El Profe…
(Las Crónicas De Takashima)
Capítulo 2: “En el baño… no estás solo”
*15:30
*Timbre Nº3: Comienzo del receso.
-“Hay… tengo que ir al baño…”- Fue lo único que paso por la mente de Uruha cuando ese estruendoso timbre se oyó. –“Y… tengo hambre… y sed…”- recordó al sentir su estómago emitir un sonido un poco revelador.
-Chicos, pueden salir…- dijo el profesor algo serio según nuestro castaño.
-“Tendré que quedarme… a no ser que… pida AYUDA al profesor”- Pensó estratégicamente. –Ummm… profesor…- llamó algo inseguro al verse solos en aquella aula. El nombrado dirigió su vista a su alumno y olvido por completo que tenía que terminar de corregir algunas de las carpetas.
-¿Si, mi cielo?- muy gracioso como siempre.
-¬¬#Necesito que me acompañe al… baño…- le respondió no muy seguro de haber empleado las palabras correctas.
-Aunque suena tentador, no creo que sea muy responsable hacerlo en este momento…- Aclaro riéndose de su alumno. –Pero si quieres lo dejamos para más tarde…-
-“Tranquilo Uruha… has como si no hubieras escuchado eso…” Me refería a que necesito que me cubra, para que no me vea el rector…- Tratando de no mandarlo lejos con alguna guarangada.
-Ah… bueno… te habrías explicado mejor entonces…- y continuando con la petición. -está bien… pero… con una condición…- levantándose de su silla y acercándose a Uruha. Este de inmediato pensó en lo único que seguramente le pediría. Algo respecto a “ELLOS” “JUNTOS” “SOLOS” y tembló al recordar que ya estaban ELLOS JUNTOS Y SOLOS en aquella aula momentáneamente vacía. -¿De acuerdo?- acercando su rostro ligeramente al de Uruha. –Tendrás…- haciendo una pequeña pausa. –que…- volviendo a detenerse en su discurso y acercándose aún más al castaño, mientras este tragaba saliva asustado. Y rápido terminó su frase… –Decime ¿Dónde quedaría mejor el nuevo piercing que me quiero hacer? ¿Aquí…?- indicando la parte inferior de su boca, del lado derecho. – ¿…O aquí?- marcando la parte final de la ceja izquierda.
Uruha suspiró con alivio.
-“Gracias a dios…”- recomponiéndose del horrible momento que le hizo pasar. –Me gusta más en el labio…- respondió rápido. –Ahora… ¿me acompañará?… es decir ¿me ayudará a salir…?-
-Ok… pero tú te arreglas para volver… tengo cosas que hacer…- levantándose y dirigiéndose a la puerta. Uruha lo imitó y saliendo detrás de él, lo siguió.
Y todo iba bien hasta que…
-Profesor…- lo llamó una preceptora, algo joven. Uruha de inmediato se posesionó detrás de su escudo y por acto reflejo lo tomó de la cintura y se apegó para ocultarse. Cosa que no le desagradó para nada al otro… sin embargo hubiera deseado que las posiciones estuvieran invertidas. –Aquí le traigo la lista de alumnos nuevos que se trasladaron este año y esta es la que promovieron del año anterior…- entregándole las dos listas de hojas largas.
-Te lo agradezco…- tomando las hojas y sonriéndole.
-De nada…- Le respondió y de inmediato se retiró.
-Bueno… sigamos…- Uruha lo soltó y el profesor tomó su mano y lo dirigió hasta el baño. – Aquí es… ahora tú te arreglas para volver… nos vemos…- y dedicándole otra de sus sonrisitas, se fue.
-“Tengo que idear un plan para sacármelo de encima”- pensó. –“y pronto…”- metiéndose al baño correspondiente.
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*15:45
*Timbre Nº4: Final del receso.
*Todo el alumnado ingresa a sus respectivos salones.
[Según la normativa: “A la finalización del horario del receso queda estrictamente prohibido la permanencia de los estudiantes en pasillos y/o playsground del establecimiento”].
-“No quiero regresar al salón… ese profesor comienza a asustarme… y además si me llegan a ver me aprehenderán por dos cosas…
1- Por no haber traído el uniforme maldito ese…
2- Por pasearme por los pasillos después del recreo…”- Se lamentaba Uruha.
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Mientras, en el aula 8B, el profesor Aoi comenzaba a impartir su tercer y última hora con sus nuevos alumnos.
-Bueno, siéntense chicos… ahora les pondré ejercicios de físico-química en los que tendrán que utilizar y recordar las propiedades de la presión atmosférica en CNTP y en CTP ESTABLECIDA dependiendo del caso…- Hablaba a sus alumnos cuando notó rápidamente que le faltaba uno y enseguida supo cual… -Resuélvanlo en el orden que quieran…- comenzando a escribirlos. –Les pondré 5 ejercicios de los cuales quiero ver al menos tres sin errores, ya que pondré 3 en CNTP y los restantes en CTP por lo que serán muy fáciles- Al finalizar de escribirlos ya habían pasado unos 15 minutos y aún su alumno no regresaba a su banco. –Tengo que salir por un momento, se quedan resolviendo los ejercicios… no quiero que se pongan a gritar o armar alboroto… si oigo quejas de algún superior los aplazo a todos… y créanme que lo haré…- Saliendo del salón se dirigió directamente al baño de varones…
Allí, al lado del lavadero, se hallaba su irresponsable alumno empapando su cuello, nuca, cara y cabello con agua, de una forma tan tranquila y armoniosa que llegaba a ser una imagen demasiado excitante para su ardiente profesor. –“Creo que me haré profesor de anatomía…”- Pensó. Admirándolo con total devoción, creyendo que eso que veía no podía empeorar más… sin embargo… podía, y mucho… porque ahora su alumno, que ni siquiera había notado la presencia de su acosador profesor, había mojado accidentalmente su camisa y ahora se encontraba desprendiéndola para ponerla cerca del secador de manos. –“Tal vez mejor me dedique a estudiarlo a él…”- Ya totalmente fuera de control.
Uruha, sin saberlo, no pudo haber creado mayor estímulo para llamar su atención que ese… -“Es muy delgado… como una chica… simplemente perfecto”- Dedujo.
Totalmente a su merced el joven alumno comenzó a tararear con tranquilidad, decidido a no volver a su salón, mientras intentaba secar su camisa, aún ignorando a su profesor que seguía observándolo detenidamente. –“Sin saberlo… va directo a la boca del lobo…”- Comenzando a acercarse silenciosamente a Uruha, quien ahora estaba dándole la espalda intentando acabar con su reciente labor, de repente, algo pasó por su mente. –“Espera Aoi… tienes que detenerte… aún es menor y tú eres su profesor…/Me vale… si consigo mi objetivo, no importa lo que pase…/Te echarán y no volverás a enseñar jamás…/ ¿Y qué?… tengo suficiente dinero como para no trabajar lo que me resta de vida… hasta podría raptármelo si quisiera y no necesitaría trabajar…”- Su YO responsable y su YO rebelde comenzaban a tener una batalla moral en su confundida cabecita que ya no sabía que hacer, lo único claro era lo que deseaba en ese momento… y eso no era para nada sano… -“Sin camisa, con esa corbatita, las zapatillas negras y con el short ese, parece más una bailarina de caño que un alumno de secundaria… pensándolo bien… con semejante piernas sería un perfecto candidato para la danza en cuestión…*.*”-