La campana sonó avisando a todos, que la clase había terminado. Y que en un periodo de 10 minutos, iniciaría la siguiente.
-¡Por fín! Malditos carbonos primarios, creo que si me ponen a resolver otra cadena de alcoholes voy a matar a alguien – se quejaba cierto rubio levantándose de su pupitre para estirarse un poco
La clase de Química Orgánica realmente lo ponía de malas. Sumar todos esos desgraciados carbonos adjuntándoles unos hidrógenos para después sumarles otros más y dejar valencias libres para que se metiera un puto carbono secundario y formar alcoholes o hidrácidos era la puta muerte.
Se estiró tanto como su cuerpo se lo permitió, para después llevarse las manos a la cabeza y revolverse un poco el cabello. Se giró para preguntarle algo a Uruha, pero sorpresivamente, este no estaba.
-Kai ¿Has visto a Uruha? – preguntó caminando hasta el pupitre de su compañero
-Mmm.. No, pero definitivamente no entró a clase. Desde el receso que no lo veo – le respondió el Yutaka poniéndose de pie
-¿A dónde vas? – preguntó el más bajito al verlo dirigirse a la puerta
-A buscar a Aoi, tengo algo que decirle – se excuso el batero mientras salía de ahí en dirección al salón del mayor
Y así, finalmente se quedó sólo dentro de aquel salón con Reita.
Se puso nervioso, pero sabía disimularlo muy bien. Se hizo una promesa y ahora la cumpliría. Se estaba haciendo el tonto bastante bien hasta que el de la bandita se le acerco repentinamente.
Se puso nervioso tan sólo de verle acercarse y ponerse a su lado.
Pero de pronto alguien lo salvó. Como si Dios estuviera de su lado y le hubiera mandando un glorioso ángel de la salvación.. Ok, quizás no tanto así, pero sí que le había salvado.
-Ruki-san ¿Podría hablar contigo acerca de algo? – preguntó un chico alto y de cabello castaño acercándose
-Claro Yamato – se limitó a contestar el rubio dedicándole una sonrisita
-El Viernes daré una pequeña fiesta en mi casa y quería saber si the GazettE estaría interesado en tocar allí.. Realmente le daría mucho estilo – le planteó aquel chico
-Vaya, sería un placer – contestó Ruki quien después de haber tocado por última vez en la fiesta de Halloween de Kai ya extrañaba los escenarios. Aunque apenas hubieran pasado unas semanas, ya que se encontraban a 8 de Noviembre.
-Entonces en estos días te digo la hora exacta y la locación para quedar claros ¿de acuerdo? – preguntó para reafirmar el muchacho
-Me parece perfecto Yamato – sonrió el pequeño emocionado ante la idea
La campana sonó avisándole a los tres que la siguiente clase había comenzado. –Bien Ruki-san, Reita-san tengo clase de Anatomía, nos vemos – se despidió mientras salía del salón dejando nuevamente al cantante solo con el bajista
-¡Joder! – pensó Ruki alterado y acercándose a la puerta lo más rápido que pudo, pero siendo detenido por Reita
-¿Tienes mucha prisa? – le preguntó el más alto enmarcando una ceja
-Pues por si no lo habías notado la campana sonó y tenemos práctica de laboratorio – le recordó el rubio
-Eso no responde mi pregunta. Por si no escuchaste bien, aquí va de nuevo. ¿Tienes mucha prisa? – volvió a preguntar cerrando la puerta del salón dejándolo adentro encerrado con Ruki
-Eh.. Pues sí. Si tengo bastante prisa, así que con permiso – dijo el más bajito intentando nuevamente acercarse a la puerta pero siendo detenido nuevamente por el de la bandita. Quien lo tomó por el brazo y lo puso contra la pared, y tapándole el paso poniendo sus brazos a ambos lados de su cuerpo.-¿Qué.. Crees que haces? – preguntó nervioso al darse cuenta que el bajista lo miraba fijamente
-Contéstame tú, ¿Qué crees que hago? –
-Haciéndote el payaso obviamente –
-¿Eso te parece? –
-Sí –
Reita le miró algo molesto. Aunque ni siquiera el mismo entendía lo que estaba haciendo. Es decir, simplemente le había dado por encerrarse así mismo con el pequeñín en el salón a solas. ¿Por qué? ¡Como mierda iba a saber! Su mente no concordaba para nada con sus sentimientos ni sus acciones. Se había reprendido a sí mismo por haberle soltado de manera tan repentina lo de la declaración en la mañana cuando iban camino a la escuela.
Y ahora lo tenía ahí encerrado a su merced. Pero a pesar de eso, no sabía qué hacer. ¡Joder! No quería creer del todo las palabras de su compañero, después de todo estaba ebrio. Pero entonces recordó palabras que en algún momento escuchó decir a su mamá. Algo como “Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad” y entonces solamente se confundió más.
-Es enserio Reita, si no tienes nada que decir entonces déjame ir al laboratorio de una buena vez – le dijo Ruki haciéndolo volver a la realidad
El más alto se alejó para que éste pudiera salir de ahí.
Estaba decidido, no se iba a dejar vencer por el juego mental que el mayor estaba aplicando en él. Más que claro era que quería confundirlo, y quería ver hasta dónde iba a llegar. Pero lo tenía todo previsto, como que se llamaba Takanori Matsumoto y no se iba a dejar vencer por ningún reptil ninfómano con intenciones ocultas.
Se apresuró a abrir la puerta y encaminarse al laboratorio, y cuando entró notó a Kai sentado en la mesa de experimentos sólo. -¿Y Uruha todavía no llega? – preguntó al tiempo que tomaba asiento junto a él
-No, y Aoi tampoco está en su salón – dijo notablemente molesto el Yutaka
-Eso sí que está raro – le dijo el rubio preocupado -¿Nadie te dijo si lo vieron o algo? –
-No.. Y es que hace un rato peleamos.. – terminó por aceptar el pelinegro
-Ya veo.. – respondió Ruki sin saber que decir
-Creo que me está evitando por el momento –
Pronto llegó Reita a tomar asiento junto a ellos, y tras de él, su maestra.
Así pasaron las siguientes dos horas, en aquel laboratorio preparando extrañas mezclas y comprobando reacciones. Jodiéndole la memoria al rubio que apenas y podía recordar bien los componentes. No se le daba muy bien la Química, eso era definitivo. Y se complicaba más el hecho de tener que trabajar con Reita a su lado, y esos constantes pensamientos del porque de sus acciones. Oh maldita iguana que lo confundía más y más cada vez que le miraba directamente por varios minutos, para después no mirarle por otro tanto de minutos. ¿A que estaba jugando exactamente?
Fue abruptamente sacado de sus pensamientos por la campana que anunciaba el final de la jornada del día.
Rápidamente se apresuraron a tomar sus cosas para irse del plantel, sin haber encontrado todavía señales de Uruha o Aoi. Caminaron los tres juntos hasta la puerta de salida y allí los vieron. Ambos con sus mochilas ya colgadas en sus hombros y riéndose.
-Vaya, vaya ¿Se puede saber donde estaban? – preguntó acercándose un curioso Reita
Ambos guitarristas se miraron y se limitaron a reírse.
Kai se acercó a Aoi y lo abrazó fuertemente sujetándolo por la cintura. Como reclamando posesión de aquel cuerpo.
Pero la expresión de los chicos no cambió ni un poco. –Estuvimos fumando todo este tiempo – se limitó a decir Uruha un poco molesto ante la acción del baterista
-¿Se dan cuenta que se volaron las últimas 3 clases de hoy? – preguntó Ruki reprendiéndolos
-Claro que sí – contestó Aoi, quien había correspondido al gesto de su pareja pasándole un brazo por encima de los hombros
-Bueno, bueno basta de regaños que me la eh pasado de lo lindo hoy – comenzó a decir Uruha –Mejor ya vámonos, que me muero de hambre –
No muy convencidos, los 5 comenzaron a caminar. Con Kai abrazado fuertemente a la cintura de Aoi y los otros 4 platicando cosas estúpidas.
-Por cierto, nos han invitado a tocar en una fiesta el Viernes, por lo tanto los ensayos de mañana y pasado mañana son estrictamente obligatorios – dijo Ruki en tono serio y dándole un codazo a Aoi en las costillas al recordar lo sucedido ayer
Las mejillas del baterista se encendieron al notar que sus amigos sabían lo que había pasado. Pero en su mente había un hervidero de celos. ¿Por qué coño SU Aoi había pasado las últimas 3 horas a solas con Uruha? ¿Por qué? ¡Estaba decidido a averiguarlo! Que de eso no quedara alguna duda.. Ya vería ese Aoi apenas pusieran un pie en su casa..