Otro día más, otra tarde que pasa inútilmente, y yo enfrente de una pantalla que llevara ya 4 horas encendida.
Miro a ese aterrador objeto que llegamos a querer asesinar estampándolo contra la pared por las mañanas, marca las siete de la tarde...vaya que tarde.
Me levanto encaminándome a la cocina, y como toda persona que se dirige a la cocina, abro la nevera.
Nada, sospecho que hasta un desierto contiene más cosas que mi nevera...oh, un limón que paso de amarillo a verde, ¿o será una lima?...no, no lo creo...lo más seguro será que lo tire.
Supongo que tendré que hacer la compra, ¿cuanto hace que no la hacía?...ya no lo recuerdo.
Salgo de casa y llamo al ascensor, con tan mala suerte que esa ocupado, te preguntaras ''¿y? solo tienes que esperar'', ya, pero logro escuchar ruidos de muebles siendo metidos en el hueco claustrofóbico del ascensor, que por cierto, tiene un año más que yo.
El deporte no es lo mío, y bajar escaleras desde un 7º tampoco....logro bajar, con la respiración agitada, pero al menos llegue, y como me suponía, dos hombres y una mujer que les grita mandándole indicaciones de como meter ese mueble, hacen tetrix para meterlo.
Una de dos, o están tan obsesionados con el mueble que no se dieron cuenta de cuando pase por su lado y salí, o son unos maleducados, optaré por la segunda, ya que no es la primera vez que me topo con ellos.
Me dirijo, como es obvio a un supermercado, o un 24 horas, lo que quede más próximo, o lo que encuentre antes.
Antes de salir, como siempre hago, cogí el mp4, se ha convertido en una acción automática para mi, ''llaves, móvil, cartera, mp4...bien ya estoy'', lo enciendo y me alejo de los ruidos urbanos, de la gente que va siempre con prisa, quieren aprovechar cada segundo ¿eh?
Al doblar la esquina diviso un 24 horas, por las canciones que han pasado supongo que habré tardado unos 20 minutos...
Antes de entrar me saco el auricular derecho, no quiero parecer una zulú andante que no atiende a nadie, aunque eso sea lo que soy.
Al lado del mostrador de la cajera hay cestas, cojo una y me dirijo a mi principal misión, hacer la compra.
Cojo lo necesario, un poco de carne, pescado, algunos vegetables, pasta...no, espera...pasta ya tengo en casa, de hecho es lo único que me queda junto el limón-lima.
Paso por el lado de dulces...oh mi debilidad.
Es inevitable, ya me encuentro revisando las chocolatinas...kit kat, moush...freesh?, vaya, ese es nuevo.
Me dirijo a la caja registradora revisando la compra para saber si me llega el dinero.
Voy observando como la chica pasa los objetos antes situados en la cinta.
Sí, la chocolatina freesh paso por ahí, lo dije, es mi debilidad.
Salgo del 24 horas, que por cierto, me clavaron 50 euros por 4 cosas de mierda, no me gustan los 24 horas...timadores...
Ya con los dos auriculares puestos observo la chocolatina, nunca había visto esta marca, ¿será del 24 horas? no, no creo, guardo la chocolatina en la bolsa que, por cierto, me cobraron...ahora cobran las bolsas, ¿mañana que será? ¿pagar por el tiempo que pases dentro?...mejor me callo, que a lo mejor lo toman en serio.
Siento unas voces, una chica...parece que se dirige a alguien, esta a una distancia ''considerable'' por detrás mía, digo ''considerable'', porque para una persona normal serán unos pasos de nada, para mí que como ya dije no hago deporte, son quilómetros de distancia.
De repente siento un pequeño roce en mi hombro derecho, miro hacia la dirección del roce y me topo con una chica, parece ser que me conoce..¿o no?, yo no recuerdo a verla visto antes.
-Perdona, ¿esto es tuyo? - dijo dándome una sonrisa amable y cálida, que me embauco...pero...tan solo por un segundo...
Creo que mi cara de confusión debió de ser muy obvia, porque se rio y me tendió la mano con un objeto entre sus manos, que, por cierto, eran pálidas como la nieve, y las más hermosas que he visto nunca...bueno, puede que exagere, no conozco a mucha gente.
Después de estar unos segundos observando sus manos, divise el objeto...
+…Freesh... - dije idiotizada, recordando que lo había metido en la bolsa...¿tendrá un agujero?...no creo, si no tendría un camino de cosas tiradas detrás mía, y al parecer solo fue la chocolatina.
-Em, sí, bueno, se llama freesh, creo... - dijo con tono divertido leyendo el nombre.
+Sí, disculpa, es mío, creía que lo tenía en la bolsa pero al parecer no...
-No te preocupes. - dijo con tono alegre...¿alegre? ¿por qué?
Me tendió la chocolatina y yo la recogí...de nuevo en mis manos ¿eh? freesh...
+Gracias... - se hizo un silencio, ella no se iba, yo tampoco...¡oh, qué demonios! - llegaste pronto...
-¿Pronto...? - parece que la descoloque.
+Sí, ya que si no hubiese encontrado la chocolatina, hubiese puesto carteles de ''búsqueda y recompensa’’. - dije con tono divertido..¿divertido?...¿desde cuándo uso yo eso?...esta chica...
-¡Oh...! - dijo pillándolo -...y...¿mi recompensa? - dijo con un tono...¿coqueto?...
+Pues... - cogí un boli que no sé de donde de mis bolsillos salió, pero se lo agradezco y empecé a escribir en la chocolatina -...lamentablemente, esta chocolatina esta defectuosa, parece tener el envoltorio con unos garabatos. – que, por supuesto, era lo que yo había escrito.
-Ah...¿sí? - pregunto intentado comprenderlo.
Se la entregué y ella empezó a intentar descifrar lo que tenia escrito, digo descifrar, porque mi letra es como la de un medico....¡creo que lo consiguió!, ¡a sonreído!
-Vaya...si que esta defectuoso. - dijo sin perder esa sonrisa que me hará andar en vela todas las noches pensando en ella.
+Sí...y da la casualidad de que es mi número de móvil. - dije mostrándole una sonrisa que ni yo misma creía que tenia.
Hoy, era un día cualquiera, a una hora cualquiera, cuando conocí una persona cualquiera que cambio mi vida a una completamente...diferente.
The End.