Hacía un frío terrible. Maldita forma de recibir el Lunes. El invierno acababa de dar inicio.. Odiaba tener que ir a la escuela en esas condiciones. Pensar que el trasero se le iba a congelar apenas pusiera un pie en la calle.
Por eso era que el prefería la primavera. Ni hablar, si no iba a la escuela se iba a aburrir todo el día, así que apresuró a ponerse el uniforme, un suéter negro con rayas moradas, un gorro y una bufanda.
Abrió la puerta de la sala dispuesto al salir, y arrepintiéndose un poco al sentir la brisa gélida en el rostro – Joder, maldito frío- se quejó por lo bajo
-Que te vaya bien Shima!-le gritó su madre desde la cocina
Se apresuró a caminar a la escuela, dándo enormes zancadas para llegar más rápido a su caliente y acogedor salón. Con sus calientes y acogeradores amigos. Sobre todo el caliente y acogedor Aoi.. DIGO! QUE?
Sacudió la cabeza. Había prometido dejar de lado ése sentimiento. Después de todo, él tenía una sólida relación de varios meses con Kai. Ocho meses, para ser más precisos. Ah.. Como maldecía a su compañero y amigo. Lo apreciaba demasiado, pero le había robado a SU Aoi. No le quedaba más que aceptar ser un buen perdedor y felicitarlos y fingir sonrisas.
Dío un fuerte resoplido y se apresuró a entrar a su salón. Hacía varios minutos que había llegado al instituto donde cursaba el cuarto semestre de preparatoria.
-Buenos días Kouyou-san!-le saludaban varias chicas mientras caminaba por los pasillos
Él y sus amigos eran bastante populares en el instituto, no solo por ser guapos, si no también por formar parte de una banda que participaba en prácticamente todos los festivales escolares, si no también en eventos fuera de éste. The GazettE, era su pequeña banda y familia, donde todos se divertían de lo lindo componiendo, ensayando, y presentándose en vivo en una que otra fiestesita. Todos eran como hermanos.
Claro, todos menos esos dos que estaban abrazándose afuera de su salón.
Agachó la cabeza para no ver el abrazo tan efusivo y acogedor que compartían Kai y Aoi. De reojo miró con desaprobación como el más grande pasaba juguetonamente sus manos por entre los abrigos de Kai.
-Buenos días Uruha!-le saludó enérgico el enano de Ruki totalmente envuelto en abrigos
-Buenos días Ruki-dijo el más alto haciendo un gesto con la mano mientras acomodaba sus pertenencias en su pupitre
-Hermoso el clima de hoy, ne?-preguntó tomando asiento en el pupitre de atrás el rubio, notablemente emocionado pues el cielo gris avisaba que no tardaba en comenzar a nevar
-Que vá!-resopló el castaño-Yo prefiero mil veces la primavera-
-Eso dices porque no tienes quien te dé calor-dijo en tono de burla cierta iguana
-Tú tampoco tienes-le incriminó el guitarrista
-No. Pero hay muchas chicas en esta escuela que se ponen de rodillas haciendo fila para darme calor-contestó Reita con aires de grandeza
Ruki sonrió falsamente –Eres desagradable-agregó
-Hay, por favor enano! Es solo sexo, ni que me fuera a casar con alguna de ellas-sonrió despreocupadamente el de la bandita en la nariz
-Ninfómano-le acusó el vocalista con gesto reprobatorio
-Pues tengo necesidades-ironizó Reita con una sonrisa pervertida. Ruki bufó y se retiró a tomar asiento en su pupitre. -Y ahora que?-preguntó dándose vuelta para ver a Uruha
-Vaya! Si que eres tonto-le dijo el castaño antes de tomar asiento también, dejándo a una muy confundida iguana de pie.
La mañana corrió bastante tranquila, blanca, silenciosa..
Siguieron pasándo las horas, y entre más avanzaba el reloj, más se desesperaba. Ya quería que llegara la maldita hora de la salida para irse a ensayar con los demás.
Tenía muchas ganas de cantar. Estaba realmente animado debido al clima que había fuera. Además, tenía una canción a medio escribir en su cuaderno de Ecología..
“Ah.. Casi como si no entendieras, eres cruel. Aún ahora soy incapaz de cantar acerca de ti. Tú, quien me hizo caer en un sueño tan profundo.. Tan solo quisiera entender, porque aún soy incapaz de olvidarte?”
Sonaba bastante bien en su mente, aunque solo era un pequeño fragmento por ahora. Dío un gran suspiro, se le revolvía el estómago de imaginar a Reita manoseándose con alguna de esas putitas resbalosas de la escuela.
Maldito! Maldito Reita que no se daba cuenta. Ya había perdido la cuenta, de cuanto tiempo había estado enamorado de él. Obviamente, ocultándoselo a todos, menos a Uruha quien lo había descubierto. Se moría de ganas de decirle, pero prefería mantenerse al margen. El de la bandita no parecía interesado en él, si no en cogerse a la primera ramera que se le pusiera enfrente. Suspiró resignado.. Maldito Akira, algún día tiene que darse cuenta!
No notó cuando la campana sonó para dar salida a los alumnos del plantel -Piensas quedarte aquí todo el día?-le preguntó una voz familiar sacándolo de su ensimismamiento
-No gracias, ya estoy mareado de tantas sumas de carbonos-contestó Ruki fastidiado y sin intención de entablar una conversación mas profunda con el bajista
Salieron los 4 del salón. Aoi ya los esperaba en la puerta con su enfundada guitarra colgada del hombro. Platicaban tonterías y cosas de la clase mientras se dirigían a casa del baterista. Pero él, solo podía concentrarse en lo felices que lucían Kai y Aoi tomados de la mano – Carajo!- exclamó al notar que su compañero de guitarra le pasaba una mano por la cintura a su pareja
-Te sientes bien Uru?-preguntó Reita al notar aquello
-Para nada-le contestó el castaño poniéndole cara de situación y apuntándo con disimulo a la parejita pero intentando no ponerle mucha atención
Siguieron pues el camino hasta la casa del Yutaka. Entraron y aventáron a quien sabe donde sus abrigos mientras el pobre Kai les rogaba que no ensuciaran, sobre todo a Ruki. Quien ya estaba con los pies encima de la mesita de centro y encendiéndo la tele – Descuida Kai, solo me estoy relajando un poco en lo que iniciamos-sonrió el rubio pero sin intención de desacomodarse
Kai salió de la sala en dirección a la cocina con el Shiroyama siguiéndole por detrás. Estaba a punto de preparar la comida y el otro fingía interés mientras le veía encender la olla, colocar el agua y especias diversas –Yuu, si quieres puedes esperar en la sala- anunció al ver que su acompañante se aburría.
-Vale, te espero entonces acá-anunció saliendo de ahí el pelinegro para juntarse en la sala con los demás
Como amaba a ese hombre <3! Lo hacía suspiras, inspirarse, estar de buenas, levantarse con una sonrisa que parecía nunca querer abandonarlo. Ah.. Ése chico con adorablemente gruñón era su vida.
Aún recordaba 8 meses atrás, cuando se le declaró y pensó que iba a ser rechazado. Pero sorpresivamente Aoi decidió darle una oportunidad. Y desde entonces era la persona más jodidamente felíz de la tierra. Yuu le llenaba de muchas maneras. Y no solo sexualmente. Bueno, también eso. Era bastante bueno en eso.. Nunca se imaginó como pasivo, pero teniendo al insasiable Aoi, UFF! Lo abrazaba de manera perfecta, lo besaba con cariño.. Simplemente lo ponía de buenas. Adoraba pasar tiempo con él.
-Ya esta listo-anunció el batero dirigiéndose a la sala con una gran olla de sopa caliente a la mesa. Todos se apresuraron a sentarse y servirse. Incluso Reita, quien se quejaba constantemente de la comida de Kai, bien que se la comió.. LA COMIDA OBVIO! *inserte pensamiento obsceno aquí*
-Bueno, ya llenos creo que podemos dar inicio mal ensayo-dijo Ruki levantándose de su asiento
-Estoy de acuerdo- le secundó Uruha enérgico
Todos se retiraron en el acto al garage dispuestos a ensayar por fín. Todos, excepto Aoi y Kai. Quienes se quedaron mirándose con complicidad en el comedor. Se aseguraron de estar sólos y prosiguieron a besarse. A besar como si no hubiera un mañana. Rápidamente Aoi tomó al baterista por las caderas y lo levantó sentándolo sobre el comedor, colocándose entre sus piernas.
Se besaban apasionádamente. Hacía ya tres dias que no tenían nada de nada. Y Aoi estaba que se arrancaba los dedos a mordidas. Kai por su parte, intentaba seguirle el paso a su pareja. El era un poco más tranquilo, pero el insasiable Aoi, buscaba a tientas los botones del pantalón de su amante.
-Ah.. Yuu, deténte..-pudo apenas pronunciar entre tanto beso el menor. A lo que este le hizo una mueca de silencio. No se iba a detener, eso estaba dejándoselo en claro..
-Porque tardan tanto?-preguntaba el más bajito ya cansádo de esperar
-Seguramente estan lavando los trastos, para como es Kai, debe ser eso-aseguraba igual de fastidiada cierta iguana
Ruki volvió a mirar el reloj; 20 minutos. Ya habían pasado 20 minutos desde que se habían largado del comedor – Uruha, podrías ir a ver que pasa?- preguntó viéndo su oportunidad
-Ah? Porque yo.. – estuvo a punto de quejarse el más alto, pero se calló al ver los ojitos de perrito que le ponía su compañero rubio. Resignado, salió del garage para buscar a Kai y Aoi en la sala, dejándo al pequeño con el desnarigado bajista.
Y así tuvo su primera oportunidad.. tosió nervioso. No sabía que decir, que hacer.. De hecho estaba tan nervioso que nisiquiera podía comenzar una conversación decente.
-Tienes una canción? Uru mencionó algo así- inició el bajista
-Si, más o menos.. Verás, aún no cuadro las letras y esas cosas-aseguró el Matsumoto
-Cántala-sugirió Reita-Lo que sea que lleves.. Quizás te puedo ayudar en algo..-
- Erm.. No te ofendas Reita pero.. Tus letras no son las mejores-soltó el vocalista intentando sonar lo menos grosero posible
-De que hablas?! Mis letras son maravillosas señor SOY-TAKANORI-MATSUMOTO-EL SENSIBLE-COMPOSITOR-POETA MODERNO!-le reclamó el aludido
-Recuerdas cuando intentaste improvisar una canción durante aquel recital en el instituto?-preguntó Ruki recordando
-Fué maravilloso!-exclamó la iguana con ojitos brillosos ante aquel suceso
-Reita, era una serie de gritos sin sentido!-le reprendió el enano cortándole el recuerdo. El ofendido le hizo una mueca de niño regañado, pero el no estaba muy seguro de aquello. Pero terminó accediendo.. Que podía perder? – Léela- le dijo entregándole la hoja
“En la oscura y húmeda noche sin viento, calmadamente y con una débil respiración. Hablé sobre el valor de mi existencia. Pasando desapercibido, floto en el aire.
En las profundidades de la oscuridad, mis manos no te alcanzan. Desvaneciéndose al instante en la luz.
Ah.. Casi como si no te dieras cuenta, eres cruel.
Aún soy incapaz de cantar abiertamente sobre ti. Tú, quien cayó en un sueño profundo. Tan sólo quisiera entender una cosa.. Porque aún soy incapaz de confesarte esto?”
Eso era todo. Ahí había acabado, pues el timbre no lo dejó seguir.
-Porque siempre escribes de desiluciones?-preguntó el Suzuki mirándo curioso al más bajito
-Porque aún nadie me ha inspirado, o demostrado que se puede cantar de otra cosa diferente-reprochó el rubio tirándo pedradas al cielo
-Por eso yo no me enamoro de nadie-dijo Reita de manera mordáz-No quiero saber que se siente la desilución-
-Nunca te has enamorado?-preguntó curioso su compañero pero sin atreverse a mirarle ni un poco
-Quizás-respondió cortante
-Y que pasó?-
-Nunca se lo he confesado, ni a esa persona ni a nadie. Es mejor así, teniendo sexo libremente sin ataduras. No tengo interés en atarme a alguien o someterme a algun tipo de.. Que se yo, reglas del amor.. Además, alguien como esa persona.. No me gustaria que me rechazara-
El vocalista permanecía en silencio escuchando aquello, comprobando lo que se temía. El corazón de Reita pertenecía a alguien más – Ah.. Casi como si no supieras, eres cruel. Y aún así te empeñas en seguir caminando junto a mí cada día. Aún soy incapaz de cantar abiertamente sobre ti.. Quisiera al menos poder entender esto.. Porque soy incapaz de perdonarte? El hablar hiriente y de forma fría.. Tú, quien me hizo caer en un sueño profundo...-
Cantó de manera abierta terminando de escribir la canción. No sabía si el Suzuki sabría que se refería a él. No podía negar que le habían dolido aquellas palabra.. Pero al menos, su consuelo era que sus sentimientos hacía su compañero bajista eran suyos y de nadie más. No tendría que lidiar con el hecho de ser rechazado..