Las palabras de su padre resonaban en su cabeza, taladrándole una vez más su conciencia y obligándole a buscar una solución a ese problema aunque para su ente no ameritaba llamarle así al asunto.
“YunHo, ya tienes 25 años, ¿acaso te olvidas que eres hijo de una de las personas más influyentes del país? ¿Qué pensaran los ciudadanos?”
Y siempre era la misma pregunta, realmente él quería creer que a la sociedad no le interesaba su vida, lo qué hacía de la puerta para adentro o con quién decidía compartir sus días, pero ahí estaba: ser público te daba beneficios, mas desventajas. Según él, sólo era un martirio ya que los periodistas y esos que no tienen nada que hacer se amontonaban en la entrada de la mansión para robarle algún testimonio insignificante, sin valor pero que aun así sería materia de estudio en los noticieros en las horas siguientes.
El Sol irradiaba sus primeros rayos que se colaban con una potencia moderada a la habitación donde Jung YunHo se encontraba bebiendo su té favorito exclusivamente importado desde Inglaterra, el cual se servía en una delicada taza de porcelana con dibujos floreales que eran ridículamente de su atención mientras los repasaba con la yema de su dedo pulgar, al momento en que otros dos se colaban por el mango para brindarle un corto sorbo de esa bebida caliente a su boca que disfrutaba del sabor amargo para luego articular r13; ¿alguna solución?r13; le preguntó a quien lo acompañaba en su desayuno, como si la respuesta de éste fuese a salvarlo.
r13;Uh, tengo una idea, pero dudo que te convenzar13; contestó vacilante YooChun, cambiando la dirección de su vista hacia el ventanal que le acercaba un paisaje de una ciudad que comenzaba la mañana ansiosa por el evento que se daría lugar allí mismo.
r13;Sabes que ahora cualquier cosa me vendría bienr13; alegó recordando que esa misma noche debía presentarse en la reunión organizada por su padre, el cual lo condicionó –o amenazó- a llevar una presencia femenina.
r13;Bueno, conozco un sitio donde mujeres, muy bonitas por cierto, brindan sus servicios…r13; describió su plan con ganas hasta que su amigo de la infancia le cortó con una expresión confundida.
r13;No dije que necesitase una ¿puta?r13; esta última palabra la pronunció arqueando la ceja, claro signo de que no entendía la propuesta, pero le dejó continuar haciendo un ademán con su mano porque después de todo el menor era más inteligente y lo más importante: el único que soportaba sus dramas.
r13;No me refería a ese tipo de servicios, YunHo-ah. A menos que tú quierasr13; una risita casi inaudible se oyó seguidamenter13;. Sino, tú sabes, pueden hacer acto de presencia.r13; terminó la oración como si ésta fuese la más obvia. Quizá olvidaba que del otro lado alguien era bastante lento.
r13; ¿Crees que con eso podre conformar a mi padre?r13; dudó, más para sí mismo dejando en la mesa la taza ya vacía, pero que con sus adornos ya no llamaba su atención, más bien ésta se concentraba en la conversación.
r13;Al menos por hoyr13;, bajó su tono de vozr13;tal vezr13;. Sentenció mirándole directamente a sus orbes oscurasr13;. No pierdes nada con intentarlor13;, dijo levantándose de su asiento, siendo imitado por el mayorr13; es más, creo que podríamos empezar ahora yendo al local. No es muy lejos de aquí.
r13; ¿Ahora?
r13; ¿Quieres que tu padre te sermonee durante dos horas o más?
r13;Uh, supongo que no.
Indudablemente no era grato tener que escuchar a ese tipo gritándole ofensas, dándole un discurso sobre cuál es la filosofía de vida correcta que se basaba en las tradiciones de la familia. Buscar a la mujer indicada para tener hijos que continuasen con la administración de la empresa podría ser tarea fácil para cualquiera, pero para él la palabra perfección contenía significados más amplios que sinónimos como poderío y belleza física. E incluso pensaba que su media naranja no solo podía ser mujer, sino también un hombre o un híbrido entre éstos ¿no? Se rió de su locura a tal punto que distrajo a YooChun de mantener su vista sobre la calle por donde conducía, ya estando más atento notó que el vecindario, si pudiese llamárselo así, era bastante solitario.
r13; ¿Estamos en un barrio carenciado?r13; cuestionó a su amigo, mientras buscaba su Ipad para estar preparado para llamar a la policía por si algún malviviente se le ocurría robarles o en el peor de los casos matarlos si se daba cuenta de a quien trataba de quitarle sus pertenencias. Automáticamente se golpeó la frente por haberse vuelto tan dependiente de sus guardaespaldas.
r13; ¿Acaso esperabas que el local se encontrará en medio de la ciudad donde todos pudieran verlo?r13; vociferó el otro desconcertado por una pregunta tan tonta, después de detenerse en un último semáforo que le daba bienvenida hacia una cuadra donde se hallaba su dichoso destino.
r13;Uh, sí. Tienes razónr13;, reconoció mientras desviaba su mirada de la vergüenza.
r13;Ya llegamosr13;, comentó estacionando su vehículo frente a un viejo edificio, para luego apagarlo y descender del mismo, dispuesto a entrar seguido muy de cerca por el mayor que demostraba nerviosismo en sus facciones varoniles. Cruzaron la puerta principal que rechinó ante el trato, pero dejándose dominar hacia adentro donde ya los esperaba un hombre de tez pálida y delicada, que si no era porque vestía una camisa con corbata hubieran jurado que era mujer y una muy bonita, de más está decir.
r13;Bienvenidos, señoresr13;, saludó éste haciendo una pequeña reverencia a la cual respondieron gustosos con una sonrisa de por medior13;. Mi nombre es Kim JaeJung, un gusto conocerles. Estoy aquí para escuchar sus pedidos y espero realmente poder complacerlosr13;. Concluyó su presentación reluciendo su simpático, pero a la vez seductor porte.
r13;Un gusto tambiénr13;, habló YooChunr13;, pero el cliente hoy es sólo mi amigor13; le señaló con la miradar13;. Es su primera vez solicitando este tipo de servicio así que espero lo sorprendas.
r13;No se preocupe, no habrá problema con esor13;, asintió quien consideraban era el recepcionistar13; sólo necesito que me diga cuáles son las características adecuadasr13; inquirió refiriéndose a YunHo quien obviamente se sintió aludido respondiendo:
r13;Creo que una chica sencilla estaría bien para mír13;, dijo, tratando de esconder su molestia al escuchar como aquel hombre describía a sus empleadas como si fueran objetos.
Pero YooChun intercedió r13;lo más adecuado sería que le muestres lo mejor que tienen.
r13;Querrás decir lo que tengo, ya que yo soy el dueño de este negocio, pero no siempre le doy a mis clientes el privilegio de atenderlos personalmente. Bien, entonces ahora síganme por aquír13;, les indicó girándose sobre su eje para encaminarse hacia el elevador que los llevaría con prisa hacia el quinto e último pisor13;. El edificio está ordenado jerárquicamente, cuanto más alto más exquisitez encontrarár13;explicó dándose paso a una gran sala que albergaba a algunas mujeresr13;, pero como notarán al ser las más hermosas son solicitadas con demasía frecuenciar13;admitió con orgullo en su vozr13;y obviamente para mantener la calidad presentada su costo es elevado, como corresponder13;aclaró, haciendo una seña hacia dos empleadas sentadas en un sillón de cuero estilo animal print, ellas sólo vestían lencería de alta costura, lo cual solía ser costumbre ver a todas simplemente en ropa interior, como profesionales no lucían inseguridad en sus rostros ante aquellos pares de orbes que las detallaban.
r13;El dinero no es importanciar13; le aseguró el menor, aun así buscó la aprobación de su afirmaciónr13;, ¿verdad, YunHo-ah?r13; inquirió cruzándose de brazos.
Estaba a punto de asentir cuando detrás de ellos las puertas del elevador se abrieron inesperadamente, dejando ver a dos personas que con rapidez se acercaron ignorando la presencia de los clientes.
r13;Sentimos molestarle, señorr13; comenzó la más alta de ambas atrayendo a los hombres, sus facciones faciales eran de extrema delicadeza aunque más admirables eran sus largas y bronceadas piernas; inmediatamente cortó su hablar porque su compañera, de estatura más baja, se interpuso delante de ella cubriéndole la boca con las manos, sin darse cuenta que dejaba a merced la vista de su cuerpo a los visitantes.
r13;Holy butt…r13; YooChun pronunció casualmente en su admirable inglés, destilando un brillo en sus ojos mientras observaba aquella espalda baja.
JaeJung suspiró osadamente por la interrupción de esas dos, pero a la vez satisfecho de que contaba con una nueva excusa para disminuirles el próximo sueldor13;, estoy ocupado ahora, retírense ya mismo, luego me dirán para qué vinieron a buscarmer13;, terminó rodando los ojos.
r13;Te dije que no debíamos venirr13;, susurró la más baja a la otra para luego dirigirse a su jefer13;otra vez le repito que sentimos interrumpirle, ya nos retiramosr13; ambas disponían a marcharse antes de que a Jae se le cruzara por la mente dejarlas sin empleo.
r13;Creo que ella es la elegida r13;. Determinó YunHo sin chistar, yendo a sujetar sin cuidado la muñeca de la más alta que instintivamente detuvo su andar.
r13; ¡¿Ella?!r13;JaeJung prácticamente gritó, pero se retractó de inmediato y en un tono menos profundo dijor13;ella es Min, del primer piso…
r13; ¿Por qué del primer piso?r13;pregunto interesado YunHor13;Para mí debería estar en éster13;, alagó a la persona frente suyo que intentaba esconder su rubor agachando la cabeza.
JaeJong presintió que por alguna razón, todavía desconocida para él, no debía explicarles a esos hombres la incógnita tras el “primer piso”.
Continuará.