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Un amor que cicatriza heridas por gabbana

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Notas del capitulo:

Aqui la continuaccion espero les guste!!!

- Ma-Masamune-dono… no es necesario que…

- Y vas a seguir con eso? ya lo estoy haciendo asi que relájate, ok?

Yukimura se encontraba sentado en un taburete de madera con solo una tela blanca amarrada a la cintura que le tapaba hasta el muslo, de espaldas a Masamune quien se encontraba en las mismas condiciones y le tallaba la espalda con una esponja, mojándolo de vez en cuando con un balde con agua.

El cuerpo del menor temblaba ligeramente cada vez que sentía los dedos del dragón rozar su piel. Era como sentir un retorcijón en su abdomen que subía por su estomago hasta llegar a su garganta, produciéndole cosquillas en lugares que no había sentido antes. 

 

Intentaba aparentar que nada pasaba, pero esos temblores se hacían cada vez más notorios cuando el dragón le tocaba más con la mano que con la esponja.

 

- Quédate quieto.

 

Dio un pequeño respingo y sintió sus mejillas arder al sentir la tibia respiración del otro sobre su cuello, percibiendo el calor del cuerpo ajeno a escasos centímetros de su espalda al tenerlo inclinado sobre su hombro, hablándole al oído. 

 

La sensación de cosquilleo en su estómago y abdomen aumentaron, sintiendo algo más en sus partes bajas, algo que hace mucho tiempo no había sentido.

 

Recordaba que lo sintió en un momento en que Oyakata-sama le presentó una mujer y le dijo cómo debía de estar con ellas. En ese entonces tenía trece años y la mujer le había acariciado más de lo que él creía correcto y después de decir que eso era vergonzoso salió corriendo de la estancia. Luego Sasuke le explicó que ese tipo de mujeres se encargaban de darte placer y compañía y que él, tarde o temprano, tendría que experimentar con una, por muy vergonzoso que dijese que fuera.

 

Recordaba que Sasuke le dijo algo acerca de la atracción física y el roce entre las pieles, de que cuando estuviese listo de experimentar su cuerpo reaccionaría a ello. Era entonces a esto a lo que se refería? Esas extrañas reacciones en su cuerpo significaba que estaba listo para… experimentar…? Con el solo hecho de pensarlo era vergonzoso! Aquello no podía ser! Además estaba hablando de Masamune-dono!!! Él era un hombre, no una mujer, era una persona que respetaba demasiado, era un guerrero, el jefe del clan Oshuu, su rival, su contrincan…!!!

 

Cualquier pensamiento recriminatorio se esfumó de su cerebro al sentir la mano de su “rival” agarrándole de la cintura, al mismo tiempo que la otra era deslizada, aun con la esponja en la palma, por su hombro hasta llegar a su ante brazo. Sentía la respiración trabajosa contra su cuello y hasta podía olerlo.

 

Esta vez el temblor no lo pudo disimular. Creía que se derretiría ahí mismo con su propio calor corporal! Su respiración comenzó a entre cortarse, costándole respirar con normalidad, sus manos, que apretaban con fuerza sus rodillas, temblaban sin control y su vergüenza era cada vez más grande al sentir como su parte intima se endurecía! Esto no podía ser más vergonzoso! Si quería controlarse debía de alejarse del cuerpo del dragón, pero la mano que estaba en su cintura le tenía afirmado con firmeza y luego sintió como esos dedos le comenzaban a acariciar lentamente, dirigiéndose hacia su bajo abdomen.

 

- A-ahhh…!

 

En cuanto se le escapó ese extraño sonido de sus labios se tapó la boca con ambas manos, sonrojándose hasta las orejas de la vergüenza. Es que simplemente no pudo aguantar ese quejido al sentir a Masamune acariciarle el abdomen y luego apoyado su pecho desnudo contra su espalda, pero en cuanto ese ruido salió de sus labios el cuerpo del otro se le despegó rápidamente, alejando a la vez sus manos como si su piel quemara.

Al sentirse liberado el cuerpo del tigre automáticamente se encogió hacia adelante, ocultando su rostro contra sus rodillas y su crecida entrepierna que ya era muy notoria bajo aquella delgada tela, haciéndolo sentir confuso, nervioso y avergonzado.

 

Por qué su cuerpo reaccionaba de aquella manera por el tacto de Masamune!? pensaba que ese tipo de reacciones solo podían aparecer con el contacto de una mujer como le explicó Sasuke una vez! Entonces por qué lo estaba sintiendo con Masamune-dono!? Por qué su corazón latía con tanta fuerza y le costaba respirar con normalidad!?

- Ya es tiempo de entrar al agua, si te quedas así vas a caer nuevamente en cama. -Masamune se levantó y caminó hacia las termas, no atreviéndose a mirar hacia atrás.

 

Le costaba aparentar normalidad y demostrar tranquilidad en su cuerpo. Estuvo a tan solo un pelo de tocar más de lo que debía.

Se había aventurado al ver los espasmos que provocaba en el joven guerrero cuando le tocó. Aquello era bueno, quería decir que podía hacer sentir bien a Yukimura con su tacto, pero estaba tan ensimismado que no se daba cuenta que ya no parecía estar intentando disimular que solo le tallaba la espalda. Se había aventurado a acercársele más, a oler su cuerpo, a hablarle al oído, a tocarle sin disimulo. 

Al sentirlo temblar a su lado y ver la obvia erección en el cuerpo del menor simplemente su cerebro se desactivó. Quería sentirlo, satisfacerlo, besarlo y transformar su deseo en realidad; su mente se nubló, pero se despejó rápidamente al escuchar ese gemido, porque eso había sido, un gemido en los labios del tigre. Ese ruido sensual y a la vez fiero le había provocado un choque eléctrico en todo su cuerpo y un gran problema entre sus piernas; por eso se alejó, porque sabía que si seguía por ese camino terminaría por abusar del otro, y aunque lo que más deseaba era hacerlo suyo, quería ir despacio, quería tenerlo no solo en cuerpo, si no que también en alma.

 

Ahora que lo pensaba, tal vez lo de ir a las aguas termales no había sido buena idea. Ahora tendría que soportar verle semi-desnudo, con el cuerpo mojado y las mejillas sonrojadas por el vapor.

- Dammit…- susurró para sí mismo al recordar el estado en que dejó al menor- Oi Yukimura, ven de una vez!

 

Masamune se introdujo en las termas naturales rodeadas de rocas junto a una  pequeña cascada. Apoyó su espalda en una de las tantas piedras que lo rodeaban, dándole la espalda al otro para así no tener que verle caminar hacia él casi desnudo, además, de esa manera ayudaría al menor a que se acercara, evitándole la vergüenza y también se ayudaría a si mismo para intentar concentrarse en otra cosa y conseguir bajar su eminente e inoportuna erección.

 

Después de unos minutos escuchó como Yukimura se levantaba y caminaba con sus pies descalzos hacia él, tensándose involuntariamente al percibir al menor cerca.

Escuchaba sus pasos vacilantes y hasta podría jurar sentir su respiración entre cortada. Eso no podía ser bueno. Solo pedía a los dioses que pudiese controlar su cuerpo y cerró su ojo en el minuto en que lo sintió entrar al agua.

 

A pesar de tener su ojo cerrado, aparentando que se relajaba, sus sentidos estaban puestos cien por ciento en el tigre. 

Ya podía imaginarlo; sentado a una distancia prudente de él, con el rostro sonrojado, con sus labios bien apretados, mirando hacia abajo con vergüenza, sudando levemente por el vapor, con su torso tonificado moviéndose acompasadamente al respirar, con sus cabellos atados en una cola alta, pegándosele los más cortos al cuello y al rostro, pidiéndole con la mirada que le hiciese suyo y le besase y le tocas y le hiciera el…!!!

- AAAHHH!!!

- Ma-Masamune-dono!? Qué le ocurre!?

- Eh?- se avergonzó al darse cuenta que había gritado en voz alta, pero se exaltó al ver finalmente al menor quien se le acercaba rápidamente- Demonios, se ve tan bien como imaginaba…- pensó.

- Le duele algo? Se siente bien? Por qué ha gritado así?- acercó su mano y la apoyó en el hombro del otro.

El cuerpo de Masamune se tensó al sentir la mano del menor sobre su cuerpo, sintiendo un calor que nada tenía que ver con el vapor de las termas. 

Miró a Yukimura, pensando en qué decirle, pero simplemente no se le ocurría nada y menos teniendo al menor tan cerca suyo, con el cuerpo mojado, con sus mejillas sonrojadas y esos grandes ojos inocentes mirándole de aquella manera tan intensa. Era en una de esas ocasiones en que agradecía de que el tigre fuese tan puro e ingenuo. Si tan solo supiera que su cuerpo ardía en deseos de tenerle entre sus brazos y de poseerlo de mil maneras…!

Pero todos sus pensamientos libidinosos se esfumaron al ver la cara de preocupación que el pequeño tigre tenía. El verle así de preocupado por él le hacia sentir una rara alegría y no pudo evitar colorar una sonrisa embobada. Es que se sentía tan bien que la persona que quieres se preocupe por ti y aquel era una sensación nueva que estaba empezado a apreciar.

Se rió quedamente, burlándose de si mismo al darse cuenta del grado de locura que había llegado a desarrollar por el amor que tenía hacia el tigre.

Él, Date Masamune, jefe y señor del clan Oshuu, sonriendo estúpidamente con el corazón a mil y feliz como un mocoso al cual su primer amor platónico le regalaba una sonrisa que le hacía sentir las condenadas mariposas en el estómago.

- Masamune-dono?

Bastó solo escuchar su voz para alargar su brazo y agarrarlo de la nuca, acercándolo contra su cuerpo para poder abrazarle. 

Sintió como el esculpido cuerpo del menor se tensó por el repentino movimiento, pero no le importaba. Tener a Yukimura con su rostro apoyado en omoplato y cuello, con sus manos sobre sus brazos y su respiración contra su piel era sublime. Sentir su cuerpo contra el suyo, su calor y sus cabellos acariciando su mejilla, era una sensación que no quería dejar ir jamás.

Frente aquel pensamiento, rodeó ese cuerpo antes de que se le escapara, colocando una de sus manos entre los cabellos de su nuca y la otra en su espalda, apoyando su mejilla contra la frente del menor para aspirar su aroma, estremeciéndose por el roce de sus cuerpos mojados, intentando mantener sus caderas alejadas del otro para que no descubriera lo que le hacía sentir.


Pero mas allá de la insaciable atracción física que tenía por el menor, aquel abrazo le llenaba de una manera no carnal. Era algo cálido, una sensación que le trasmitía tanta paz y felicidad que lo hacía desear tenerlo así por siempre. 

Aquella sensación, aquel calor, era lo que había estado buscando sin saberlo.

 

Algo parecido experimentaba el tigre de Kai, quien poco a poco se fue relajando, dejándose abrazar por el otro, entregándose a las sensaciones y olvidándose de todo lo demás. 

 

Por un momento, los únicos que existían eran solo ellos dos.

 

Yukimura cerró sus ojos mientras soltaba un suspiro. 

Tenía que admitir que se sentía bien. Su pecho rebosaba de calidez, estaba tranquilo y algo adormilado. 

 

No sabía que alguien como Date Masamune pudiera hacerle sentir así de bien y realmente no deseaba que el momento terminase nunca. Podía escuchar claramente el retumbar del corazón de Masamune que sonaba algo agitado pero para él era como escuchar un arrullo de cuna, adormilándole sus sentidos poco a poco, pero a pesar de que su cuerpo le estaba pidiendo el dejarse llevar por el sueño, no quería hacerlo, deseaba poder vivir ese momento el mayor tiempo posible.

 

Quería poder decirle tantas cosas, preguntarle otras, pero sobre todo, saber qué era lo que estaba ocurriendo. 

Era como si estar con Masamune le ayudase a olvidar todos sus problemas. Se sentía lleno de vida, con energía, alegre de ver en el dragón ese deseo que tenía de pelear con él, solo con él, pero en esos momentos no estaban enfrascados en una ardua batalla y a pesar de eso esa grisácea mirada seguía siendo la misma  y aquello le hacía sentir ansioso y nervioso al mismo tiempo.

Quería saber qué era lo que le ocurría a él y al dragón. Por qué le abrazaba? por qué le ayudaba? Por qué le miraba de esa manera tan intensa si no estaban combatiendo? y por qué le hacía sentir de esa manera tan especial?

 

- Masamun…

 

De repente, un tenue susurro en los arboles a su alrededor le izo abrir los ojos. Pensó con rapidez lo que podía significar ese susurro y con el rostro rojo se separó rápidamente de Masamune, obteniendo una mirada interrogante del otro por el repentino escape.

 

- Qué ocurre Yuk…?

 

- Oh, con que aquí estaban!- se escucha una voz alegre y algo cómplice entre los árboles, dejándose ver el ninja mientras colgaba de una rama cabeza abajo, dejando ver su rostro burlón.

- El ninja mono!!- Masamune se giró y le encaró con enfado. Lo iba a partir por la mitad por haber interrumpido ese momento!

- Como no los encontré en el palacio comencé a buscarles- se gira a ver a Yukimura quien estaba rojo de la vergüenza- Sanada-danna cómo se siente ahora? veo que mejor, no creo que ese sonrojo en sus mejillas sea por fiebre o algo por el estilo.

- E-e-es por el vapor!!!- estaba tan nervioso que aquellas palabras las dijo casi gritando- Y-yo… lo siento!- se disculpo al ver a los dos hombres sobresaltarse un poco por haber gritado, inclinándose exageradamente hacia adelante en forma de disculpas pero mojándose todo el rostro al dar con el agua de la terma- Ah!- quedó con sus cabellos y rostro empapado.

- Pero que distraído eres- susurró el dragón con una sonrisa divertida. Ignoró al ninja colgado en el árbol y se desplazó dentro del agua hasta llegar otra vez al otro- Déjame que te ayude.

- Eh?

Al ver a Masamune a apenas unos escasos centímetros de su cuerpo, el sonrojo en sus mejillas aumentó de nuevo pero cualquier nerviosismo se esfumó al sentir las manos del dragón tocándole el rostro y sus cabellos, los cuales echaba hacia atrás para despegarlos de su cara. Incluso después de haberlo hecho seguía acariciándole el rostro y se estremeció cuando esos dedos pasaron levemente sobre la comisura de su labio mojado, tocádolo con suavidad y lentitud.

Le miró al su único ojo, ese ojo gris que le observaba de esa manera tan intensa, tan pasional, tan penetrante y cálida. 

Sentía que el corazón se le saldría por la boca en cualquier momento al tenerlo así de cerca y al ser observado con esa enorme intensidad que lo absorbía por completo y le hacía olvidar incluso donde estaba parado.

 

La mirada de Date Masamune le atraía de una manera casi electrizante que le producía un extraño escalofrío placentero por todo el cuerpo y era una sensación nueva de la cual quería más. 


Para su propia sorpresa se vio deseando un contacto mayor con el dragón y entrando en un especia de transe, se imaginó cómo sería sentir las manos de su rival acariciando el resto de su cuerpo y no solo sus labios, comenzando a sentir su corazón empezar a latir con fuerza contra su pecho con tan solo imaginar esas imagines fantasiosas que en cualquier otro momento habría catalogado como vergonzosas e indignas, pero por alguna desconocida razón, imaginarse en una situación intima con su eterno rival le hacía sentir emocionado y ansioso, como si de un combate se tratase.

Todas esas sensaciones; el sudor de su cuerpo, las fuertes palpitaciones, el cosquilleo en todo su cuerpo y las ganas de ser tocado eran todas sensaciones nuevas y no sabía cómo lidiar con eso ni mucho menos qué hacer con ellas. Él no sabía como interactuar de aquella manera física con las mujeres, ni hablar con los hombres! era nuevo en todo eso y debería sentirse nervioso y avergonzado, pero en vez de eso ahora las ansias por aprender y conocer eran mas grandes que su pudor. Quería aprender y había descubierto que quería aprender a hacerlo con Date Masamune.

Mientras todos esos pensamientos se juntaban en su cabeza, no se había dado cuenta que había llevado sus manos a los brazos del dragón y lo había sostenido de manera firme mientras aceraba su cara lentamente hacia el más alto quien por un momento pareció quedar paralizado y capturado por la mirada del tigre. Una mirada intensa, profunda y decidida que conocía muy bien en combate, pero que ahora le daba un nuevo significado y aquel descubrimiento no izo mas que sorprenderle y dejarlo fuera de juego por unos instantes.

 

- Oi, oi, esperen a que me vaya antes de hacer cualquier cosa!- les dijo Sasuke, divertido al ver como el dragón salía de su estupor y se sonrojaba a la vez que miraba con furia al ninja, provocando también que el tigre saliera de su transe, avergonzándose al darse cuenta de lo cerca que había estado del dragón y de como lo había sujetado de sus brazos sin darse cuenta, provocando que le soltase y se separase con rapidez con nerviosismo- Será mejor que regresen por que la cena ya va a estar! Y no deseo que mi Danna se enferme otra vez! Aunque ahora parece estar mucho mejor no es así? estaban a caso a punto de hacer algo indebido?- preguntó con una sonrisa torcida.

- METETE EN TUS PROPIOS ASUNTOS MONO DE MIERDA!!!- antes de que pudiera darse vuelta para buscar una piedra y lanzársela el ninja ya se había marchado- Dammit!

Sintió un balbuceo a su lado y al girar nuevamente su vista hacia Yukimura todo el enfado que tenía fue remplazado por ternura. El peli café estaba retorciéndose los dedos frente a su torso, con el rostro rojo, mirando hacia abajo, buscando una manera de ocultar su vergüenza por la
supuesta desfachatez de sus actos.

Masamune sonrió satisfecho y se giró hacia las rústicas escaleras de piedras para salir del agua camino a la cabaña, dandole la espalda al menor mientras no dejaba de sonreír como idiota.

- Anda Yukimura, regresemos. Ahora que te has mojado el cabello será mejor que te seques o enfermarás.

- S-si!

El dragón estaba feliz, endemoniadamente feliz. El solo hecho de ver a Yukimura acercándose casi imperceptiblemente hacia su rostro fue suficiente para hacerle quedar petrificado. Sintió la respiración de su boca rozando sus labios, el calor que rodeaba su cuerpo abrazando el suyo, sus manos a prensándolo con firmeza por los brazos como si no tuviese la mas mínima intención de dejarlo alejarse…! si no hubiese sido por el mono ninja, Sanada Yukimura le hubiese besado… besado!!! Estaba tomando la iniciativa y él no puedo hacer nada más que verle con la boca abierta! Ciertamente, el tigre de Kai era una caja de sorpresas. 

 

Él se había considerado un cazador asechando a su presa, pero no sabía que en realidad él estaba siendo casado por Yukimura… que ciertamente era un tigre disfrazado de oveja y con gusto lo ayudaría a quitarse la lana que lo cubría.

Notas finales:

espero comentarios Q_Q recuerden que los amantes yaoi de esta serie tenemos que permanecer unidos XD


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