Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

APARIENCIAS por Athan_Anubis

[Reviews - 74]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola,

Esta historia ya la había subido en otra cuenta solo el primer capítulo, pero se me perdió la contrseña y no la pude continuar... ni modo aquí estoy subiéndola otra vez.

Aclaro que ya tengo terminada la historia y que por eso, subo la continuación el siguiente martes en la tarde.

Espero que les guste.

 

Apariencias

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 1: El hijo del profesor.

 

 

 

 

 

 

 

Estaba muy molesta. Viéndolo observar tan atentamente la clase, tan ajeno de su sentir, como si nunca hubiera pasado nada. Al final del día de ayer, había terminado de transformar su despecho en una cólera fuera de proporción. No se había sentido tan molesta desde que en su quinto año de primaria no había sacado el primer puesto de su año, habiendo perdido por unas décimas el puesto ante una niña rubia que había dejado de ser su amiga desde ese momento.

 

 

 

 

 

 

 

Generalmente ella no era así, era una joven compuesta, amable y  madura para su edad, o al menos es lo que Sakura había creído con el tiempo. Tal vez debería de hacerse un autoanálisis y observar por sí misma si de verdad era tan madura como había llegado a pensar que era. Pero es que se sentía tan ofendida y humillada que la cólera se desbordaba por cada uno de sus poros y, deseaba con todas sus ganas hacerlo sentir aunque sea un poco mal de lo que se sentía desde la conversación de ayer.

 

 

 

 

 

 

 

No estaba prestando atención para nada a la clase, y sabía que si no atendía, sus notas bajarían. No podía permitirse ese lujo. Ella era el orgullo de sus padres, y quería retribuir el esfuerzo que su mamá y papá le dedicaban para poder mantenerla en aquella Universidad de tanto prestigio, nada barato por supuesto. Sin embargo, lo siguió viendo con los ojos entornados, formando una fea mueca de disgusto en sus bonitas y delicadas facciones.

 

No entendía que es lo que había salido mal. Ellos no eran amigos, pero de eso no se la podía culpar. Sasuke no le daba suficiente cabida a nadie para acercarse lo suficiente como para formar un lazo de amistad, claro está, haciendo una excepción por ese chico pelirrojo, cuyo nombre no recordaba, pero su apellido sonaba a algo como Sobako o muy parecido. Bueno, eso no le importaba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AYER

 

 

 

 

 

 

 

Todos los amigos y amigas de Sakura Haruno, los cuáles eran bastantes, la habían estado molestando continuamente con Sasuke desde hacía un mes. Todos hablando acerca de lo bien que se verían juntos y lo perfecto que encajarían sus caracteres. Eso teniendo en cuenta que Sasuke era el chico más guapo y el mejor alumno de los ingresantes de su promoción en la carrera de Economía y, que ella era también, muy bonita y la segunda mejor.

 

 

 

 

 

Poco a poco había ido dirigiendo su atención hacia Sasuke, y gracias a tantos comentarios con los que le habían llenado la cabeza, había llegado a la conclusión de que todos tenían razón, ella y Sasuke eran perfectos el uno para el otro, y estaba segura, aquel chico de cuerpo de infarto, ojos y cabellos negros, y carácter frío y decidido pensaría de la misma forma. Después de todo, su papá y mamá siempre le decían lo hermosa e inteligente que era, con sus bonitos ojos jade, su cabello raramente de un color rosa y todos los diplomas que había ganado desde que era una niña pequeña.

 

 

 

 

 

Así que armándose de valor, apenas habían terminado sus clases del día, guardó sus cosas rápidamente y con paso acelerado se acercó al asiento donde se encontraban Sasuke, Gaara y otro chico parecido al primero, con excepción de que éste era más pálido y las facciones de su rostro eran un tanto diferentes, no tan elegantes y masculinas como las de Sasuke, pero igual de llamativo a la vista.

 

 

 

 

 

 

 

Un poco nerviosa y casi arrepintiéndose de lo que iba a hacer, estiró su brazo y lo colocó encima del de “su pareja ideal”, y sintiendo como si hubiera hecho algo malo, rápidamente lo quitó. Sasuke, volteó a verla, mas no habló.

 

 

 

 

 

-¿Podríamos hablar?.- ella le había dicho con la voz un tanto entrecortada.

 

 

 

 

 

-Te escucho.- le hubo respondido el azabache con un tono relativamente amable, pero sin quitar la sequedad con la que normalmente hablaba. Un poco atontada lo observó por unos segundos, esperando el momento en que hiciera amago de seguirla para poder tener su charla. Al notar que simplemente estaba esperando a que le dijera lo que deseaba de él frente a sus amigos, la garganta se le secó.

 

 

 

 

 

-A solas.- le había dicho con la voz más aguda de lo normal. Comenzó a dirigirse fuera del salón muy despacio, esperando que la siguiera. Escuchó la varonil voz de Sasuke decirle a su amigo que se fueran sin él, que él todavía tenía que hacer algo en la Universidad y que se quedaría unas horas más.

 

 

 

 

 

Poco después, percibió la presencia del azabache a su costado mientras iba caminando. Y notó, no sin cierta molestia, que parecía estar apurado, pues constantemente veía su reloj. Para amenizar el momento, mas no sin cierto nerviosismo, intentó comenzar una conversación.

 

 

 

 

 

-¿Vas a sacar algún libro de la biblioteca?.-preguntó, pues era para lo que generalmente los alumnos se quedaban después de clases en el campus.

 

 

 

 

 

-No.- le había escuchado decir. Por la respuesta también se dio cuenta que no deseaba hablar, al menos no en el camino, o eso deseó pensar.

 

 

 

 

 

Por un instante se amedrentó y quiso decirle que en realidad no era nada importante lo que deseaba decirle, mas no lo hizo. Nerviosa, lo miró disimuladamente, y la seguridad regresó a ella. Definitivamente harían una pareja bonita.

 

 

 

 

 

Caminaron hasta llegar a una zona que parecía estar vacía, claro a excepción de ellos. Cuando se pararon, Sakura rápidamente giró sobre su sitio y se colocó de cara frente a Sasuke. Respiró hondo y, no supo que decir. En realidad deseaba decirle muchas cosas, todos los motivos por los cuáles deberían ser pareja, o muchas otras cosas más, pero no sabía cómo empezar. Rodó los ojos, molesta consigo misma y decidió que empezaría por lo que era lo que a fin de cuentas le había llevado hasta ahí.

 

 

 

 

 

-Me gustas, y me gustaría salir contigo.- lo dijo pausadamente, casi como si lo hubiera ensayado. Vio con detenimiento el rostro del chico, buscando alguna señal que le indicara que iba por buen camino o mostrara alguna sorpresa gratamente recibida, pero no. En su rostro no había ni siquiera sorpresa. ¿Tan evidente había sido lo que deseaba?. Abrió la boca, para decir algo que ayudara a la situación, pero antes de decir cualquier cosa fue interrumpida por su acompañante de ojos negros.

 

 

 

 

 

-No - fue lo que escucho de esa varonil voz, tan seca y falta de sentimientos que por un momento pensó que había sido una broma. Desconcertada, lo miró más fijamente, como si con ello pudiera cambiar la respuesta.

 

 

 

 

 

-¿Por qué?.- fue lo que su cerebro había procesado y ella había preguntado. Él la había mirado como si la examinara. Como si evaluara lo que debería decir a continuación.

 

 

 

 

 

-No me gustas. Prefiero otro tipo de… persona.- Corto y conciso.

 

 

 

 

 

Rápidamente desvió los ojos, viendo las paredes como si ahí se encontrara la traducción de lo que Sasuke le había querido decir. Eso le había caído como un balde de agua fría. Sakura no se esperaba por ningún motivo esa respuesta. La respuesta era arrolladora, era como si para él ella fuera muy poca cosa. Tratando de ocultar la cólera naciente que sentía y que quería desbordarse de ella mediante lágrimas, bajó el rostro y cerró los ojos por un momento. ¿Qué clase de respuesta era esa? ¿No podría simplemente haberle mentido y decirle que ya estaba saliendo con alguien o cualquier otra cosa?.

 

 

 

 

 

- Estoy saliendo con alguien.- fue lo que escuchó mientras tenía la cabeza agachada.

 

 

 

 

 

Y encima, después de lo anterior, se lo venía a rematar. Si ya la había rechazado cuál era el punto en que inventara la tonta excusa después de haberle dicho lo primero. Decidida a decirle algunas cosas y así descargar su cólera levantó el rostro, dispuesta a enfrentarle. Siempre había sido valiente y decidida, no iba a cambiar por un idiota con el ego por las nubes. Ubicó su rostro y se detuvo en sus ojos.

 

 

 

 

 

Este arrogante chico no se iba a salir con las suyas.

 

 

 

 

 

Observó con detenimiento su rostro, y notó, no sin cierta confusión, las señales de desagrado y casi repugnancia que el níveo rostro de Sasuke mostraba. Mucho más dolida y sintiéndose estúpida, tomó su mochila y se fue corriendo, sin ver lo que en verdad Sasuke observaba  con tanto desagrado.

 

 

 

 

 

PRESENTE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La cólera que trataba de controlar pugnaba por salir a flote y descargarse venenosamente contra Sasuke. Después del día anterior, lo había repasado una y otra vez, como en cámara lenta. Y había llegado a la “brillante” idea de que Sasuke tenía que ser gay. Si ella no le gustaba es porque él era gay, además, claramente él le había dicho “me gustan otro tipo de… personas”; así que esa era la solución para todo lo de ayer. Sasuke era gay y ella seguía siendo igual de perfecta que antes de la confesión. Pero aunque se quisiera engañar y se lo repitiera mentalmente una y otra vez, en el fondo de su mente no creía la conclusión a la que había llegado, por lo que su humillación seguía siendo la misma. ¿Por qué Sasuke no le quería igual que ella a él? Sentía una ira ciega, pero muy en el fondo se sentía triste.

 

 

 

 

 

Otra vez trató de concentrarse en lo que el profesor decía.

 

 

 

 

 

 

 

-…Sobre esta fase  se entiende claramente que entre la Ética Filosófica y la Ética teológica existe una neta distinción, que es paralela a la que se da entre la vida moral humana y la vida cristiana o, si se prefiere, a la que diferencia las virtudes humanas de las virtudes cristianas…

 

 

 

 

 

 

 

Gracias a lo que escuchó, solo logró recordar que se encontraba en la clase de Ética y que estaban tratando acerca de la diferencia entre la ética filosófica y la teológica, pero ni idea de lo que había querido decir el profesor. Sin poder hacer mucho al respecto, su vista volvió a enfocarse en Sasuke. Parecía estar muy atento a la clase, es más, no recordaba haberlo visto atender con tanto empeño en alguno de los cursos. Molesta con ella por no atender donde debería, molesta con Sasuke por haberla rechazado de esa manera y molesta con todos por estar ajenos a su cólera, levantó la mano en pos de hacer una pregunta.

 

 

 

 

 

Por un momento dudó e intentó bajar su mano. Pero era muy tarde, el profesor ya la había visto.

 

 

 

 

 

Solo esperaba que de alguna manera no se arrepintiera de lo que iba a hacer.

 

 

 

 

 

-¿Si?, Sakura.- el profesor la miró con aquellos ojos color azul profundo y junto con esa mirada, sintió muchas otras más. El profesor al ver que ella no decía nada, levantó una de sus cejas a modo de pregunta.

 

 

 

 

 

Aún en su momento de estupefacción por lo que iba a hacer, reconoció que ese gesto era muy parecido al del azabache. Al recordar al susodicho su cólera volvió, y con ella sus ideas se fundieron en una sola. “Joder a Sasuke”

 

 

 

 

 

-Como profesor de ética, ¿qué piensa acerca de que un alumno, hombre, esté enamorado de usted?.- y con ganas de inculpar o de que los alumnos dieran con el susodicho, señaló a Sasuke con la mirada, mientras una sonrisa un tanto cínica se formaba en su rostro. Pero al ver el rostro de Sasuke, al ver el rostro de sus compañeros y, sobretodo de su profesor, se dio un golpe contra la realidad.

 

 

 

 

 

Ella ya no era una niña, por lo tanto no podía simplemente decir que había sido un tonto error suyo haber abierto la boca. Sus palabras ya habían sido procesadas por todos, y su mirada había sido rotundamente clara. Había dicho que Sasuke estaba enamorado de su profesor, y encima se lo había dicho a su profesor enfrente de todos, interrumpiendo la clase que nada tenía que ver con el asunto.

 

 

 

 

 

¿Qué estupidez había hecho?.

 

 

 

 

 

Ya no sabía si tenía ganas de llorar o gritar, simplemente sabía que había cometido un error garrafal.

 

 

 

 

 

Casi en fracción de segundos, se hizo un silencio enmudecedor en el salón. Todas las vistas dirigidas a los tres susodichos. El profesor, Sasuke y Sakura. Sobrecogida, al darse cuenta de lo que había dicho, intentó abrir la boca para poder disculparse. Estaba metida en grandes problemas. Si mal no recordaba, ese era uno de los mejores profesores de la Universidad. Su otra vez amiga desde el incidente de quinto, Ino, que estudiaba Filosofía, le había dicho textualmente “eres una maldita suertuda, frente de marquesina, por poder estar en su clase.” El profesor Uzumaki no solo era reconocido e inteligente, sino que también muy guapo.

 

 

 

 

 

 

 

Naruto Uzumaki, Doctor en Filosofía contemporánea de la Universidad de Harvard, Magister en Teología y Filosofía de la Universidad de Cambridge, habiendo cursado sus estudios de pregrado en la Universidad de Oxford. Ahora Decano de la Facultad de Filosofía, con varios reconocimientos por sus investigaciones en la materia. Conocido por ser uno de los mejores en su campo.

 

 

 

 

 

 

 

Y según le había dicho su amiga, solo estaba enseñando a los de Economía porque el mismo profesor lo había solicitado alegando que estaba realizando una investigación en el área de Economía.

 

 

 

 

 

 

 

Oh sí, sentía como si se hubiera ido a la guerra sin nada con que  defenderse ni con qué atacar. Una guerra en la que no tenía provisiones para nada. Vamos, se sentía desnuda y en el campo de batalla.

 

 

 

 

 

 

 

-En realidad, no entiendo a qué viene su pregunta. Ahora no estamos hablando acerca de “amores idílicos”.- y el profesor sonrió a toda la clase.- así que su pregunta está fuera de lugar. Y por otro lado, ¿es que acaso estaría usted celosa?

 

 

 

 

 

 

 

Y toda la clase se soltó en risas y murmuraciones.

 

Oh Dios, después de la sorpresa inicial, y ya permitiendo que el aire volviera a entrar en sus pulmones, que ganas de saltar de su asiento y abrazar a su profesor. Ya había notado en las clases anteriores, que ese profesor era por demás… liviano, en su trato con los alumnos. De ser otro el carácter de su profesor tal vez y hasta la hubieran expulsado en ese mismo instante de la universidad. Pero, aún así, se sentía sumamente arrepentida. Lo que había hecho, era algo que no se debía hacer.

 

 

 

 

 

 

 

-Y solo para que no molesten a Sasuke porque sus jóvenes mentes piensen en cosas sucias, porque la mayoría de ustedes las tienen, él es mi hijo, así que como verán, la historia de amor inventada por la creativa señorita Sakura es totalmente carente de sentido.

 

 

 

 

 

 

 

Sasuke.

 

 

 

 

 

 

 

De un momento a otro el alivio que había sentido por la armonización del ambiente, se esfumó. No quería ver a Sasuke, ya no por su cólera, sino porque sabía que aunque las cosas hubieran terminado relativamente bien, lo que ella había hecho era algo que no debió de hacer. Mas que defraudar a sus padres, quienes no la habían educado así, se sintió defraudada consigo misma. Aún así, y siendo valiente como acostumbraba, sus ojos ubicaron el rostro de Sasuke. Tenía el ceño fruncido. El joven de ojos negros y pestañas largas, parecía molesto y levemente decepcionado. No en vano lo hubo visto tantas horas antes de tomar su decisión.

 

 

Notas finales:

 

Espero les haya gustado, y que me dejen comentarios.

Nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).