Se podría decir que Jaejoong amaba su trabajo, amaba ser quien era en se lugar y amaba que le adoraban su comida. Jaejoong era un gran chef... trabajando en aquel importante restaurante de Corea del Sur, donde todo mundo lo saludaba y le daba las gracias por la buena sazón que siempre tiene su deliciosa comida.
Si... sin duda amaba su vida profesional... pero amaba más a su familia, a lo más hermoso que nunca había tenido antes.
Yunho movía sus caderas al compas de la música, que se reproducía en aquel desgastado estéreo, sus alumnos lo veían con admiración y respeto pero una que otra chica babeaba mirándolo.
-Bien... eso es todo por hoy, pueden ir a descansar. -dijo Yunho despidiéndose de ellos. Él se quedo un momento mas para verificar los pasos que les enseñaría el día de mañana. Se miraba en el espejo y hacia aquellos movimientos sensuales o divertidos, si se equivocaba, comenzaba desde el principio.
Jae lo veía recargándose en el marco de la puerta. Le encantaba ver a aquel hombre moverse con sensualidad y detenimiento, entregándose a cada paso, a cada compas y a cada ritmo de todas las canciones que pudiera sacarle coreografía. Los ojos se Jae se movían mirando todo el cuerpo de Yunho, desde su cara, aquella que se cubría de sudor cuando las gotas caían desde aquel hermoso cabello, su cuello donde bajando el sudor, se perdían en él, aquella camiseta blanca sin mangas que ya estaba mojada, dejaba mucho a la imaginación de Jae, admirando esos brazos musculosos y llenos de sudor... que mas que darle asco o algo parecido, era demasiado sexy para él. Ese pans, que cubría celosamente sus largas y sexys piernas. Si... en definitiva amaba ese cuerpo.
-Lo siento, no te vi llegar. -se disculpo Yunho cuando lo vio, dirigiéndose al estéreo y apagarlo. Jae se sobresalto un poco pero no dijo nada, sólo se acerco a él con paso lento y una pequeña sonrisa en sus labios. Llego hasta donde estaba él y se paro enfrente, todavía miraba sus brazos y comenzó a pasar sus manos por ellos. -tratas de estimularme? -dijo Yunho riéndose.
-Solo toco... lo que es mío. -dijo Jae dirigiendo su mirada hacia aquellos ojos chocolate que tanto amaba, perdiéndose en ellos y dejando que esos brazos fuertes le rodearan la cintura.
Yunho lo atrajo hacia él, buscando sus labios para después, fundirse en un beso. Amaba esos labios rojos, deliciosos... hace años que había aceptado que se había vuelto adicto a ellos. Primero fue un toque, un roce, como pidiendo entrar, y fue concedida aquella petición, ya que Jae también tenia ganas de besarlo. Poco a poco sus lenguas exploraron toda esa cavidad bucal, comenzando a ser lento para después hacer una danza, mezclándose y fusionarse en un beso apasionado, necesitado y lleno de amor. Yunho agarro los brazos de Jae para que los pusiera en su cuello y después puso una mano en su cintura y la otra en la mejilla de Jae. Se besarían sin parar todo el tiempo, pero tenían que respirar y se separaron, Yunho recargo su frente con la de Jae respirando agitadamente.
-Te amo. -dijo Yunho en un susurro, donde Jae sonrió y se sonrojo un poco. -que haces aquí? No nos veríamos en casa? -dijo dándole un beso en la frente y yendo por su chamarra.
-Lo sé... pero tenía muchas ganas de venir a verte bailar. No puedo? -dijo, lo ultimo con un tono un poco sarcástico. Yunho rio.
-Claro que puedes y debes... aunque ayer y antier y ante antier y todos los días vienes. En las mañanas siempre me dices que nos vemos en casa a tal hora, pero me sorprende y me encanta que vengas a recogerme... por eso, ya ni me molesto en traer mi coche. -dijo acercándose otra vez a él, encerrándolo en un abrazo, Jae puso su cabeza en su hombro cerrando los ojos, disfrutando de esa cercanía.
-Entonces... no te quejes. -dijo en su oído, mordiéndolo un poco, Yunho emitió un leve gemido. -quiero oír mas gemidos tuyos... mas fuertes y sensuales. -dijo susurrándole en un tono verdaderamente sexy.
-Sigue así... y te hago el amor en mi oficina. -dijo sonriendo. Yunho iba a comenzar a masajear el trasero de Jaejoong pero... unas voces lo detuvieron... no voces, más bien gritos.
-¡Dámelo! Le diré a omma, Yoochun! -dijo Junsu quien jalando algo de las manos de su hermano, entraron peleando a la sala donde Yunho y Jae estaban. Mas atrás, con paso lento y solo escuchando la pelea de sus hermanos entro Changmin.
-Lo siento omma, appa, pero estos hombres no se quisieron ir a casa. -dijo llegando al lado de Jae y Yunho, quien al escuchar a sus hijos solo se tomaron de las manos.
-No te preocupes Minnie. -dijo Jae en tono maternal. -ya estábamos por salir por ustedes.
-Ya... basta. -dijo Yunho elevando un poco la voz, ya que el Yoosu seguía peleando.
-Appa... dile que me de mi ratoncito. -dijo Junsu en un puchero, donde sabiendo que Yunho appa, no le negaría nada.
-Es mío... yo soy el ratón... es mi muñeco. -dijo Yoochun dirigiéndose a sus padres.
-Pero él dijo que me lo regalaba... y ahora me lo... quiere quitar... -dijo Junsu entre sollozos.
Jae, viendo que nada se calmaba entre ellos dos y que Yunho en cualquier momento los regañaría, calmo a Junsu y le quito de las manos a Yoochun, aquel peluche de Micky Mouse para dárselo a Junsu.
-Escuche ayer cuando se lo regalaste... si se lo ibas a quitar no se lo hubieses dado, así que ya es tarde para retractarse, Yoochun. -dijo Jaejoong.
-Bien... como sea. Me comprare un delfín y no te lo daré hum... -comenzó a caminar para salir, pero antes Yunho hablo.
-A donde vas jovencito? Pídele una disculpa a tu hermano.
-Pe... Pero... por que appa? No le hice nada malo... -dijo frunciendo el seño.
-Dije que le pidieras una disculpa a tu hermano. -dijo en tono serio Yunho, donde Yoochun nunca le puede negar nada así a su padre. Yoochun se acerco a Junsu y lo abrazo, este simplemente reacciono y también lo abrazo.
-Perfecto. -dijeron Yunho y Jae al mismo tiempo, se miraron y rieron un poco.
-Siempre me ha dado miedo cuando appa y omma terminan sus frases, pero ahora da más miedo cuando piensan al mismo tiempo. -dijo inocentemente Changmin. -podemos irnos ya? Muero de hambre omma. -dijo dirigiéndose a Jae.
-Vamos. -dijo Jae con una sonrisa. Los 3 jóvenes comenzaron a salir del salón, dejando solo al Yunjae. -amo a mi familia y te amo a ti. -dijo mirando a Yunho, quien sonrió y le dio un beso en los labios.
-Vamos omma... hay que darle de comer a nuestros retoños. -dijo tomando de la mano a Jae.