Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Fact and the Fiction por just breath yaoi

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

TT3TT merezco morir a fuego lento por nu haber actualizado antes...DD8 pero cuando a uno le da bloqueo de autor, sufre bastante xDD Además de que estuve bajo mucha presión ._. Sorry... *tararea Sorry. Sorry de SuJu*

xD Ok, ya. Me asesinarán por algunas cosas...pero ojalá les guste x3 gracias por los reviews ( son tan lindos!! TT3TT)

Pasando al fic...éste será de los capis más serios que habrá xD lo siento, polluelos :P 

El texto en cursiva son sueños :P

 

El  paisaje que ahora se dibujaba a nuestro alrededor se había vuelto tan hermoso. Hacía unos minutos, quizá poco más de una hora, habíamos rebasado los límites de la imponente zona urbana de Seúl, para finalmente adentrarnos a los hermosos campos verdes donde ahora nos encontrábamos. El sol, para ese momento, coloreaba el cielo ya de un tono anaranjado, indicando al acercamiento del atardecer. Los pequeños lagos que se encontraban a los lados de la carretera igualmente tomaban aquel color anaranjado. Se sentía una calidez no tan común para días otoñales, pero igualmente, la apreciábamos.

Estaba adormilado, jamás imaginé la facilidad con la que uno se atonta estando en un auto en movimiento, con música suave y relajante como fondo del ambiente. Entonces, miré a los demás en el auto, saliendo del ensimismamiento mío con el paisaje exterior. 

JongHyun fue al primero que vi una vez volteé. Conducía inmutable el auto, completamente concentrado en el camino, por lo que alcanzaba a notar por su expresión que se reflejaba en el espejo retrovisor. Era cómico verlo tan serio.

Kibum…bueno, supongo que ahora dormía, pues hacía ya un rato que había dejado de hablar con TaeMin sobre cosas a las que realmente dejé de prestar atención. No sabía a ciencia cierta lo que hacía en estos momentos (estaba sentado justo detrás de él), pero su silencio decía bastante.

TaeMin, en cambio, estaba sentado al otro extremo del auto (tras el asiento de JongHyun), completamente despierto, sin indicios de estar adormilado. Él tan sólo miraba hacia el frente con gran intensidad, sin moverse, y su respiración era demasiado tranquila.

 

…Ese peculiar brillo azul en su mirar volvió a aparecer… ¡Bah! Que digo…estoy más dormido que nada. Sólo era mi imaginación…

 

Oscuridad. Una vez más me vi envuelto en ella. Tan abrumadora, tan espantosa. ¿Acaso estaba destinado a aparecer en este extraño mundo de Morfeo el resto de mi eternidad?

Aterricé esta vez sobre el conocido y brillante camino verde. Algo nuevo, sin embargo, nada que podría sorprenderme, después de todo, ¿qué es un detalle diferente cuando todo lo demás es lo mismo?

Sí, definitivamente en ello no me equivocaba. Incluso aquel olor que antes me había sorprendido en su momento, volvía a aparecer. Odiaba este sueño.

Suspiré, harto de todo aquello. Caminaba sin detenerme, manteniendo las manos guardadas en los bolsillos de mis pantalones. En eso me detuve abruptamente, sin terminar de dar mi paso, sin girarme, tan sólo escuchando pasos pesados y lentos tras de mí.

La duda me invadía. Quizá sólo era cosa mía, sin embargo, el sueño ya era bastante raro per se.

-Bienvenido- escuché en mi oído.

Y esta vez, estaba seguro de que había alguien. Ahora simplemente no podía moverme, por más que en ese momento lo hubiera querido. No quería mirar, temía mirar a la persona que ahora me hablaba.

Aquella persona rió, mas a pesar de que esta peculiar risa sonase dulce, a mí tan sólo terminó por cohibirme más. Una vez más, suspiré, y finalmente  giré sobre mis tobillos, encarando al otro ser.

Una mano, blanca y a la vista suave, perfectamente iluminada, se tendía ante mí, pero el rostro de aquella persona seguía siendo cubierto por la oscuridad. –Bienvenido, MinHo- repitió esbozando una marmolea sonrisa, que junto con un destello azul, brillaron en la posición del rostro.

Miré su mano con confusión. ¿Cómo sabía mi nombre? Quizá lo mencioné en medio de mi sorpresa sin notarlo siquiera. ¿Acaso quería que le tomara? Seguramente ¿Marcaba distancia?  No lo creo ¿En qué pensaba aquella persona? Dañarme…No…

Lo más importante aún, ¿bienvenido a dónde?

Para cuando me di cuenta, y antes de que pudiera responder cualquiera de las dichas preguntas, ya tenía mi mano sujetando la ofrecida.

-No sueltes mi mano, hagas lo que hagas, pase lo que pase.

-No lo haré…

-No abras los ojos, pase lo que pase, oigas lo que oigas.

-Tae…

En un momento, el auto dio un pequeño movimiento brusco, lo que ocasionó que mi cabeza retumbara contra la ventana, llamando la atención del pequeño TaeMin, que me miró con algo similar a sorpresa…

Tras unos minutos más en los que continuamos en el auto, JongHyun dio una última vuelta, entrando por un estrecho sendero entre plantaciones de diversos tipos, tan largas que rebasaban la altura del auto, y que de no ser por aquel sendero ya dibujado desde antes, la visibilidad sería prácticamente nula. Sin duda, era un lugar bastante campestre, al que no estaba en lo absoluto acostumbrado, pero que a diferencia de la ciudad, podría relajarme lo suficiente como para llegar a acostumbrarme.

Estacionó frente la entrada de una casa color blanco, que resaltaba en medio de varios árboles que apenas florecían, casi sacada de un cuento de hadas.

-MinHo- llamó mi hyung- Bienvenido a nuestro hogar.- Tanto él como Kibum bajaron del auto inmediatamente, éste último terminando por abrir la puerta del lado en el que TaeMin se encontraba.

El chico prácticamente salió volando del auto, adentrándose en las plantaciones y diversos troncos de árboles sin perder tiempo.

-¡TaeMin! ¡TaeMin!- gritaba Kibum abanicando los brazos con desesperación al ver que el chiquillo no le escuchaba- Oh, qué va. Desde que te quedaste dormido, se puso bastante ansioso en el auto.- me decía, extrañamente, acomodando mis cabellos.

-Vaya…-fue lo único que atiné a decir al echar otro vistazo al lugar.

-Cultivamos duraznos.-respondió Kibum a una pregunta no formulada- Es un terreno que Jjong heredó…

Los tres veíamos a TaeMin correr con emoción entre los frondosos árboles, riendo a carcajadas. Y de a un momento a otro, desapareció de nuestra vista.

 

 

Entramos a la casa, Kibum tomó mis cosas junto con las de JongHyun y pasó a dejarlas en un armario.

-Puedes ver la casa por el momento, MinHo- mi hyung me miraba sonriente, poniendo su mano sobre mi hombro, dándome un pequeño apretoncito, y acto seguido, fue tras Kibum, quien había pasado a un lugar mucho más iluminado.

En realidad, me impresionaba el ver una casa con este estilo aquí en Seúl, tan poco tradicional, demasiado occidental, y más aún estando en una zona rural.

Los techos en forma de cúpula estaban finamente adornados con personas relieves resaltados, éstas haciendo cosas comunes del campo, como colectar algunos frutos o lo que fuese.

Las paredes, de un color granate, tenían cuadros colgando de ellas, representando una vez más la vida en el campo de una manera tan sencilla, pero a la vez tan hermosa. No había pared que no tuviese al menos dos cuadros, y sin embargo, jamás se veía sobrecargado el lugar. Tampoco había esquina sin mesita, ni mesita sin alguna fotografía o florero. Era simplemente elegante a pesar de que el lugar estuviese repleto de cosas, mas no lo hacía ver asfixiante ni mucho menos de mal gusto, se sentía la calidez típica de un hogar, a aquella característica de las madres…

Fue cuando recordé el rostro sonriente de la mía en un instante.

Seguí andando, deteniéndome frente a un gran ventanal, que daba vista a varios árboles aún pelones, y a una pequeña silueta en la lejanía, que se encontraba hincada al pie de un árbol, claramente tratando del pequeño TaeMin.

Sonreí y seguí una vez más con mi andar, saciando mi curiosidad por tan enorme lugar. Prácticamente, me detenía en cada una de las mesitas, observando con detenimiento los adornos que habían sobre ellas, viendo fotos familiares de JongHyun y su extraña familia, en cada una de ellas, donde JongHyun sonreía en dirección a sus dos grandes tesoros; donde Kibum mostraba expresiones tan…no sé…tan Kibumescas, bastante particulares, y aunque no quisiera admitirlo, eran cómicas y agradables, además de que éste casi se andaba trepando en abrazos al más pequeño de los tres, junto con otro chico de cabellos negros y grandes ojos, al cual desconocía por completo, pero que seguía compartiendo la misma alegría en cada una de las fotografías. Estos últimos dos siempre salían sonriendo abiertamente, mostrando casi por completo tan blancos dientes, elevando el cuello para asomar el rostro de entre los asfixiantes abrazos de Kibum y así poder salir en la foto sin mayor problema.

Sin duda, todo ello era tan envidiable.

Escuché a alguien correr, y detenerse de manera abrupta, respirando con rapidez.

-Oh, MinHo hyung- trataba de TaeMin. Había estado tan concentrado en todas aquellas reliquias familiares, que ni cuenta me había dado de que ésta ya no estaba más en el otro lugar. Se le veía completamente manchado de tierra, sobre todo en las rodillas, que además de la tierra, estaban húmedas.- Anyo, ¿y mi umm…es decir, ¿has visto a Key hyung?

-Ehmmm…sí. –Apunté con el dedo a una gran entrada sin puerta- Fue con JongHyun hacia allá.

-¡G-Gracias!

-TaeMin- hablé antes de que éste arrancara hacia su voluble umma.- ¿Qué hacías allá afuera?- no pude evitar preguntar.

-¡Oh! Cuido de mis arbolitos, hyung.- me respondió con entusiasmo, dando unos pasos hacia mí.- Umma… ¡es decir! Key hyung casi no tiene tiempo de cuidar a los melocotoneros, y JongHyun hyung tampoco, pues la mayor parte del tiempo no se encuentra aquí, sino contigo. Y como yo me aburro, me encargo de ayudarle a GiKwang hyung a cuidarlos.

-Ya veo…-me recargué en el alféizar de la ventana, viendo nuevamente al exterior.

-Y… ¡Ojalá hyung pueda venir cuando florezcan!

-¿Por qué?- volteé a verlo.

-¿Conoce las sakuras que surgen en Japón? Bueno, a los melocotoneros tienden a salirle igualmente flores rosas muy lindas, salvo que ocurre cerca de otoño, además de que da unos dulces y jugosos melocotones. Y…me gustaría que hyung los probara por primera vez. Son muy sabrosos, ¡de verdad!

Me agradaba el entusiasmo que traía TaeMin en ese momento, que probablemente era el de siempre,  pero con ello me bastaba para entender el por qué resultaba ser la adoración de Kibum y mi hyung.

-Vale, ya entendí- me crucé de brazos, sonriendo.- Pero la razón por la que he venido aquí es una especial, TaeMin.-me veía sin terminar de comprender.- Mejor llévame de esos melocotones al lavado en cuanto éstos surjan, ¿te parece?

Se quedó callado un momento, entrecerrando un poco los ojos…

-¡Está bien! Iré a buscar a mi umma… ¡Agh! ¡A Key hyung!- dicho ello, salió del lugar, dejándome una vez más solo en ese pequeño salón.

¡Oh! Debí haberle preguntado por el otro chico de la fotografía que ahora sostenía…Mencionó a un tal GiKwang en su largo discurso… ¿será él?

-¡MinHo! ¿Te quedas a comer?- en eso llegaba JongHyun a donde yo estaba.

-Aigo…no lo creo, Jong. Debo volver al trabajo- reí un poco.- Ya sabes…tengo que cumplir con mi deber. Además, dejamos a DooJoon solo en ese lugar…

-Por eso no te preocupes, MinHo.- dándome una fuerte palmada en la espalda- Cerramos por hoy. Tengo algo preparado para mañana para compensar la falta de hoy.

-Ah…Entonces, supongo  que no tengo inconveniente alguno en quedarme.

Escuchamos un grito desgarrador, seguido de unos chillidos provenientes de otra de las habitaciones. Era Kibum.

-¡TaeMin! ¡Te has pasado!

JongHyun y yo salimos corriendo en busca de Kibum, llegando finalmente a la planta superior. Kibum veía horrorizado una alfombra de un estampado colorido.

-¡Lo ven! ¡Lo ven!- nos gritó una vez llegamos, señalando con aberración una mancha en dicha alfombra- ¡La ensució! ¡TAEMIN, SABES QUE NO DEBES ENTRAR A LA CASA CON ZAPATOS!

-Kibum, tranquilo, la podemos mandar a lavar…-

-¡¿LAVAR?!- gritó a mi hyung, casi queriendo comérselo- ¡QUIEN LAVA EN ESTA CASA SOY YO!

-Umma~- TaeMin hizo igualmente acto de presencia en esa situación. Cerré los ojos en espera de que el pequeño fuera devorado, pero en vez de ello, vi a Kibum frotando su mejilla contra la esponjosa cabeza de TaeMin, junto a un silencio bastante repentino.

-Uhmm…-estaba dispuesto a sacar a relucir mi duda.

-Aigo~, mi lindo TaeMin- me pareció escuchar un ronroneo.- ¿Quieres un poco de leche achocolatada, Baby Tae?

-No…te estaba buscando, umma…-TaeMin hablaba entrecortadamente, dejándose hacer por su extraño umma.

-¡Omo! ¿Enserio? Pues bien, sígueme y cuéntame, Baby Tae…-los dos se alejaron en un pasillo. Finalmente dando la vuelta en otro corredor.

 

 

Y ahí estaba al fin, frente a frente con Kibum y JongHyun, ambas partes en un silencio sepulcral, y yo a punto de golpear a alguien…

¡¿Cómo es que nunca nadie antes me lo había contado?! Estaba iracundo por dentro, no…más bien, me sentía desplazado, y si HeeChul hyung estuviese aquí, diría que eso sólo había sido una patada baja a mi orgullo. Sin embargo, lograba comprender sus silenciosas razones.

-¿Y bien?- acabó con el silencio que yo usaba para procesar la información. Mi hyung me miraba sonriente, a pesar de lo que acababa de contar, se le veía tan normal, similar a las reacciones que tenía luego de que acabase de cometer alguna de sus travesuras, mientras que Kibum seguía con un semblante serio, recargado en el respaldo del sofá en el que se encontraba.

-Yo…JongHyun, ¿por qué…-intenté formular esa pregunta impertinente de mi parte, mas me vi interrumpido antes de finalizarla.

-No quería preocuparte, MinHo- decía haciendo un movimiento con la mano, restándole importancia al tema.-Si vieras la expresión que tienes ahora, te darías cuenta del por qué nunca te lo conté antes.- rió.-No tienes por qué preocuparte de ello. Estoy más que bien con lo que tengo ahora.

Algo en mí, mi lado positivo, le creyó y hasta se conmovió a sobremanera por esas palabras tan cálidas, el que prefería millones de veces el tenernos a nosotros ahora y siempre que a lo que alguna vez llamó familia; sin embargo, lo negativo en mí, me orilló a pensar:

¿De verdad estaba bien con esto?

-¿Dónde estamos? ¿Quién eres?

-Estamos donde quieras estar.

-¿Entonces eres quien quiero que seas también?

- Eso ya tú lo sabes, MinHo.

 

Notas finales:

o.O ¿Qué significará el sueño de MinHo?
O.o ¿Quién era aquella persona en su sueño?
o.O ¿Por qué esta vez no hubo chicos en poca ropa?
O.o ¿A Key se le han ido las cabras por completo?

xDD Ya sé~ Soy malvada por haberles cortado el rollo ahí...si se mantienen sintonizados, sabrán lo que ocurrió con JongHyun y demás *rie malvadosamente* >:3 Kekeke~

¡Los quiero, amores! *0*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).