Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor que cicatriza heridas por gabbana

[Reviews - 77]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el penultimo capitulooo!

Disfruten Q_Q

Al caminar un poco de un lado a otro, pudo encontrar a su tigre junto a un grupo de personas que escribían sobre pequeños trozos de madera. 

Al acercarse un poco más, Yukimura pareció sentir su presencia ya que en seguida levantó su mirada sonriente hacia él.

- Masamune-dono! Mire! – le mostró una tablilla en la que escribía- Una mujer del templo me los ha dado!- le contó al ya tenerlo a su lado- Me ha dicho que si uno escribe sus deseos en esta tablilla y los cuelga en el templo, sus deseos se harán realidad! No es eso genial!?- miró la tablilla con los ojos iluminados- Pediré muchas cosas!

- No se te ocurrirá pedir dangos o si?- le preguntó con gracia mientras se cruzaba de brazos, viendo como el joven guerrero levantaba la mirada para verle con alegría.

- Iba a pedir poder estar para siempre a su lado.- le dijo el tigre con un tenue color rojizo en las mejillas, color que se instaló por igual en las mejillas del otro al oírle decir eso- Pero lo de los dangos no es mala idea! Podría ir por mas tablillas para poder escribirlo! Oh! Y podría pedir unas mas para desear que tú y Sasuke se lleven bien!

- Ese mono ninja y yo no nos llevaremos nunca bien- dijo con su ojo entrecerrado, provocando que Yukimura comenzara a reír.

- Pero si lo escribo en las tablillas mi deseo se cumplirá!

Masamune cerró su ojo y dio un largo suspiro.

Yukimura era de esas personas que se creían todo lo que la gente le decía, como la vez en que peleó en el combate de hombres del clan Kai y creyó que Kojuurou era solo un guerrero que le imitaba.

Después de haberle visto por primera vez ese lado ingenuo, podría esperarse cualquier cosa de él, asi que no debía sorprenderse si un día lo encontraba buscando duendes en el jardín.

- Hm… Yukimura, mañana van a llover dangos del cielo.

- EH!? DANGOS!?- el joven tigre retiró la mirada de las tablillas para mirar con asombro a su dragón- DE VERDAD VA A PASAR ESO!? NUNCA ANTES HE VISTO UNA LLUVIA DE DANGOS!

Si, era de las personas que creían todo y que confiaban fácilmente en otras.

- Prométeme que solo creerás lo que yo te diga- le dijo el dragón al mismo tiempo que tiraba de él para tenerlo entre sus brazos.

- Y eso por qué?- le preguntó extrañado.

- Solo hazme caso- no quería que nadie se propasase con su tigre por culpa de su ingenuidad. No correría el mismo riesgo que pasó con el pervertido de Maeda.

- Está bien Masamune-dono- lo mira con una linda sonrisa y un tenue sonrojo en sus mejillas.- Entonces es cierto que lloverán dangos???

Su momento fue interrumpido por un estruendoso ruido que fue acompañado por la ovación de la gente y luego muchos colores se esparcieron por el cielo, provocando que ambos amantes despegasen sus miradas del otro para ver como daban inicio los fuegos artificiales.

- Ya ha comenzado- susurró el tigre con tranquilidad, provocando que el otro le mirara algo extrañado al no ver esa característica emoción, pero sonrió al ver esos ojos brillando con su propia luz que hacían un hermoso juego con esas sonrojadas mejillas y esa soñadora sonrisa mientras miraba el cielo.- Se que Oyakata-sama estaría muy feliz de estar aquí…- cerró sus ojos por unos momentos, sin abandonar aquella sonrisa que de alguna manera, pareció verse mas nostálgica- Me gustaría poder sentirlo… sentir su espíritu viajando con el viento que acaricia las copas de los arboles… solo para saber que está aquí…

- El viento…?- preguntó curioso.

- Si. Sé que sonará extraño pero, cuando siento el viento soplar a mi lado, siento el espíritu de Oyakata-sama…- aun con sus ojos cerrados, inclinó su cabeza a un lado hasta dejarla apoyada en el hombro del otro- Cuando ocurre eso me siento muy feliz porque sé que Oyakata-sama está a mi lado… sé que está bien.

Subió la mano que estaba en la cintura del tigre hasta los cabellos de este para acariciarlos lentamente, levantando después su mirada hacia los arboles de sakura que apenas se mecían  por la leve brisa. Luego miró otra vez a su tigre y se separó un poco de él, solo para tomar su mano.

- Ven.

Sin esperar a que el menor le respondiera, lo condujo a un apartado sendero, alejándose de la bulla del carnaval y de las luces de los fuegos artificiales.

- Masamune-dono? A dónde vamos?- preguntó curioso.- No estaremos alejándonos mucho?- pregunto mientras volteaba la mirada hacia atrás.

- Recuerda que estamos en las tierras de Oshuu- dijo sin parar su andar- Conozco este lugar como la palma de mi mano.

- Si, eso lo sé pero, aun no me dice a donde vamos!

- Solo hay algo que quiero que veas y que sientas, así que no preguntes más y se paciente. Lo comprenderás en cuanto lleguemos.

- Que vea y… sienta?- preguntó para sí mismo con gran curiosidad.

Caminaron por aquel rústico sendero en acenso, andando por largos minutos en donde lo que se escuchaba era el rechinar de los grillos más que la bulla del carnaval.

- Ya llegamos.

- Eh? A donde?- preguntó al ver los mismos arboles y el mismo sendero de antes.

- Al lugar en donde podrás sentir.

Y dando unos pasos más, llegaron a la cima de esa colina, viendo desde ahí una hermosa vista del pueblo iluminado por las luces del carnaval y a lo lejos la mansión de Oshuu, pero lo más sorprendente de todo fue toparse con un hermoso, enorme y frondoso árbol de cerezo  justo en la punta de la colina, el cual mecía sus ramas suavemente por la cálida brisa, provocando que sus pétalos cayeran armoniosamente en el suelo.

Los ojos del joven tigre se abrieron con sorpresa y sintió como su corazón daba un vuelco por una extraña sensación en su pecho.

Dejando atrás a su pareja, caminó hacia aquel árbol de una manera pausada y algo dubitativa, pero todas aquellas inseguridades quedaron de lado en el instante en que tocó la corteza de aquel árbol, sintiendo como la tenue brisa se trasformaba en una suave corriente que envolvía su cuerpo, provocando que su ropa y sus cabellos se elevaran junto con los pétalos de cerezo.

Cerró sus ojos… y lo sintió.

La cálida y fuerte alma de su señor.

Pero había algo más ahí, algo que comprendía y extrañamente, no le entristecía.

… su señor… Oyakata-sama… debía marcharse.

- Ya es hora, Yukimura.

- Si… Oyakata-sama…

La formación de la imponente imagen de su señor frente suyo le izo sonreír emocionadamente, sonrisa que Takeda Shingen le devolvió con creces.

- Veo, que tu espíritu ha madurado.- dijo aun en su misma posición, con sus brazos cruzados sobre su pecho, viendo hacia abajo a quien fue como un hijo para él.

- Todo es gracias a usted, Oyakata-sama!

- No…- separó sus brazos y colocó su mano sobre el pecho del menor, sobre su corazón- Todo es gracias a esto Yukimura, asi que nunca lo olvides. Con tu corazón y tu espíritu, moverás montañas y atravesarás mares. Sigue creyendo en eso y tu fuerza jamás se resquebrajará.

- Oyakata-sama…- susurró su nombre con emoción.- Yo… volveré a verlo…?

- Por supuesto Yukimura, volveremos a vernos, ten eso por seguro- retiró su mano del pecho del otro y mostró una gran sonrisa llena de entusiasmo- Pero espero que no sea tan pronto, ya que hay muchas cosas que debes hacer antes de morir!

- Oyakata-sama…!!! Juro por mi corazón que mi alma no perecerá antes de eso!- le dijo con la misma sonrisa entusiasta.

- Ajajajaja! Así es Yukimura!!!- su traslucido cuerpo comenzó poco a poco a desvanecerse en aquella corriente que los envolvía a ambos- Y recuerda, mantén ese espíritu y seguiremos siempre por el mismo sendero….. - Antes de que se desvaneciera por completo, Takeda giró su rostro hacia Masamune quien permanecía apartado mirando al menor. Una sonrisa queda apareció en los labios del tigre mayor- y también, sigue a tu corazón… y mantendrás siempre a las personas que amas a tu lado.

Los ojos del tigre se  humedecieron y su corazón comenzó a latir con fuerza al saber lo que aquello significaba. Su maestro, su padre, Oyakata-sama, aceptaba su relación con Date Masamune y le alentaba a conservarla.

El joven tigre no pudo hacer más que asentir con fuerza mientras miraba con sus ojos cristalinos como el sonriente rostro de su maestro se dirigía nuevamente a él y desaparecía finalmente en aquella corriente que se mezclaba con los pétalos de flor.

- Hasta pronto… Yukimura…

La fuerte brisa dejó de rodear el cuerpo del menor junto con los pétalos, transformándose nuevamente en una tenue corriente que comenzó a alejarse  en el horizonte, perdiéndose finalmente en el oscuro y estrellado cielo.

Yukimura sonrió aun con sus ojos cerrados y no pudo evitar dejar escapar una lágrima de felicidad al sentir como el alma de Takeda Shingen finalmente descansaba en paz.

Masamune miraba a su cachorro, apoyado en uno de los árboles que daban al sendero.

No había perdido detalle de nada. Vio aquella extraña corriente de aire rodear a su tigre y se dio cuenta que aquel vinculo que había entre maestro y discípulo era tan fuerte que podían verse a pesar de la muerte.

Sabía que Yukimura había tenido contacto con Takeda Shingen y a pesar de que él no pudo verlo, su imponente presencia era tan fuerte que había podía sentirla, sintiéndola luego desaparecer lentamente, dejando a su amado con una sonrisa llena de paz y con aquella lagrima, que sabía, era de felicidad.

Despegó su espalda del árbol y se le acercó, viendo mientras caminaba hacia él, como este limpiaba sus lágrimas con el dorso de su yukata.

- Yukimura…- le susurró al estar ya a su lado.

- Muchas gracias…- susurró por igual, para luego despegar su rostro de su brazo derecho y mostrar una emocionada expresión, haciéndolo ver hermoso con esos ojos brillosos por las lágrimas, pero con aquella sonrisa y aquel espíritu lleno de alegría.- De verdad, muchas, muchas, muchas gracias!

Masamune le devolvió la sonrisa con ternura, llevando su mano hacia la mejilla sonrojada del tigre para poder secar los restos de lágrimas, dejando finalmente su mano apoyada en aquel cálido rostro.

- Hay algo que deseo darte…- vio como el rostro emocionado del cachorro cambiaba un poco por la curiosidad y sin esperar más, introdujo la mano que minutos antes acariciaba el rostro del otro dentro de su yukata, sacando a continuación, dos pequeños amuletos de color blanco que eran decorados con hermosos bordados en hilos dorados. Sonrió al ver las mejillas del otro colorarse aun más al ver lo que era- El enmusubi-omamori, es el amuleto que se le entrega a aquella persona que amas.- tomó una de las manos del menor y colocó uno de los amuletos sobre su mano para luego cerrarla, viendo como los castaños ojos de este miraban de manera emocionada su propia mano en donde se encontraba el objeto- Pero también… también se entrega este amuleto cuando deseas casarte con esa persona, decidiendo pasar el resto de tus días a su lado.

Fue en ese momento en que Yukimura levantó con rapidez su mirada hacia el otro. Con sus ojos brillantes abiertos de par en par, con la boca semi abierta y con ese adorable sonrojo en las mejillas. Pudo sentir como la mano que aun sostenía comenzaba a temblar.

- Y es contigo Yukimura, con quien quiero pasar el resto de mi vida, seas quien seas y pase lo que pase. He encontrado el amor y no pienso dejarlo ir jamás.

- Masamune…dono…- el tigre sonrió emocionadamente, pero en vez de ver las lagrimas que Masamune  pensó que vería, vio una agigantada sonrisa llena de alegría y pudo escuchar esa hermosa risa salir de sus labios para luego sentir como su tembloroso cuerpo se abalanzaba al suyo, tirándolo al suelo en el proceso sin dejar de reír.

- LO AMO MASAMUNE-DONO! LO AMO! LO AMO! LO AMO!!!

- Y yo te amo a ti mi hermoso tigre!- le dijo entre carcajadas que se le habían contagiado- Que me dices…?- enfocó su mirada en los vivos ojos del otro- Se que a Kojuurou y al ninja mono les dará un infarto y que esto no es nada común, pero no me importa. – llevó nuevamente su mano hacia la mejilla del menor, acariciándola con devoción- Yukimura… te casarías conmigo?- El rostro del tigre brilló con su propia luz.

- Si... me casaré contigo, en esta vida y en todas las demás!

Ajenos a las luces del cielo, ajenos al bullicio del festival y ajenos a todo lo que los rodeaba, unieron sus labios en un apasionado beso… beso que sellaría el final y daría inicio a una nueva vida… juntos.

Notas finales:

espero comentariooooooos! ya queda un solo capitulo para el final! lo he extendido lo mas que pude XD

pero estoy trabajando en otros fics de esta pareja asi que aun podran leer mas *U*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).