvo listo, salimos de compras. Kai era muy amable pero yo lo conocía y sabía que hacía más esfuerzo del debido para caerme bien.

 

Una ocasión Kai llegó de la disquera antes que papá, aunque esa había sido la condición para que Kai trabajara aquí, habían días en que papá tenía un horario más extenso.  

 

-¿Ya cenaste Ai-chan? –me dio un beso en la frente y se estiro-

-No… pensé que vendría temprano mi papá… -seguí metida en la computadora ya que me habían mandado un video de Akemi  donde daba saltitos doblando sus rodillitas exageradamente y le soltaba unas mordidas a mi pa´ soltando pequeñas carcajadas-

-Deja eso entonces y vamos a cenar… ¡ah te compre un vestido! Lo vi cuando salí a comer y pensé que te gustaría… -dejo una bolsa sobre mi cama-

-Gracias… -apenas y mire la bolsa y comencé a reír de la mordida que Akemi le había metido a mi pá- ¡mira! Akemi ya tiene dientitos… -me levante de la silla para que lo viera mientras saque el vestido de la bolsa- es morado…

-¿No te gusta el morado?... -Kai quito la vista de la pantalla con un gesto de asco- pensé que al no tener de ese color te llamaría la tención…

-Es que prefiero el color azul… ¿no podemos cambiarlo? –le sonreí como solía hacerlo para que mis papás me complacieran-

-No.  –se dio la vuelta para salir-

-mmmm… mis papás lo habrían cambiado sin chistar… -apenas fue un susurro, pero basto para que Kai me abofeteara- 

-¡Veo que eres una maleducada!... ¡además de caprichosa!... ¡ya no sé qué carajos quieres de mi! Hago todo porque me quieras un poquito y tu no hace más que poner pretextos… ¡enserio que me tienes harto! –Se dio la vuelta y azotó la puerta-

 

En mi vida nadie me había pegado… Mis papás nunca me habían hablado así y ellos estaban tan lejos. Me encerré en mi habitación y tomé el teléfono…

 

 

~*~REITA~*~

 

Era muy tempano cuando el teléfono comenzó a sonar, Aoi se hizo bolita y se tapó con las cobijas…

 

-¡Valiente marido que tengo!... –cogí el aparato y conteste- moshi… moshi…

-Papá… -Aiko estaba llorando y me levanté de inmediato-

-Ai-chan… ¿Qué pasó… porque lloras? –apenas dije su nombre y Aoi despertó exaltado-

-Papi… quiero regresar…

 

 

Más se tardo Aiko en contarme lo que había pasado que en lo que Aoi ya tenía mi reservación hecha. No podíamos ir los dos porque Akemi no tenía pasaporte y no podía ir Aoi porque Aiko no podría salir de Estados Unidos con él, que pensándolo bien fue mejor así porque Aoi llegaría a romperle la cara a Kai y para eso, me bastaba yo solo. Le pedí a Aiko se encerrara hasta que yo llegara. Por suerte gracias a la diferencia de horario era de noche allá y seguramente Uruha no se daría cuenta de que faltara al colegio, debí verlo venir...

Salí furioso de casa. Durante el vuelo fue inevitable que mi cabeza se enfriara y llegando allá el enojo me regreso ya que mi inglés era tan masticado que ¡me costó un huevo! Siquiera comprar los boletos de regreso. El taxi me dejó en la puerta del edificio que ¡de verdad era lindo! A esa hora del día ellos estarían trabajando así que cuando toque el timbre tardo bastante en contestar. Una vez dentro, llore abrazando a mi niña que había aprovechado su encierro para preparar su maleta. Mi niñita me pidió disculpas por haberse ido y mil cosas tontas que no venían al caso, así se nos fueron las últimas horas de la tarde y cuando menos nos dimos cuenta la puerta de la casa se abrió y la sorpresa de Kai pero más la de Uruha se hizo presente.

 

-¿Akira?... –Uruha apenas y cerró la puerta cuando ya tenía yo a Kai en el suelo-

-¡PARA ESTA MIERDA LA TRAJISTE MALDITA PERRA! … ¡ERES TAN PENDEJO QUE NO SE TE OCURRIO QUE VENDRIA A SACARTE LOS OJOS POR PEGARLE A MI HIJA! –Uruha trataba de quitarme de encima y Aiko gritaba que lo soltara-

-¡Akira!... ¿de qué hablas… que haces aquí? –Como pudo me quito de encima y Aiko se abrazó a mi- ¡¿Qué mierda les pasa?!

-Da la casualidad que ¡ese puto! –Señale a Kai que se limpiaba el labio- se atrevió a pegarle a MI hija…  Uruha, dame su pasaporte que me llevo a Aiko a casa.

-¡Aiko!... –Uruha la tomó de la mano jalándola- ¿se puede saber que está pasando? ¿Qué significa todo este numerito?

-¡Uruha suéltala! –Le apreté la muñeca para que la soltara- por primera vez en tu vida abre los putos ojos y dale prioridad a tu hija… –le quite el pelo de la cara a Aiko para que viera su mejilla inflamada- Yo no vine desde el otro lado del mundo a pegarle a mi hija para llevármela… -Uruha abrió los ojos y volteo a ver a Kai que rehuía su mirada- Por lo que más quieras… dame los papeles de la niña…

-¡Cómo te atreviste a ponerle una mano encima! –Apreté a mi hija en mi pecho cuando Uruha tomó a Kai de la camisa-

-¡Fue un error! Estaba de malas y ella… -Uruha lo soltó-

-Aiko, trae tus cosas… -Uruha se adentro en su habitación y regreso con el sobre que tenía sus documentos- ¿Ya tienes los boletos?...

-Ya… 

-Lo siento papá… -Aiko lo abrazó y le dio un beso en la mejilla-

-No tienes nada de que disculparte… -Uruha pego su frente a la de Aiko y mientras lloraba le dijo- perdóname tu, porque desde el principio he actuado según lo que me conviene… al traerte hice lo mismo ya que creí que podríamos ser la familia que tanto queríamos… pero  ahora tengo que admitir que incluso Aoi en la mitad de tu vida ha hecho más por ti, que yo en toda ella… Akira… váyanse con cuidado, ¿me llamas cuando lleguen? –Le dio un último abrazo a Aiko-

-Si… gracias por entenderlo… -lo abracé y le di un beso suave en los labios, haciendo que Uruha sonriera-  Vengan a visitarnos en navidad… eres su padre y si Aiko lo quiere nuestra casa está abierta para ustedes. -Tomé su maleta y antes de salir detrás de mi hija me detuve- Kai… te has equivocado tres veces… no lo hagas una cuarta,  Cualquiera puede parir hijos… pero criarlos, solo unos cuantos. No vale la pena vivir deseando la vida de los demás porque tú tienes aquel que mi hija y yo tanto quisimos…

 

Durante el vuelo de regreso dormí por primera vez tranquilo en los últimos meses… Aiko dormía tranquila en mis brazos y apenas despertamos a tiempo de llegar. En la sala nos esperaban Aoi con Akemi en brazos, apenas cruzamos la valla corrimos a abrazarlos y besarlos. Aoi lloraba emocionado de tenerla de nuevo en casa, mientras Akemi me mordía la quijada muy contento.  Las siguientes veinticuatro horas no nos movimos de casa, en pijama todo el día y tirados en la sala viendo películas los cuatro apretujados, y ahí decidimos tomar el coche y manejar de noche para llegar a Mie, teníamos las ganas impetuosas de ver el amanecer juntos.

 

-lástima que mi ototo no pueda ver el significado de su nombre… -Aiko mecía la carriola suavemente-

-Eso es lo de menos… -Aoi nos abrazó fuertemente- Podemos venir tantas veces queramos y cada que lo necesitemos para tener nuestro “hermoso amanecer” en familia. Tal como siempre hemos querido.

 

 

Inicio:         12-julio-2011

Terminado:  15-julio-2011

Notas finales:

 

MIL GRACIAS A QUIENES HAN LEIDO AMBOS FICS! *lectoras de la 1a parte*

meiko aisawa

neko miri-chan

mOny-san

ReilaTakarano

_Kuroneko_

XwxIzUxOxMitzUxwX

Nina-chan

Haru

Mikuzita-Chan

NanaMii

FANARUT

X_UruKi_X

barahime

elinanita

KuroNeko_Saa

coty

HimitsuHitomi

Mil gracias por sus hermosos reviews!!! y ojala esten leyendo esto y sobre todo les haya gustado el "final final". 

SALUDINES!!!!! AYOSE.1BESO


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