Se sentía pesado. No podía mover ningún musculo de su cuerpo, incluso hacía un esfuerzo porque sus ojos se abriesen. Todo lo que podía percibir, era ese toque cálido. Alguien sostenía su mano, ¿Quién era?
Cuando se encontró con el brillo a su alrededor, movió su rostro débilmente al costado. Aquella simple acción le había costado demasiado, pero valió la pena. En una pequeña parte de aquella camilla reposaba una cabellera rubia quien descasaba con su mano entrelazada a la de Sasuke.
Una extrema ternura embargó su pecho.
—Na-Naruto…-su voz era tranquilizadora, apenas un susurro, no tenía fuerzas para intentar hablar más alto-Naruto, despierta.
El cuerpo ajeno se removió un poco, observó como esos bellos ojos azules se abrían sorprendidos ante su figura.
—¡Sasuke! ¡Oh, Sasuke, gracias a Dios! Joder…
Su corazón palpitó con fuerza cuando Naruto prácticamente se abalanzó a rodearlo con sus brazos, no dudó en corresponderle y sonrió de medio lado con los ojos entrecerrados.
—No sabes… no sabes cómo me tenías maldito-la voz del rubio se escuchó preocupada cerca de su cuello, sintió los brazos del blondo estrecharlo como si temiera perderlo en ese instante-Mierda… mierda, Sasuke, estúpido teme.
—Naruto…-apretó la camisa del rubio con fuerza, su rostro estaba cerca de su cuello y aspiró su delicioso aroma haciéndolo relajar.
Luego… recordó todo. La cabellera roja, los ojos rasgados de un verde imposible de olvidar.
Recordó a Gaara.
—Naruto-volvió a susurrar seriamente-¿Dónde está él?
El rubio se separó lentamente de su cuerpo poniéndose de pie de la silla y acomodar un poco su vestimenta arrugada por dormir en esa incómoda posición.
—Afuera.
—Hazlo pasar, por favor.
El oji-azul vio palpable el temor en los ojos negros de su antiguo amor, suspiró y tomó su mano entrelazándola con la suya. Sasuke nuevamente sintió un calor recorrer su cuerpo junto a su expresión de sorpresa.
—Escúchame, Sasuke, esto es muy importante y no quiero que vuelva a pasarte lo mismo-apretó su mano con fuerza-Esa persona que vimos en el concierto…-guardó un momento de silencio y lo miró fijo a los ojos-No es Gaara.
—¡¿Qué?!-exclamó bruscamente.
—No es Gaara, Sasuke-repitió con aire tranquilizador-Es su primo, se llama Taiga. Vino de Europa a pasar las vacaciones y visitar unos parientes-le explicó.
—¿Primo? Gaara jamás mencionó la existencia de otra persona igual a él. Son tan parecidos…-llevó la mano desocupada a su frente tapando parte de su rostro-Nunca me dijo de un primo, a decir verdad, solo conozco a Temari y Kankuro.
—Mientras dormías, me contó un poco de él y de cierta forma, es buena persona-sonrió levemente-Me causa cierto impacto aun verlo, pero definitivamente él y Gaara son muy diferentes. Esta persona, Sasuke, es muy seria. Parece no tener emociones, le conté de Gaara y que Ryu es su sobrino. Omití ciertas cosas, tú sabes, lo tuyo con Gaara. El cómo… bueno, eso-se sintió incomodo ante la mirada penetrante de Sasuke-Es extraño, ¿verdad?-apartó su mano discretamente de la del moreno.
—Mucho…-bajó la mirada-Naruto…
—¿Mm?
—¿Ryu esta…?
—No te preocupes. Esta bien-sonrió-Se desmayó unos segundos después que tú.
—¡¿Eh?!
—¡Relájate!-lo tomó de los hombros al ver al moreno a punto de saltar de la cama-no intentes levantarte, tienes que descansar lo suficiente.
—Pero Ryu…
—Ssshh, te digo que está bien. Él… ha estado hablando con Taiga.
—Ryu, debe… debe estar…
—Sasuke, por favor, recuéstate bien.
—Dobe…-volvió a acomodarse en la cama con ayuda del rubio-¿Cómo lo ha tomado?
—Al principio…-cerró los ojos unos segundos-Lloró-Naruto reflejó en su rostro una mueca triste que a Sasuke le dolió-Ver a su padre, mejor dicho, jamás conoció a Gaara. Solo en las fotos que le di, verlo frente a él… Taiga se lo hizo saber. Que no era Gaara. Fue muy doloroso, Sasuke-los ojos del rubio cobraron brillo debido a la humedad-fue bueno que no lo vieras. Ahora descansa, lo que me ha sorprendido fue ver como Taiga abrazaba a Ryu consolándolo. Fue tierno-se secó los ojos.
—Dile que quiero hablar con él.
La cara del de ojos azules mostró inseguridad. Sasuke lo notó.
—Naruto-tomó su mano con delicadeza-No me pasara nada-intentó tranquilizarlo.
—Es que… yo, yo no sé, Sasuke. Podría ser muy precipitado todavía. Si vuelve a cortarse tu respiración, yo…
—Dobe-presionó su mano con la suya al tiempo que le brindaba una pequeña sonrisa-Me pone tan feliz que te preocupes por un desgraciado como yo.
Las mejillas del blondo enrojecieron.
—No me pasara nada, estaré bien ahora que sé la verdad. Hazlo pasar.
—Cuando te pusieron la mascarilla…-confesó sonrojado y con los ojos aguados a punto de llorar-yo miraba a través de la ventana, le rece a Dios, joder… pensé que… mierda, no voy decirlo. Estás aquí ahora, conmigo-recostó su cabeza en el abdomen del Uchiha sintiendo su lenta respiración, una pequeña sonrisa se posó en sus labios al notar los latidos erráticos del azabache-El doctor dijo que estabas descuidando tu salud. Veo que el asma ha vuelto a atacarte…
—Sobreviviré, Usuratonkachi-respondió burlesco.
—Esto es serio, teme-gruñó molesto contra su cuerpo-Podría pasarte algo grave, por favor, no te descuides.
—Ya, Naruto. Está bien. Daré mi mejor esfuerzo por reponerme, ¿ok? Ahora ve y trae a ese Taiga-le acarició rápidamente los cabellos rubios antes que se levantase por completo de él.
—De acuerdo-le dio la espalda para salir de la habitación, pero antes de abrir la puerta la voz de Sasuke le detuvo.
—Naruto.
Su mano tembló al tomar el picaporte.
—Te amo.
Salió de allí sin darle una respuesta, con la cara roja y el corazón descontrolado.
oOoOo
La reunión se había efectuado en el mismo lugar, el galpón abandonado. Lugar que muchos consideraban peligroso.
—Faltan tres días.
—Estoy impaciente-susurró uno de ellos.
—Deidara, ¿Has conseguido lo que pedí?
—Sí, señor.
—¡Cuéntanos entonces!-elevó la voz.
Todo el grupo miró al menor que se ponía un tanto nervioso, se puso de pie de la chapa que pertenecía a un auto y sacó unos papeles de una mochila ubicada detrás de él.
Aclaró su garganta antes de iniciar la lectura de sus recientes observaciones.
—El señor Itachi Uchiha, vive en un departamento de alquiler que está a solamente diez cuadras de la empresa de su hermano. La mayoría de veces se moviliza en su automóvil negro. Está trabajando como maestro en una universidad privada, entra a las seis de la mañana y sale a la una de la tarde. Antes de llegar a su casa, prefiere parar en un restorán y comer allí. Estos últimos días ha estado frecuentando la empresa ayudando a su hermano, también sabe ir a bibliotecas donde después de retirar un libro, se la pasa horas sentado en la plaza.
—Vaya, has observado bastante-rió-Eres un acosador.
—Cállense-gruñó su jefe-Deidara, creo que has detallado información innecesaria. De cualquier forma, lo que me interesa de ahí es que sabes la ubicación de su departamento y los horarios de su trabajo. Te elogio por eso.
—Gracias, señor-se inclinó levemente.
—En cuanto al hijo de Uchiha Sasuke, ¿Alguien ha podido averiguar algo?-miró al resto.
—Sí, jefe. El mocoso sabe ir acompañado de su tutor en auto, tanto de ida como de regreso. Aunque no descarté la otra opción, sabe irse al instituto junto a sus compañeros al igual que a la salida.
—Será difícil. Tenemos que raptar al niño sin que esté presente el rubio. La mejor opción sería cuando este solo con sus compañeros y alejados de la escuela.
—Muy pocas veces suele ocurrir, jefe. Su horario es de siete y media a dos de la tarde.
—Dos de la tarde, perfecto. A esa hora casi no hay nadie en la ruta.
—¿Entonces que hacemos, Pain?
—Tres días, muchachos. Nos dividiremos en dos grupos. Tres de nosotros irá por el niño y el resto por el hermano de Uchiha Sasuke.
—Y si el poderoso bastardo no coopera con el dinero…-sonrió maquiavélicamente.
—Le haré un agujero en la cabeza a su único hermano y me violaré a su hijo.
—Ja, ja, ja, ja… genial. Me encanta tu crueldad.
—Son despiadados. Siento tanto miedo estando con ellos… Dios, ¿porque tuve que meterme en esto?-pensaba Deidara ocultando sus manos en los bolsillos de su pantalón-No puedo dejar… de temblar…