Si tu me quisieras
.....
Si pretendemos
Que nada pasa entre tú y yo
Estar fingiendo
Es culpa de los dos.
…..
Se habían quedado mirándose por un largo rato, ya todos lo habían notado. Sin embargo no intervenían, ya que si lo hacían, los involucrados simplemente lo negarían.
Este hecho se había estado dando desde hace unos meses atrás. Cuando todos habían vuelto a la mansión para acompañar al peli verde, los había recibido con una sonrisa radiante en su rostro. Claro que se dieron cuenta de que el abrazo que había durado más fue el que le dio al rubio, hecho que fue puesto en duda y que el peli verde negó rotundamente. Era un círculo vicioso, si no era el cisne era Andrómeda, y si no era Andrómeda era el cisne. Estaba bastante claro lo que sentían uno por el otro pero ambos eran muy tercos para admitirlo.
Se sentían aliviados de que el Fénix no hubiera hecho su aparición aún, si fuera así sería más complicado. ¡Así es! Como están pensando, es obvio que ayudarían a que sus amigos se dieran cuenta de lo enamorados que estaban, aunque fuese solo cosa suya.
…..
En silencio grito al miedo
Que se despida y entre el sol
Quiero el valor para que hoy
Te diga quién soy yo
…..
Aparto su mirada sintiendo su cara arder, un pequeño carraspeo de Seiya lo había despertado de su ensoñación, y es que esos ojos azules lo metían en un trance del que no podía salir sin ayuda. El problema es que aún no sabía porque.
Se dirigió a la cocina para lavar los platos que se habían utilizado en la comida, no sin antes echar una mirada al ruso que se encontraba como si nada. Eso lo entristeció un poco, pensó que tal vez el rubio se sintiera igual de confundido que él. Tal vez pudieran hablar de sus dudas juntos y llegar a una solución. Juntos, esa palabra le gustaba cuando en una oración solo estaban sus nombres. Se preguntó el por qué, ninguna idea exacta llego a su cerebro. Tal vez era solo porque eran mejores amigos.
Cuando terminó su cometido fue directo a su habitación, se sorprendió al encontrar al castaño en ella, pensó que tal vez querría que lo ayude con su tarea. Seiya había entrado a clases junto con él al poco tiempo de llegar. Por el contrario, Hyoga y Shiryu trabajaban en la compañía de Saori. Miro al castaño con comprensión pero notó que estaba equivocado al ver su rostro serio. Pocas veces estaba serio así que se preocupó.
-¿Pasa algo malo Seiya?- pregunto con lentitud pensando que el castaño quisiese un consejo.
-Si, en realidad si, ¡No pueden seguir así!- lo miro con extrañeza, ¿Qué le habría picado?
- ¿De qué hablas Seiya?
-De ti y de Hyoga, por supuesto.- dijo el castaño como si fuera lo más obvio del mundo.
-¿Qué pasa con nosotros?- volvió a preguntar. AUN más extrañado. Esta vez Seiya mostro algo de duda.
-Entonces… ¿En serio no te has dado cuenta?- preguntó, mirándolo incrédulo.
-Seiya ¡Déjate de tonterías y dime que rayos haces en mi habitación!- pocas veces se molestaba y menos con el castaño. Pero el “tema serio” por el cual Seiya se encontraba ahí era sobre Hyoga y el, eso era importante.
-Está bien, está bien, empecemos por el principio.- al mirar la irritación de Shun se apresuró a preguntar.- ¿Qué sientes por Hyoga?- esto descoloco un poco al peli verde.
-¿Qué clase de pregunta es esa? Es obvio, es mi mejor amigo.
-¿Es así?- Seiya se le acerco mucho, tal vez demasiado.
-Eh…sí, claro…
-Vamos Shun, piénsalo. Sacrificaste tu vida por él, eso no lo haces por cualquiera.
-Tienes razón…- Seiya se esperanzó.- Lo haría por ti también Seiya, eres mi amigo y…
Lo único que pudo hacer Seiya fue tirarse a la cama derrotado, la frustración estaba acabando con él, así que hizo lo que quería hacer desde el principio, aunque Shiryu le había dicho que no lo hiciera de esa forma.
-¡Lo amas! ¡Lo amas! ¡Maldita sea!- comenzó a patalear en la cama como un niño pequeño haciendo un berrinche. Cuando decidió que era suficiente miro a Shun, una gota cayo de su nuca. Tal vez Shiryu había tenido razón. Al mirar el rostro de Shun pudo ver su cara cambiar de emociones varias veces, paso de la sorpresa a la duda y después a la indignación. Al parecer estaba a punto de gritarle e insultar a su progenitora, pero justo en ese momento entro Shiryu, al parecer alertado por lo gritado por Seiya. Detrás, un incrédulo Hyoga. Al notar la presencia de ambos Shun solo apretó los puños y se guardó sus insultos. Seiya entendió que era momento de salir de ahí, sobre todo si quería vivir unos cuantos años más. Cruzó el umbral de la puerta llevándose consigo a los otros dos chicos. Cerró detrás de él y suspiro. Miro a Shiryu que lo veía furioso.
…..
No puedo más
No puedo callarme si…
Yo te amo
Y para siempre así será
…..
-De… ¿De quién está enamorado Shun?- Ambos miraron a Hyoga. Tal vez no había sido una mala idea.
Al hablar con el rubio las cosas fueron más fáciles. Hyoga ya tenía claros sus sentimientos hacia Shun. Pero tenía miedo de no ser correspondido. Y ahora estaba más seguro de que Shun no le correspondía ya que al parecer estaba enamorado de otra persona. Seiya quería decirle que Shun le correspondía, pero Shiryu se lo impidió. El peli verde tenía que darse cuenta por sí mismo de sus sentimientos. Si Hyoga lo presionaba, terminaría acabando con su amistad. Aun así, no podían dejar que Hyoga se rindiera, porque si lo hacia Shun simplemente dejaría pasar lo dicho por Seiya. El nombrado se retiró para que Shiryu pudiera hablar con más libertad con el ruso.
-Dime Hyoga, ¿No has pensado que quizás Shun este enamorado de ti?
-Pero que tonterías dices Shiryu, claro que no.- el rubio suspiro con aires de tristeza.- El solo me ve como su mejor amigo.
- Pero el dio su vida por ti…- dijo el peli negro, planteando ante el ruso, la misma situación antes dada por Seiya, vaya coincidencia.
-Sabes también como yo lo noble que es su corazón, también lo haría por ti.- Ninguno se había dado cuenta de que Shun los escuchaba escondido en las escaleras.
-En eso estas en lo correcto.- respondió tranquilamente.- pero la forma en que te mira, el cómo habla sobre ti, me hacen pensar que sus sentimientos hacia ti son…
-¡Basta!- grito el rubio de repente, haciendo que Shiryu diera un respingo. - ¡Estoy cansado de que quieran convencerme… y convencerlo a él de que me ama! Yo tengo muy claro mis sentimientos hacia él, pero si él no me ama no hay nada que hacerle. Ahí acaba todo.
El rubio salió de la mansión a un lugar desconocido, chocando con alguien que iba entrando. El Cisne lo saludo secamente y siguió su camino. Hasta ese momento el peli largo se dio cuenta de la presencia de Shun en las escaleras, que miraba intensamente la puerta detrás de su hermano.
-Hola Ototo.- saludo como pocas veces, sonriente Ikki. Pero Shun no le prestó atención. El peli verde miro a Shiryu confundido y este no supo que decir.
-Shun…- comenzó pero el pequeño simplemente corrió escaleras arriba, supuso que hacia su habitación.
-¿Pero qué rayos pasa aquí?- dijo Ikki subiendo las escaleras hacia la habitación de Shun. Subió tan rápido que Shiryu no pudo contestarle, aunque tal vez no se lo haya preguntado a él, sino así mismo.
…..
Y si tú me quisieras
Bajaría el cielo al suelo para ti
Y si tú me quisieras
Y me permitieras hacerte más feliz
Me estoy muriendo por tenerte aquí
Para mí
Para vivir la vida
Para ti
Y llenar la mía
Ven a mí
…..
-Tranquilo Shun, estoy aquí.- Ikki se encontraba abrazando a su hermano, acariciaba sus cabellos de forma dulce y amorosa.- ¿Me vas a decir que sucedió?
-Nisan…es que estoy, tan confundido…- Shun lloraba e Ikki no sabía qué hacer. Recordó a Hyoga salir enojado de la casa, al parecer había hablado con Shiryu y Shun los había escuchado.- No se cómo actuar… y, no quiero perderlo.- definitivamente se trataba del pato.
Le había resultado difícil aceptar que su pequeño estaba enamorado, y peor aún, enamorado del pato desgraciado. Se había dado cuenta de lo lejos que estaba Shun de comprender el por qué lo admiraba tanto. Y es que desde pequeños ambos eran inseparables. Cada vez que él no podía Hyoga cuidaba de su hermano, y eso se lo agradecía desde lo más profundo de su corazón. Por ahora se encargaría de calmar a su hermano, después se las arreglaría con los otros dos idiotas que habían metido la pata en este asunto.
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Tal vez no debió gritarle a Shiryu, tal vez no debió salir de la casa de aquella forma, tal vez no debió ser grosero con Ikki. En primer lugar no debió enamorarse de su mejor amigo. No debió de haber hecho muchas cosas, pero todas ellas lo llevaron al lugar en el que se encontraba en ese momento, y se sentía un poco más tranquilo. Quizá por el hecho de que no había nadie molestándolo con sus sentimientos. Pensó en quedarse en esa playa para siempre, siempre en paz…
-¡Hey! ¡Pato desgraciado! - paz que había sido arruinada por el estúpido del Fénix.
-¡¿Qué es lo que quieres?!
-Yo también te extrañe…
-¿Acaso vienes a golpearme o algo? Apresúrate y déjame solo.
-Vamos, no te pongas así rubito vengo a hablarte de Shun.
-Puedes estar tranquilo, no voy a decirle nada, no tienes que molestarte en amenazarme ni nada por el estilo…
-Quiero que hables con el.- Hyoga detuvo sus movimientos, su brazo quedó en el aire al estar a punto de tirar una piedra al mar.
-¿Cómo dices?
-Sé que tú vas a cuidarlo Hyoga, pero no se lo digas a él, no quiero que crea que me caes bien.
-…
-No soporto verlo como está ahora, lo he dejado durmiendo en su habitación, no ha parado de llorar.
-¡¿Por qué?!- se alarmo Hyoga.
-Está demasiado confundido Hyoga, Me temo que debes ir y aclararle tus sentimientos, pienso que solo así el entenderá los suyos.
-Pero… ¿Qué si no me corresponde? Sufriría aún más si nuestra amistad se rompiera.
-Es un riesgo que tienes que correr.- el ruso solo asintió, llevando sus pies hacia la mansión, cuando estuvo de espaldas al Fénix, este lo detuvo, hablándole aun de espaldas.-Hyoga, si le haces daño, voy a matarte.
-Aun no sabes si terminaremos juntos…
-Estoy casi seguro de que así será
-Nunca pensé en decir esto pero… Gracias Ikki
-Anda vete antes de que me arrepienta.- el rubio solo rio ante este comentario pero lo siguió, ya que comenzó a correr hacia la mansión.
…..
Aunque tal vez tú pienses
Que es un poco arriesgado
Quiero decirte que también…
Yo estoy temblando
Y tengo miedo que quizá
Todo sea en vano
Al menos yo te pido que…
Hay que intentarlo
…..
Cuando llego al cuarto de Shun recordó que Ikki le había dicho que estaba durmiendo. Se recostó aun lado de la cama y le abrazo por la espalda, en espera de que despertara.
-Hyoga…- susurro entre sueños Shun, el aludido sonrío y recostó su cabeza cerca del oído del más pequeño.
-Aquí estoy, nunca me iré.- noto como el pequeño sonreía, aun dormido. En ese momento recordó lo cansado que se sentía y se quedó dormido ahí, en esa cómoda posición.
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Despertó sintiendo un peso extra sobre sí. Aun así no se sintió incomodo, decidió esperar, aun con los ojos cerrados, a que la persona que lo abrazaba despertará, y es que se sentía tan bien…
-Mmm…- abrió los ojos de golpe, ese no sonaba como su hermano. Con Seiya estaba molesto y Shiryu simplemente no lo haría, solamente quedaba…
Afirmo sus pensamientos al ver un mechón de cabellos dorados caer en sus hombros, aun as quiso asegurarse y con cuidado se dio la vuelta, haciendo que su rostro y el del intruso quedaran más cerca de lo debido. Se sonrojo a sobremanera, pero no se alejó de su amigo, pensando en el por qué no le incomodaba tenerlo así de cerca. Lentamente Hyoga fue abriendo sus ojos y Shun se asustó. Lo único que pudo hacer fue soltar un gritillo y separarse del rubio que soltó su abrazo por la sorpresa, al hacer esto Shun pudo separarse aún más, sin embargo fue demasiado ya que terminó cayendo de la cama. Lo único que podía ver Hyoga de él eran sus piernas Que sobresalían del borde de la cama. No pudo evitar echarse a reír. Al levantarse con algo de dificultad, Shun miró al rubio ceñudo.
-¡No te rías de mi Hyoga!- esto hizo que el rubio riera aún más, apretando su estómago que comenzaba a dolerle molestando a en el proceso Shun, que tomo una almohada y se la estampo en la cara. Sorprendido Hyoga salto, terminando igual que el otro, tendido en el piso. Esta vez fue Shun quien empezó a reír. El ruso no se dejó hacer y tomo otra almohada, comenzando así una lucha.
El peli verde en un mal cálculo tropezó, lo único que pudo hacer fue tomar a Hyoga quien por la sorpresa termino cayendo encima del más pequeño. Al principio rieron pero cuando su cerebro proceso su posición de pusieron serios.
…..
Si me detienes
Te digo desde hoy
Que aunque lo intentes
No lo decido yo.
Entre tanta, tanta gente
Le apareciste al corazón
¿Y qué hago yo?
Se enamoro
No puedo decirle no.
…..
-Hy…Hyoga.- El rostro de Shun estaba sonrosado, Hyoga pensó que no podía verse más hermoso. Hizo el aman de besarlo pero el peli verde giro su rostro hacia un lado, evitándolo.- Hyoga yo no…
-Lo lamento Shun, pero… no pude evitarlo.- comenzó Hyoga escondiendo su rostro en el cuello del peli verde.- Lo intente muchas veces, intente olvidarte, sabía que terminaría lastimándonos a ambos…- el rubio gimió, y Shun sintió como las lágrimas mojaban su cuello, su corazón dio un vuelco.- No pude Shun, lo siento, enserio lo siento…
-Shhh…- lo callo Shun, aun abrazándolo, se sentó, teniendo así una posición más cómoda.- Hyoga… me mata verte así… por favor no llores.- el rubio solo lo abrazó más fuerte.- No es que no te quiera… es que no se… tengo miedo Hyoga.- El mencionado se separó de él, solo un poco, dejando que sus narices se rozaran.
-Shun… Te amo, te amo de una manera que no te puedes imaginar, quiero estar contigo pero si tu no me amas no voy a obligarte…- el ruso rompió el abrazo, estaba a punto de levantarse cuando el peli verde tomó su mano con fuerza.
-Hyoga… por favor… no te vayas, no así.- las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos, y Hyoga se apresuró a limpiarlas.
-Dime Shun, dime ¿Me amas acaso?- pregunto acariciando su mejilla.
-Yo… no se…
-Dime Shun, ¿Qué puedo hacer para que sepas si me amas o no? ¿Qué hago?- el peli verde lo miro una fracción de segundo. Junto sus frentes u respiró hondo.
-Bésame.
Hyoga se sorprendió ante esta declaración y dudó, Shun se dio cuenta de esto, así que decidió continuar.
-Bésame...- dijo una vez más.-…y llévatelo, llévate este miedo que tengo de perderte.- rozó sus labios con los del rubio, no atreviéndose a más.- promete que nunca vas a irte de mi lado…
Sin hacerlo esperar Hyoga lo besó. Primero dulcemente para darle confianza, cuando Shun hubo correspondido, Hyoga se sintió el ser más feliz sobre la tierra, profundizó el beso. El ósculo se tornó más apasionado y termino hasta que la falta de aire se hizo presente.
-Lo prometo…-lo dijo como un suspiro, tratando de recobrar el aliento, sin embargo fue detenido en el proceso, ya que Shun lo besó con aún más intensidad. .-Te amo Shun.- anunció, cuando el segundo beso hubo terminado.
-Yo…también te amo Hyoga.- sonrió el peli verde, regañándose internamente por no haberlo notado antes.
…..
Y si tú me quisieras
Bajaría el cielo al suelo para ti
Y si tú me quisieras
Y me permitieras hacerte más feliz
Me estoy muriendo por tenerte aquí
Para mí
Para vivir la vida
Para ti
Y llenar la mía
Ven a mí
……
Cuando la noticia fue anunciada ninguno espero para abrazar a la feliz pareja, incluso Saori ya se había hartado de esperar. El único que se hizo esperar fue Ikki que, lanzándole una mirad de advertencia al cisne, fue a abrazar a su hermano y felicitarlo. Y para la sorpresa de todos tendió una mano a Hyoga. Y se dieron un masculino abrazo.
-Te lo dije.- le susurró al oído y al separarse hablo más claro.-Estas advertido pato…- con este comentario todos se echaron a reír. Ikki los miro.- es enserio.- dijo y se cruzó de brazos.
Aquella tarde fue magnifica. Así como todas las que vendrían.
Fin :)