¿Cómo se había metido en esto? A si por culpa de la persuasión de Sharon...
.:= Flashback =:.
Era una maravillosa mañana de otoño en el ducado Rainsworth, las hojas de suaves colores naranjas y cafés bailaban en el viento hasta caer en el piso, en el cielo algunas nubes gruesas y grises hacían su aparición, una tormenta se había pronosticado para esa noche, pero a esa hora aun estaban muy opacadas por las nubes blancas.
En esa mañana, solo estaban Oz, Sharon y Alice, ya que Gilbert había ido a la mansión de los Nightray y Break había ido a Pandora a "arreglar" unos asuntos, o sea, que los hostigaría con trabajo hasta el cuello cuando regresara. Pero a pesar de la falta de compañía, los más "jóvenes" disfrutaban del desayuno, en el jardín. Oz y Sharon platicaban de trivialidades mientras Alice se unía a la conversación cuando no tenia comida en la boca.
-¡AH!- Dio un grito Sharon de repente abriendo sus ojos más de lo normal.
-¿Sucede algo Sharon-chan?- Pregunto Oz exaltado. Alice solo había terminado de comer pero algo le decía que lo que venía no era bueno.
-¿Cuánto tiempo he estado así?- Viéndose fijamente.
-¿De qué hablas?- Alice pregunto con cierto temor.
-¡Con esta mancha!- Grito de tal forma que ocasiono que Oz y Alice se escondieran detrás de sus sillas y que los sirvientes vinieran.
-¿Qué... que mancha Sharon-chan?- El de ojos esmeralda pregunto con miedo.
-¿Qué mancha? ¿Qué mancha? ¡La que esta deformando mi vestido!- A cada palabra ella subía mas la voz. Alice solo le murmuro un "bien hecho" mientras que quería golpearlo.
-He estado...- Sharon menciono demasiado tranquila -He estado demasiado tiempo con chicos que creo ¡Ya soy UNO!- Grito histérica soltando el llanto.
-Eso no es cierto Sharon-chan, eres la chica mas femenina que he conocido- El rubio trataba de enmendar su error.
-¿Enserio?...- Dijo entre sollozos.
-Si ¿Verdad Alice?-
-¿Eh...?- Con un mondadientes en la boca -¡Ah! ¡SI! ¡Claro! ¡Por supuesto!- Exclamo mientras escupía el palillo. "Oh no es ese mal presentimiento otra vez"
-¿Tu lo crees?- Parando de llorar, por el momento todos suspiraron tranquilos.
-Si solo necesitas...- Oz comenzó y de inmediato los sirvientes y Alice lo mandaron a callar con sus miradas.
-¿...necesito?- Se empezaba a enfadar ante el silencio de Oz
-¿Más tiempo de chicas?- No pudo reprimir su suspiro de alivio al ver que seguía vivo.
-Es verdad últimamente no he tenido tiempo para mí- Sharon dijo reflexionando -He estado tanto tiempo al pendiente de Pandora que me olvide de mi- Todos pensaron que el problema se había solucionado. Oh no apenas empezaba -Por eso hoy tendré mi día de spa, iré de compras, si es justo lo que necesito- "Hay No" pensó Alice -Alice-san ¿Esta lista para...? ¿A dónde se fue?- Fue cuando notaron la ausencia de a pelinegra 1. Cuando pudieron verla ya se adentraba al bosque gritando "Sabia que algo así pasaría".
-¿En qué momento se fue?- Pregunto el rubio.
-¿Y ahora que hare?- Exclamo la ojirosa volviendo a su fase histérica. Oz solo la veía con una sonrisa de entre lastima y pena, ya que sus planes se habían arruinado.
-Bueno Sharon-chan me retiro- Dijo terminando su te de canela. Fue cuando Sharon lo miro. Y que Oz sintió un escalofrió recorrerle todo el cuerpo.
-Oz-sama- Se acerco a Oz con una cinta métrica, que saco de quien sabe dónde, empezando a tomar las medidas del rubio - ¿Su cuerpo solo tiene 15 años verdad?-
-Si- El cuerpo de Oz comenzó a temblar.
-Aun no muy desarrollado- Solo asintió. Sharon le dio una sonrisa que solo podía ser comparada con una de la Voluntad del Abismo, fría, malévola y hasta cierto punto sádica. En ese momento se odio a si mismo de no haber seguido a Alice.
.:=Fin del Flashback=:.
Así que ahora el estaba ahí en su habitación, a las de diez de la mañana, con varias cajas a su alrededor cuyo contenido ya se encontraba en su cama listo para que el lo usara. Era un vestido vintage de un suave color crema-perla, de tela de seda, de mangas largas, con cuello semi cuadrado, de largo que le llegaría hasta abajo de la rodilla y como a partir de la altura de la cintura caía en suavemente fromando patoles verticales. Eso. NO. Era. Lo. Peor.
Lo que era peor era el... juego de lencería negro.
El juego de lencería negro, que le parecía... sexy.
El juego de lencería negro, que le parecía sexy que el tenia que... usar.
El... UN CHICO
En ese momento maldecía a Alice por haber escapado, maldecía a Gilbert por no estar ahí y haberlo salvado de Sharon. Aunque pensándolo bien, no habría servido de nada, nadie habría podido detener a Sharon. Aun sentía escalofríos al pensar todas las amenazas que le dio para que el aceptara acompañarla a su "día de chicas".
Dejo esos fantasmas de lado y volvió a ver a su enemigo. ¡Oh cielos! el conjunto prácticamente era para una novia en su noche de bodas. El conjunto era de un bonito color petróleo hecho de seda. Era un calzoncillo a la cadera con ligeros toques del mismo color del vestido. Con un liguero con sus largas medias negras, y lo que a instrucciones de Sharon usaría encima y no debajo del vestido, un corsé negro, los listones que lo amarraban eran de color durazno. En general debía admitir que era bonito, además que tenia un estampado de encaje de un color negro-gris en forma de rosas en botón y abiertas. Era un trabajo exquisito.
Así que sin mas remedio tuvo que empezar a desvestirse y colocárselo, temía que si tardaba demasiado Sharon vendría por el o peor lo vestiría. Así que con el dolor en su corazón se lo puso, cuando se iba a colocar el vestido no pudo soportar la tentación de mirarse con la ropa interior. Fue al espejo y no podía creer lo que veía.
Se veía SEXY.
El UN CHICO se veía condenadamente sexy con ropa interior de mujer.
No podía creerlo pero era cierto. En ese momento se percato que el corsé no era el único con encaje. Los calzoncillos tenían en la línea de la cintura y en los hoyos de las piernas y las medias lo tenían justo en donde se amarraba al liguero. Con un poco más de entusiasmo fue por el vestido y el corsé. Al poder ponerse él, el corsé lo ajusto de tal forma que le diera "curvas" y que no se asfixiara. Tomo los zapatos vintage de un tacón ligeramente alto del color del vestido con adornos en durazno.
Camino con mucho esfuerzo hasta la puerta tratando de no tropezar con los tacones, claro que fue inútil que se cayo varias veces. Cuando se canso solo se sentó en la cama después de un rato Sharon fue por él.
-Oz-sama- Sharon lo examino de pies a cabeza -Oz-sama si no supiera que es usted, realmente pensaría que es una chica- Lo ¿elogio? ¿Insulto? con una gran sonrisa y con un humor sumamente feliz nada comparado con el humor de hace rato -Pero aun falta un pequeño un pequeño detalle- Hizo que una de las sirvientas le tendiera una caja "Otra" pensó Oz con fastidio.
Sharon hizo que se sentara en el banquillo del tocador dándole la espalda al espejo. Le cepillo y arreglo su corto cabello, para al final ponerle un headdress de color durazno, cubierto de encaje negro, en la esquina derecha tenía una rosa blanca.
-Ahora si esta listo o debería decir lista- Dijo la chica con una gran sonrisa.
Oz con cierto temor se miro en el espejo, en esos momentos odiaba el momento en que le había dicho que no a Gil cuando le dijo que si se quería cortar el cabello. Casi le rosaba los hombros y para colmo Sharon había logrado crear unos bucles en las puntas. Realmente el y Ada eran hermanos no pudo evitar pensar que prácticamente la veía a ella en el espejo.
Al salir de la habitación los sirvientes de la casa, que no habían sabido del gran berrinche de Sharon y de su diabólico plan, lo confundían con una señorita. Y Oz no podía decirles nada ya que no solo debía verse como una señorita sino también comportarse como una. Después de casi morir de vergüenza se subieron al carruaje y eso solo era en la mansión Rainsworth. Dentro del carruaje Oz se fijo que Sharon había cambiado su vestido, era de los típicos vestidos que usaba Sharon solo que esta ocasión llevaba una hermosa oquilla de lirios que recogía su cabello. Fue cuando oz noto un pequeño detalle.
-Oye Sharon-chan-
-¿Si?-
-¿Por qué mi vestido no tiene crinolina?- Pregunto no muy seguro de querer saber la respuesta. Ya que viendo como nuevamente la expresión de Sharon cambiaba a una enojada.
-Al usar una crinolina en un vestido tan fino y delicado como ese sería una blasfemia- Y Sharon comenzó con un gran discurso de que como algunos vestidos no debían de tener y siguió hablando de ello por el resto del camino.
Como al medio día llegaron al Spa, Sharon le dijo que para que nadie la confundiera con Ada o en el peor de los casos que lo reconocieran, dirían que es prima de Ada que vino de visita a la ciudad de nombre Emily Dollemer, Oz le disgusto llevar el nombre de la odiosa muñeca de Break, pero no tenia opción.
A decir verdad en el spa pudo relajarse, con los masajes, os baños de barro, el sauna, los baños termales, si olvido todo el estrés que le causo su "pequeña" transformación. Incuso el detalle de tener que estar cubierto con una toalla todo el tiempo le pareció insignificante. Aunque cuando llego el momento de los faciales, pedicura y manicure le molesto que la joven le dijera que tenia una piel muy suave y que incluso después del tratamiento quedo más suave y cuidada.
Eso hasta cierto punto le molesto era un ¡hombre!, su piel no tenia que ser tan tersa y suave. Una vez que salieron del Spa Sharon quiso ir de compras, se encontraban en el centro, el mejor lugar para realizarlas, las mejores tiendas y según Sharon los mejores precios. Después de varias horas, aunque para Oz parecía una eternidad, de que Sharon se probara y se probara ropa y que Oz tuviera que poner su opinión en todo, Sharon se apiado de él y fueron a almorzar.
Durante el camino al restaurante, Oz veía como su imagen se reflejaba en las vitrinas de las tiendas y como la falda del vestido se movía al compas de sus caderas elegante y frágilmente. Y no era eso lo mas le molestaba si no todas las miradas que recibía, sobre todo de los hombres, mas de uno se le había acercado en plan de conquista. Claro nada que unos cuantos comentarios los hacia retroceder2. Al llegar el restaurante el anfitrión las llevo a una mesa de las más alejadas y por supuesto no dejaba de coquetearle a Oz. Sharon pidió para ambas té helado para tomar. Cuando se retiro Oz prácticamente se desplomo en la mesa.
-Sharon-chan ya no puedo mas ¿Cuánto más falta?
-Emily no hagas eso- Oz se sentó bien en la mesa - No te preocupes solo quiero pasar a la librería por un libro y luego podremos regresar a la mansión- Oz soltó un suspiro de alivio - ¿Cómo te has sentido con toda la atención?- Le dijo divertida.
-Bromeas- Oz trato de mantenerse calmado la de cabello caramelo solo se rio -Lo único que de verdad quiero es quitarme este vestido y...- Fue cuando se percato de que el mesero había regresado con sus bebidas y le sonreía coquetamente. El rubio se sonrojo y miro a Sharon con cara de "¿Por qué no me dijiste?"
-¿Están listas para ordenar?- Pregunto el mesero. "Si no deja de mirarme sacare la guadaña de B-Rabbit"3 pensó Oz al ver que el mesero le seguía viendo.
-Yo pediré el pescado al vapor con la sopa del día- Dijo Sharon.
-Quiero los ravioles de champiñón y espinacas-
Después de comer y de que Oz le rogara a Sharon de que no comieran postre, se fueron del lugar, antes e irse Oz había recibido varios papeles de los meseros con sus nombres, al salir Oz los boto todos. Después de una hora de viaje finalmente llegaron a la mansión. Lo bueno que llegaron a tiempo. La tormenta estaba comenzando.
-Creo que ni Break ni Gilbert-san han regresado- Dijo la ojirosa al bajar del carruaje.
-Ya veo- Murmuro Oz, entre alivio y decepción. Decepción en que su Gil no había vuelto y alivio ya que ni él ni Break lo verían con semejante vestimenta.
-Bueno Emily me dio mucho gusto que hayamos podido salir- Se despidió Sharon tomando el camino a su habitación.
-A mí también me dio gusto Sharon-chan- Al decir se fue a su habitación lo más rápido que le permitieron las zapatillas.
Al llegar a la seguridad de su habitación, dejo los libros que había conseguido en la librería y se desplomo en su cama. Repaso todo el día en su mente y pareció que le añadió as fatiga de la que ya sentía. Había sido un día realmente largo, los hombres podían ser tan pervertidos y las miradas de las mujeres no eran mejores unas eran iguales o peores que las de los hombres, recordar eso le mando escalofríos por toda la columna.
-"Pero ahora que lo pienso..." se sentó quedando de frente al espejo -"Yo también pensé que me veía bien con el vestido"- Comenzó a jugar con la falda, hasta que la empezó a levantar -"Y sobre todo..."- La alzo hasta su cintura descubriendo sus bragas y el liguero -"... con la lencería"
Con la punta de sus dedos contorneo sus piernas, desde las zapatillas, pasando por el encaje de las bragas hasta llegar a él liguero. Dejo enrolladla la falda de tal forma de seguir viéndose la ropa interior y fijo su vista al corsé. Jugó con las cintas hasta que lo aflojo un poco, lanzo un gemido al sentir como se aflojaba. Vio como su miembro empezaba a responder a las sutiles caricias de su cuerpo. Llevo sus manos a los hombros del vestido y lo bajo lo suficiente para tener acceso a sus pezones.
Llevo dos de sus dedos a su boca y comenzó a lamerlos. "Gil" pensó mientras los sacaba y cortaba el hilo de baba "¿Qué pensaría si me viera así?" empezó a jugar con sus pezones con los dedos mojados de saliva. Con su otra mano trataba de calmar sus gemidos, pero le era muy difícil, mas cuando bajo su mano a su, ahora, erección sin sacarla de las bragas que comenzaban a mojarse. Estaba jugando con sus bolas cuando el sonido de un trueno lo distrajo y más cuando escucho la puerta cerrarse.
-¿Oz...?- Oh si toda la calentura se fue al carajo.
-¿...Gil?- Gilbert había entrado a la habitación con su gabardina mojada en un brazo mientras se secaba el cabello
-¿Pero que estas...?- Tiro la toalla y el saco en una silla cercana.
-¡No me mires!- Le arrojo una almohada, mientras se levantaba pero al hacerlo tan rápido tropezó con los tacones cayendo de nuevo en la cama.
-¡¿Oz estas bien?!- Corriendo a su lado.
-Si- Dijo murmurando mientras se sentaba en el borde de la cama.
-Parece que no te lastimaste- Mientras le revisaba los tobillos. Oz le impidió si intento de quitarle las zapatillas - ¿Qué haces vestido así?- Pregunto esperando que no viera el color rojo de sus mejillas.
-...veras Sharon-chan tubo una crisis de que se volvía un chico o algo así. Así que decidió tener un "día de chicas" pero Alice se escapo, así que me obligo ir a mí en su lugar... ahora que lo pienso ¿Qué paso con Alice?
-El conejo está bien la vi en mi camino - Se sentó al lado de Oz -Con razón renegaba de que la habías dejado sola y no sé qué tantas cosas- Escucho como Oz se reía suave y angelicalmente. No pudo contenerse y le lanzo una mirada al atuendo de Oz. Llevo su mano a la rodilla de Oz y comenzó a subir la falda. A Oz le quedaba muy bien el negro.
-Pervertido- Le dijo con sus labios en el cuello del otro.
-Yo no soy el que se masturbaba enfrente del espejo- Tumbo al chico en la cama posicionándose encima de el.
-¡Cállate!- Desvió la mirada al espejo.
-No sabía que eras fetichista- Las gotas de agua de su cabello comenzaban a mojar la cara de Oz.
-¡No lo soy!- En ningún momento le vio la cara.
-Entonces deja de mirarte en el espejo- Le dijo divertido.
-Feliz- Lo miro a los ojos con un puchero.
-Estabas siendo muy travieso ¿lo sabías?- Acomodo la falda llevándola hasta la cintura del rubio, donde la mantuvo allí con la ayuda del corsé. Antes de agregar algo más Oz lo callo con un beso que se fue volviendo más y más intenso.
Oz puso sus manos en la corbata de Gil desasiendo el nudo para pasar las manos por el pecho del moreno, mientras que Gil masajeaba las caderas del otro. El comenzó a quitar la camisa del moreno hasta que solo quedo con sus pantalones puestos. El de ojos dorados cada vez que intentaba remover la ropa del oji-verde este se lo impedía llevando sus manos a sus muslos.
Cuando el rubio se canso de los intentos del moreno lo empujo hasta que ambos quedaron sentados jalo el vestido nuevamente descubriendo sus pezones. Gil entendió el mensaje y comenzó a besarlos y succionarlos con insistencia. Ya distraído el rubio, fue hasta sus piernas y le quito las zapatillas aun cuando escucho un sonido de desacuerdo. Como venganza Oz llevo sus manos al borde del pantalón comenzando a escurrir sus dedos dentro de la ropa interior. El azabache comenzó a gemir, entonces Oz bajo el cierre y desabrocho el botón liberando el miembro erguido de su amante.
Empujando a Gil en la cama, se puso a la altura del miembro y comenzó a lamerlo, casi rozando el glande, más que nada soltando su aliento caliente produciéndole escalofríos. Con su mano derecha jugaba con las pelotas y con la tomaba las sabanas de la cama. Raven luchaba con la necesidad de tomar la cabeza rubia y hacer que tomara su miembro por completo. Apiadándose de el Oz comenzó a sorber el líquido pre seminal hasta levar la punta a su boca. Comenzó a jugar con los cabellos de rubio, masajeándolos lo más suave que podía.
Se dio cuenta que la mirada de Oz iba de el al espejo, y vio lo erótico que Oz se veía con la cabeza entre sus piernas y con el vestido alzado dejando ver su trasero cubierto con las bragas negras que se movía mientras Oz tragaba su miembro. Cuando sintió cerca su final alejo la cabeza y la acerco para besarla, pasando su lengua por cada rincón de su amado rubio. Lo acomodo en las mullidas almohadas y fue al mueble a lado de la cama por el aceite, cuando volvió encontró a Oz boca abajo y con el trasero al aire.
Comenzó a besarlo en el cuello mientras bajaba muy lentamente las bragas, el rubio se retorcía juntando su cuerpo al contrario hasta sentir el órgano palpitante de Gil en su trasero que empezó a volverse frenético. Gilbert tuvo que sujetarle la cadera para que dejara de moverse y comenzó a lamer su entrada. El rubio temblaba de placer ante la hábil lengua de su amante, solo se dedicaba a gemir y suspirar. Cuando creyó que era suficiente dejo de lamer y unto en sus dedos el frio aceite y comenzó a preparar a su amo.
Tenia las manos fuertemente agarradas a las almohadas mientras escondía la cabeza en ellas, odiaba ser preparado con ese lubricante tan frio, pero le gustaba la sensación de los dedos de su amado en el. Cuando sintió el segundo dedo decidió detener al moreno.
-Gil, ya... mételo- Dijo sin aliento.
-Entonces toma el control- Le dijo en el oído.
Tomando la mano del oji-esmeralda lo acomodo para que quedara de cara hasta que se posiciono encima de su miembro. Con cuidado empezó a bajar hasta que lo engullo por completo, escondió su cara en el pecho de Gil mientras se acostumbraba a la invasión de su cuerpo. Una vez acostumbrado empezó con el sube y baja mientras el moreno comenzó otro fogoso beso, el ritmo de la cabalgada aumentaba, cuando empezó a tocar el abandonado miembro de Oz, este se tumbo en la cama. Gilbert lo siguió acomodándose encima, llevo una de las piernas en mediadas a su hombro hasta alcanzar el punto que llevaba al rubio a la locura.
Cuando sintió que las paredes internas de Oz empezaban a apretarlo más y mas enredo su mano libre con la de Oz y empezó a aumentar el vaivén cada vez más rápido y preciso, que hacía que el rubio gritara su nombre en cada estocada fuera de sí. Oz ya no resistía más. No paso mucho hasta que se corrió en la mano del moreno gimiendo su nombre, manchando su vientre y el contrario con la espesa sustancia y al mismo tiempo sentía como por dentro algo tibio le llenaba las entrañas haciendo que soltara un suspiro.
Recuperando la regularidad de su respiración antes que Oz, Gil salió de su interior con cuidado de no lastimar al chico y vio e desastre que estaba hecho Oz. Con el cabello bañado de sudor desparramado en la almohada, el cuerpo y el vestido manchados de semen y sudor, con las piernas abiertas de las cuales el semen se escurría desde sus glúteos , la cara roja y la boca abierta tratando de regular la respiración.
-¿Qué tanto me vez?- Le dijo entre jadeos.
-Nada- Se acerco a besarle la cara, a los sus ojos con largas pestañas, las mejillas rojas, la nariz y al final los rosados labios -Sabes que te amo demasiado ¿Verdad?- Le dijo con los labio pegados a los suyos.
-Eso ya lo sé- Dio una risilla avergonzado -Yo también te amo- Le dio un beso, solo fue un roce que transmitía todo el amor que le tenía -Ahora déjame dormir- Lanzo un bostezo.
-¿Te vas a dormir así?- Le dijo viendo como se acomodaba para dormir.
-Mmhh- Solo asintió. Sintió como Gilbert se acomodaba a su lado abrazándolo y acunándolo en su pecho. El ritmo de su corazón y el de la lluvia fue lo que lo arrullo hasta que se durmió.
A la mañana siguiente se despertó con los rayos del sol que se metían de las cortinas. Busco con sus manos el cuerpo de Gil y no lo encontró, así que se sentó en la cama. Vio que ya no traía puesto el vestido ni la lencería, en cambio llevaba puesto uno de sus camisones de dormir. La idea de levantarse se cruzo por su cabeza, pero sentía su cuerpo tan cansado que prefería volver a dormir.
-Oz ¿Te sientes bien?- Le dijo Gilbert que venía entrando.
-Si- Murmuro volviéndose a costar.
-Deberías levantarte- Le dijo yendo hacia la cama.
-Estoy cansado- Dijo de una manera infantil -Por cierto- Volteo a verlo - ¿Y el vestido?- Le pregunto curioso.
-Pues lo tuve que tirar- Dijo como si no fuera la gran cosa
-¡¿Qué?!- Le grito sentándose.
-Jajá tranquilo me las ingenie para desmancharlo y lo lleve a que lo lavaran- Dijo riéndose, el rubio solo soltó un suspiro -Igual con la lencería- Oz se sonrojo.
-Te hubieras desecho de ella- Dijo restándole importancia.
-Pero si te gusto tanto, tanto que no dejabas de mirarte- Lo envolvió en un abraso.
-No es verdad- Hundiéndose en su pecho para que no viera su sonrojo.
-No tiene nada de malo- Comenzó a acariciarle el cabello.
-Eso... ¿seguro? ¿Eso no me hace raro?- Pregunto confuso.
-Oz- Le dio un beso en la frente -No tiene nada de malo además... yo actué igual que tu, porque eres...- Lo estrecho más a su cuerpo -Condenadamente sexy uses lo que uses- Le susurro en el oído. Oz le sonrió dulcemente y le dio un beso -Después de todo eres MI Oz Bezarius
-Y tú eres MI Gil- Volviéndose a besar con más pasión que antes.
Cabe decir que ambos no abandonaron la habitación durante todo el día.