Caperucita blanca. por mara chan

   Hace mucho mucho tiempo existio una persona a quien llamaban "Caperucita Blanca" en realidad no era ese su nombre pero la gente le llamaba así por su capucha blanca y por tener el rostro como el de una chica cuando en realidad era un chico.

   Un día "Caperucita Blanca" fue mandado a casa de Komui por su maestro Cross Marian.

   - Baka deshi. -llamo el hombre de pelo carmesi.

   - ¿Qué ocurre Shisou? -pregunto un joven albino que estaba recien desayunando.

   - Ve a llevar esta cesta y esta carta a Komui. -le dijo dandole una cesta y una carta pequeña.

   -Si pero espere a que termine de desayunar. -dijo el joven para volver a su desayuno.

   - ¡Vete de una vez! -le echo de la casa de una patada y el pobre que fue echado se quedo en la puerta sentado.

   - ¡Maldito Shisuo! -dijo bastante enfadado -pues me comere lo que ahi en la cesta. -y dicho esto se fue camino a la casa del amante de su maestro.

   Mientras "Caperucita Blanca" caminaba por el bosque encontro una roca plana y penso que seria el mejor lugar para comer.

   - Que hambre. -decia mientras se sentaba a comer tranquilamente.

   Derrepente los arbustos se movieron y de entre ellos salió un joven pelirojo con orejas de conejo.

   - ¡STIKER! -dijo el oji esmeralda al ver al que estaba comiendo.

   - ¿Eh? -estaba bastante sorprendido no se esperaba encontrar a nadie y tampoco comprendia lo que queria decir aquel chico con esa expresion.

   - Eres muy linda dime, ¿cual es tu nombre? -dijo el de orejas de usagi con corasonsitos en los ojos.

   - No soy una chica -dijo molesto el albino- y mi nombre es Allen.

    - Yo me llamo Lavi. ¿Y que hace una lindura como tu en este bosque? -pregunto el mayor.

   - Mi maestro me a mandado ir a casa de Komui. -explico el de ojos como la luna con destellos celestes.

   - ¿¡A casa de ese loco!?

   - Si.

   - No vallas, si vas seguro experimentara contigo.

   - . . . -Allen se mantubo callado la verdad es que ya habia estado a punto de ser asesinado por culpa de un mostruo de chatarra de nombre Komurin y creado por el mismo Komui.

   - Aunque bueno si quieres ir puedes cojer el camino que esta por ahí para llegar antes. -dijo señalando a un camino que estaba a su izquierda mientras una idea pasaba por su mente.

   - Muchas gracias. -dicho esto el de caperusa blanca se fue por el camino dicho por el pelirrojo ya que asi aparta de llegar antes como dijo el nombrado no se perderia.

   - Nos vemos Allen. -dijo mientras una sonrisa picara se formaba en sus labios.

   El camino que le dijo Lavi a Allen era el camino mas largo que habia para llegar a casa del científico loco, aunque el albino no se perdio por el camino porque estaba marcado porque si no se perderia por el bosque y a saber luego quien lo sacaba de semejante lio.

   Lavi llego a casa de Komui para llevar a cabo su plan de estar con el adorable chico de piel nivea.

   - La puerta esta abierta... -penso en voz alta al ver que la puerta de la casa estaba medio habierta.

   - Zzz -se oian ronquidos de dentro de la casa.

   - Anda que... -dijo el recien llegado al ver como el de pelo morado dormia la mona a pierna suelta.

   - Zzz -aun seguia roncando.

   - Lenalee se va a casar. -le dijo al oido para despertarlo ya que en el bosque todo el mundo sabia del complejo de hermana que tenia Komui hacia su hermana pequeña Lenalee.

   - ¡NOOOOOOOOOOO! ¡Mi ADORADA LENALEE! -desperto llorando a lagrima viva y salio corriendo de la casa para ir hasta donde estaba su adorada hermanita pequeña.

   - Bien, ahora a preparar todo para cuando llegue Allen. -se dijo a si mismo feliz.

   Al cabo de un rato el albino llego a la casa del de complejo de hermana.

   - ¿Seguro que este era el camino mas corto? -se dijo a si mismo al acabar de escalar el gran barranco que llevava a la casa.

   Al recuperar el aliento el albino fue hasta la puerta que estaba medio habierta asique decidió tocar y decir que iba a entrar.

   - ¡Bienvenido! -dijo un pelirrojo echado en la cama con solo los pantalones puestos y una sonrisa pervertida.

   - ¿¡PERO QUE...!? -dijo atonito el muchacho nunca se hubiera esperado semejante cosa.

   - Te estaba esperando. -dijo feliz el que se encontraba tumbado en la cama.

   - ¡¡LAVI!! -dijo enfadado y rojo a mas no poder.

   - vamos a jugar un rato. -musito el conejo que se había levantado de la cama para llegar hasta donde estaba Allen haciendo competencia a un tomate rojo con el color de su cara.

    El pequeño iba a hablar o mas bien gritarle pero fue interrumpido por un nuevo recien llegado.

    - ¡BAKA USAGI! ¿¡QUÉ DEMONIOS HACES!? -dijo un samurai mal humurado que venia a que el científico loco arreglara a Mugen su adorada espada.

    - Hola Yu. -saludo alegre el de parche en el ojo.

    - ¿Eh? -el más pequeño estaba bastante deshorientado no entendia lo que estaba ocurriendo.

    - No me llames por mi nombre o te are picadillo. -amenazo el de pelo largo.

    - Si,si lo que tu digas... -dijo restandole importancia- ¿Puedes marcharte? estoy ocupado ahora mismo. -dijo señalando al que se encontraba sin entender nada.

    - Oh. -dijo el japones al ver al chico y una sonrisa malevola aparesio en su rostro- Es un moyashi. -dijo cojiendo a Allen de la barbilla y confundiendolo mas de lo que esta.

    - ¡ME LLAMO ALLEN! -dijo rojo y enfadado por el mote.

    - Tsk. -fue lo unico que dijo el pelinegro.

    - ¡Eso no es justo yo tambien quiero jugar con moyashi-chan! -dijo el pelirrojo en un berrinche de niño pequeño.

     - Que me llamo Allen. -dijo ya algo arto notando que estaban pasando de él pero peleandose por él ¿Qué ironia, cierto?

     - Bakausagi. -dijo con una mirada desafiante el samurai.

     - Bakanda. -dijo el antes mencionado correspondiendo a la mirada desafiante.

  Mientras tanto, el pobre Allen aprovecho para huir de ahí y de ese modo no ver a esos  dos idiotas que se peleaban.

   Al cabo de un tiempo, "Caperucita Blanca" recibio una visita inesperada cuando su maestro se encontraba fuera al estar "ocupado" con su amante.

   TOCK TOCK -alguien llamaba a la puerta.

   - "¿Qué se habra olvidado mi maestro?" -se preguntaba mentalmente mientras caminaba para habrir la puerta.

   - ¡Moyashi-chan! -dijo un feliz usagi avalanzandose sobre el que abrío la puerta y ahora mismo se encontraba tirado en el suelo con un usagi encima abrasandolo cariñosamente.

   - ¿¡EHHHH?! -no entendia nada de nada.

   - Vine a hacerte una visita y para poder seguir con nuestro juego que se quedo a medias la ultima vez. -dijo el usagi levantandose un poco pero aun dejando al moyashi acostado en el suelo.

   - ¿Juego? -repitio el mas bajo empesando a entender.

   - Oi, moyashi. -se escucho la voz del samurai y los pasos de este.

   - ¿Es que Yu no puede dejar de molestar? -dijo fastidiado el que hace un momento por poco se come a "Caperucita".

   - Bakausagi quitale las manos de encima a MI moyashi. -dijo con aura asesina mientras le apuntaba con mugen.

    - ¿Tuyo? Diras MI moyashi-chan. -contesto el pelirrojo mirando desafiante al que le acababa de amenazar.

    - ¡YO NO SOY DE NADIE! -dijo bastante enfadado el menor de los tres al ver la discusion de esos dos por su persona.

   Pero ninguno de los que estaban peleando le dieron importancia y decidieron seguir con la batalla campal que se formo de improvisto en la puerta de la casa del albino que por cierto, este ultimo al intentar marcharse encontro una cesta llena de mitarashi dangos y decidio comerselos.

    Así el usagi y el cazador peleaban siempre que se encontraban delante del lindo chico de cabello plateado y este solo se disponia a comer los regalos que esos dos le traian.

   Y Allen comio dangos feliz mientras Kanda y Lavi se peleaban por el que comia feliz.