HETALIA:
¿POR QUÉ TÚ?
¿Quién?
Era un día hermoso lleno de colores en la casa de España quien estaba totalmente alegre desde hace meses había estado planeando una gran reunión en su casa con otros países, donde habría juegos y toda clase de actividad recreativa. A demás había que tenido que llevar una larga investigación de los países que iba a ir a la reunión porque tenía que tener de todo un poco aun que negó la ayuda de Inglaterra en la cuestión de alimentos, pues el ya tenía claro sobre lo mal que lo hacía. De pronto sonó el teléfono de su escritorio de seguro era alguno de los países peguntado si ya todo estaba listo.
- Bueno, ¿Quién habla?- cuestiono el español a la otra voz al otro lado de la línea, la cual parecía estar hablando con un segundo.
- Bee!, Ciao Antonio- era Feliciano quien como desde hace una mes llamaba todos los días- a quería saber ¿habrá pasta?...
- Feliciano, si habrá mucha y de muchos sabores- cuando escucho del otro lado de la línea un fuerte golpe y la voz de Ludwig quien le reclamaba que es ano era la razón por la que había llamado- ¿estas bien, Italia-kun?
- Be! Si solo que Alemania-sama me dio un zape a... a si no esa no te iba a preguntar era de que ¿si puedo llevar a otro país conmigo?- pregunto el Italiano totalmente alegre de lo que pasaba tenía un buen plan.
- Si, claro Italia mas de los otros me han preguntado si pueden invitar a otros y con gusto, por fortuna prepare mas habitaciones... ¿pero algo que necesite tu invitado?- pregunto amablemente el castaño quien saco una pequeña libreta de notas de su torera para apuntar lo que le dijera el veneciano.
- Pues creo que lo único que le gustara es chocolate caliente, tortillas y creo que ya- España se detuvo al escuchar la famosa palabra "toritalla"... iba a preguntar que tipo de tortilla pero Feliciano había colgado dejándole con la palabras en la boca...¿Quién era el extraño invitado?
***
Ya era el día del encuentro en la casa de España todos los países habían llegado a la hora precisada, pero Antonio había tenido que partir a recoger a un malhumorado Romano quien le esperaba en las afueras de su casa junto con su invitado, Egipto, solo eso le faltaba, pero no se podía quejar en parte había tenido que educar a Lovino.
Los demás países ya estaban en el lugar siendo bienvenidos por la mucamas, mientras que sus cosas iban siendo colocadas en sus reclamaras como ya había sido organizado por Antonio.
- Valla no pensé que España-kun tuviera una casa tan hermosa- comento Hungria quien estaba al lado de un serio Austriaco que no dejaba de mirar a Suiza que esta vez por raro que fuese no había llevado a su "hermana".
- Si, es verdad, Elizabeth, a demás oigan ya vieron- señalo un arrogante Prusia quien estaba al lado de su hermano Ludwig quien mantenía a un dormido Feliciano en su brazos.
Todos voltearon a ver con interés que señalaba el alvino, y se toparon con un gran marco tapado con una sabana blanca, parecía que había estado así por mucho tiempo y mas esa habitación, ya que tenía objetos muy viejos, parecía que España la había abierto porque era importante para las reuniones que se llevarían acabo en su gran casa, pero aun así los países se miraron curiosos.
-¿Qué crees que sea Arthur?- pregunto Francis, el pervertido del grupo quien no pudo mas que sacar una sonrisa acosadora para el ingles quien de inmediato puso su cara tsundere- que tal si es una imagen porno.
-¡¡calla te!! Francia, no todos son como tu- repuso el rubio oji verde quien mantenía una taza de té en su mano y miraba con interés el cuadro- de seguro es algo que no quiere recordar, se lo que se siente- lanzo una mirada pesada a América quien estaba aun lado de Canadá, desde hace un año ya por fin sabían quien era y esto ya no lo opacaba tanto.
-¿Qué me vez Iggy?- pregunto un chibi Alfred quien intentaba esconderse detrás de Mattehuw.
-Pues para dejarnos de tonterías- por fin un gruñón Suiza se levanto y jalo la sabana, lo que vieron los dejo fríos. Era una tierna imagen de España cargando a un pequeño con un camisón naranja, de piel tostada y de unos hermosos ojos plata, ambos se veían muy felices. Pero la pregunta era ahora ¿Dónde estaba ese niño? Quien lo mas seguro es que ahora era un adulto, ¿pero porque nunca lo habían visto?. Los países presentes se miraron incluso Alfred se acero a ver la imagen era tan familia no pudo evitar recordar cuando era pequeño y Arthur cuidaba de el.
-aru... se ven muy felices... pero ¿Por qué no hemos visto a ese niño o joven por aquí?- estaba el peli-negro al lado de Rusia quien lo miro de reojo, no le gustaba al amante del vodka que su hermoso Wang se angustiara por cosas como esas.
-calma te, China-sama, de seguro ese niño estará bien- dijo Kiku el pequeño japonés serio que estaba al lado de un Hon Kong molesto, quien no hacia nada mas que estar sin decir nada aun que el igual que los demás tenía la mirada en aquella pintura.
Unos pasos se escucharon al fondo- ¡Italiano!- grito de nuevo era una voz que no habían escuchado nunca, aun que Alfred intento saber quien era y así fue el lo sabía era su vecino México, ¿pero el que hacía ene se lugar?- ¡Italiano, porque me trajiste a la casa de cara de chimpa!- grito molesto de nuevo entrando a la sala con un jeans negro, una camisa naranja con las mangas dobladas y unas botas negras.
Todos se quedaron inmóviles, era el niño de fantástico cuadro pero ahora era mas grande y bueno menos lindo que como se veía en la pintura, aun que aun tenia esos ojos grises que tanto habían remarcado en la pintura.
-oye,¿tu eres ese?- pregunto un curioso Aleman, quien señalo la pintura, la mirada del Mexico fue directo a aquella y no pudo ocultar su sorpresa, se acerco al cuadro con pasos indiferentes pero molestos, todos los presentes lo miraron con curiosidad ahora que haría. Su pregunta fue contestada de inmediato saco un pequeño revolver y apunto al cuadro, cuando un valiente héroe americano salvo la pintura quitándole el arma.
-¡oye ¿Qué te pasa?! Ese cuadro es de Antonio no tuyo no lo puedes destruir si el héroe esta aquí, entiendes Mexico-kun- dijo un poco molesto Alfred pero, oji-plata pareció no escuchar su pequeño discurso heroico.
-en primera llama me Emiliano González Mendoza, y ese del cuadro si soy yo. No pensé que aun lo guardara ese tonto después de todo lo que me hizo no pensé que aun lo guardara- dijo sentido el Mexicano quien prefierio mirar a otro lugar.
-bueno si quieres destruir ese cuadro, yo te ayudo- dijo un divertido Ivan, causando que los demás se partaran de el con un poco de pánico en sus caras- bueno si quieres a demás te debo uno ...- Emiliano le dio las gracias por ello pero prefirió no hacer nada cuando un feliz Italiano se le echo ensima en un fuerte abrazo.
-Mexico-kun, pensé que no vendrías- dijo contento el mayor mientras jugaba con el mechon del moreno quien no pudo hacer nada mas que darle un fuerte zape en la cabeza por la molestia de traerlo a la casa de alguien que lo había dañado tanto.
-pensé, que seria en tu casa no en la casa de este... cuando iba a seguir con sus amargas quejas llego el Español con los países faltantes. Cundo se miraron a los ojos esos dos países el ambiente se hizo pesado incluso Lovino se echo para atrás de golpear al expirata quien miraba de una manera que solo había visto ver a Inglaterra cuando miraba a América.
- jaja miren nuestro gran amigo el Español- Francis se acerco a este quien le miro de una manera asesina.
-no me toques, ¿Feliciano porque a el? - se escucho la voz molesta del español, por lo cual todos voltearon a ver a un espantado castaño quien ya se había ocultado tras un rubio alemán, nunca había visto un tan extraño España, era tranquilo incluso con el desquiciante de su hermano pero ahora que tenía a ese oji´plata enfrente parecía que había visto a un viejo amor que le había dado la espalada y ahora solo quedaba remordimiento de parte suya.
-no te preocupes Antonio, no eres el único que le ha preguntado eso- contesto amargamente el Mexicano- a demás ya me iba quien te tolere, sabes no necesito ver tu horrible cara de nuevo, y menos vivir en tu maldita casa, por que de seguro de nuevo me quitaras todo y fingirás que me cuidas cuando te llevas todo lo que tengo- dijo irritado el apiñonado mientras le arrebataba de las manos al rubio americano su revolver, sus ojos luchaban por no llorar desesperadamente.
- ja, pues que esperabas, la verdad no eras bueno para nada y ahora sigues siendo un bueno para nada joder. A demás que si se me da la gana usarte de nuevo- esto congelo a los presentes, cuando salió corriendo un herido Mexico, tras este un Italia, America, Canada y China. Mientras lo demás se quedaban mirando a un aturdido Español quien intentaba ocultar sus lagrimas, pero una fuerte mano le volteo la cara.
-¡tarado!, no se yo pero creo que no fue el único que se dio cuenta de aquella sorpresa de verle aquí a demás la forma en que le miraste, y no me digas que no, aun sientes algo por el como el otro idiota de Arthur igual que no admite lo que en verdad siente- salió moleste de aquella sala pesada, destras de el Egipto quien se diculpo por aquello pero estaban seguron que solo se hiban a calmar charlando.
-valla manera de iniciar- comento Austria, un poco disgustado por aquello pero Hungria lo calmo con un fuerte aprenton de manos.
Rusia, Japon y Hon Kon, Alemania, Canada y Francia, Suiza y Austria, Prusia y Hungria, Grecia y Estambul, Inglaterra se fueron a instalar a sus respectivas habitaciones mientras meditaban sobre lo ocurrido, mas afuera la mansión un hábil Emiliano se había subido a un árbol con su pequeño perro chihuahua Xico, si le había dolido pero la verdad era que no le dolían mucho las palabras si no la persona que se lo había dicho, aun recordaba todo.
Podía escuchar como le llamaban los demás por toda la casa pero no quería contestar, no estaba de humor no le importaba quedarse hay hasta que la noche callera, porque le dolia a demás a la mañana siguiente saldría su avión así que la espera sería corta, se acurruco en aquella rama.
-Mexico-kun, ¿Qué haces hay?, baja queremos hablar contigo- pidió el peli negro, de la manera mas gentil que pudo- se que España es un baka de lo peor pero por favor quedate con nosotros.
-si Emil, a demás casi no estas por aquí y bueno todos queremos conocer a un país americano aparte de al super yo- otra vez Alfred se alagaba, nunca paraba de hacerlo así tendrán que acostumbrarse a uso ego inflado y aplastante- a demás quiero ver ese perro de bolsillo.
-si a demás bee dijiste que comerias de mis pastaras, no te puedes ir antes de que te de pasta- comento un triste Italiano casi al borde del llanto, esto cuaso que bajara un preocupado Mexicano.
-esta bien chicos, pero si me hace de nuevo algo le pateare el trasero lo hare...- bajo a su pequeño chihuahua gris que meneaba la cola alegre de verles a los de mas piases hay, sobre todo por que de por si Xico era un perro muy alegre. Los cinco se encaminaron de nuevo al interior de la casa de manera que ya los de mas los esperaban.
- o mi Canadá, ¿estas bien?, pensé que no volverias- dijo un angustiado Francis que se lanzo a un apenado Canadá quién no pudo evitar su tan acalorado abrazo.
-no me fui a una guerra- comento sin intentar zafarse.
Inlgaterra solo miraba a America desde una distancia apropiada, China ya se habia ido con Ivan a poner las cosas en su lugar asi podría pasar el tiempo perdido con el Ruso, el Italiano se había tirado de nuevo en las piernas del alemán quien no pudo evitar sonrojarse era obvio que entre ellos había algo mas que una linda amistada pero Alemania no mostraba mucho en publico, Mexico se había quedado parado hay con su perro contemplando la casa que no veía desde hace tantos años cuando escucho unos paso al frente suyo.
- Emiliano- susurro el español, después de todo el lo había criado y el había hecho cran parte de lo que era ahora, y aun así cu corazón sentía aquello que pensó que había muerto pero cuando le vio hay de nuevo en su casa no pudo mas que pensar que ese individuo regresaba solo para otra vez usarle y dejarle solo.
- Antonio, que bien no has cambiado- dijo mirando a otra dirección el mas pequeño de ambos. Sin saber barios países los espiaban entre ellos Francis quien quería mas acción, Arthut quien quería ver si algo pasaba y asi usarlo en su relación con Alfred, Mathew, Elizabeth, Berwald, Heracles, Roderich, Vash, Gilbert,Lovino y Ender (muy raro y valla que es raro).
- Bueno solo venia a decirte que tus cosas ya están en su lugar, Lovino me amenazo de que hiciera eso- Emiliano no pudo no sentirse mal por eso, ya que ni esa era capaz de hacer ahora solo por el afán de hacerlo ahora tienen que amenazara le esperaba por lo menos un lo siento, pero no fue nada de eso así intento sonreri lo mas natural que puedo pero ni el se la creyo.
- A bien, si gracias iré arriba con Xico a cambiarme de ropa de hay solo avísame si va haber cena- se retiro lo mas rápido que pudo ignorando a los chismosos que estaban tras las escaleras con alfonbras rojas, los miro de reojo y se retiro sin mas que decir a su espalda Xico le acompañaba.
Los demás salieron de su escondite, tenían que admitir que el romance no era el fuerte de España pero alguno de ellos estban en la misma que el castaño quien los miro con un poco de molestia- valla que no les han enseñado que no se espia cuando uno habla.
- ¡Mejor cállate! Jitomate parlante que casi por tu culpa Mexico se va y eso que es muy bueno, todos nosotros tenenemos defectos Austria es tacaño, Suiza es gruñon, America tiene complejo de héroe, Italia... bueno es un idiota así que cállate- dijo molesta Elizabeth quien salió entre los chismosos además se suponía que esto seria lindo...
¿Qué pasaría?, ¿Podria controlar a todos los países y mas el huracán de mociones que se despertaría?, ¿estaría listo para el caos que iniciaría?.