Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Detrás de tu sonrisa por neko_uchiha_chan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Inazuma Eleven pertenece a Level-5 ♥

Notas del capitulo:

Bueno, quise escribir esto más que nada porque yo sufrí lo que se llama transtorno Borderline o limite de personalidad, que es lo que sufre Handa Shinichi en este fic.

El transtorno en si consiste en que la persona se hace daño a si misma, se autoflagela, como un medio para liberar el dolor emocional que siente, se sienten culpables por alguna razón. Es más propenso en mujeres pero hombres también lo sufren, la persona no desea suicidarse realmente.

Se que muchos dicen que las personas que se cortan lo hacen SOLO PARA LLAMAR LA ATENCIÓN, tal vez algunas sí pero la mayoría tiene este transtorno de personalidad, yo lo sufrí, se lo que se siente ver esas cicatrices que nunca desapareceran.

Base este fic en mi experiencia personal, aunque claro mi novia nunca me vio cortarme, yo se lo dije no podía seguir ocultandoselo, gracias a ella es que lo deje, por mucho que me costo, ya que dijo que por cada corte que me hiciera yo ella se haria el doble...

Siento aburrirles con esto pero me parece que es importante que las personas sepan de este transtorno... aunque no creo que les importe mucho a menos que alguien que conozcan lo padesca.

En fin, lean~

 

Detrás de tu sonrisa

 

Hacia poco menos de seis meses que Handa había comenzado con el extraño habito de producirse heridas, se cortaba, al principio lo hizo apropósito pero luego no podía controlarlo, de un momento a otro se encontraba sangrando.

 

Sus heridas sanaban rápidamente pero aun así quedaban las cicatrices, las que cubría con una muñequera azul. No hablaba con nadie acerca de su problema, nadie debía saber, y al no poder desahogarse el dolor de su pecho aumentaba.

 

Cada día se cortaba más profundo, perdiendo más sangre cada vez, lloraba murmurando “no soy útil para el equipo, no sirvo para nada”, ya varias veces se había desmayado por la falta de sangre en sus venas y aun así… no lograba dejar de autoflagelarse, solo así el dolor de su pecho disminuía aunque fuese un poco.

 

.

.

.

 

Igual que siempre llego como si nada le ocurriese al instituto, sonreía para ocultar su dolor a los demás, no era que no confiara en sus amigos solo… tal vez no quería preocuparlos.

 

Luego de acabar las clases, se fue al club de soccer, como siempre era el primero en llegar…

 

- no se que saco con seguir viniendo… seguiré siendo inútil – murmuro para si mismo al cerrar la puerta – seguiré… siendo inútil… - repitió sentándose contra la pared.

 

Estuvo abrazando sus rodillas por unos minutos, hasta que tomo su bolso y de el saco una navaja, con la cual se cortaba a diario, retiro la muñequera de su lugar, pasando a rasguñar algunas de las heridas que comenzaban a cerrar, volviendo a abrirlas.

 

Suavemente rozo la hoja de la navaja por su muñeca, provocando un pequeño rasguño, volvió a pasar la navaja por su piel, esta vez con más fuerza y vio como su sangre comenzaba a escurrir por su brazo y la hoja de la navaja, finalmente cayendo al suelo manchándolo de carmín.

 

Soltó un lastimero suspiro mientras miraba tranquilamente como su sangre caía.

 

Escucho la puerta abrirse de improviso, miro hacia ella y solo pudo ver a Matsuno, que al acercarse un poco pudo ver las pequeñas gotas rojizas en el suelo, también pudo ver que aquellas gotas venían de la muñeca del castaño.

 

Rápidamente Handa cubrió sus heridas con una mano y desvió la mirada del pelinaranja que le miraba aun sorprendido, y es que nadie esperaría algo así del chico que siempre una sonrisa tenía en el rostro.

 

Matsuno cerró la puerta tras de si y a paso lento camino hacia el castaño que comenzaba a temblar ligeramente.

 

- Handa, mírame – ordeno el pelinaranja arrodillándose a su lado, el castaño negó con la cabeza gacha - ¡mírame, maldición! – gruño jalando un poco la muñeca herida del chico.

 

- p-puedo explicarlo… - murmuro el castaño con la voz entrecortada aun sin mirar al pelinaranja.

 

- no estoy pidiendo explicaciones, solo mírame – repitió más calmado, Handa le miro, miro los ojos de Matsuno, estaban llorosos, como si quisiera llorar.

 

El pelinaranja soltó su muñeca y miro su mano, que ahora estaba también manchada por la sangre del castaño, una lágrima cayo por su mejilla.

 

- Matsuno… - murmuro el castaño mirándole, realmente nunca le había visto llorar, el pelinaranja le miro, molesto pero con tristeza.

 

- no vuelvas a hacer algo como esto – dijo desviando la mirada – aunque… veo que ya lo has hecho bastante – volvió a tomar la muñeca del castaño, mirándola detenidamente, limpio un poco la sangre con su mano libre y vio las cicatrices que habían sanado, y la gran mayoría que seguían abiertas.

 

Suspiro, le dolía en el alma ver así a Handa.

 

- lo seguiré haciendo… aunque no lo quiera – murmuro dejando escapar una lágrima - ¿Qué importa lo que me pase? De todos modos, no soy de ayuda para el equipo… soy inútil…

 

Todo lo que se escucho luego de eso fue la bofetada que le había plantado en la mejilla, llevo su mano a su mejilla, cubriendo lo roja que había quedado luego de tal impacto.

 

Miro al chico que le había abofeteado, Matsuno seguía dejando caer lágrima tras lágrima.

 

- no te atrevas a decir que no me importa lo que te pase – gruño bajando la cabeza – porque me importas más que nadie… - susurro sin mirarle.

 

Handa se había quedado inmóvil, de alguna forma le dolió ver al pelinaranja así, llorando… por su culpa.

 

- si te vuelves a cortar, yo también lo haré – dijo tomando las manos del castaño entre las suyas y apretándolas fuertemente – por cada corte que te hagas yo me haré veinte – el castaño bajo la cabeza, no lograba comprender el por qué del que un chico que apenas conocía se aferrara tanto a que él no se lastimara.

 

- ¿Por qué? – Murmuro casi inaudible - ¿Por qué tengo que sentirme tan débil ante ti? ¿Por qué tus palabras me llegan más profundas que las de cualquier otra persona…? – llorando le miro y suspirando volvió a bajar la cabeza.

 

- será porque mis palabras y mis sentimientos hacia ti son sinceros – sonrió el pelinaranja aun con lágrimas en los ojos – prométeme… que no lo harás más – suspiro mirándole serio.

 

- solo puedo prometerte que trataré de no hacerlo más – dijo pausadamente, al parecer pender tanta sangre le comenzaba a afectar – tratare por ti, porque no quiero que vuelvas a llorar por mi culpa – suspiro posando una mano sobre la mejilla de Matsuno, acariciándola.

 

- no me interesa el “trataré” – rió bajito el pelinaranja – me interesa el “no lo haré nunca, nunca más… porque te amo, Max” – le miro con ternura, tomando la mano del castaño que acariciaba su mejilla.

 

- esta bien – suspiro sonriendo, tomo el rostro de Matsuno entre sus manos comenzando a acercarlo a si mismo – no lo haré nunca, nunca más… porque… Te amo, Matsuno – dijo besando la frente del pelinaranja, este le abrazo por la cintura y beso sus labios.

 

Al separarse, Matsuno le abrazo fuertemente ocultando su rostro en el pecho del castaño.

 

- en serio, no lo vuelvas a hacer… - murmuro el pelinaranja.

 

- solo si tu aceptas ser mío – suspiro Handa levantando el rostro del pelinaranja para mirarle, Matsuno asintió sin dudarlo y volvió a besarlo.

 

- te amo… por eso, no quiero perderte, y menos de esta forma… - murmuro con la voz ahogada, amenazando con volver a llorar, el castaño le abrazo fuertemente susurrándole un “no me perderás, ni ahora ni nunca” al oído, para luego besar dulcemente su cuello.

 

Separaron un poco sus cuerpos, sin deshacer el abrazo, se miraron con ternura, hipnotizados por los ojos del otro, acortando lentamente la distancia entre sus rostros volvieron a unir sus labios en un dulce, lento y cariñoso beso. Separaron sus bocas no así sus cuerpos, seguían abrazados.

 

Juntando sus frentes siguieron mirándose fija e intensamente, volvieron a acercarse, dispuestos a besarse nuevamente, la puerta se abrió, seguramente se trataba del resto del equipo, aun así no se detuvieron y se unieron en un pequeño beso que duro segundos.

 

Dejando perplejos a los demás, se sonrieron uno al otro, un poco sonrojados al ser descubiertos por sus amigos. Ambos se levantaron, Matsuno primero para luego ayudar al castaño a levantarse, dejando a la vista los cortes y la sangre ya seca en su brazo.

 

- H-Handa… tu brazo… - musito Endou.

 

- sí… pero ya no volverá a suceder – sonrió el castaño tomando la mano del pelinaranja que se encontraba a su lado.

 

- vamos, te llevaré a la enfermería – dijo Matsuno jalándolo afuera.

 

- como digas – suspiro el castaño besando la frente del pelinaranja mientras salían del club.

 

No hace falta decir que el equipo no entendía, no sabía todo lo que había sucedido para que esos dos de pronto se hicieran pareja, pero a ellos no les importo en el momento, luego se tomarían el tiempo de explicarles lo que había ocurrido.

 

En ese momento a Matsuno solo le importaba sanar las heridas de Handa lo más pronto posible, tanto las físicas como las emocionales.     

 

.

.

.

 

Semanas después Handa volvió a cortarse, solo un corte, dolió muchísimo más que cualquiera de las otras veces que lo había hecho, suspirando vio con lágrimas cayendo de sus ojos como las pequeñas gotas de su sangre caían por su piel. Recordó el rostro de Matsuno llorando, le dolió aun más.

 

Recordó lo que le había prometido al pelinaranja aquel día, miro hacia el escritorio de su habitación, en el cual se encontraba una foto que se había tomado con el pelinaranja en una de sus citas, sonrió aun llorando.

 

Limpio su muñeca y vendo la herida, volvió a mirar la foto, la sonrisa de Matsuno… de ahora en adelante, cumpliría la promesa que hizo, no volvería a hacerse daño a si mismo.

 

No le volvería a hacer llorar de tal forma, no le haría sufrir de nuevo.

 

Notas finales:

Que tal? espero les haya gustado, y más espero que les haya abierto un poco los ojos sobre este tema.

A veces las personas que más sonrien, que más alegres se muestran, son las que más sufren, cuando me cortaba me mostraba feliz con todos para que no sospecharan de mi problema.

Ojalá ustedes o sus seres queridos nunca enfrenten algo así, luego duele ver las cicatrices que quedan.

 besos~ dejen reviews con sus opiniones si lo desean

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).