Saga y Kanon, gemelos, hermanos; unidos en uno solo, ambos hijos del magistral de Milla. A sus 16 años de vida, guardan un terrible secreto.
- Mas allá de lo pensado o de lo normal, hay algo que nos une, la esperanza del ser querido, nos une un amor apasionado, nos une la confianza del otro, nos une un secreto, nos une una muerte, nos une… que el otro exista.
Camina Kanon, por el largo pasillo de la casona del difunto magistral de milla,sumido en sus pensamientos, sumido en sus traiciones, sumido en los recuerdos; por su cabeza pasa la respiración agitada de la noche anterior, la imagen de su hermano fundiéndose con el, y es allí cuando se detiene, tras aquella puerta, la puerta de sus pesadillas, la puerta de sus lamentos, la puerta donde todo paso…..-se queda un instante frente a ella, y decide a girar la perilla, pero una voz firme y conocida, lo detiene.
-Kanon. – este viro y vio a su gemelo Saga.
- ¿que es lo que pasa?
-te has retrasado.
- no pasa nada, estaré allí en un segundo- sonrió, y siguió su camino, saga solo se limito a mirarlo y al verlo alejarse también sonrió y suspiro, para dirigirse a su habitación.
Caminaba rumbo a su cama, cuando choco contra la mesilla de noche, miro hacia abajo y noto un libro, que tomo en sus manos, era uno con una pasta totalmente vieja y desgastada, lo abrió percantandose que había un escrito con un crayón de color negro, sonrió, levanto la mirada, posandola en la ventana.
-Kanon… - balbuceo por lo bajo.
-Flash Back.-
Una tarde soleada, jugaban en el jardín ambos pequeños de cabellera larga color azul.
-¡Alcánzame Saga!!
-¡ya veras!! – ambos niños, llevaban una infancia un poco tranquila en lo que cavia, después de la muerte de su padre, les había costado un poco de trabajo adaptarse de nuevo, sus mentes eran inocentes, cual niño de 6 años.
-Saga, Kanon- una voz firme les hizo acallar sus risas y el alegre alboroto, su madre frente a ellos, con un hombre de mediana edad, que portaba un traje fino de seda, con coldijos que adornaban el saco y una hebilla brillante que decoraba los zapatos de piel menguada de color negro.
-¿eh? – Kanon con una vocecita tierna, mientras que Saga se acerco un poco desconfiado, con mirada desafiante.
-He decidio que Lord Edil & yo nos uniremos en matrimonio, pronto el será su padrastro.
-tsk-refunfuño Saga quien a pesar de su edad poseía un criterio y un pensamiento bastante amplio.
-Je ne l´accepterai pas á un bastard comme - masculló en frances.
-¡Saga!, discúlpate inmediatamente - reprendio furiosa su madre, quien le jalo del brazo.
- descuida querida- dijo el hombre, aunque en realidad aunque no habia entendido nada, se sentía ofendido por aquel mocoso.
-ven, Kanon- dijo este para darse la vuelta, jalando su brazo desaciendo el agarre, su igual fue tras el.
-fin flash back.-
- El llego para arruinar nuestras vidas, solo obtuvo su merecido….- el mayor seguía en sus cavilaciones, hablando al aire sus reprimendas.
-Flash Back -
Habían pasado ya 4 años, su madre se había casado con aquel hombre, quien se había vuelto un desgraciado y déspota. Los pequeños se encontraban en el salón, donde con anterioridad su padre solía sentarse horas a leer.
- Mi madre no se da cuenta de que el es un tirano imbécil.
- ¡Saga! si madre te oye - le reprendio el menor, mientras jugueteaba con un pequeño muñeco de felpa.
-que piense lo que quiera, debe ser un bruto que la conquisto con cosas estúpidas y cursilerías baratas - el peliazul balanceaba sus pies sobre el sofá, mirando con furia el arder del fuego, que consumía los leños en la chimenea.
- Su…supongo que tienes razón….madre ahora no nos presta atención – Kanon desvió la mirada, sus ojos se llenan de lagrimas, cuando el mayor se percata, se pone inmediatamente de pie.
- No te preocupes- su voz sonaba serena & dulce, extiendio su mano.
El menor le miró extrañado
- yo siempre estaré contigo, para cuidarte y protegerte – le sonrio -No te preocupes por nada, por que yo solo estaré para ti Kanon, no importa lo que pase tu siempre serás mi hermano y eso nada lo cambiara, ni tampoco el hecho que te quiero mas que a mi vida misma.
- Saga… - su rostro se contorciono en una mueca de tristeza, por lo que, sin contenerse se arrojo a sus brazos, mientras las lagrimas descendian por sus sonrojadas mejillas.
- No llores Kanon... - pidio enternecido, acariciando su cabello.
- Yo también estaré para ti saga, por que yo….yo te amo saga - balbuceo inocente, sin saber expresar sus sentimientos, cual pequeño niño, sus impulsos mandaban en palabras extensas de alcances desconocidos, el mayor le miro, lo tomo por lo hombros, para juntar sus pequeños y suaves labios, unicamente posandolos sobre los otros que se entreabrieron por la sorpresa.
- Te amo Kanon, nunca lo olvides - recargo su frente sobre la de su pequeño hermano. Las puertas se abrieron de improvisto, haciendoles dar un pequeño salto.
- ¡Que mierda hacen aquí! – el padrasto enfadado, irrumpio con rudeza, bajo los efectos del alcohol, por lo que saga tomo a Kanon de la mano sin prestarle atención, para salir de alli.
.-Fin flash Back.-
En el cuarto continuo, Kanon intentaba dormir, sin embargo daba vueltas en la cama, su respiracion se agitaba, aferrandose a las sabanas, balbuceaba desesperado.
"¡Saga! ¡Saga!" Desperto exhaltado, mirando a su alrededor, se llevo la mano a la frente, suspiro, resignado & entristecido.
Ambas mentes, procesaron el mismo recuerdo, atormentandoles por igual, siendo victimas nuevamente de sus temores & tormentos.
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Kanon disfrutaba del calido calor de la chimena, mientras realizaba garabatos sobre hojas grisaceas, tarareaba feliz una cancion, que su madre, les habia enseñado, Saga habia salido unos momentos, con el pretexto de tener demasiado frio. Sin embargo se había percatado de que Edil rondaba sospechosamente por los pasillos, se dirigió a la cocina, para tomar algo de un instrumento de los grandes cajones del mueble. 8 Velas desasiéndose en el candelabro iluminaban tenuemente el lugar, el menor se disponia a terminar, cuando las puertas del lugar se abrieron.
-¿Saga? - miro a la puerta, pero a quien accedia a la habitacion, era su "padrastro" quien se acercaba con paso sigiloso, mostrando una sonrisa macabra en su rostro, aquella intimidante, el temor del menor.
- Lord Edil, ¿Qué hace? – se puso de pie, retrocediendo con temor, el hombre le tomo bruscamente de los hombros.
-veo que haz hecho cosas malas con tu hermano - su boca se curveo en una sonrisa burlona, el pequeño abrio sus ojos lo mas que pudo, sorprendido ante las palabras. -¡Usted miente! asi no son... las cosas...
-¡oh! Claro que si y se las tendré que decir a tu madre - amenazo, acorralandolo
- no por favor, ¡no hacemos nada malo! - exclamo asustado el pequeño, pensando en la reprimenda que se le daría.
-¡¿Quieres que guarde silencio!? ¿Eh?
-¿Qué quiere decir? - pregunto inquieto, temoroso
-que yo me podría quedar callado si…
-¿si, que? –pregunto temeroso.
-si experimentas también conmigo - acaricio su cabello de manera morbosa.
-¡No! ¡DEJEME! –intento escapar, pero Edil, logro arrancar un botón de su camisita, por lo que el menor quedo de rodillas, el hombre se acerco a el, pretendiendo tomarlo del brazo.
-¡¡suéltalo bastardo!! - irrumpio un grito en aquel ambiente tenso y maquiavelico.
-¡Saga! - exclamo entre llantos y balbuceos, el menor, pidiendo a gritos silenciados su rescate.
- ¡oh! El hermano pervertido ha llegado al rescate.
-¡aquí el único pervertido eres tu! aléjate de el o si no te atendrás a las consecuencias- lo miro desafiante con la furia empapada en sus ojos, la rabia desprendiendo de su boca como perros hambrientos de venganza.
-¿que hará un niño idiota e inútil como tu? – Se acero bufando en su cara, escupio a su perfilado rostro satisfecho de verlo de esa manera, viro sobre si dándole la espalda, para tomar bruscamente a Kanon de los brazos.
-¡no suéltame! ¡Saga! ¡Saga! - el menor se deshacia en desesperacion.
- ¡que lo sueltes!!- grito saga quien se fue contrá él, encajandole de una estocada un cuchillo grande que había tomado antes de la cocina y que había escondido entre sus ropas.
-¡ahh!! – grito con dolor, para soltar a Kanon y caer de rodillas, su espalda habia sido atravesada, por su estupida inconsecuencia.
-aquí el bastardo pervertido ¡ERES TU!!! – grito nuevamente el menor, para huyendo de sus manotazos, tomar el trinche con el que se movia el leño de la chimena, para comenzar a golpearlo con fuerza en el rostro, desfigurandole, haciendole hematomas, heridas profundas & enterrando los ganchos filosos y punteagudos, atinando en su cuerpo, salpicando de sangre, dejando oir gritos & sollozos de horror aunado al dolor. Kanon se quedo en un estado de shock, al mirar semejante escena; saga continuo hasta dejar inerte el cuerpo en el suelo, en medio de una laguna de sangre, solto aquel objeto el cual estampo de lleno en el suelo, salpicando el brevaje rojo que indundo sus zapatitos. Su respiracion era agitada, miro de reojo al otro, para caminar hacia el con paso lento, el menor se acorralo contra la pared, observandole con terror, panico impregnado en sus ojos, mientras sus brazos temblaban con pavor.
-¿Kanon….estas bien? – se acerco a este, pero no recibio respuesta alguna.
-ya todo estará bien… - sonrio - te dije que haría todo por protegerte, no dejare que nada te pase, el mismo se lo busco- una vez frente a el, le acaricio una mejilla, pero al pasar su mano sobre esta, la pigmento de rojo.
-¡ahh!! – respiro con ansiedad, el menor, sin poder reaccionar aun.
-vete a tu cuarto –dijo saga serio; limpiándole la mejilla para después lamer la sangre de esta, perdiendo la razón, los estribos, el juicio.
-pero... - tartamudeo, por fin dando señales de coherencia.
-¡ahora! – le grito el gemelo mayor, aterrado Kanon salió corriendo de ahí, para encerrarse en su cuarto, se envolvió en sus sabanas, temblando de miedo, rezando, atravesando su mente los recuerdos masivos.
Saga lavo sus brazos y rostro en un recipiente hondo donde arrojo el cuchillo, abrió los grandes ventanales, arranco un pedazo de cortina y miro a Lord Edil, sin borrar su sonrisa comenzó a gritar, lo mas fuerte que pudo, salio al patio mostrando el poder de sus pulmones, desconcertando a su hermano quien comenzó a llorar, no mucho después Llegaron los sirvientes, que solo hacían la misma pregunta
-¡que paso aquí! - horrorisados con la escena, inspeccionando con pavor el acto.
- fue horrible, un hombre salió por la ventana, cuando entre al cuarto y lo vi así, solo me acerque para ver si aun seguía con vida- contestaba el gemelo mayor, con lagrimas en sus ojos.
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Meneo su cabeza el menor, despejando sus ideas, seco las lagrimas que descendian sin permiso, sobre su rostro
- Lo siento tanto saga - balbuceo entre su amargo llanto.
En el cuarto continuo Saga, miraba el cielo anochecido iluminado por la luz de la luna en fase creciente.
- Lo hice por que te amo Kanon, mas que mi vida, tu eres lo mas importante para mi.... - suspiro, para sonreir - además…quien sospecharía de un niño de 10 años. –dejo el libro sobre la mesilla nuevamente, acaricio con su mano la rasposa pared, el unico impedimento de estar con su amado hermano, se mantuvo unos instantes de esa manera, para seguido recostarse sobre su cama. "Quizá de esa manera... pueda estar con el, sin el amargo recuerdo de que.. soy, para mi desgracia.... un perverso gemelo"