Consecuencias después de la Película Casera.
Kyo sacó el CD de un fuerte golpe en el botón de salida, inmediatamente lo guardó en su bolsillo. No quería volver a ver aquello, ni siquiera era capaz de pensar claramente…aquello había sido la peor humillación de su vida y lo habían visto ni más ni menos que Die y Aoi.
Cuando se volvió, los susodichos estaban con la boca abierta, impresionados y Reita respiraba tranquilo, al verse libre de tal humillación.
- ¡OH DIOS MIO!- exclamó Die separando cada palabra cayendo como una losa sobre el avergonzado Tooru,
- Nunca me esperé esto…- dijo igual de impactado Aoi.- Siempre pensé que Reita sería el sumiso, ¡hay veces que se le ve taaan uke!
- ¡Hey!
- Entonces, Kyo-chan…- habló serio Die, acercándose y poniéndole una mano sobre el hombro al rubio, que tenía la mirada clavada en el suelo.- ¿Qué tal tu culo?
Esa fue la guinda del pastel, Kyo apartó de un empujón a Die, por un momento pensó que le tendría compasión pero el pelirrojo no conocía esa palabra. Daisuke cayó al suelo entre risas, acompañado de las de Aoi y unas breves carcajadas por parte de Reita.
- Venga, venga, que no te quiero dar por culo- se burló nuevamente Die, levantándose.- Así que, Kyo, si no quieres que mi preciosa boca se abra más te vale que seáis nuestros esclavos.
- Hey, a mí ya me da igual que se sepa…No es de mi incumbencia que a Kyo le guste por detrás, no me interesa si se enteran o no- respondió Reita, limpiándose las manos.
- Serás hijo de puta- se encaró Kyo, tomándole del cuello de la camisa.- ¿En serio crees que disfruté ese micro pene?
- ¡Dejad las peleas amorosas para otro momento! Rápido empezáis con problemas con el sexo…- se burló Aoi.
- ¿Bien Kyo, aceptas?- repitió Die, formando una sonrisa maliciosa.
- Sí- contestó, soltando al bajista que no había soltado palabra desde el desprecio de Kyo.- Me largo.
Dicho esto salió de la habitación del hotel para perderse entre la multitud. No iba a beber en la vida, no ahora después de aquella vergüenza. ¿Cómo pudo terminar así? ¿Por qué narices tuvo que aceptar ver la grabación? ¿Qué coño pensó Die para poner una cámara?
***
- ¡Me encantará tener como esclavo a Tooru!- exclamó feliz Die.
- Sí, ya sé quien me afinará la guitarra, me traerá agua, me limpiará la moto y una larga lista más, a partir de ahora- convino Aoi.
- Yo también me marcho- anunció serio Reita.
- Venga Rei, que no te afecte. Tampoco la tienes tan pequeña…- se mofó Aoi.
- Que te jodan, al menos tengo donde meterla a diferencia de ti- inquirió, caminando hasta la salida.
- Huuuuuyyy, alguien está de un humor de perros- canturreó Die.
Reita salió del hotel en dirección a su casa, pero no podía apartar la mente de Kyo…No por las palabras que le dirigió el rubio, eso no le preocupaba realmente ya que sabía bien lo que tenía entre las piernas. Pero era aún peor lo que le causaba ansiedad, era un sentimiento nuevo…y es que de alguna forma le había gustado ver aquella cinta. No sabía como pero ver a Kyo con esa actitud menos hiriente y creída, había despertado algo en él. Sin duda se estaba volviendo loco, esa era la única explicación.
***
Un nuevo día amanecía, era soleado a pesar del frío y eso era lo que más le fastidiaba a Kyo, tal vez si se tratase de un día de nieve no tendría porqué ir al estudio y cargar con las consecuencias de sus actos, pero no, tenía que ser un día de sol.
Suspiró mientras dejaba el agua caliente escurrirse por su cuerpo, relajando esos tensos músculos por una mala postura. Por desgracia no tenía tiempo suficiente para un baño largo y todavía no poseía el magnífico don de fusionarse con la alcachofa de la ducha, así que simplemente salió, se vistió y puso rumbo para la compañía.
Reita había pasado muy mala noche, no se podía quitar las imágenes de aquella película casera de su mente. No entendía la razón y aquello le conducía a una amplia desesperación, que le provocó estar dos horas antes en la compañía donde solo deambulaba Kaoru como el adicto al trabajo que era. ¡Ni siquiera Kai hacia acto de presencia!
Estaba sentado en uno de los cómodos sofás, tomando un té caliente, cuando la puerta se abrió dejando ver la figura pequeña y delgada de Ruki. El castaño le mostró una cálida sonrisa, acercándose a él para sentarse a su lado.
- ¿Qué tal, Akira?
- ¿Eh? ¿Ahora me hablas?- inquirió el bajista.
Después de que Ruki le cambiase por Kyo, no habían vuelto hablar como antes. Si mantenían una conversación era puramente de trabajo, nada de preguntar un “¿qué tal? o ¿cómo te encuentras? No era un ambiente tenso el que había entre ellos, sino que simplemente era mejor no retomar una amistad, para evitar peligros.
- No sé…Quiero que al menos todo este mejor entre nosotros…- murmuró Ruki. No, Takanori no solo quería eso, deseaba que el bajista volviese a suspirar al verle, que le siguiese como antaño como un perro fiel.
- Tú lo deseaste así cuando me traicionaste con Kyo…- masculló, apartando la mirada a un lado. -Ahora yo me lo he tirado- pensó.
- Sé que le odias, pero lo de Kyo no fue ni una tercera parte de lo que tenía contigo, Reita. Te hecho de menos- dijo simulando un tono apenado a la perfección.
- ¿De verdad?- se sorprendió, mirándole directamente a los ojos.
- Sí.
- ¡Wow, me llevan pitando los oídos desde hace un buen rato!- exclamó la voz de Kyo, que entró en la sala. Provocando un incómodo silencio en los otros. El rubio los miró a los dos, primero a Ruki y luego a Reita, haciendo que una mueca de disgusto se formase en su rostro.- Hmm…estás tú aquí- gruñó.
- Haz como si no estuviese, chico llavero- gruñó Reita. Pero estaba muy lejos de sentir molestia al encontrar al vocalista, al contrario, su corazón había dado un vuelco extraño al verle aparecer.
- Eso haré, feto mal parido- respondió, caminando hasta la máquina expendedora.
- Yo…debo irme, tengo que arreglar unas cosas con Kaoru y Uruha- anunció Ruki, levantándose del sillón.- Me gustaría seguir con nuestra conversación más tarde Reita.
- Sí, sí, como digas- le contestó, ignorándole. Haciendo que el menor se fuese con una mueca de disgusto.
Reita observó con atención a Kyo, todos sus movimientos mientras que con tranquilidad elegía entre todos los productos, decidiéndose por un té Sencha. Vio como metía las monedas con gracia y pulsaba el botón, para más tarde agacharse para coger el producto. Los ojos de Reita se perdieron en el trasero de Kyo, apreciando por primera vez la atractiva anatomía del vocal. Pero, ¿qué mierda hacía?
Llevado por la frustración el mismo se dio de cara con el respaldo del sofá, como si eso le sirviese para alejar sus pensamientos pecaminosos con su más odiado ser.
Kyo se dio la vuelta veloz al oír el ruido.
- ¿Ahora eres masoquista?- preguntó al verle darse repetidas veces.- ¿O tal vez intentes deformarte más la cara?- Reita levantó la vista, observándole realmente ofendido por sus palabras, a punto de llorar.
- ¿Por qué eres tan cruel conmigo?- preguntó en un gemido agónico, mordiéndose los labios para controlar el llanto.-¡¿¿¿Qué coño acabo de soltar por la boca???!-
- ¿Qué?- inquirió sin creerse que Reita pudiese ofenderse. Mil veces se había dicho cosas peores.- ¿Acaso te ha venido la regla?
Reita iba a contestar cuando nuevamente la puerta se abrió.
- ¡¡Mirad a quién tenemos aquí, si es la parejita!!- exclamó Die. Quien entraba seguido de Aoi, Shinya y Kai.
- ¿Qué dices?- preguntó un recién llegado Toshiya.
- N-na-nada- tartamudeó Kyo, alejándose del bajista.
- Sí, no digas tonterías Die- indicó Aoi, adelantándose para sentarse en el sofá.- Kyo, ¿hoy pasarás por mi moto para lavarlo?
- ¿Qué?- inquirió el rubio, girando la cabeza veloz.
- Ya se que estarás cansado después del se…
- ¡Iré, iré!- gritó, por sobre la voz de este para que no continuase. Su tortura solo acababa de comenzar.
- Me gusta lavada a mano- sonrió orgullosamente Aoi, mientras que le tendía las llaves del vehículo a Kyo y este las cogía de mala gana.
- Luego pásate por mi casa, quedó hecha un desastre después de la fiesta que hicimos- añadió Die.
- Pero…si eso fue hace dos semanas- murmuró Toshiya.
- Sí, ahora hay más mierda que antes- sonrió malvadamente. Kyo solo respondió hundiéndose más en el sofá.
- Aquí hay algo raro…- caviló Kaoru.
- Parece que Kyo se volvió la chacha de estos dos- rió Uruha.
- Cierra la boca, pato o te la parte- rugió Kyo. Una cosa era permitir la burla de Die y Aoi, porque no le quedaba opción y otra soportar al infantil guitarrista.
- Waaahhh, que miedo~- indicó Uruha, escondiéndose detrás de Toshiya.
- Pero es verdad… ¿Por qué te mandan eso?- preguntó Shinya, sin rodeos.
- P-pu-pues…ehhh…mmm…porque…- comenzó a murmurar Kyo, le había pillado por sorpresa.
- El idiota perdió una apuesta- respondió por él Reita, encogiéndose de hombros con tranquilidad.
- Nadie te ha pedido que respondas por mí- inquirió cabreado Kyo. Ya había perdido demasiado orgullo con el bajista tras aquella noche, como para permitir que también le salvase en culo ante los demás.
- ¿Nos ponemos a trabajar?- interrogó por primera vez Ruki. Quién veía un extrañísimo comportamiento entre esos dos, que todo hay que decir, no le gustaba para nada.
- Sí, es lo mejor. ¡Vamos chicos!- animó al trabajo Kai.
***
El trabajo había terminado por hoy, así que orgullosos con lo realizado decidieron ir a tomar algunas cervezas a un bar cercano. Obviamente Kyo pasó de aquello, Die le miró mal, pero le dio permiso ya que debía limpiar su apartamento y la moto de Aoi. Advirtiéndole antes de que se marchase de que la próxima vez bebería con ellos y no podría tener ni una excusa.
Kyo se marchó entre suspiros de tristeza, no quería beber sino estar en su casa viendo tal vez una película o dar un paseo…cualquier cosa antes de hacer de criada para esos dos buitres.
Reita le miró apenado con Kyo, tal vez en el fondo quería que viniese con ellos al bar. Extrañamente su mente pensaba que tal vez la noche terminaría como la anterior…aunque esto nunca lo reconocería en voz alta.
Para Reita la noche pasó sumergida en jarras de cerveza de malta, realmente exquisitas. Para Die y Uruha simplemente el alcohol ya había comenzado a hacer sus percances y para el resto era una noche entretenida con los amigos de siempre y los nuevos. En cambio Ruki no podía dejar de notar el extraño comportamiento que habían adquirido sus dos mascotas. Reita parecía completamente ido en el mundo de sus pensamientos, ahora se dedicaba a ignorarle y ni siquiera le había pedido seguir con aquella conversación que comenzaron. Que el bajista le ignorara le daba una rabia terrible, siempre adoraba ser el centro de atención, más cuando se trataba de ser el de Reita y Kyo. Pero juraba por su propio nombre que aquellos dos volverían a ser sus fieles perritos de antaño…
***
Kyo primero había acudido a limpiar el apartamento de Die, casi dándole algo al ver tanta inmundicia por todos lados. Botellas y más botellas de alcohol, cajas de pizzas, ropa repartida por el suelo, rastros de patatas fritas. De todo podías encontrar allí.
Había terminado con la espalda molida, pero aquello había quedado más inmaculado que el algodón de Don Limpio.
Ahora a plena media noche era el único en la gasolinera, limpiando aquella asquerosa moto de lujo negra. Se tomaba su trabajo con dedicación mientras que farfullaba maldiciones para aquellos dos guitarristas. Odiaba ser la puta de nadie, y se había convertido en la de ¡dos!
Cuando volvió a su casa se encaminó directamente a la ducha, tirando la ropa por el suelo del baño e inmediatamente sumergiéndose en la calidez del agua tibia. Estaba distrayéndose bajo el chorro de esta, cuando el timbre sonó. Salió de allí y fue al cuarto para ponerse unos bóxer y el pantalón de pijama antes de atender.
Se sorprendió al abrir la puerta y encontrarse allí con Ruki, quien clavaba en el una mirada insinuadora que inmediatamente bajó recorriendo su pecho desnudo.
- ¿Puedo pasar?- preguntó con una sonrisa insinuadora.
- Sí- respondió apartándose.- ¿Pero que haces a las dos de la mañana aquí?- dijo caminando hasta su sofá, donde se había sentado el menor.
- Me apetecía divertirme, y siempre has sido el mejor en ello- indicó como algo obvio.
- ¿Me debo sentir halagado?- rió, mientras que se sentaba a su lado.
- No es un halago, es la verdad- contestó serio Ruki.
Sin esperar más, pasó una pierna por cada lado de Kyo sentándose encima de él y quedando con el rostro muy cerca del ajeno. Con su mano libre recorrió el pecho de Kyo, acariciándolo con lujuria. Siempre aquel vocalista había sacado los más bajos instintos de Ruki. Kyo no esperó más y con fuerza comenzó a besarle, algo bueno le traía la noche. Mientras tanto la mano del castaño se escabullía por debajo de la ropa del otro, para acariciarle más intensamente. Tenía que reconocer que había echado de menos el sexo salvaje de Kyo.
- ¿Por qué no dejas las manos y utilizas otra parte de ti para acariciarla?- soltó Kyo, más como una orden que una petición.
- Por supuesto- respondió con una sonrisa Ruki, a tiempo que se colocaba en el suelo, entre las piernas del rubio.
***
A la mañana siguiente no todos debían acudir al trabajo, pero Reita sí era uno de ellos y agradeció esto ya que eso le serviría para dejar de pensar y entretenerse con algo.
Cuando llegó a la discográfica no había nadie, así que decidió matar el tiempo con un buen desayuno que en su casa había obviado.
Una mano le llamó entre las mesas de la cafetería, encontrándose con Ruki allí. Caminó hasta sentarse en frente suya.
- Buenos días, Akira.
- ¿Qué tal?- preguntó en este.- Tienes cara de no haber dormido y no te fuiste muy tarde del bar.
- Llevas la razón, no dormí demasiado por la noche- sonrió.
- Siento no haber dicho nada de la conversación, últimamente tengo la mente en otra parte…
- Ja, ja, no pasa nada. ¡Aunque no me gusta que estés tan distraído!- rió cálidamente.
- Lo siento- bajó la vista.
- No pasa nada- respondió rápidamente.- Solo quería decirte que quiero que sea como antes, no me gusta que nos estemos ignorando y que apenas hablemos.
- Ya pero…
- Sé que no te gustó lo que te hice, soy consciente de ello- murmuró Ruki, con un tono lejano al arrepentimiento.
- ¡¿A quién mierda le iba a gustar que su novio desde hace dos años haya estado teniendo sexo salvaje con otro durante meses a sus espaldas, eh?!- soltó enfurecido, por no ver ni un atisbo de disculpa.
- Lo sé, lo sé. No sé que me pasó… Yo no soy así, lo sabes Akira- comenzó simulando tristeza.- Tú me conoces.
- Mmm..