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EL HOMBRE PERSIGUE A LA MUJER HASTA QUE ELLA LO CAZA por Umiko23

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Notas del capitulo:

Aqui teneis la segunda parte.

Se la dedico a Dani que me esta ayudando a continuar la historia y ha hacerla más divertida.

Arigato onee-chan!!! X3

Los días pasaban y Sanji parecía cada vez más enamorado de Duna. Luffy y sus dos compinches habían acordado en que su capitán se había quedado en casa de unos amigos, que había hecho en la isla donde estaban anclados; eso había colado ya que todos sabían que en realidad Luffy estaba en el barco, Sanji no parecía muy preocupado por el asunto y Chopper se había asustado un poco por no estar el más fuerte de la tripulación, pero se relajó cuando Usopp le explicó uno de sus tan famosas aventuras por los cuatro mares.

Un día las tres chicas y el cocinero estaban tomando un café en la cocina cuando a Nami se le cruzó una mala idea por la cabeza, ¿y si dejaban a solas a Duna y a Sanji?

- Robin, ven conmigo, que te quiero enseñar una cosa.

- ¿Y no lo puedes hacer después? Es que ahora me da pereza.

- ¡No, no puedo! - Nami le dedicó una de sus feroces miradas y la cogió por el brazo arrastrándola hacia fuera y cerrando la puerta.

Sanji y Duna se miraron la escena con una gota de sudor en la frente, a veces las chicas podían ser bien raras.

Entonces, el cocinero vió la oportunidad de atacar. Llevó un plato con un trozo de pastel a Duna, se le acercó por detrás y alargó el brazo para depositar el postre sobre la mesa, delicadamente, mientras se le acercaba a la oreja y pronunciaba el nombre de Duna tiernamente. Ella giró la cabeza hacia él y antes de que pudiera decir una palabra, Sanji le robó un beso de sus labios.

Al principio, Duna le correspondió pero cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, le apropinó una de las bofetadas que Nami le había enseñado y se fue corriendo a la habitación de las chicas, sin darse cuenta de que Robin y Nami habían estado mirando por la ventanilla de detrás de la puerta. Cuando Duna llegó a la tranquila habitación estaba toda sonrojada y no era solo por haber corrido tanto, se tocó los labios y pensó que sería más fácil de lo que creía volverse a enamorar.

Durante los siguientes días, Duna se vio más distante de lo normal y evitaba a toda costa quedarse a solas con Sanji, este a veces la buscaba para preguntarle si quería tomar café o para alguna otra cosa pero ella siempre se escondía.

Usopp, para animarla, le propuso hacer un juego y fueron al observatorio del barco. Desde allí, el francotirador le dió un tirachinas y unas bolas que se enganchaban a cualquier sitio, empezaron a tirarlos a todos los que estaban abajo pero con cuidado a que no se dieran cuenta mientras se reían y se relajaban un poco. Zoro había sido el que más había recibido ya que estaba durmiendo mientras que, Sanji y Nami, como habían pillado a Usopp tirando las pelotas, se las habían devuelto pero con una bofetada de regalo; no se dieron cuenta de que Duna también había participado en el juego.

Gracias a Usopp, Duna volvió a la normalidad pero aún seguía evitando a Sanji. Entonces, Nami y Usopp idearon un plan: aprovechando que tenían que hacer unas compras, encargó a cada uno una misión. Zoro y Chopper tenían que comprar comida y medicinas, Usopp junto con Franky iría a buscar nuevos materiales para arreglar el barco y hacer nuevos inventos, Brook iba a ir a una tienda de música mientras que Nami y Robin fueron a mirar ropa nueva, y Duna y Sanji se quedaban en el barco vigilando.

¿Qué hará Duna? Ahora que estaban los dos solos en el Thousan Sunny, no podría escaparse para siempre del cocinero. Cogiendo todas sus fuerzas, decidió que ya era hora de enfrentarse y dejó que él la encontrara en la cubierta. En cuanto Sanji la vió fue corriendo, como siempre, hacia ella y le preguntó si le apetecia tomar un café, con la afirmación de Duna, se volvió a la cocina. Salió con dos sillas y una mesa pequeña y luego sacó las dos tazas para servirlas fuera.

Los dos se sentaron en sus respectivas sillas, cara a cara, empezaron una conversación trivial que se fue encaminando hacia lo del otro día hasta que Sanji, con una cara seria que Luffy nunca había visto, le dijo:

- Duna, en verdad te quiero más que a cualquier otra chica aunque siempre este coqueteando con todas por allí, pero no sé si tu también me correspondes, así que te lo preguntare de forma correcta, ¿Quieres salir conmigo?

La chica se quedo toda sonrojada con la confesión de su cocinero pero a pesar de su verguenza se le acercó lentamente y sensualmente a su cara:

- Yo también te quiero Sanji-kun pero no sabía si estaba preparada, lo siento.

Cerraron sus confesiones en un beso más apasionado que el anterior; Sanji cogió su cara con una mano y con la otra le cogió de su mano, al principio fue un beso inexperto aunque dulce pero se fue intensificando hasta que Sanji metió su lengua en la boca de Duna y esta empezó a gemir. Cuando se separaron estaban los dos rojos pero se miraron a los ojos con ternura y se abrazaron.

Más tarde llegaron los otros, sin embargo, no les dijeron nada, aunque se les notaba porque cuando les preguntaron que habían hecho mientras ellos estaban comprando, los dos apartaron la mirada y evitaron la pregunta con evasivas respuestas, además Robin y Nami vieron como de vez en cuando se cruzaban sus ojos y se miraban con cariño.

Durante los siguientes días, el resto de la tripulación también se dio cuenta ya que estaban mucho más juntos de lo normal y de vez en cuando se abrazaban o se daban algún que otro beso.

Al cabo de unos días, Sanji le pidió a Duna si podrían dormir juntos y ella le dijo que sí. Por la noche fueron a dormir en el sofá del acuario para tener más intimidad y empezaron a besarse y acariciarse  pero esta vez Sanji quería ir más allá, quería sentir más de Duna; sin embargo, esta no estaba tan segura, por una parte porque aún no quería que se enterara del secreto, al menos por ahora, y por la otra parte aún no estaba preparada y eso fue lo que le dijo.

- Lo comprendo – dijo Sanji algo triste pero separándose un poco. Luego, más ilusionado, le preguntó - ¿te apetecería pasar todo un día conmigo, tu y yo solos?

- ¿Me estas pidiendo una cita? Mmmm… me lo tendré que pensar… Bueno, iré si me llevas a algún sitio divertido. Jejeje. – contestó Duna con un tono burlesco pero después lo compenso con un beso.

Al día siguiente lo planearon todo en secreto, pues no querían que los otros se enteraran y los persiguieran. El sábado, irían a un parque de atracciones y luego a cenar en un restaurante. Mientras lo decidían no se dieron cuenta de que, en la otra banda de la puerta, alguien estaba escuchando. Era Usopp quien, celoso de Sanji por estar siempre con Luffy, había ido a buscar a su amigo para que lo acompañara a comprar y poderlo alejar un rato del cocinero.

La parejita estaba nerviosa por la gran cita, ajenos a lo que ya sabía toda la tripulación. Los dos querían comprar alguna cosa para el otro así que se pasaron los tres días antes yendo de un lado a otro, buscando el objeto perfecto.

¡Al fin había llegado el día! Duna y Sanji se despertaron temprano con cuidado de no despertar a los otros, los cuales, como ya sabían todo, se levantaron justo después de ellos dos.

Fueron a pie ya que el parque estaba bastante cerca. Por la calle iban cogidos de la mano y toda la gente que pasaba se los quedaba mirando; primero a ellos dos y luego a las siete personas tan extravagantes que iban escondiéndose detrás de la pareja.

Llegaron al parque de atracciones y Duna, muy emocionada y dando saltos dijo:

- ¡Oh! ¡Que grande es! Entremos ya que quiero divertirme a lo máximo.

Le cogió la mano a Sanji y lo arrastró hasta la puerta.

Notas finales:

Tardaré más en hacer el siguiente capitulo porque ahora estoy con examenes.
Gomen!!!


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