No es que me haya gustado, ni que hubiera sido el mejor beso de mi vida pero estaba allí sin moverme, en un completo estado de shock, mientras su cara mantenía cierta distancia con la mía. Por cierto, y creo haberlo dicho antes, que guapo es este chico es definitivamente lo único bueno en él.
Sus ojos aun miraban los míos sin remordimiento y hasta divertidos por la situación, su mano derecha se mantenía apoyada en la pared y la izquierda aun la tenía a un costado de mi cara mientras que la leve y perversa sonrisa que mantenía en sus labios solo me hacía pensar ¡COMO ODIO A ESTE BASTARDO!
-Ya veo, nuestra estrellita azul~sama resulto ser una estrellita rosa~sama-
Recuperé la compostura, y me salió de los labios lo primero que se me vino a la mente.
-Yuki~chan, algunas veces deberías entender tu posición-
Se separaba completamente de mí.
-¿Entender mi posición?, te recuerdo que yo no soy el que reparte besos creyendo que está en esos culebrones de la cajita idiota-
Dije ofuscado, es que ¿Qué se cree? No porque sepa que mi papá se acuesta con Kaoru va a tratarme como su puta mascota.
-Yuki~chan te lo repito desde hoy y hasta que me aburra de ti, serás mío-
Dijo de lo más calmado aunque no sé que me molestara más lo que dijo o la tranquilidad con la que lo dijo, pero mientras en mi mente lo único que pasaba era, en letras gigantes, el odio que crecía a cada segundo.
-Ahora sí que la fama te volvió más idiota de lo que ya antes eras, cantante~sama aunque dar consejos sin que me los pidan está en contra de mis principios por ti haré una acepción ¡ALEJATE DE MI! ¿Entiendes? O ¿necesitas que te lo explique con dibujos?-
Termine de decir y me fui adelante dejándolo solo.
Minutos más tarde cuando ya estaba algo calmado regrese al salón pero mientras trataba de poner atención un escalofriante pensamiento cruzo mi mente ¿Qué diría Saku si supiera que su ídolo me había besado?, Saku lo siento ese chico no es lo que esperabas pero no seré yo quien te lo diga al fin de cuentas esto a mi ya no me compete y digámoslo que semejante ser le guste a mi hermana poco y nada me interesaba.
-Yuki~chan, Yuki~chan-
Un compañero me daba de codazos para que pusiera atención a lo que pasaba, esperen ahí un momento ¿Yuki~chan? No me digan que me llamaran así desde ahora, Kaoru es una pena que no puedas escuchar mi pensamientos pero algún día haré que me pagues todas las que me haces.
-¿Sí? ¿Qué pasa?-
Dije rápidamente
-El Director acaba de entrar y te miraba, un poco más y te regaña frente a la clase-
Terminó por susurrar.
Efectivamente Kaoru acababa de entrar y estaba por dirigirse a nosotros solo restaba terminar de informarle al profesor de turno.
-Estudiantes, hoy he recibido la agradable noticia de que por esta semana tendrán el agrado de compartir salón con un estudiante transferido, pero no es cualquier estudiante antes de decirles quien es, quiero que se comprometan a guardar compostura-
Hizo una pausa para ver las reacciones de los presentes todos dieron su aprobación, menos yo con toda honestidad ya me suponía de lo que se trataba no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que tendremos a una nueva lucecita alumbrando por el salón.
-Akira~kun puedes pasar-
Dijo dirigiéndose hacia la puerta en donde entraba aquel desquiciado chico.
Primero hubo un molesto silencio, nadie hablaba, más que eso nadie reaccionaba aunque si me hubieran dado a elegir absolutamente prefiero el silencio ya que después de el vino la histeria un ruido insoportable, las chicas gritaban su nombre, los chicos, y para mi sorpresa, lo recibieron con los brazos abiertos, es aquí donde lo entendí a la perfección aquella estrellita brillante~sama era más popular de lo que mi mortal humanidad se imaginaba.
Chicos se que no sociabilizo mucho con ustedes pero creo que no merecen ser engañados por este patán, pero lo siento se que si les digo algo no me creerían, que mas da húndanse en su mentira.
-¡Hola! Soy Akira Ishinose, seré su nuevo compañero y espero que nos llevemos bien-
Cuando todos se tranquilizaron, el chico simpatía comenzó a presentarse con una gran sonrisa en la cara.
-Chicos por favor cuiden de Él, y tu Yuki~chan-
Yo solo quería convertirme en tortuga y esconderme, pero no con las últimas energías que me quedaban lo miré mientras pensaba “¿qué estupidez me harás hacer ahora?”
-Yuki~chan seguimos con lo acordado-
¡Ufff! Kaoru das miedo hombre, definitivamente eres un puto demonio, y así nuestro “respetable” Director abandonaba el salón.
-Akira~kun, siéntate donde gustes, y chicos por favor compostura ya podrán hablar con él, no se desesperen no queremos que Akira~kun tenga una mala impresión de todos-
Terminó de hablar el profesor volviendo a dictar su clase.
“Akira~kun” buscó donde sentarte, al fondo del salón encontró un asiento vacío por lo tanto quedamos, para mi suerte, a metros de distancia pero aun así podía sentir su mirada penetrar mi cabeza.
Así pasaron prácticamente las 4 horas que quedaban de clases.
Ya nos estamos alistando para salir y me dirigía a la salida del instituto, cuando un auto lujoso se paro en la entrada estaba claro venían a buscar a la luciérnaga que brillaba entre una multitud de chicas que no paraban de acosarlo, aunque es gracias a ellas que no hablamos mas después de aquel incidente.
Aquel chico se subió pese a los reclamos e insistencias de las presentes y se fue.
¡POR FIN ESTE DÍA HABÍA ACABADO! Quería gritar pero me contuve, así me apresuré en regresar a casa quería acostarme y dormir.
Cuando llegue, como siempre, busqué mis llaves y como nunca me costó abrir la puerta pero al final lo conseguí, atribuía mi letargo al cansancio del día ese chico se llevó todas mis energías, bueno el tema es que entre y me dirigía a buscar algo para comer llevármelo a mí pieza, volví a abrir otra puerta que daba a la sala de estar ya que esta conecta directamente con la cocina, y ¿con que me encuentro? Que en mi sillón, con mi madre (mi hermana no estaba, cosa que realmente agradecí) estaba el señorito sonriendo de lo mas cómodo, estaba petrificado aun con el pomo de la puerta en la mano y dudoso de entrar o arrancar en ese mismo momento, los dos me quedaron mirando Él con una sonrisa de satisfacción y mi madre con una cara de incredulidad hasta que esta última se paró a darme la bienvenida y a decirme algo que de verdad me hizo querer huir.
-Yuki~chan, Akira~chan se quedará con nosotros la semana que estará en tu instituto, me llamó Kaoru~chan para pedírmelo-
Por primera vez en mi vida, quise asesinar a alguien.