-Linda pijama - le comentó mientras subía los pesádos escalones de aquella casa
-Cállate - le ordenó en un tono molésto cierto castáño
-Uy, que delicádo - se quejó el pelinegro que le seguía de cerca
Entráron a la habitación del más alto, y entonces pudo tirar aquella pesáda maleta negra donde cargába sus cosas.
Sí, sus padres habían tenído que salir de viaje, y el podía cuidárse perfectamente sólo. Pero, haciéndose el inocente con excusas como: "Me voy a sentir muy solito" y "¿Qué voy a comer? ¡Me voy a morir de hambre y aburrimiento!" Su mamá le dió la opción de quedárse en casa de alguno de sus amigos.
Rápidamente la cabeza del Shiroyama apuntó en una sola dirección. La casa de la familia Kouyou. ¿Porqué? Por que la casa de Shima no tenía habitación de huéspedes y era más que obvio, que por ser SU amigo, tendría que compartir SU habitación, y quizá, probablemente SU cama. Dios, que podía ser verdaderamente brillánte.
Sin más ni más, su madre llamó a la de Uruha y ésta aceptó de inmediato. La madre del castaño éra una persona realmente amable y cariñosa. Y apesar que trabajaba la mayor parte del tiempo, éra bastante hogaréña.
Así llegó a casa del muchacho. Quién por cierto, no parecía nada felíz con la idea. Seguramente que seguía en su plan de "Yo soy Takashima Kouyou y no aflojo nada de nada". Le moléstaba, pero a decir verdad, también eso le atraía muchísimo más. Le gustaba mucho la idea que se diera a respetar de ésa forma, que pusiéra sus límites, que representára un verdadero reto. Lo ponía muchísimo.
Y bueno, últimamente cualquier cosa que tuviéra que ver con ése chico de piernas infinítas realmente lo ponía.
Tomó asiento en el filo de la cama. -¿Estabas por dormir? - preguntó mirándo las sábanas destendidas
-Sí, hasta que decidieron jodérme la noche - contestó un molésto Takashima -¿No estás bastante grandesito como para quedárte en tu casa sólo por unos cuántos dias? -
-Qué malo éres Shima, que tal si muero en ésos dias - contestó el pelinegro victimizándose
-Pues, éso se lláma castigo divino - enarcó una ceja el primero en guitarra
Aoi no hizo nada más que mirárle cansinamente. Se levantó de ahí y dirigiéndose a su maleta comenzó a quitárse la playera y después los pantalónes para quedar únicamente en boxers, mientras aventaba sus ropas por ahí.
-¡¿Qué carajo crees que haces?! - gritó el castáño ante aquel acto
-Pues, voy a dormir - dijo volviéndo a dirigirse a la cama - Y és así como yo suelo dormir así que.. - se acomodó entre las sábanas - Buenas noches - dijo con una sonrisa malváda
-Estás jodido de la mente si crees que yo voy a compartir mi cama, y sobre todo si crées que la voy a compartir en ésas condiciones - dijo molésto mientras tomába una almoháda y unas cobijas
-¿Y a dónde crees que vas a dormir entónces? - preguntó el malicioso Aoi
-Prefiero dormir en la calle ántes que dormir contigo - salió de allí molésto azotándo la puerta
Suspiró. -¿Qué estás haciendo Yuu? ¿Porqué no haces las cosas bien por una vez? - se preguntó mientras mirába el techo
Éso había sido lo último. ¡LO ÚLTIMO! ¿És que acáso había perdido la cabeza? Tenía novio, y no éra cualquier novio, no. Éra su compañero de banda, su amigo. -Dios, éstas jodidas señales que me envías no las entiéndo - dijo acostándose en el sofá más grande la sala
Se cubrió con aquellas sábanas que había tomádo al huir de ahí. ¿Será acáso que ése maldito Shiroyama sólamente piensa en follar? Éra realmente claro. Había caído en su maldito juego sucio. Se sentía mal de pensar que él estuviése enamorádo y que el otro sólo le buscáse por diversión. Joder, que si éra tonto.
Intentó dormir, se revolvió varias veces en aquél sofá. Pero a decir verdad, el jodido frío lo estaba matándo. Quería sus sábanas, su cama, sus calientitos cobertores. Maldito Aoi que había decidido fastidiarlo en la noche más fría de todas.
Se acostó boca abajo, respirándo el olor del sofá, pero definitivamente no podía dormir en ésa incómoda postura. Además, había mil pensamientos dispuestos a no dejárlo dormir ni un poco duránte ésa noche. Decidió volteárse boca abajo y entónces sintió una mano acariciárle el cabello suávemente. -¿Será mamá? - se preguntó a si mismo. Aunque éra poco probáble, ella éra la primera en dormirse en aquella casa, puesto que se levántaba más temprano que todos para ir al trabajo. ¿Algúna de sus hermanas? Definitivamente no. No se llevába tan bien con ningúna de ellas. Dudó un poco, pero se giró. Estaba oscuro, pero podía ver aquella siluéta dibujada en la oscuridad, mirándole.
-¿Estás despierto? - escuchó preguntar
-No, que vá. Estába en coma y me salváste - contestó sarcástico Uruha
-¿Siempre tienes que ser así de.. groséro? - preguntó sério el pelinegro
-¿Siempre tienes que ser así de.. molésto? -
Suspiró. Le dolía la indiferencia de Shima, le sacába de sus casillas que se comportára así con él. Pero en parte, sabía perfectamente que se lo merecía. -Si quieres que me váya, entonces voy por mis cosas - dijo poniéndose de pie
Lo miró unos segundos, quizá se había pasado un poco con él. Pero, ¿y él? ¿No se había estado pasando con todos? Lo miró alejárse en dirección a su habitación y se puso de pie. Dudó sobre si entrar o no.. Pero armándose de valor, y sin saber muy bien lo que iba a decir abrió un poco la puerta.
Miró a Aoi sentádo en su cama, y con su guitarra en las manos. Parecía estar.. tocándo, y diciéndo algo, pero no alcanzába a escuchar muy bien. Además, éra muy poco probable que estuviése cantándo, éra más bien como que el pelinegro estaba hablándo sólo. Se animó a abrir un poco más la puerta, y después a entrár.
El Shiroyama lo miró. -Ya sé, ya sé.. Quieres que séa yo quien duérma en la sala, está bien no digas más, no hace falta que escúpas más ácido - le dijo poniéndose de pie aún con guitarra en mano
Lo detuvo con una mano antes de que saliera de allí y le indicó que se sentára. -Necesito hablar contigo - le dijo tomándo aire y sentándose frente a él
-¿Qué sucede? - preguntó Aoi mirándole
-¿Qué quieres de mí? ¿Porqué haces todas éstas cosas? -
-¿Cuáles cosas? -
-No te hagas el loco, sabes bien de lo que háblo -
-No, no sé de que hablas -
-Aoi, ésto. Venir a mi casa finjiéndo que no te puedes quedár sólo unos dias, besárme, tocárme, buscárme.. Engañár a tu novio.. ¿Tántas ganas me tienes como lastimár a Kai? Es decir.. ¿Reálmente tus hormónas te contrólan? Por que.. Dios, me he decepcionado ya mucho de ti.. -
-¿Estás decepcionado de mi? -
-Sí.. -
-Cielos.. -
-¿Porqué lo háces? ¿Porqué juegas así conmigo? -
-Creo que la respuesta es bastánte obvia -
-No lo és, así que por favor te pido que me expliques -
-Shima.. -
-Yuu -
-Shima.. De verdad que me gustas -
-No te creo, quién sabe a cuántas tipas les hayas dicho éso sólamente para follártelas -
-Es cierto, creo que ésto va más allá.. Creo que.. De verdad, de verdad te quiero.. Y justo he pensádo que.. hasta quizás y te amo.. -
Lo miró boquiabierto. -¿EEEEH? ¿PERO ACASO TE ESTÁS ESCUCHÁNDO? -
-Sí -
-Aoi, Kai es tu novio, no entiendo cómo puedes decir éso -
-Te equivócas, Kai y yo terminámos -
-¿Cuándo? -
-Hoy, ya no podía mentirle ¿Sábes porqué? -
-¿Porqué? -
-Por que no quiero que piénses que te haré lo mismo a tí.. - lo miró a los ojos - Takashima, de verdad.. de verdad que ésto no és una broma.. Creí tóntamente que ésto éra una calentura, creí que éran simplemente ganas pero.. después de hablar con Kai.. Realmente me queda más que claro, que te quiero.. - tomó la guitarra y comenzó a tocar - Ah.. kitto anata sae mo ki zutsu ke te.. - tarareó un poco sin dejar de tocar
Uruha suspiró y lo miró dejar de tocar para devolvérle la mirada. Levantó 3 de sus dedos - Primero que nada, éso lo escribió Ruki.. Segundo, éres pésimo cantánte y tercero elegíste la peor canción porque trata sobre un rompimiénto.. -
-Pero tu entiéndes lo que intento decir -
-No -
Lo dijo sólo por tortulárlo, aunque lo cierto éra que no podía créerle, no aún. No así de fácil.
-Shima, éres como las cuerdas de mí guitarra.. Cómo la nieve de mi invierno, cómo.. cómo.. Dios, éres como el momiji de mi manjuu, por favor.. créeme -
-¿Termináste con Kai? - preguntó dudóso el castáño
-Sí.. bueno.. terminámos mútuamente.. Aunque el fué quien me lo pidió primero.. - contó el pelinegro poniéndo la guitarra en el suelo
-¿Kai? ¿Y éso? - se sorprendió Uruha
-Verás, Kai conoció a éste chico.. Miyavi - dijo recordándo el nombre de aquél personaje que parecía sacádo de un cuento irreal y abstrácto
El primero en guitarra le hizo un ademán que de lo estaba escuchándo, que siguiéra.
-Y bueno.. - comenzó a decir de nuevo el pelinegro
*FLASHBACK*
Tomó aire. Pensó en mil maneras para expresar aquello, pero no sabía como articular aquellas palabras en su mente. - Yuu, creo que lo mejor sería terminar.. -
Lo miró con seriedad. -¿Éso crées? - preguntó
-Sí.. es obvio que ya no estámos ni felices, ni mucho menos agusto con ésto.. - dijo firmemente el baterista mirándole con algo de tristéza
-Tienes razón.. Uke, no quiero que piénses que no te quiero.. o que no te quise, pero ahora.. Ahora, hay álguien más rondándo mi cabeza, lo lamento.. - se disculpó el pelinegro mientras soltába un suspiro
-Te compréndo y.. Siento lo mismo.. Yuu.. me besé con álguien más - dijo con algo de culpa
El Shiroyama sonrió dúlcemente. -No tienes de que preocuparte Kai, si te gusta ése chico de allí - dijo señalándo la puerta - Entonces lánzate -
Kai se sonrojó de sobremanera - Yuu, de verdad te quise -
-Yo también pequeñín - le acarició la cabeza con dulzúra - Pero ahora nuestros corazónes no son el mismo, ni laten a la misma velocidad, ni siguiéndo el mismo ritmo.. -
-Gracias por todo.. -
-Gracias a tí, y.. mucha suerte - deseó sonriéndo pícaramente el guitarrista
El Yutaka rió apenádo - Lo acábo de conocer.. -
-¿Y? Vámos Kai, por una vez en tu vida.. Déjate llevár - pidió Aoi
-Lo intentaré.. Pero antes de díme.. ¿En quién piensas? -
Suspiró. Tenía que ser honésto con él, después de todo él se había tomádo la moléstia de sérle honésto. - Se trata de.. Uruha.. -
-No me sorprénde, se bien muy bien juntos.. Además, tienen muchas cosas en común.. Realmente deséo que séan felices - dijo sinceramente el de la sonrisa bonita
-Gracias por formár parte de mi vida.. Y por enseñárme las cosas que me enseñáste en el proceso -
-¿Qué cosas? -
-Cómo hacer momiji manjuu -
-Ni siquiera sabes prender la estúfa -
-Dije que me habías enseñádo, no que había aprendido -
Ambos riéron. Éra una verdadera pena aquéllo, pero más que éso. Habían aprendido tantas cosas juntos, cosas que no se olvidarían asi nada más. Se deseáron mútua suerte, y en vez de perdér un amor, ganáron experiencia, y ganáron una amistad más fuerte.
*FIN FLASHBACK*
-Y éso pasó.. - confesó Aoi en un suspiro
-Le dijíste a Kai que éra por mi por quien lo dejábas -
-Sí, el fué honésto conmigo.. Además, no encuentro el problema, sómos amigos todos, creo que deberíamos entender que los sentimientos cámbian -
-¿Y cuándo ésos sentimientos tuyos hacía mi cambien? -
-Déja de precipitarte.. Hagámos que dure lo que tenga que durar.. -
Se le acercó, y acortó la distancia uniéndo su boca con la opuesta en un delicádo e inocente beso.
-Aoi.. tengo miedo de créerte tán rápido.. - dijo en un hilo de voz el castáño
-Te lo demostraré con acciones.. ¿De acuérdo? - le miró dulcemente el pelinegro
Sintió ésos suáves labios rozár los suyos. Comenzó un dulce beso, un beso tranquilo.. Los lábios de Yuu, éran el cielo. Por fin podía besárlo sin sentir remordimiento.. Sin sentir se usádo, sin sentirse mal.. Todavía no confiába del todo en él, pero.. ¿Qué más dá? El que no arriésga, no gana.
---x---
-Entónces.. ¿Ya todo estará bien? -
-Por enésima vez Miyavi.. - le tomó la mano - Ya todo estará bien.. -
Rió un poco. - És que me encánta que lo digas.. Él que todo estará bien - dijo sincéramente
Cuándo se enteró que ése chico, el tal Yuu éra el novio de Kai se había sentido bastánte mal. Segúramente había metido a su precioso baterísta en aprietos al estár allí. ¿Qué diría? ¿Qué haría? Pasó algúnos momentos afuéra de aquella casa, y entónces los vió salir a ámbos con una sonrisa. Se despidiéron y el tal Aoi se le acercó "Cuídalo, vale muchísimo", le pidió.
¿Así nada más se lo iba a entregar en bandeja de plata? Vaya que se imaginába cuanto valía aquél chico con sonrisa de miles de kilátes. Pero entendió, que sí se lo había dádo así, sin pelear, sin decir otra cosa que buenos deséos, éra porque no había algo por lo cuál pelear, si no simplemente una decisión bastante madura por parte de ámbos.
Lo miró alejárse y sintió a Kai acercárse a él hasta ponérse a su lado. - ¿Sorprendido? - le preguntó el Yutaka con una sonrisa tímida
-La verdad es que sí.. ¿Termináron? -
-Sí -
-¿Por mí culpa? -
-No, lo decidimos ámbos. Éra lo mejor.. -
Sonrió. Oh, vaya que si sonrió. Podrá parecér raro, pero aquel chico le atraía mucho. -Entonces.. ¿Vás a ser mi novio ya? -
-No, me témo que aún no - sentenció el batero
-¿Porqué? - preguntó desesperánzado Miyavi
-Por qué quiero conocérte sin llevárnos ésto tan deprisa.. Hay mucho tiempo, y definitivamente quiero conocérte al máximo.. -
-Me paréce perfecto -
---x---
-Entónces damisela, la déjo justo en la puerta de su hogar - anunció subiéndo los pequeños escaloncitos que había en la entrada de aquélla casa
-Oye, no me digas así - se quejó el más bajito ante el sobrenombre que le acabába de poner su recién adquirido novio
Reita rió. - No puedo evitárlo, és que me encánta la cara que haces -
Lo miró y se le acercó para besárlo dúlcemente. - Gracias por haber sido tan cursi hoy - le alagó el Matsumoto
-De nada, espéro en verdad que lo hayas disfrutádo porque dúdo que vuelva a pasar - sabía que mentía. Ya se sentía cursi de tan sólo estár allí parádo en la puerta de la casa de su pequeño novio, éra obvio que sus ratos cursis, serían muchos.
Váya, por fín todo parecía acomodárse..