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Lluvia Ácida por JaneDoe

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Notas del fanfic:

 

Bueno éste es mi primer fanfic publicado en esta pagina, espero sea de su agrado y tenga su apoyo en http://www.facebook.com/pages/Festival-Literario-SasuNaru/278607432154183#!/pages/Festival-Literario-SasuNaru/278607432154183?sk=wall en la categoría de one-shot, “masacre del clan” y “Jutsu Prohibido”.

 

Éste fic ésta realizado con mucho esmero y amor a la pareja de Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki. El fic contiene Agnst de la cual soy fan, drama, romance y tragedia. Es un SasuNaruSasu, vamos que son sukes xD.

 

Quiero dar un agradecimiento a cada una de las personas que me han apoyado con éste lindo proyecto de superación personal, dándome consejos, regaños y sobre todo su apoyo, esto va dedicado a todos ustedes y claro a las fans de esta pareja, hagamos que el señor Kishimoto nos escuche para tener un final alternativo.

 

Declaimer: Los personajes, (Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha) así como los lugares, etc., No me pertenecen y los uso sólo para dar a conocer una historia de mi mente y para el agrado de las fans de esta pareja, le pertencen al señor Masashi Kishimoto Pero el contenido lirico me pertenece y esta prohibido su plagio.

 

Fiction Rated M

 

¡Sin mas a leer!

 

 

 

 

— Será un pacto, he encontrado la forma de ser libres… por favor, no me cures, sólo déjame sentir… que se siente ser como él…

 

 

 

 

El valle del fin…

 

Todo fin tiene un inicio… particularmente doloroso para ese par de almas.

 

Esa tarde de octubre, en el valle del fin se recubría de dolor, angustia, nostalgia, sentimientos y emociones.  El viento perturbaba el ambiente, haciéndolo tan frío, un frío que helaba, ese lugar era más que un escenario perfecto, todo listo en ese silente lugar para sellar su destino.

 

Habían perdido la cuenta de las horas que llevaban luchando, lo único en que se concentraban era en herirse cruelmente, heridas punzantes en su cuerpo, dolor y una fatiga que iba en aumento pero sus cuerpos continuaban, eran esclavos al daño que se provocaban, era obvio el dolor en cada gemido ahogado que salía de sus labios.

 

Ambos como aquella vez en el pasado, ese momento parecía repetirse, se miraban directamente, mientras se atacaban, la estatua de Madara Uchiha y Hashirama Senju, justo detrás. ¡Era como un deja-vu! Pero no era así, aun cuando uno de ellos lo deseaba intensamente, estar en el pasado y detener el amargo sufrimiento de su corazón.

 

Él tenia unas marcadas ojeras bajo sus parpados, su cabello rubio estaba despeinado y todo su cuerpo tenía profundas heridas las cuales sangraban, estaba impaciente, desesperado y tenía un hueco incomprensible en su pecho. Sus orbes azules, no tenían brillo alguno, su mirada era vacía, buscaba la razón… ¿Por qué todo era de ese modo?, ¿por qué tenia que sufrir el desprecio de él?… Se defendía, de cada uno de los ataques físicos y psicológicos que le proporcionaba el otro joven, era sólo lo que hacía, era lo único que su mente le decía que hiciera. Ya no era nada parecido al Naruto que todos conocían, la tristeza lo invadía toda esa que estaba anidada desde la partida del chico de mirada fría y ahora era tan palpable, sumamente real.

 

Por su parte, Sasuke mantenía una sonrisa, no aquella de superioridad, ésta era una sonrisa retorcida, una sonrisa extraña…  Sus ojos, aquel par de pozos sin fin, eran la representación de la nostalgia y soledad, que desde niño habían vivido dentro de él, en los más profundo donde nadie había llegado a conocerle, donde las murallas de dolor y angustia de su pasado se hacían presentes. Atacaba al joven rubio con toda su fuerza, haciéndolo responsable de su maldito dolor frustrado, quería venganza y él era un impedimento, no le interesaba matarlo, para poder saciar ese dolor y sabía que aquel joven no era culpable, conocía la verdad –a medias- pero ahora nada importaba, no estaba en sus cabales como para detenerse a pensar todas las palabras que le había dicho el muchacho rubio.

 

“Tú y yo estamos destinados a destruirnos”

 

Flash back

 

— Sasuke… tenemos que hablar, supongo que Itachi te lo ha dicho — exclamó el rubio con desesperación.

 

— No importa, ya nada importa, las palabras de todos y las tuyas, no tienen trascendencia en mi decisión — le respondió en un tono amargo.

 

— Lo sabes… y aun así… — murmuró sin entender la decisión del pelinegro.

 

— Deja de hablar, ahora quítate de mi camino y deja de ser un estorbo, que tengo que ir a destruir Konoha — aseguró colérico.

 

— Sasuke, no voy a dejar que hagas eso, primero tendrás que matarme… — se defendió mientras se posicionaba para atacarlo.

 

— No me hagas reír… te mataré para que no veas la destrucción que dejaré — rió de un modo cínico.

 

— Eres un idiota, te estás dejando manipular por Madara y por tu estúpida venganza — exclamó con rabia.

 

End flash back

 

Aun cuando Naruto había intentado persuadir al joven, sabía bien que no lograría cambiar su opinión, aun siendo muy distintos, en algo se parecían, sus ideas no podrían ser jamás cambiadas y eso era lo que mas le dolía al Uzumaki, saber que sus palabras no le interesaban a Sasuke, estaba tan cegado por el odio sin control a la villa, que no razonaba, no utilizaba la razón que antes tenía de sobra, definitivamente él había cambiado.

 

— S-Sasuke… — le habló con dificultad.

 

— Hmp — respondió secamente.

 

— Solo respóndeme… ¿Por qué? ¿Por qué quieres destruir tu hogar…?  — inquirió con un deje de tristeza.

 

— Ja ¿hogar?... Naruto cuántas veces tendré que repetírtelo: este lugar no es mi hogar, ¿acaso puedo llamar hogar a un lugar que me quito a mi familia?, realmente no sé porque tienes este apego tan estúpido por esta villa, ¿qué no lo sabes? Aquí todos buscan su propio bien — finalizó con un tono amargo.

 

Recordar cómo su familia había sido asesinada, cómo esa villa planeaba destruir su clan sólo por su propio bien, le envenenaba el alma, le llenaba de rabia, de venganza.

 

— Porque quiero proteger a las personas de este lugar — argumentó con una sonrisa de lado.

 

— ¿Proteger? A quienes te dieron la espalda, a todas esas personas que te odian.¡Eres todo un héroe! — dijo con sarcasmo.

 

— Si al menos me dejaras, podría protegerte…—  aseguró melancólico.

 

— No, no cambiaré de opinión, siento decirte que este es el fin — exclamó venenosamente.

 

Naruto pretendía “Proteger” ¿qué?… ¿protegerlo? Eso ya no era posible, estaba tan podrido por dentro, que ni al renacer su alma podría ser pura como la del chico de cabellos dorados. Y esa era la verdad, no había forma de que alguien protegiera a esa persona tan nefasta que era ahora, simplemente era una pérdida de tiempo, se sentía aturdido y una opresión en el pecho se intensificaba y esa sensación era cada vez más estruendosa, cada vez que hería a Naruto, esa opresión aumentaba considerablemente, pero jamás se podría retractar, no… su orgullo era más grande.

 

— Naruto — llamó al rubio quien le miró enternecido — Nadie en este vasto mundo debería obsesionarse con una persona de mi clase… ¿has perdido la cordura? ¿Realmente sabes lo que soy ahora? — preguntó con rabia.

 

— Eres mi amigo — contestó regalándole una sonrisa sincera.

 

— ¡Estoy cansado de escuchar esa respuesta! — Gritó colérico — No creo que alguien pueda hacer tanto por un amigo — aseguró mirándolo con reproche.

 

— N-no lo sé — tartamudeó nervioso.

 

— Al principio tuve miles de ideas en la cabeza… pero ninguna como esa mentira de ‘eres mi amigo’ — explicó con dificultad — Aunque ahora la verdad ya no importe, morirás aquí — enfatizó mirándolo a los ojos.

 

— Tienes razón Sasuke ya nada de eso importa — susurró cabizbajo mientras desvió su mirada al cielo.

 

El cielo estaba tan vacío, tan sofocado, tan gris, parecido a ese Naruto que se perdía por ese momento en el cielo extenso. Muchas veces un pensamiento había recurrido a su mente… ¿y si todo terminara? Esa cadena de odio se terminaría, después de todo él deseaba eso, terminar con las guerras, terminar con el odio, él mismo había vivido ese sentimiento en carne propia cuando Jiraya había muerto, sí, en ese momento había comprendido cómo se iniciaba esa cadena de odio, pero sabía bien que ese no era el modo, debía haber una forma de detener eso, era su único deseo.

 

 Una sonrisa melancólica surcó en su rostro, tal vez era cierto, el destino no podría cambiarse ¡nunca! El había sido el chico que era destinado a destruirse con la persona con la que había enredado un lazo del cual era difícil escapar, una cadena gruesa sujeta a él.

 

— Lazos — balbuceó sin apartar la vista del cielo.

 

— Deja de decir eso, estoy cansado de tus palabrerías… — se quejó el pelinegro — tú no sabes nada, simplemente te has obsesionado por mí.

 

— No, no es eso, no te hagas el importante — exclamó notablemente enojado por el comentario de Sasuke.

 

— Hmp y yo creía ser lo más importante para el futuro hokage — respondió.

 

— Sólo quiero proteger los lazos que he formado — explicó sonriente.

 

— ¿Entiendes por qué hago esto? — inquirió mirándolo, en espera de una respuesta clara.

 

— Por vengar tu soledad — respondió triste.

 

— No entiendes lo que sentí… nunca nadie va a entenderme…

 

— Yo sí, mis padres jamás estuvieron conmigo, jamás los conocí, la gente me tenía desprecio y la poco que no, me tenían compasión, estaba completamente solo... así que Sasuke yo te entiendo, entiendo que se siente la soledad, sé que es querer vengarse, sabes cuando Orochimaru te llevó de mi lado, quería matarlo, quería ser fuerte y traerte de regreso y jamás entendí por qué… — finalizó enojado consigo mismo, apretando sus puños.

 

Naruto miró directamente a Sasuke, era obvio que él estaba hablando consigo mismo, Sasuke era inteligente pero no razonable, pero ¿Qué podría hacer para hacerlo cambiar de opinión? El tiempo se escaseaba, había atacado al principio pero se dio cuenta que no quería matarlo, se defendía e intentaba razonar con él pero nada de eso funcionaba era un orgulloso, y el era un terco.

 

Ambos se sumieron en sus pensamientos, no sabían qué hacer, la confianza se había ido, estaban regresando a su triste pasado.

 

Sasuke recordó aquella vez, cuando se había marchado con Orochimaru él esperaba fervientemente que Naruto lo sujetara a él, no de aquel modo en que lo había pretendido retener, no a golpes, ¿necesitaba amor? Si Naruto le hubiera demostrado que era importante y no que su camino ninja era aquél ¿todo habría sido diferente? Él se hubiera quedado, tenía que aceptarlo, Naruto era la única persona por la cual había llegado a tener un sentimiento diferente, nunca entendible pero sí podría decirse que puro.Por él se habría quedado.

 

Te quiero matar — pensó el azabache.

 

Quería matarlo, por no haberlo protegido de sí mismo, estaba completamente fuera de sí, todo por la maldita culpa de su corazón, él era un cobarde y necesitaba que Naruto le quitara esa cobardía que siempre escondía.

 

¿Qué es lo que siento por ti? ¿Por qué duele?  — se preguntó internamente el rubio.

 

Nunca había entendido lo que sentía por Sasuke, se confundía, con sólo pensar en él, sentía como su corazón se desbocaba y un sinfín de sentimientos se desbordaban dentro de sí, y daba miedo.  Pero Sasuke era su rival desde que tenía uso de razón, lo había visto como alguien a quien deseaba alcanzar… pero entonces ¿era normal sentir un sentimiento cálido al pensar en sus buenos momentos? sin embargo, aquello cálido llegaba a quemar y arder por dentro.

 

— Yo sí lo entendí… — susurró al aire Sasuke.

 

— ¿Qué entendiste? — preguntó confundido el Uzumaki.

 

— Eres muy idiota para entenderlo — respondió con una sonrisa de lado.

 

Sasuke lo miró con reproche ¿Por qué no lo entendía? Si le explicaba cómo se sentía seguramente Naruto no comprendería nada. Él había llegado aprender a leer a Naruto, estaba seguro que nadie conocía a Naruto como él o eso quería pensar.

 

Se acercó rápidamente y lo miró directo a los ojos; cerca, muy cerca de Naruto, el cual le devolvió la mirada, el rubio había hecho un trato con el Kyubi cualquier herida –que ahora tenía de sobra- no las curaría, él iba a morir junto a Sasuke, aun cuando tenía miedo de morir, pero morir al lado del azabache era diferente, así todo el maldito odio se esfumaría.

 

— Naruto — susurró calmadamente.

 

Naruto lo miró, también tenía muchas heridas pero al tenerlo cerca le daba la sensación de protección y miedo, qué contradictorio era. Sasuke tomó su mejilla suavemente y pasó sus dedos ligeramente sobre su piel.

 

Era tan suave pero no delicada, era su piel tan adictiva, ¿Por qué lo hacía? No tenía respuesta clara, se sentía acorralado, debía de parar, aun así quería sentir su piel, Naruto lo miró confundido, podría jurar que esa caricia era delicada.

 

— ¿Por qué? — preguntó en un susurro.

 

— Antes de matarte quería tocarte — dijo acariciando su cabello.

 

Con su mano izquierda preparó su chidori para atravesarlo en el pecho.Matarlo ya era fácil, lo tenía en sus manos, listo, indefenso.

 

— Gracias — balbuceó cerrando sus ojos azules.

 

— No pelearás por tu vida… me lo esperaba — rió maniáticamente el azabache.

 

Sin embargo, el azabache por dentro sentía cómo se desmoronaba todo, recordar todos esos momentos que había tenido con el rubio, lo hacían sentir contento de seguir vivo, sabía bien que Naruto era la única persona que jamás le había tenido lástima pero a la vez lo quería matar, quería morir a su lado. Sasuke sabía bien que tenía que decir algo que despertara las ganas de que Naruto lo terminara cruelmente como se lo merecía, como deseaba que pasara.

 

— Naruto, escúchame bien, después de matarte, mataré a todos tus amigos de la aldea, muerto Madara y Kabuto, no significa que no llevaré a cabo mi matanza en Konoha, todas esas personas que conociste morirán — aseguró con un tono cruel.

 

El Uzumaki abrió sus ojos con bastante sorpresa, se estaba dejando matar y dejarle el camino libre a Sasuke, con sólo ver su mirada, sabía lo serio con lo que el azabache le hablaba, no había marcha atrás, matarle era lo único que podría hacer para acabar con todo, hasta con su vida misma, no le importaba morir a manos de él.

 

Naruto se alejó, no había modo de cambiar su destino, no había forma de escapar de lo que era un hecho, destruirse. Le miró con nostalgia, él quería salvarlo con todo su corazón, definitivamente le amaba y no del modo que creía, era de un modo inexplicable, le amaba con locura, de ese modo romántico, que cala hasta los huesos, estaba enamorado pero era tarde muy tarde, muy tarde se había dado cuenta que ese lazo no era de ‘amistad’, que lo que tenía con él superaba cualquier sentimiento que pretendía sentir. Lo amaba.

 

Sasuke sonrió de lado, al fin iba a morir a manos de la persona de quien se había enamorado, al fin todo su sufrimiento terminaría, al final pagaría por el dolor que le había provocado a Naruto.Aceptaba que era egoísta, estaba loco, era un maniático, no quería que nadie tocara a Naruto, que nadie más lo lastimara, quería que dejara de cargar con el peso de todas las personas que no comprendían a ese joven tan puro, sólo necesitaba morir a su lado para que todo el peso de Naruto terminara, todo el dolor de su vida desapareciera junto al suyo, quería terminar con la carga que habían cargado desde su nacimiento.

 

De repente, el cielo sentía la tristeza de ambos corazones, una fuerte lluvia acariciaba sus cuerpos, una lluvia que teñía el agua bajo sus pies de un color carmín, lavando cada una de sus heridas, haciendo resbalar gotas de sangre, llevando consigo todo el dolor, una lluvia ácida que los quemaba, que dejaba desnudas sus almas, sus sentimientos.

 

Leíste mi mente, pero jamás mi corazón

 

Ambos pensaron en cada uno de sus momentos felices, cuando ellos eran los protagonistas, ése era el momento para morir, donde todo había comenzado.

 

Naruto preparó su rasengan, mientras lo miraba con dolor y angustia, miro a lo lejos; estaban todos sus amigos de espectadores, quienes no podían pasar sin morir quemados gracias al amaterasu que Sasuke había puesto como barrera, sonrió de lado en forma de despedida, miró al cielo y pensó en que todo terminaría al fin, todo el dolor que había escondido tras una sonrisa se iría, podría curar de esa forma el dolor de Sasuke, definitivamente ese día era perfecto para morir como héroe al igual que sus padres.

 

Sasuke formó su chidori y miró atentamente la lluvia, ésta siempre le había resultado fascinante, encantadora pero no tanto como Naruto, definitivamente su amigo, el amor al cual había envenenado para sacarlo de sí, viviría en el recuerdo de todos como lo que era, el héroe de Konoha, sonrió para sus adentros, ya no habría cargas, no habría prejuicios, no habría un destino de destrucción al renacer, sólo la oportunidad de amarse, sólo esperaba que Naruto le perdonara, perdonara sus sentimientos y su mente retorcida.

 

Se miraron por ultima vez, entre la lluvia, entre los bramidos desgarradores de sus almas, entre los gritos de los espectadores, entre todo el caos, con tristeza, con nostalgia, con soledad, pero con esperanza.

 

Corrieron al unísono, bajo la lluvia, bajo el temor, sobre la soledad, con un sentimiento en común, recordando cada momento que habían pasado juntos, mirándose a los ojos, en espera del dolor, en espera de su muerte.

 

Y como si todo hubiera sido hecho para su muerte, ambos tenían sus manos sobre sus corazones, como si la vida los hubiera hecho perfectamente para encajar, con sus ojos mirándose intensamente, como si nada alrededor existiera…

 

¿Qué es más doloroso… este dolor físico o el de mi corazón?

 

Habían destruido sus corazones con sus ataques pero no esos sentimientos, la mano de Naruto estaba de lleno en el pecho del Uchiha, sentía la sangre de Sasuke escurrir sobre su mano derecha, Sasuke por su parte había empuñado su chidori cerca de el corazón del rubio, donde la herida comenzaba a sangrar fervientemente. Naruto le sonrió dulcemente a Sasuke con felicidad como hacía mucho que no ocurría, y Sasuke le sonrió como nunca se había atrevido, como sólo podía sonreírle a él.

 

Espera… al fin te alcanzaré…

 

Era más que cierto, no había forma de que sobrevivieran, sus ataques habían destruido sus cuerpos  pero ya no había carga de nada sobre sus almas, al fin eran libres de todo el dolor, al fin.

 

Con la poca energía que le quedaba a Sasuke, tomó con desesperación la barbilla del chico rubio y posó sus labios sobre los de él y no sólo era la unión de sus labios bajo el aspecto llamado erotismo era algo más allá del razonamiento humano, era fundir sus sentimientos en ese contacto, donde ambos saboreaban ese sabor metálico que resbalaba de entre sus labios, las lágrimas, el anhelo, todo era parte de ese acto de amor.

 

Déjame sin aliento — era el pensamiento del rubio, al sentir los labios fríos del mayor.

 

Limpia mi sucia alma — pensó el azabache.

 

Siguieron ese contacto hasta donde sus cuerpos lograron aguantar, Sasuke se separó lentamente del rubio para mirarlo con ternura, con amor, con todo lo que nunca se había atrevido hablar.

 

— Feliz cumpleaños, mi dobe… espérame ahí donde al fin nos habremos de amar… — susurró mientras escupía sangre y le miraba los ojos.

 

— Te esperaré, teme — murmuró con una sonrisa.

 

Al fin esa cadena de odio terminaba, al fin habría un nuevo camino, al fin se podrían amar. Es así como se sentía la felicidad verdadera, la paz interior y era así como terminaba la historia de ambos shinobis que se habían amado como nadie creía, era de ese modo que su destino se esfumaba, bajo sus últimas palabras entre susurros sordos, un“Te amo” que no era necesario escuchar para saber, que era eso lo que siempre había existido en sus corazones y todo bajo esa…

 

Lluvia ácida.

 

 

Notas finales:

 

Espero este fic fuera de su agrado, dejen un rw para que pueda sentir un alivio, ¡no saben lo nerviosa que estaba! Ahora espero su apoyo, sus comentarios no mataron a nadie creo yo y a mí particularmente me harán feliz. Gracias por llegar hasta aquí.

 

¡Viva el SasuNaruSasu!

 


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