Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor que cicatriza heridas por gabbana

[Reviews - 77]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqui el siguiente capitulo! no es el ultimo, he decidido alargarlo un poquito para que no me maten *,* pero solo un poquiiito! aun tengo otros fics en mente que quiero hacer de sengoku basara *U*

Espero lo disfruten!

 

ULTIMA PARTE REEDITADA

Al no haber visto a su Danna salir en toda la noche ni en toda la mañana, a pesar de que hoy era un día despejadamente hermoso para estar aun en invierno, sabía que las razones por las que no había aparecido ni a comer ni a desayunar eran claras.

El dragón había finalmente casado al tigre… pero lo que Sasuke no sabía es que había ocurrido al revés.

- Yare, Yare…- susurró el ninja al imaginarse tal cosa, sintiendo como los colores se le iban al rostro al tan solo imaginar a su Danna haciendo algo como eso.

No era que nunca se lo imaginó, solo que nunca lo izo imaginándoselo con otra persona que no fuera él o una mujer. De todas formas la curiosidad por saber qué había pasado exactamente entre esos dos le comía por dentro, pero la intensa mirada del segundo al mando del clan Oshuu no le permitía siquiera desviar su mirada hacia el camino que conducía a la habitación de su señor; le ponía extrañamente nervioso el que le mirara sin siquiera pestañear.

- No creo que vengan a comer- dijo Kojuurou después de unos momentos en los que esperaban a los generales para comenzar con la comida.

- Esperemos un poco más!- dijo Keiji con una gran sonrisa y el rostro aun moreteado- No creo que Yuki quiera perderse otra comida! Aunque para estarlo haciendo tiene que estar muy entretenido!- dijo eso ultimo con una sonrisa picarona, provocando que Sasuke le mirara con enfado.

- No hable así de mi Danna, lo conozco bien y sé que, por muy “entretenido” que esté, no se saltaría mas de una comida!

Y como si de invocación se tratara, un sonriente y reluciente Yukimura hacía acto de presencia con una gran energía que había sacado sabrá uno de donde; hasta parecía que brillaba con su propia luz como el mismísimo sol.

- Maeda-dono, Katakura-dono, Sasuke! Buenos días!!- dijo con una hermosa sonrisa al mismo tiempo que hacia una rápida reverencia.

- Buenas tardes querrás decir Yuki!- le siguió Keiji, riendo al ver la cara de confusión del menor- Ya es medio día!

- MEDIO DIA!?- el menor pareció sobresaltarse y miró a su ninja con desesperación- Eso significa que me he saltado el desayuno!?

- Eso significa que se ha saltado el desayuno y la cena de anoche-le respondió su shinobi con una sonrisa divertida al ver las caras de sufrimiento que colocaba el menor.

- ME HE PERDIDO DOS COMIDAS!? Esto es inaceptable!

- Para que eso pasara debiste de estar pasándola muy bien anoche!- la sonrisa de Keiji creció al ver como el otro se colocaba nervioso y sus mejillas enrojecían- Anda dinos Yuki~~ que fue lo que pasó anoche con el dragón!- se levantó y caminó hacia él con una sonrisa cómplice, alertando al tigre al percibir sus malas intenciones- Si me dices podría darte buenos consejos~

- Detente ahí maldito degenerado...!!!

Keiji se detuvo a medio camino al escuchar esa voz escalofriante y sentir un aura acecina que parecía tentar contra su vida, y sus nervios crecieron al encontrarse con la amenazante mirada del dragón, quien en ese preciso momento aparecía con una mano apoyada sobre su baja espalda, con los cabellos desordenados y con cara de cansancio, entrando lentamente con los pies arrastrando mientras se colocaba a un lado del menor.

A pesar de estar en un claro estado deplorable, su aura acecina y su mirada afilada eran suficientes para temer por la integridad física de cada uno en esa habitación, de cada uno menos del tigre, quien al escucharle se giró a mirarlo con una enamorada y radiante sonrisa, dándole a los presentes una idea más clara de lo que había ocurrido entre esos dos, a pesar de que las conclusiones fuesen tan sorprendentes.

- Vaya Dokugan-ryu! Tampoco es como para que te pongas así!- le dijo Keiji con una sonrisa amistosa.

-Cállate!!! Te lo repito! Si te le acercas un poco más te juro que te cortaré el brazo y te sacaré los ojos! maldito pervertido!- le amenazó con un escalofriante tono que solo provocó que Keiji temblara y retrocediera con nerviosismo.

- Masamune-dono!-el tono de reproche y vergüenza en la voz del menor solo provocó que el dragón quitara su mirada acecina y chasqueara la lengua.

- Solo bromeo Yukimura, tampoco es para que pongas esa cara.- dijo el dragón entre dientes como un niño malcriado siendo regañado.

- No bromeaba…- susurró Sasuke con una gota resbalando por su cabeza.

- Ah jejeje, asi que sólo estabas bromeando! Que susto me dio!- dijo Keiji con alegría al ver que solo era una broma, acercándose finalmente al tigre y llevando su mano hacia él para abrazarlo, pero la retiró rápidamente al sentir un superficial corte en su mano que le izo sangrar, mirándola con espanto para luego mirar a Masamune quien guardaba con lentitud su Katana en su funda, katana que ni siquiera había visto que portara con él!

Un escarabajo que justo pasaba por delante de ellos se partió por la mitad y cayó en el suelo frente a la mirada atenta de todos.

Whoops, i missed- dijo Masamune con un falso tono de inocencia.

- Pero de qué hablas!? Le has dado justo al escarabajo!- dijo Keiji con emoción al ver el corte preciso que el dragón había lanzado.

- Mi ataque no iba precisamente hacia ese escarabajo- le miró penetrantemente, provocando que el vagabundo volviese a temblar al comprender que el pequeño corte que tenía en su mano pudo haber terminado con un par de dedos menos!

- Masamune-dono! Mejor comamos! No quiero perderme otra comida!- dijo Yukimura con el rostro radiante, provocando que el dragón le sonriera embobádamente, ocasionando al mismo tiempo un escalofrío en las espaldas de los segundo al mando al ver esa extraña actitud en sus generales.- Además necesitamos recobrar fuerzas después de toda la lucha!

- Lucha…?- preguntó Sasuke con confusión.

- Que… clase de lucha…- preguntó Kojuurou en susurro, escuchándole solo el shinobi y mirando con ojos entrecerrados a los dos generales.

A juzgar por las marcas que tenia Yukimura y Masamune en todo el cuello, la lucha, al parecer, no había involucrado armas…

Con mucha rapidez y energía, Yukimura pareció brincar hasta su asiento para comenzar a comer, siguiéndole Masamune con mucha lentitud y cuidado, provocando que las conjeturas e hipótesis de lo que había pasado anoche crecieran aun mas y les dejara mas desconcertados al ver como el dragón se sentaba con cuidado y colocaba muecas de dolor.

Tanto Maeda como los otros dos sub generales, miraban en silencio las muecas mal disimuladas de Masamune y como un “revivido” Yukimura, mas radiante que nunca, ayudaba al dragón a sentarse y le ofrecía sake con una sonrisa inmensa.

Los tres sabían lo que había ocurrido, pero les era casi imposible pensar quién había sido el verdadero dominante en aquella relación.

Sasuke no podía quitarse de su mente la clara imagen que tenía de su Danna en aquella situación comprometedora. Siempre lo imagino sumiso y avergonzado al extremo, entonces por qué no era él el que lucía adolorido!? Porque Dokugan-ryu, que de por sí ya era una persona dominante, no parecía tan fresco y reluciente como su señor!?

Los dos generales tenían esa duda, pero se rehusaban a abrir la boca por miedo a conocer la verdadera respuesta. Pero no contaron con la directa personalidad que tenía el vagabundo y su “delicadeza” al abordar los temas.

- Cielos Dokugan-ryu qué te paso!? Pareciera como si una roca te hubiese caído encima! jajajajaja- Keiji comenzó a reír con fuerza al ver como las cejas del dragón se fruncían en enfado y como sus mejillas se sonrojaban al igual que las del menor.

- Mas bien un tigre me pasó por encima…- toma su tazón de arroz con lentitud- …creo incluso que hasta una roca hubiese provocado menos daños.

Frente aquellas declaraciones tan obvias, la risa del vagabundo cesó por completo, los palillos de Kojuurou cayeron sobre su tazón de comida y la boca de Sasuke se abrió por completo. La extraña duda había sido finalmente aclarada sin pudor alguno.

Ahora todo tenía sentido! Un tigre radiante + Un dragón destrozado = un tigre dominante y un dragón que había perdido la batalla que él mismo comenzó.

Para Sasuke y Kojuurou era demasiada información en pocos minutos como para procesarla adecuadamente.

- Masamune-dono no diga eso!- los otros tres miraron a Yukimura, pensando que haría callar al dragón por ser tan descarado- Como una roca va a provocar menos daños? Eso es casi imposible!- y los otros tres suspiraron en derrota al recordar lo ingenuo e inocente que era el tigre.

- Casi imposible? Mírame! Ni siquiera soy capaz de comer correctamente con los palillos!- decía con indignación el dragón mientras alzaba los palillos con arroz y estos se caían al tener las manos temblorosas.

- Oh, lo siento mucho Masamune-dono!- el rostro feliz del tigre cambió por uno de preocupación, haciendo que el entrecejo fruncido de las cejas del dragón desaparecieran- Le prometo que nunca más lo haré!

- Nunca más!? De qué hablas Yukimura? Te prohíbo decir esas palabras otra vez! Que esté “derrotado” no significa nada! Seguiremos con lo que dejamos hace unos momentos hasta que mi cuerpo se acostumbre al cien por ciento!

- EEHH!?- los otros tres no daban crédito a lo que oían, oyendo con incredulidad la conversación que estaban comenzando los dos generales como si se preparasen para un torneo de combate.

- Masamune-dono!- los ojos de Yukimura brillaron en admiración- Lo dice enserio!? A pesar de estar adolorido y cansado es capaz de seguir!?

- Claro! Por quien me tomas? Soy Date Masamune! El capitán y dueño de las tierras de Oshuu! No seré vencido de nuevo tan fácilmente! Y te prometo que hoy en la noche seré YO el que no te dejara subirte a un caballo en semanas!- mencionó Masamune con una sonrisa soberbia y decidida, provocando que los ojos del tigre ardieran en llamas como si de un combate hablasen.

- Entonces pondré todo de mi!- aprieta sus puños con fuerza delante de su cuerpo- No lo dejaré tomar el mando tan fácil! Pelearé con todo!

- Así me gusta Yukimura! Mejor anda mentalizándote para lo de esta noche!- le sonrió provocativamente, haciendo que la decisión en la cara del menor se mezclara con un fuerte sonrojo.

- Ahora será mejor que me ayudes a comer, no querrás ganarme estando yo en desventaja o sí?

- Claro que no! – y con rapidez el menor agarró los palillos de Masamune y tomó una porción de arroz- Si fuese así nuestro encuentro no sería justo!

- Así es- y con una gran sonrisa, Masamune abrió los labios y recibió gustoso el alimento en su boca, sintiéndose el ser más feliz al tener a su amado tigre alimentándole y dándole todas sus atenciones.

Mientras Yukimura alimentaba a su dragón sonriente los otros tres miraban con incredulidad la escena. Era como presenciar un matrimonio recién formado al ver a ambos guerreros con las mejillas sonrojadas, con sonrisas tontas, indirectas y toqueteos mal disimulados.

Quién diría que el que comenzó toda esa caza terminaría siendo la presa… y que se sintiera tan orgulloso de eso…

————————————————————————————————————————————————

Cuando la extraña cena finalizó, los dos generales se marcharon enseguida, dejando a la imaginación de los otros tres lo que pasaría entre el dragón y el tigre al creer que ambos se irían a la habitación del menor.

Tan equivocados no estaban al ir ambos guerreros a las aguas termales para darse un “relajante baño” que terminó en una y otra sección de amor, dejando a ambos fuera de combate, ya sea por el ejercicio como por el vapor caliente que los agotó más rápido de lo normal.

Para cuando regresaron a la mansión, ya era de noche y el frío había echo presencia, obligando a los dos guerreros a refugiarse dentro del futón en la habitación del menor, acurrucándose uno frente al otro al mismo tiempo que se sonreían como niños y se daban pequeños besos en los labios o las mejillas.

- Crees que Oyakata-sama hubiera aceptado esto?- preguntó el tigre algo inseguro luego de haberle dado vueltas una y otra vez a esa pregunta.

- Quien sabe. De seguro ese viejo me hubiese golpeado en el momento en que le hubiese pedido el consentimiento para estar contigo.

- Con-consentimiento!?- preguntó el menor con las mejillas sonrojadas.

- Claro…- le sonríe lobunamente- No creo que hubiese dejado que su pequeño tigre anduviese haciendo travesuras conmigo.- sonrió mas al ver el rostro avergonzado del otro- Si me hubiese exigido que me casara contigo para estar juntos lo habría hecho, je, de seguro a Kojuurou le daría un ataque.

- Ca… casarnos!?- a su mente vino la imagen de Masamune pidiendo su mano frente a Oyakata-sama para que les diera su consentimiento, luego su imaginación voló a lo que sería la boda y no quiso seguir imaginando al verse a sí mismo con un traje de novia y a Sasuke tirando flores- AAAH! Que bochornoso!

- Qué te estás imaginando?- le sonrió divertido, creyendo saber lo que pasaba por la loca mente de su tigre.

- N-n-no! NADA!- dijo con nerviosismo.

- Que acaso no te gustaría casarte conmigo?- le preguntó con un tono divertido, pero se sorprendió al ver la mirada que ponía su pareja.

- Claro que si Masamune-dono! Si se pudiera, me casaría con usted para no tener que separarnos nunca!

Ohh- sonrió con complacencia al mismo tiempo que entrecerraba su ojo y acariciaba con devoción el rostro del tigre, quien se volvía a colorar.- Estando casados o no estándolo, nunca nos vamos a separar- acercó su boca y beso suavemente los labios del menor, quien le respondió de igual manera- Cuando consiga suficientes tierras, soy incluso capaz de unir Oshuu con Kai como dijo una vez ese mono, lo haría solo para poder verte todos los días y no tener que separarme ni un minuto de ti.

- Masamune-dono…- susurró Yukimura con ensoñación.

- Eso ocurrirá algún día. Te lo prometo.

- Y yo estaré esperando ese día con impaciencia!- se levantó con rapidez del futón, quedando sentado en el con un rostro decidido y con la mirada fija en algún punto de la habitación como si se imaginara algo, lo cual solo izo sonreír más al dragón- Yo me haré más fuerte y seguiré el sueño de mi señor!! Cuando eso suceda continuaré con este nuevo sueño que nos une! Hasta ese entonces, mi alma ardiente seguirá atada a la suya a pesar de encontrarnos lejos! Yo, Sanada Genjiro Yukimura, haré todo lo que esté en mis manos para vivir en un futuro lleno de paz a su lado!

- Ja, I like that! Al pelear juntos no habrá nadie que pueda interponerse en nuestro sueño!- se sentó en el futón para abrazar al tigre por la espalda, acercando su boca con lentitud a la oreja del otro quien se estremeció al sentir la tibia respiración sobre su piel- Pero aun estamos a tiempo de holgazanear un poco…- mete descaradamente la mano entre las ropas del menor, bajándola lentamente por el torso hasta llegar a la entrepierna. Sonrió al sentir el cuerpo del tigre reaccionando frente a sus caricias.

- Ma-Masamune-dono….- susurró su nombre con excitación y vergüenza, sintiendo como su miembro despertaba frente a las descaradas caricias.

- Sabes? creo que me debes una por lo de esta mañana. Ahora es mi turno de tomar el control sobre tu cuerpo- le susurró con sensualidad, pasando su lengua por todo el cuello del tigre quien dio un pequeño brinco.

- No si yo tomo primero el control sobre el suyo- le susurró con determinación, sacando una lasciva sonrisa en el mayor.

- Inténtalo, my love.

Y frente a esa nueva provocación, el tigre rápidamente se dio vuelta sobre sí mismo para comenzar con el ataque, sacando risas del dragón al ver lo literal que se tomaba las cosas y lo apasionado que podía llegar a ser.

———————————————————————————————————————————————----------------------------------------------------------------------------

La lluvia de pétalos de cerezo caían con tranquilidad sobre su cuerpo. Ya llevaba horas ahí parado sin moverse ni siquiera un centímetro. Sus ojos brillantes y llenos de esperanzas miraban la tumba que se encontraba frente suyo, contemplándola llena de flores y ofrendas, viendo como los pétalos de esa flor rosa caían sobre la enorme roca con el nombre tallado de su señor, mismos pétalos que se metían entre sus ropas y entre sus cabellos gracias a la tenue brisa que soplaba.

La muerte de su señor ya era un recuerdo más lejano, pero a pesar de eso aun lo extrañaba como nunca, pero se alegraba cada vez que el viento soplaba con fuerza contra su cuerpo, como si su señor le estuviese reprendiendo por algo, o cuando el viento soplaba tenuemente como en esos momentos, como si su señor estuviese contento o le felicitara.

A pesar de que ya era tiempo de seguir definitivamente a delante, se negaba a abandonar al ex tigre de Kai, al hombre que para él fue como un padre, al hombre que le dio la oportunidad de vivir una segunda vida, al hombre que juró seguir y servir para que algún día se convirtiera en el gobernante de todas las tierras y trajera finalmente la paz, pero al mismo tiempo, se negaba con mayor fuerza el abandonar el sueño de su señor.

Él, como el nuevo tigre de Kai y gobernante de esas tierras, traería la paz y la tranquilidad! Y no descansaría hasta haber cumplido con el que fue el sueño de su señor y con el que es ahora su propio sueño.

Yukimura, debes saber, que la muerte no existe. La gente solo muere cuando se le olvida.

Esas fueron una vez las palabras que Date Masamune le dijo en una de esas tardes heladas en donde lo acompañaba a visitar la tumba de su señor.

Sin duda el dragón le había dado esperanza, le había dado valor y le había dado nuevos sueños por los cuales luchar y estaba seguro que Takeda Shingen lo hubiese apoyado en todos.

A pesar de que su señor ya no estaba físicamente, aun lo estaba en espíritu, aun estaba su imponente presencia por todos lados y él jamás lo olvidaría, llevaría viviendo su vida con la imagen del gran tigre grabada en su corazón y les demostraría a todos con orgullo que él había sido la persona elegida por el guerrero rojo, que él era el tigre con los colmillos y las garras forjadas por el mismo Takeda, el hombre que gobernó con justicia las tierras de Kai y que ahora gobernaría él.

Mientras reflexionaba frente a la tumba, Sasuke se encontraba debajo de un árbol unos metros más atrás de brazos cruzados, mirando a su Danna, sonriendo levemente al verlo por fin en paz consigo mismo.

Estar ahí parado y ver a su señor frente a la tumba de Oyakata-sama le hacía recordar cómo fue desde un principio, solo que la fuerte lluvia había cambiado por hermosos pétalos de cerezos, el agua ya no empapaba su yukata negra sino que los pétalos se apegaba a su yukata  roja, el rostro triste de su Danna había cambiado a uno lleno de esperanzas y él ya no tenía ese sentimiento de inutilidad y angustia al no saber qué hacer por su señor.

El ninja miró hacia el cielo con alegría y pudo ver como los pétalos caían paulatinamente por la cálida brisa que no dejaba de envolver a los arboles y al cuerpo de su joven comandante. El tiempo por fin había cambiado como lo habían echo los sentimientos su Danna… dejando su tormenta interior finalmente en el pasado.

- Danna ya se nos hace tarde, recuerde la poca paciencia que tiene Dokugan-ryu cuando se trata de llegar a una cierta hora- dijo Sasuke, abandonando la cálida sombra del árbol para caminar hacia su señor- Y ya sabemos a quien intentará cortar por la demora y no será precisamente a usted.

- Oh Sasuke lo siento!- coloca una leve sonrisa al mismo tiempo que miraba con detenimiento la tumba- solo pensaba en cosas…

- Danna…- apoyó su mano sobre el hombro del menor, provocando que este le mirara y creando en él mismo una sonrisa tranquilizadora al ver que en los ojos del cachorro ya no habían más dudas ni miedos, si no todo lo contrario. Estaban más vivaces y llenos de vida que nunca, como si todas las dudas se hubiesen marchado con la lluvia del invierno.

- Será mejor que marchemos, Masamune-dono y Katakura-dono deben de estar impacientes por vernos!- dijo Yukimura con emoción al mismo tiempo que colocaba una sonrisa sospechosa.

- Eh?- el ninja le miró con poca confianza - por qué pone esa cara cuando menciona el nombre de Katakura-dono?

- Qué cara? No he hecho nada!- dijo el tigre con inocencia.

- Danna no sirve para mentir! Ahh… esto ocurre por dejarlo a la merced de la mente pervertida de ese dragón chupa sangre! le ha quitado su inocencia! Ahora incluso me molesta indirectamente con Katakura-dono!

- Sasuke de qué hablas? Yo solo pensaba en Masamune-dono!- El rostro del ninja se puso rojo al haberse dejado en evidencia él mismo- Por qué habría de molestar…? OOH SASUKE….!  ACASO TE GUSTA KATAKURA-DONO!?

- Q-Q-QUE!? NO NO NO NO NO!!! NO SAQUE CONCLUSIONES APRESURADAS!!!- gritó el ninja con evidente nerviosismo.

- Sasuke no tienes por qué avergonzarte!! El amor es algo hermoso! Y Katakura-dono es un gran hombre!- el tigre mira hacia el cielo con los ojos brillantes como si soñara despierto.

- DEJE DE IMAGINAR COSAS POR FAVOR!!!- le siguió gritando su ninja ya con los nervios de punta.

- Ohh te imaginas si…!!!

- NO ME IMAGINO NADA!! AHORA ANDANDO!!- agarró la mano del tigre y lo tironeó hacia los caballos que ya lo esperaban en la entrada.

- Pero Sasuke…!

- SASUKE NADA! SI SIGUE DICIENDO ESAS COSAS NO LE HARE MAS DANGOS! NUNCA!

Frente aquella seria amenaza, el tigre cerró sus labios con rapidez, sintiendo miedo al pensar que no podría volver a comer los ricos dangos que su ninja le preparaba exclusivamente, pero sonrió alegremente al ver como el sonrojo en las mejillas de Sasuke eran más que evidente.

Subieron ambos a sus caballos y partieron frente a la despedida de sus guerreros que le desearon un buen viaje.

Partían a las tierras de Oshuu al ser invitados por Date Masamune para pasar las festividades de los carnavales juntos, celebrando el buen año de relativa paz que habían tenido en las tierras al no presentarse nuevas amenazas.

Yukimura estaba impaciente. A pesar de que se veían con regularidad, no era tanto como él quisiera al ser ambos comandantes de tierras diferentes y por lo tanto ambos tenían obligaciones que atender, pero no por eso se dejaban de mandar cartas o se escapaban de los deberes para verse en los límites de las tierras para desaparecer de sus sub comandantes un par de días y ahora, gracias al “permiso” de Sasuke y el de Kojuurou, el tigre de Kai podría quedarse en Oshuu unas cuantas semanas hasta que el carnaval terminara.

Sentía que lo trataban como un crío pero no le importaba, su felicidad era tan grande que los reclamos de su ninja entraban por un oído, se fusionaban con la cara de su dragón, y los restos que quedaban del reclamo salían por el otro oído, sacando caras de frustración de su shinobi al ver que Yukimura prefería mirar pelusas en el aire y encontrarles formas de dragón a las nubes que prestarle atención. Sasuke había recibido cartas de Kojuurou y había comprobado que el extraño síntoma de embobado enamoramiento también era experimentado por el dragón de Oshuu, dándoles a entender que el amor era un arma peligrosa y agradeciendo a los dioses que no estaban en guerra porque si así fuera ya estarían muertos.

En cuanto cruzaron la frontera con Oshuu, Yukimura aceleró el paso de su caballo, mostrando su impaciencia y dejando momentáneamente a su ninja atrás.

Habían pasado ya veinte ocho días que no se veían al estar ambos ocupados, era por eso que la emoción de verle era inmensa.

Quería sentir su olor, quería verlo sonreír, escucharlo hablar, tomar su mano y besar sus labios y aquellos pensamientos le producían calor en sus mejillas pero no le importaba ya que estaba total y locamente enamorado y era feliz de saber que ese sentimiento era respondido de la misma manera.

En cuanto divisó la entrada a la mansión de Oshuu, el corazón del joven tigre saltó de emoción al ver que el que los recibía no eran guardias, si no el mismo Date Masamune, quien al verle aparecer en la lejanía, había dejado de prestarle atención a Kojuurou y a algunos de sus soldados que había intentado hacer que entrara.

- MASAMUNE-DONO!- le llamó el tigre con un brazo extendido en forma de saludo y una resplandeciente expresión de felicidad, acercando con rapidez su caballo.

- Yukimura…- susurró Masamune al verle llegar, sintiendo como su corazón volvía a latir con locura solo por el hecho de verle.

- Masamune-dono!- se bajó de su caballo y corrió hacia él para lanzarse a sus brazos pero el rápido movimiento del dragón al atraparlo por la cintura mientras lo besaba profundamente le izo pensar que aquella bienvenida era mejor que la suya.- Ma…Masamune…- susurró el tigre después de que el beso había terminado, mirando de reojo con timidez a su alrededor al saber que su beso había sido presenciado por otros.

- Estoy muy feliz de verte- al escucharle, la atención del joven tigre se volvió a centrar en su amado, sintiendo como las mejillas le ardían con fuerza al ver ese intenso brillo en el ojo grisáceo y esa sonrisa que tanto amaba dirigida a él- Te ves hermoso.

- EH!? Y-yo… g-gr-gra…cias…- el nerviosismo del tigre solo divertía a su pareja, quien se rió levemente al verle en ese estado tan adorable.

Masamune sabía que debía comportarse como un general, mas si estaba frente a sus hombres, pero tener a ese tigre tan sumiso y tan ardiente a la vez lo sacaba de control. Lo que más deseaba en ese momento era comérselo a besos pero debía controlarse o si no Kojuurou lo reprendería por tres horas y esas eran tres horas que debía gastar solo con su tigre y con nadie más.

- Apenas hemos llegado y ya está estrujando a mi Danna- dijo Sasuke quien recién hacia acto de presencia, mirando con los ojos entrecerrados al dragón quien le devolvía la misma mirada.

- Cállate ninja mono, Yukimura es mío así que puedo estrujarlo y hacerle el amor cuantas veces se me dé la gana y donde se me dé la gana!

- QUE!?- el rostro del shinobi se puso rojo de la furia.

- Masamune-sama….- susurró Kojuurou con vergüenza al escucharle hablar tan descaradamente.

- M-Masamune-dono!!!- el rostro del menor se colocó furiosamente rojo- No le hable así a Sasuke y NO DIGA ESAS COSAS TAN VERGONZOSAS!!!- un escalofrío pasó por su espalda al ver como su amado le miraba perversamente.

- No me dices eso cuando tú tomas el control, o a caso…- acercó su boca hacia la oreja del menor y le susurró sensualmente- quieres que te deje hacer de mi lo que quieras para que lo recuerdes…?- finalizó esas palabras con una leve lamida en la oreja del otro, provocando que el cuerpo del tigre enrojeciera por completo y que se separara rapidamente de Masamune, retrocediendo casi dos metro de distancia con un claro nerviosismo y un fuerte temblor en el cuerpo, haciendo que Masamune solo sonriera con triunfo por provocarle esas reacciones.

- Hentai…- susurró el ninja mal humorado.

- Y bien que a tu amo le gusta- le contraatacó el general, provocando en el joven tigre un colapso nervioso al no saber cómo detener la afilada lengua de su pareja.

- Masamune-sama! Por favor…!- le dijo Kojuurou con el rostro también rojo.

- Si, si, si… son unos aburridos- miró entretenido a su tigre quien estaba apoyado con una mano en un árbol y la otra sobre su corazón mientras le daba la espalda, aun con los temblores azotando su cuerpo y demostrando su azoramiento al tener las orejas rojas.- Yukimura- el mencionado dio vuelta la cabeza hacia atrás al escuchar a su dragón llamándole y su sonrojo creció al ver como este extendía su mano para que la tomara, con una sonrisa radiante.

- Masamune-dono… -susurró el tigre con enamoramiento al verle tratarle de esa manera tan romántica, tomando su mano con emoción, pero su mirada enamorada cambió al ver que el dragón colocaba una perversa sonrisa que solo alertó a los dos subordinados.

- Qué esperamos? vamos a mi habitación.

Tanto Sasuke como Kojuurou se miraron de reojo con unas gotas resbalando por sus caras.

Era increíble como el dragón se había puesto tan descarado.

- Su habitación!?-la cara de duda se instaló en el menor, colocando después de unos segundos unos grandes ojos iluminados- Conoceré la habitación de Masamune-dono!?

Y seguía siendo más increíble que el tigre siguiese siendo tan ingenuo.

- Por supuesto Yukimura, tienes que conocerla- acercó al menor hacia su cuerpo al mismo tiempo que rodeaba su cintura y le sonreía lobunamente- Después de todo mi habitación pasará a ser como tuya.

- OH!! Tendré una habitación en Oshuu!- se da vuelta a ver a su ninja- Mira Sasuke! No es emocionante!? Tendré una habitación!

- Danna… sabe realmente a lo que se refiere?- le preguntó en susurro, aun con cara de resignación.

- Sasuke! Katakura-dono podría darte su habitación también!

- EH!?- el rostro del shinobi se colocó rojo al oír a su Danna hablar tan despreocupadamente. Miró a Kojuurou con nerviosismo y comprobó que él estaba en un estado similar, si es que no peor, con el rostro rojo hasta las orejas. Simplemente su Danna no sabía de lo que estaba hablando!

- Ya basta de charlas tontas y vamos- dijo Masamune ya algo impaciente. Tomó la mano de Yukimura y comenzó a caminar con él hacia sus aposentos.

- Adiós Sasuke! NOS VEMOS DESPUÉS! –le gritó el tigre al estarse alejando de su ninja quien aun no parecía reaccionar.

- Después en la noche, porque de mi habitación no saldrás en muchas horas más!- le corrigió el dragón con una sonrisa lasciva y una mirada llena de determinación.

- Oh, entonces- miró otra vez a su ninja con una sonrisa alegre- NOS VEMOS EN LA NOCHE PARA EL CARNAVAL!

Y después de haber pasado junto a los soldados de la entrada que habían quedado de piedra por la impresión, los dos enamorados desaparecieron de la vista de los subordinados, quienes aun estaban parados junto a los caballos, asimilando todo lo que había ocurrido.

El silencio incomodo reinó y Sasuke por primera vez no supo qué hacer o qué decir hasta que sintió como el mayor carraspeaba para llamar su atención, girando a penas sus ojos hacia el ojo derecho para mirarlo con nerviosismo.

- Que le parece si…-el rostro de Kojuurou estaba rojo como los tomates de su huerto- …vamos a mi habitación?

- QUE!!!???

- Q-QUIERO DECIR…...!!! POR QUE NO VAMOS A TOMAR TÉ! TÉ EN EL SALON PRINCIPAL!

Al pobre de Sasuke le iba a terminar dando un infarto.


————————————————————————————————————————————————

El comandante de Oshuu había dado claras ordenes de que nadie se acercase a su habitación mientras estuviera ahí con el tigre de Kai, por lo que ambos guerreros se despreocuparon de que les escucharan y dieron rienda suelta a sus gemidos que comenzaron en el momento en que entraron a ese lugar.

Se desvistieron con desesperación mientras intentaban no despegar sus labios, acariciándose y apretándose el uno contra el otro, siendo Masamune el que empujara a Yukimura contra el suelo en el momento en que lo tuvo desnudo, saltando sobre él antes de que reaccionara, no dándole el tiempo que requería para tomar el control, ya que sabía que su tigre era escurridizo y persuasivo, terminando siempre él con el cuerpo exquisitamente adolorido al tener un tigre tan apasionado que le hacía el amor tan desenfrenadamente.

La lucha constante que lidiaban para ver quién sería el siguiente en ser sometido terminó cansando al dragón más rápido de lo que creía, cediendo a todos los deseos de su pareja al sentir como el calor podía más que su deseo de ser él el que penetrara al menor.

Después de que las continuas secciones de amor terminaran, se podía escuchar el tenue viento que se colaba a penas en la habitación, otorgándole a los guerreros un poco de frescura en ese caluroso día que parecía afectar más a uno de los guerreros que al otro.

- Uff!! Este calor me sofoca…! Gasta mis energías demasiado rápido…- dijo Masamune entre jadeos con un rostro cansado y molesto al sentir como su cuerpo dejaba de responderle adecuadamente al ya haber llegado a cinco orgasmos seguidos y no poder continuar.

Generalmente los orgasmos que tenían eran muchos más al estar ambos siempre encerrados por horas, pero ese infernal calor que había ese día sumándole el ardiente cuerpo de su pareja le fundía el cuerpo y lo dejaba aun más vulnerable contra ese insaciable tigre.

Yukimura, que estaba acostado a su lado con su cabeza apoyada en el hombro del dragón, sonreía de manera radiante al mismo tiempo que respiraba entrecortadamente por haber hecho el amor tan solo uno segundos atrás.

- Masamune- se volteó y quedó arriba del cuerpo desnudo de su amado, sonriendo alegremente con un rostro emocionado, casi infantil- Ya vamos por otra ronda?

- Eh!? -le miró sorprendido- No estás cansado!?

- Cansado?- le preguntó con inocencia al mismo tiempo que ladeaba un poco la cabeza- Pero si creí que había dicho que estaríamos aquí hasta la noche!

- Ah… así que me entendiste cuando dije eso- se rió quedamente.

- Claro que si- le sonrió enamoradamente- Aprovecharía cualquier oportunidad de estar a solas contigo!

- Yukimura…- dijo su nombre completamente enamorado.

- Y claro que deseaba conocer mi futura habitación! Es genial! Ahora la habitación de Masamune-dono es mi habitación también!!- mencionó con un rostro emocionado, mirando en todas direcciones como si quisiera aprenderse ese lugar de memoria.

- Eh….- una gota resbaló por la cara del dragón. Debió suponer que algo así diría su lindo tigre.

- Además…- volvió a decir Yukimura, centrando sus ojos llenos de intensidad en la cara de su dragón, provocando que Masamune le mirase con atención- Quiero que entre nosotros no haya nada que el otro no sepa. Quiero que sepa todo de mi…- llevó una de sus manos y acarició el parche que ocultaba el ojo derecho del dragón, quien le miraba con un intenso brillo en su ojo grisáceo- …y yo quiero saberlo todo de ti.

El rostro del dragón enrojeció furiosamente y su corazón volvió a latir con una fuerza desmesurada, provocando que reaccionara al tener a ese tigre tan sexy y endemoniadamente tierno diciéndole esas palabras llenas de calidez. Si es que era posible, con cada día que pasaba, se enamoraba más tontamente de él.

- Ahora eres mi vida Yukimura, todo lo que quieras saber yo te lo diré- agarró uno de los largos mechones de cabello del tigre y lo jaló hacia abajo, consiguiendo dar con los labios de su amado para besarle apasionadamente al mismo tiempo que le abrazaba con fuerza- Eres mi debilidad y mi fortaleza…- le susurra entre los besos, sonriendo al ver como la piel de su amante se erizaba cada vez que le mordía los labios- Me tienes completamente dominado…- volvía a morder una y otra vez los labios del tigre, sintiéndose completamente adicto a esa nueva costumbre- …y me enciendes tanto… ahhh… no puedo mantener mi cuerpo alejado del tuyo…- le susurró con una voz provocativa y al despegar su boca del otro sonrió con gracia al ver las mejillas completamente encendidas de Yukimura que hacían juego con su rostro avergonzado- Eres un tonto, te sonrojas y te avergüenzas después de todo lo que te he dicho y hemos hecho?

- N-no me sonrojo!!!- le dijo aun mas azorado, sacando una divertida risa en el otro.

- Eres un mentiroso muy descarado- lleva ambas manos a las nalgas del otro, apretándolas y acariciándolas sin pudor alguno, divirtiéndose al ver como su tigre reaccionaba de aquella manera tan pudorosa cuando era él mismo quien lo hacía gemir sin descanso.- Reaccionas así después de todo lo que me has hecho gemir entre tus brazos- atrapó nuevamente la boca del menor entre la suya, besándole ávidamente mientras seguía apretando el trasero del otro, quien comenzaba a gemir suavemente entre los besos. Sonrió al sentir las caderas del otro moverse, provocando que ambos miembros, que comenzaban a despertar, se frotaran entre sí- Ahh….Nadie… se imaginaría que eres aun mas pervertido que yo…- le susurró con una sonrisa insinuante, contemplando a su tigre quien parecía estar librando una batalla interna al no saber qué hacer. Si atacar o dejarse atacar.

- Masamune…- la sola mención de su propio nombre con aquella rasposa y sexy voz saliendo de los labios del menor fue suficiente para que ahora el cuerpo del dragón se erizara. Centró su mirada en los ojos marrón del otro y comprendió que de esa habitación no saldría en unas horas más.

El tigre había decidido atacar.

- Debemos… debemos reanudar nuestro combate…!- el acalorado rostro del menor, junto a esa mirada lujuriosa y esa voz sugerente, contrastaba con ese espíritu combatiente y sus palabras inocentes. - Claramente me ha dejado ganar las últimas rondas! Así que ahora espero que se ponga a la par conmigo!

Masamune rió con fuerza al escucharle hablar de esa manera. Tomaba el sexo como si de un combate se tratase, aunque, lejos de la realidad no estaba. Ambos eran tan competitivos que hasta en los besos de lengua comenzaban a luchar para ver quién era el que dominaba la boca de quien.

“Eres increíble, solo tengo que darte un pequeño incentivo para que dejes tu pudor de lado y des rienda suelta a tus pasiones”- pensó el dragón con gracia.

A pesar de que estaba muerto por el calor, no podía rechazar una oportunidad como esa, menos al tener a su tigre con ese humor y tan dispuesto a seguir con la “lucha”. Sentía como su Yukimura movía las caderas sobre su cuerpo y como los miembros de ambos despertaba rápidamente. Simplemente no podía ignorar aquella deliciosa sensación. Su cuerpo reaccionaba a ese sexy tigre y nunca dejaría de hacerlo.

- Oh está bien- dijo con un falso tono de resignación para después agarrar el rostro de Yukimura y besarle con desesperación- Te amo tanto que no podría negarte nada!

- Y yo lo amo con toda mi alma!-le dijo con devoción y con una hermosa expresión de felicidad que se mezclaba exquisitamente con una mirada picara y provocativa que volvía loco al dragón- Y como sé que está tan cansado por el calor, déjemelo todo en mis manos!

- En tus manos!?- el rostro del dragón enrojeció al imaginarse que era lo que esas manos podrían hacerle, provocando que su cuerpo reaccionara con un caliente temblor dentro de su cuerpo.

- Así es! Así que, ahí voy!!!- dijo con energía, para después bajar rápidamente por su cuerpo.

- EH!? Yu-Yukimu…AAAHHH!!!

Notas finales:

buuueeno! espero comentarios, si? *v*

seguire escribiendo la actualisación lo mas rapido que pueda! >.< no se aun si quedaran dos o solo un capitulo mas por subir! Q_Q

bueno no se si pudoeron darce cuenta pero en la parte en donde yukimura esta parado frente a la tumba de su señor, es identica al primer capitulo solo que con modificaciones :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).