A la mañana siguiente, la lluvia por fin había acabado, pero el ambiente húmedo y helado aun acechaba esas dolidas tierras.
Sasuke se encontraba recostado arriba de uno de los tantos arboles que rodeaban la fortaleza. Estaba aliviado de que aquella lluvia por fin terminara, pero las oscuras nubes en el cielo no parecían querer irse; a pesar de eso, estaba más tranquilo.
Cuando había ido al cuarto de su Danna en la noche se sorprendió al verlo acurrucado cómodamente entre los brazos de Dokugan-ryu, quien tan bien dormía apoyado en el menor y sonrió, ya que desde el fallecimiento de Takeda, lo único que había visto en el rostro del menor era tristeza y miedo; en aquel instante junto al dragón, solo pudo ver paz. Por fin dormía sin las pesadillas persiguiéndole.
Sonrió para si mismo. Tal vez su Danna se recuperaría antes de lo que creía, pero no podía confiarse; cualquier movimiento en falso sería fatal, es por eso que necesitaba hablar con Date Masamune, necesitaba saber realmente si ese hombre era consiente de los cambios que podía producir en su Danna, en lo muy bien que le podría hacer o en lo muy mal, dependiendo del caso. Debía cerciorarse que las intenciones del Dragón eran buenas y ver qué ocurriría de ahora en adelante.
Miró hacia arriba, comprobando que ya estaba amaneciendo y de un solo salto, desapareció del árbol.
Dentro de la fortaleza, en el cuarto del guerrero mas joven, Sanada Yukimura comenzaba a despertar.
Le dolía todo el cuerpo, principalmente el cuello. Entre sueños quiso moverse pero en seguida se detuvo al sentir como algo lo aprisionaba. Terminó por abrir rápidamente sus ojos y descubrió que lo que lo aprisionaba eran unos brazos alrededor de su cuerpo y quien le abrazaba era nada mas que Date Masamune, quien dormía profundamente.
- Ma-Masamune-dono…!!!- el joven guerrero se sorprendió y su rostro se tiño de rojo en cuanto vio el ojo gris del dragón comenzar a abrirse con lentitud. Rápidamente separó su cuerpo del otro y se mantuvo derecho en su lugar.
- Ah, Yukimura… has despertado- susurró de manera somnolienta mientras se estiraba perezosamente, sorprendiendo a un mas al otro por su actitud relajada, como si dormir abrazados fuera lo mas comun del mundo.
- Pero Masamune-dono! Qué hace aquí!?- le pregunto nervioso. Frente a esa pregunta, Dokugan-ryu lo miro confundido.
- Que, qué hago aquí? Anoche me pediste que no te dejara!
Un luz pareció encenderse en la cabeza del menor al escuchar sus palabras, quedando por un momento completamente quieto sin quitar sus ojos del otro. Masamune le miró preocupado al creer que los recuerdos del viejo Takeda llegaban otra vez a su mente.
Al no obtener otra reacción de Yukimura, Masamune acercó lentamente su mano hasta la mejilla del tigre y comenzó a acariciarlo, obteniendo por fin una reacción al ver como el menor comenzaba a pestañear, saliendo de su letargo y como luego sus mejillas se ponían ligeramente coloradas.
- Masamune-dono… por favor perdóneme por lo de anoche…- bajo su mirada avergonzado- No debí pedirle aquello… solo que por un momento... pensé que todo era un sueño…
Masamune no le dijo nada, solo se dedicaba a observarlo y a acariciar su mejilla sonrojada.
Pasaron largos minutos en silencio, uno muy cerca del otro pero sin mantener el contacto visual.
Masamune sabía que el tigre pensaba en Takeda, lo sabía al ver sus ojos entristecer, pero no se atrevía a decir nada. El mas joven había perdido a una persona que consideraba como su padre y el luto había que vivirlo de alguna manera, o si no nunca podría seguir adelante.
Lo unico que podía hacer por su rival en esos momentos era mantenerse a su lado en silencio.
- Masamune-dono…?
- Hm?- le miró atento. Yukimura pareció basilar antes de levantar su mirada para centrarla en el único ojo de su contrincante. Le miró unos minutos con dudas y nervios, cosa que a Masamune se le izo demasiado adorable. Lo único que quería era abrazarlo fuerte y protegerlo de lo que fuera.
Yukimura finalmente abrió la boca para decir algo, haciendo que Masamune se inclinara ligeramente hacia adelante para escucharle mejor, pero justo en ese momento, el Shoji de la habitación se abrió, haciendo su aparición Sasuke quien llevaba una bandeja con comida.
- Ah Sanada Danna! Ha despertado nuevamente!- dijo alegre el ninja, entrando con confianza en la habitación e ignorando la mirada acecina que Dokugan ryu le lanzaba.
Se sentó en el lugar donde anterior mente Masamune había estado, ya que este se había levantado con algo de incomodidad, situándose en la entrada de la habitación mientras intentaba mirar con indiferencia el paisaje nublado a la vez que se cruzaba de brazos
- Me alegra que despertara Danna. Le he traído algo de comer, debe tener hambre ya que no ha comido en cuatro semanas.
- Cuatro semanas?- le miró arrepentido- Tanto he dormido?
- Tuvo mucha fiebre y aun debe reponerse, es por eso que necesita comer algo y descansar- Le coloca la bandeja sobre su regazo.
- Sasuke, yo…
- Shhh, tranquilo Danna- le sonríe- Me alegra mucho que haya por fin despertado, todos estaban muy preocupados- dirigió sus ojos hacia atrás mirando a Masamune para después sonreír de manera sospechosa- Y al decir todos, me refiero a todos.
- Que balbuceas ninja- le gruño Date de manera amenazante mientras le miraba de reojo, siendo completamente ignorado por el otro al encogerse de hombros.
- Yo… de verdad lo siento, no quería preocupar a nadie.- susurró débilmente el peli café, mirando con tristeza hacia abajo.
- Danna…
- Oyakata-sama tenía razón… siempre me dejo llevar por mis sentimientos… no se qué hacer ahora… si no soy capaz de contenerme a mí mismo como voy a ser capaz de levantar una nación…? no soy un buen guerrero, seguramente moriré un día a causa de ello, y yo no…
- Deja de hablar estupideces!- le grito el dragón al mismo tiempo que se volteaba y le encaraba con su ojo acusador, causando que los dos presentes le miraran sorprendidos- Hablando lastimeramente de ti mismo no cambiara nada! -se acercó rápidamente hacia él y lo agarro de la yukata, levantándolo del futon hasta tenerlo a su altura- Solo dices estupideces!!! Si fueras tan mediocre como dices ser crees que yo estaría aquí en estos momentos cuidando y preocupándome por un idiota como tú!!!???
Yukimura abrió de par en par sus ojos castaños, dejando la duda y la tristeza de lado al escuchar las palabras del líder del clan Date.
El corazón del tigre comenzó a latir con fuerza una vez más.
Cómo era posible que con unas cuantas palabras suyas y algo de cercanía su corazón reaccionara de esa manera tan desbordante?
Latía… y latía muy fuerte… como la primera vez que lo enfrentó.
De verdad había estado preocupado…? Date Masamune había estado ahí por él porque estaba preocupado… Y lo estaba cuidando… incluso en sus sueños…
Su corazón no dejaba de retumbar con fuerza. No sabía qué era lo que le estaba pasando, incluso sentía como sus mejillas comenzaban a arder y no por la fiebre.
En un estado similar quedo el dragón de un solo ojo. Su corazón latía tembloroso dentro de su cuerpo.
Lo había dicho, había mostrado sus motivos del porqué estaba ahí. Era por él, por Yukimura! Y ahora este no le quitaba sus grandes ojos castaños de encima. Ver su rostro tan cerca del suyo le producía mareos y sus manos comenzaron a temblar al ver como el menor presentaba un tinte carmesí en sus mejillas, compartiendo rápidamente ese extraño y nuevo síntoma.
A pesar de que quería salir huyendo de ahí, no pudo hacerlo. Aun mantenía preso a Yukimura de su yukata y aun mantenía sus rostros uno frente al otro. Sus grandes ojos castaños lo habían capturado.
Sasuke los miraba desde abajo con una sonrisa resignada.
Vaya, Date Masamune si que iba rápido y sin rodeos, pero al ver su sonrojo y el ceño fruncido pensó que ni el mismo Date había pensado en sus palabras antes de decirlas. Luego miro a su Danna y se percató que este era el más confundido de todos, colocando un tierno rostro de cachorro ruborizado, dandose cuenta que aquello no serían tan simples ya que su Danna solía ser lento en ese tipo de cosas… ciertamente Date Masamune la tendría difícil...
- Are, are, si quieren dar algún tipo de declaración más directa el momento es ahora- soltó por fin el ninja, provocando que ambos guerreros volvieran a pestañear y regresasen a la vida.
Masamune al oír sus palabras, balbuceó insultos entre dientes y soltó bruscamente al menor quien callo sentado sobre el futón y como alma que lleva al diablo el dragón desapareció, dejando a un confundido Yukimura mirando en la dirección en la que Masamune se había marchado.
- Ustedes si que son intensos!- volvió a decir el ninja con tono pícaro.
- Ah?- Yukimura le miro igual de confundido que antes, provocando que el ninja suspirara con resignación- Sasuke, qué fue lo que le ocurrió a Masamune-dono???
- Bueno, su enfado es evidente. El vino desde Oshuu para verte y espera que pronto te recuperes. Si andas por ahí diciendo cosas tan negativas después de que el pasara noches velando tu sueño es normal que se vuelva algo frustrante.- Yukimura baja su rostro con arrepentimiento.
- Masamune-dono de verdad está aquí por mi?
- Ahhh…- Sasuke suspira con paciencia- Tratemos de analizar esto… Date Masamune, el jefe del clan de Oshuu, está aquí en Kai, no por que quiera tomarse vacaciones, él es un hombre muy ocupado y tiene grandes deberes- Mira a su Danna quien escuchaba sus palabras atento- no creo que haya dejado sus tierras por algo de poca importancia, un jefe deja algo importante cuando siente que debe hacer algo aun más importante que lo otro- ante la extraña mirada de Yukimura, Sasuke se resigna y sonríe para después acariciar despreocupadamente la cabeza del menor, despeinando sus cabellos- Ya pronto lo entenderás Danna.
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Masamune caminaba por los pasillos sin poder creer lo que había dicho. Esa era la segunda vez desde que estaba en Kai en la cual sentía como si su corazón se le fuera a salir por la boca! Aquello no era normal!
- Maldición! Qué demonios es lo que estoy haciendo!?- se detuvo y comenzó a dar vueltas en círculos a la vez que se sobaba la nuca- Está bien Masamune! Respira hondo! Kojuurou siempre dice que primero hay que tranquilizarse y después pensar!- se mantuvo un momento quieto a la vez que aspiraba y retenía el aire por un segundo, para después gritar de frustración y volver a caminar en círculos- Dammit! Esto no sirve!!
Mientras, el degundo al mando del clan Date paseaba por los grandes jardines de la mansión Takeda cuando divisó a su señor balbuceando cosas en su segunda lengua preferida mientras daba vueltas como un lobo enjaulado. Aunque no quería espiar, su curiosidad por el extraño comportamiento de su señor le pedía que se acercara con cautela para averiguar qué lo tenía en ese peculiar estado.
- Sanada Yukimura! Todo esto es tu culpa!!!- decía el dragón con un fuerte color rojo en sus mejillas al recordar en su mente el momento en que lo tuvo cara a cara y le dijo todo eso- POR QUE!!??
Kojuurou se sorprendió al escuchar eso. Ya debía suponer que ese peculiar estado en el que se encontraba su señor se debía al cachorro del clan Takeda. Parecía que ese hombre tenía la capacidad de hacer relucir todos los sentimientos de su señor, lo cual era raro en él ya que siempre se mostraba calculador y sereno. Verlo ahora dando vueltas y hablando consigo mismo era un panorama totalmente nuevo.
- Fuck!- golpeó con fuerza un pilar de madera haciéndola añicos. Al ver el desastre que había hecho, suspiro e intentó tranquilizarse- Maldición… qué es lo que me estás haciendo, Sanada Yukimura?
Aquella voz llena de angustia preocupo a su ojo derecho.
Esto se le estaba yendo fuera de las manos. Debía hacer algo. Debía hablar con Sarutobi Sasuke.
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Había querido levantarse y salir un momento de esa habitación para no preocupar mas al resto, pero Sasuke le había dicho que necesitaba reposar, que aun estaba débil y debía recuperarse al 100% y la verdad es que había agradecido a su ninja internamente por obligarlo a quedarse. Le dolía salir y no encontrar a Oyakata-sama por ningún lado, no quería ver el luto de la gente ni nada que le recordara lo que había sucedido.
Se acurrucó aun más en su futón y se giro hacia el Shoji que estaba ligeramente abierto. Estaba nublado, pero por lo menos había dejado de llover, aunque a juzgar por las negras nubes que alcanzaba a ver desde su posición, la lluvia lo seguiría asechando por más tiempo.
Cerró los ojos con fuerza y escondió su rostro dentro del futón, dejando solo sus cabellos afuera.
No quería recordar, pero tampoco quería seguir durmiendo ya que hasta en sus sueños las imágenes aparecían. Ya no podía aparentar de que nada había ocurrido, no podía negarlo por más tiempo; no quería preocupar a su gente ni a Sasuke, debía ser fuerte por su señor, pero era difícil, era muy difícil.
Desearía que Sasuke no se hubiese tenido que ir a recorrer las tierras para que así lo distrayera un poco y desearía que Masamune-dono no estuviese enfadado con él para que viniera y le abrazara como anoche, para así probar ese sentimiento de tranquilidad otra vez, pero despues de lo que pasó no le sorprendería saber de que el guerrero de un solo ojo se hubiese ido. Como había dicho Sasuke, Masamune-dono era el jefe del clan Date, el jefe de las tierras de Oshuu, tenía cosas más importantes que hacer que lidiar con él y su pena.
A pesar de lo que pasó quería verle. De verdad quería verle y disculparse con él.
- Masamune-dono… - le llamo dentro de su futón, aun con su cabeza escondida- Masamune-dono…- cerró los ojos con fuerza. Tal vez si pensaba en él, aparecería!- Masamune-dono!!!- guardó silencio por un momento, intentando oír algo. Asomo solo los ojos por su futón mirando el pasillo, pero todo se mantenía en una inquietante calma. Sus ojos se entristecieron y se dio la vuelta para quitar su vista de la salida- Soy un idiota… tal y como él lo dijo…
“Si fueras tan mediocre como dices ser crees que yo estaría aquí en estos momentos cuidando y preocupándome por un idiota como tú!!!???”
- Masamune-dono…
“Un jefe deja algo importante cuando debe hacer algo aun más importante que lo otro”
Yukimura se sentó son rapidez, apretando sus puños con fuerza sobre el futón.
- Algo importante…- miró con ojos decididos hacia afuera- Necesito encontrar a Masamune-dono!!
Sin siquiera abrigarse un poco ni a detenerse a pensar con claridad, Yukimura salió de su cuarto con sus pies descalzos, comenzando a caminar por los pasillos del palacio.
Mientras, Sasuke recién llegaba de su revisión matutina por las tierras de Kai para cerciorarse que todo estuviera en orden. Había dejado a otros ninjas rondando por si surgía algún inconveniente.
- Sarutobi Sasuke- le llama una grave voz por sus espaldas.
- Ah, Katakura-dono! Milagrosamente me ha sorprendido- dijo el ninja algo apenado al no sentirlo acercársele.
- Necesito hablar algo con urgencia, es acerca de Masamune-sama.
- Ah, con que es eso! Será mejor que entremos- mira el cielo con resignación- Creo que dentro de muy poco comenzara a llover otra vez.
- Está bien.
Ambos entraron a unos de los salones principales, en donde una mujer les sirvió té y una pequeña merienda. Después de tomar un poco del brebaje, el ojo derecho por fin habló.
- Hay algo que me está inquietando, como te dije es con respecto a Masamune-sama e involucra también a Sanada- miró fijamente al ninja quien no decía nada pero mantenía una sonrisa en el rostro- Tú sabes qué es lo que está pasando- le dice acusadoramente.
- Yare Yare, Katakura-dono! No me mire de esa forma! No puede culparme por intentar de que mi Danna mejore pronto!
- Y qué tiene que ver Masamune-dono con todo esto!?
Sasuke pareció meditarlo un momento para después responder.
- No es algo que yo haya planeado! Pero al ver las reacciones de Dokugan-ryu frente a mi Danna me izo darme cuenta de algunas cosas.
- Asique, te has fijado…
- Ah??
- Desde que llegamos a Kai Masamune-dono ha estado actuando extraño, no parece ser él mismo y hoy en la mañana lo vi hablando solo y mencionó a Sanada e intenta ignorar a toda costa los conflictos que se presentan en Oshuu, no parece querer irse de aquí bajo ningún motivo- bajó la mirada para centrarla en su tasa- No es normal de parte de él perder el control y dejarse llevar por cosas como estas y eso me preocupa.
- Katakura-dono, no tiene de que preocuparse!- Kojuurou lo miró atento- Sabe? En cosas del amor uno no manda!- sonrió con complicidad.
- Amor!?- preguntó sorprendido, sacando una gota gorda que bajó por la cien del ninja.
- Bueno aun no lo sé, pero es bastante posible! Lo he visto en mi Danna. Cuando pelean juntos o cuando habla de él puedo ver un brillo especial en su rostro y creo que usted ha visto algo parecido en su señor y no creo que sea simple rivalidad- meditó por unos momentos- o tal vez solo sea una loca obsesión- se encogió de hombros- sea lo que sea, está dando resultados en mi Danna!
- Sarutobi…
El ninja fijó su mirada en su propia taza de té con algo de tristeza.
- He estado al lado de mi Danna por muchos años, mi deber es ayudarlo y estar siempre junto a él en cuando me necesitase, incluso daría mi vida por él, pero después de la muerte de Oyakata-sama no sentí que le estuviese ayudando en nada, lo estaba viendo caer en un abismo sin fondo frente a mis ojos y no podía hacer nada! Por más que intentara agarrarlo, no lo alcanzaba. Me sentí inútil.
Kojuurou lo miraba atento y sin hablar ya que sabía lo que era sentir eso, sentir que tenías un único propósito en la vida y no podías llevarlo a cabo. Sentir que habías fallado.
- Es por eso que cuando vi a Date Masamune llegar por si solo, una idea cruzó por mi mente- levantó su vista con una leve sonrisa- Quien mejor que él para sacarlo de ese abismo! Sé que son rivales, normalmente esa idea sería descabellada, pero esos dos no son rivales normales y el mismo Dokugan-ryu lo demostró al venir aquí.- Miró al mas alto para ver si refutaría algo frente a sus pelabras pero al verlo mirar a otro lado como si reflexionara decidió continuar- Hoy los he visto juntos en la mañana- vio la mirada sorprendido del ojo derecho y sonrió con calma- No ha pasado nada, bueno, algo si- se rió con resignación- Date Masamune ha conseguido hacer algo que yo nunca he podido- miró a Kojuurou que esperaba atento a sus palabras. Sonrió con sorna- Hacerlo sonrojarse- volvió a reírse frente a la mirada incrédula del otro- Danna es un hombre extraño, a pesar de vivir entre tantas guerras y muertes es la persona más ingenua y pura que haya conocido jamás! Si tan solo los hubieras visto!- volvió a recordar sus rostros- Parecían dos jovencitos perdidos e impactados por haber descubierto el amor!
- Si lo que dices es cierto, entonces puedo llegar a comprender la actitud de Masamune-sama, aunque la verdad me siento algo inquieto, él no ha hablado de esto conmigo.
- Tal vez ni él mismo se ha dado cuenta realmente. Bueno, de que sabe que algo le está pasando, lo sabe, pero con qué tanta exactitud?
El rostro de Kojuurou se colocó rígido y levantó la mirada con unos ojos decididos.
- Deseo ayudar a Masamune-sama! No puedo dejarlo solo con sus dudas! Si todo esto es verdad, debe de sentirse muy confundido. Es la primera vez que algo así le sucede!
- A mi Danna también, pero no podemos ir directo hacia ellos y decírselo!
- Entonces qué tienes en mente?
- Debemos ir con cuidado. Sanada Danna ha pasado por muchas cosas estos días, mi prioridad ahora es hacer que se sienta mejor, que sepa llevar esta carga y lidiar con ella. Si todo esto puede ser aminorada por Date Masamune entonces por fin sentiré de que he hecho algo bien por mi Danna, pero paso a paso. No deseo que entre en un colapso emocional.
- Está bien- le mira con decisión- Haré todo lo que esté en mis manos- Sasuke le sonrió agradecido, feliz de ver que ahora tendría un complice que había accedido ayudar sin que él lo hubiese pedido.