CAP 1.- UNA HISTORIA
Dice un cuento antiguo que hace tiempo una hermosa y misteriosa criatura mágica se había enamorado de un mago, pero como tenía prohibido siquiera acercarse a los humanos, decidió guardar su amor por el resto de sus días en el fondo de su corazón.
Así fue hasta que un día se entero que en un castillo cercado al bosque en donde ella vivía, se haría una esplendida fiesta de disfraces, fiesta a la que acudiría el amor de su vida. Así que olvidando aquel peligroso conjuro que acaecía sobre ella, decidió acudir.
Al entrar al castillo, ataviada con un antifaz de piedras preciosas, todos quedaron maravillados por su belleza sobrenatural, y su extraña aura pura. Pero ella solamente tenía ojos para aquel apuesto mago que le robaba todos sus sueños. Cuidadosamente se acerco a él, el apuesto joven al tener la impresión de que antes había visto a tan singular criatura la invito a bailar.
Pasaron una velada fantástica paseando por los jardines parcialmente cubiertos de hojas secas. Cuando despuntaba el alba la misteriosa criatura le declaro sus sentimientos, el mago correspondió a ellos con un beso. Pero cuando el sol toco la suave y pálida piel de ella…desapareció dejando un brillo especial, dejándole al mago como único recuerdo, aquel antifaz que había usado durante la velada, antifaz que no le había permitido observar el hermoso rostro de quien se había enamorado…
-Regulus, despierta- Severus Snape llamo a su amigo durmiente por quinta vez en menos de 10 minutos, logrando por fin su cometido de despertarlo
-bue…enos días- dijo el Black todavía somnoliento
-Regulus recuerda que hoy tenemos que comprar nuestros disfraces para esta noche – reprocho su amigo Lucius Malfoy
-no lo olvido Lu, estuviste recordándomelo toda la noche hasta que te cánsate y te fuiste a tu habitación, ¿al menos ya pensaste en cómo te vas a disfrazar?, porque no pienso acompañarte por todas las tiendas, y tampoco Severus
Lucius hizo como que no lo escucho y mejor se dirigió hacia Severus que se encontraba sumergido en un libro de pociones
-y tu Sev ¿Qué vas a usar?
El pelinegro lo medito un poco antes de contestar, sabiendo que no le agradaría demasiado a su amigo rubio
-yo…esto, - suspiro y soltó resignado- no iré
-¿Qué?, ¿pero porque?
-ya sabes la respuesta Lucius, no es necesario que te la repita cada vez que hay fiesta – dijo pesadamente, ya que odiaba que Malfoy le dijera lo mismo siempre, mientras Regulus ya había entrado en el baño para asearse.
-pero Sev, es Hallowen, una noche importante, no puedes dejar de ir, todos, absolutamente todos estarán ahí, incluido quien tu sabes
-ya no me atormentes con eso, precisamente por él no voy a ir, no tengo que ponerme y…
Fue interrumpido por el mayor
-no es excusa y lo sabes, yo te puedo prestar dinero para que te compres algo
-pero…
-nada de peros, ¿Cuánto te falta para acabar Regulus?
-no molestes Lucius – respondió el menor de los tres- me acabo de levantar
- está bien pero en 5 minutos bajo al gran comedor, si no llegas antes de que termine de desayunar nos vamos sin ti
-si, si lo que digas
Solamente escucho que cerraban la puerta de la habitación, y se metió bajo el agua caliente, recordando aquel sueño, en el cual desgraciadamente estaba su amor imposible.
El agua de la bañera lo fue tranquilizando y finalmente cerró los ojos, pensando nuevamente en él…
2.- EL ANTIFAZ
-TE DIJE QUE EN CINCO MINUTOS REGULUS- Lucius le reclamaba nuevamente, mientras se dirigían hacia el despacho del director Dumbledore, ya que ellos irían a buscar sus disfraces al callejón Diagon- SI SEVERUS NO ME HUBIERA PEDIDO QUE TE ESPERARAMOS YA NOS HUBIERAMOS IDO
-Lucius, por favor ya cálmate- pidió Snape
-PERO POR CULPA DE BLACK VAMOS TARDE
-Lucius, me impresiona tu sentido de preocupación, estuve a punto de ahogarme en la bañera, ¿Qué tal si a Sirius no se le hubiera ocurrido buscarme, he?, en este preciso momento yo estuviera tieso y azul
-ja, eso ya no es mi culpa, por eso te di un margen de tiempo, es culpa de tu cabecita loca por Po…
-cállate – dijo el de ojos violáceos tapándose los oídos para no escuchar el nombre de aquel que le robaba los suspiros
Mientras que Sev le daba un codazo a su amigo para que ya dejara en paz al otro.
-ya, ya, siento mi falta de tacto Reg, pero ya sabes cómo soy
-un cabeza hueca- dijeron los otros al unisonó, riéndose
-si, un cabeza hueca que solo piensa en sí mismo y que no le importa que uno de sus mejores amigos se hubiese quedado tieso y azul en la bañera.
-por fin comprendes mi sufrimiento – dijo Reg un poco mas aliviado de que el otro ya no le estuviese regañando
-¿ya terminaron?- pregunto Sev divertido de verlos pelearse y reconciliándose con una disculpa un tanto rara de Lucius
-si, hora lo importante es ¿de qué me voy a disfrazar? Si de un dragón, de un caballero dragón
-tu tienes algo raro con los dragones, no me sorprende que te vayas a casar con uno y tengan un hijo llamado dragón- dijo Severus riéndose de la manía que tenía su amigo con los dragones.
-déjame en paz Sev
Dijo serio Malfoy mientras los otros dos se reian quedito
-ya, ya- menciono Regulus- apresúrense a no llegaremos a tiempo y como sabemos que cierto rubio tarda años en arreglarse o comprar
-hey, no me critiques, si no yo te puedo quemar también ¿he? Bello róncante
Regulus hizo como que no le escucho y mejor apresuro el paso dejando atrás a los otros dos.
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Todas las tiendas del callejón Diagon se encontraban adornadas, para la fiesta más importante del mundo mágico.
Tres jóvenes en edad estudiantil paseaban, uno feliz de estar haciendo compras, mientras que en el rostro de sus dos acompañantes se podía ya notar el cansancio y el aburrimiento.
-chicos, voy por un helado- dijo de pronto el Black, cuando vio a Lucius dispuesto a entrar a una tienda mas
-pe…pero, no me dejes solo con el comprador compulsivo, por favor – pidió Snape, Regulus solo pudo sonreírle tímidamente y decirle al oído-¿puedo deberte una Sev? por favor, necesito alejarme de él o si no lo voy a ahorcar
Severus suspiro
-bien, pero me debes una muy grande esta vez ¿entendiste Black?
-gracias, tal vez le recomiende por casualidad a mi querido hermano, que salga contigo
Ante lo dicho por su amigo, Severus se sonrojo tiernamente, Regulus solo le pudo sonreír, era una delicia hacer sonrojar a su amigo. Pronto se alejo de la tienda en la que ya se encontraba su amigo rubio. Cuando al dar la vuelta en una esquina, vio a un anciano vendiendo baratijas. Así que curioso se acerco al ver algo de color verde, así que cuando estuvo cerca se dio cuenta de que era un maravilloso antifaz hecho de plata, adornado con preciosas esmeraldas.
-veo que le ha gustado- dijo el anciano tranquilamente, sacando de su ensoñación al chico
-¿he?
-dije que le ha gustado
-¡ha!, si, es hermoso- Reg se quedo un segundo en silencio para luego dirigirse a aquel vendedor- ¿Cuánto cuesta?
-es una joya muy apreciada de mi familia
-valla- dijo el chico desilusionado
-tiene una historia muy romántica, sobre mi tátara tío
-¿enserio?
-si, ¿supongo que estudias en Hogwarts?
-¿he?, si, yo, ya tengo…
-si te gusto tanto el antifaz, puedes llevártelo
-pe...pero
-tómalo como un regalo, de un viejo que ya no tiene a quien heredárselo.- el anciano tomo el antifaz y lo metió dentro de una caja, algo ya maltratada y se lo entrego al Slytherin
-yo, no sé qué decir…solo, gracias
-no es nada
-Hey Regulus – se escucho la voz de Lucius, el mencionado se volteo a verlo, y cuando volvió la cabeza hacia el anciano, este ya no estaba.
-voy, voy
Solo pudo decir esto antes de seguir a sus amigos.
Cap. 3.-EL BAILE
-¿ya estás listo Reg?- cuestiono Lucius desde la habitación
-ya me falta poco – respondió este desde el baño
-Lucius, me estas jalando- se quejo Severus cuando Malfoy nuevamente le jalo el cabello
-por eso te dije que te desenredaras antes de que te peinara, pero eso ya no importa
-¡¡¡hay!!!
-ya termine Sev, deja de quejarte, ahora ve y ponte la túnica
-sí, ya voy jefe.- Lucius reía por lo bajo al ver molesto a su amigo.- Lucius, me atore ¿me ayudas?
El rubio soltó un suspiro antes de ir a socorrer a su amigo pelinegro, Severus era todo un especialista en no saber arreglarse.
-ya termine- dijo Regulus saliendo del baño, ataviado en una túnica verde oliva, bastante hermosa a decir verdad, que tenia ciertos detalles en color oro.- Severus
Susurro al ver a su amigo en una túnica plateada con toques en negro, con el cabello atado de dos mechones, que le daba un cierto aspecto de príncipe elfo, que en nada se parecía a el Severus Snape que conocía desde que había entrado a Hogwarts.
-¿me…me veo ridículo?
-¿Qué?- Reg salió de su asombro- ¡¡¡NO PARA NADA!!!
Severus pareció aliviado
-te lo dije, debe ser un gran cumplido por parte de tu cuñado- dijo Lucius en lo que se colocaba el antifaz verde esmeralda, que según él, representaba la fuerza de un dragón.- ya pónganse los antifaces porque vamos a llegar tarde.
Diciendo esto se acerco a la puerta, sus compañeros solo pudieron suspirar y seguirlo
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El gran comedor se encontraba bellamente adornado, las largas mesas habían desaparecido, y habían cambiado por ser pequeñas y redondas, el techo se encontraba encantado, para que se vieran las estrellas y la luna que se encontraba menguando, por ello solamente se podía observar una fina línea plateada, y el salón solo era iluminado por las velas que flotaban sin que nada las detuviera. Los tres Slytherin entraron, Lucius tan despampanante, con una túnica verde esmeralda que al igual que los de su casa llevaban una túnica gris, o verde, Severus un tanto cohibido por ser el objeto de algunas miradas y finalmente Regulus, en su túnica verde oliva seguro y altivo como cualquier Black.
-que guapos se ven chicos- se acerco Narcissa Black a saludarlos
-yo, siempre querida- dijo Lucius con una sonrisa de satisfacción
-gra…gracias Cissy –dijo Snape ruborizado
-tu también te vez hermosa prima – alabo el de ojos violáceas, dándole a Narcissa una vuelta, en la cual la falda de su vestido verde bosque se alzo, en ese instante el grupo musical que el director había contratado, comenzó a sonar- permíteme mi querida Cissy que sea yo el primero en bailar con tan bella mujercita
La rubia asintió y ambos primos se dirigieron hacia la pista de baile, no sin antes decir a sus acompañantes que regresarían pronto.
-vamos por algo de ponche Sev- propuso Malfoy, el otro no dijo nada, solamente siguió al otro ya que se encontraba buscando a aquella extraña mirada que sentía sobre él.
Cap. 4.- LUCIUS Y REMUS
Sentía el aire muy pesado, todo el bullicio le había desorientado, así que se alejo de sus amigos hacia un balcón, sintió la delicada brisa otoñal en sus mejillas, así que se cubrió aun mas con su capa blanca, era una fortuna que este año la luna estuviera menguando, porque el año pasado se encontraba en todo su esplendor y él no se encontraba muy bien en esa fecha.
Se recargo en el barandal, cuando nuevamente sintió otra brisa acariciarlo.
-ejem- carraspeo alguien a su espalda, Remus volteo para ver a alguien más alto que él, que vestía una túnica y capa de verde esmeralda, seguramente debía ser de Slytherin, ya que al parecer se habían puesto de acuerdo en vestir los colores más parecidos a su casa.
-¿deseas algo?- cuestiono un tanto inseguro, así que mejor volvió a la posición de antes para mirar el bosque prohibido que se encontraba totalmente obscuro
-nada realmente, solo quería tomar aire fresco
El desconocido se acerco a él, tanto, que hasta podía sentir la tibieza de su cuerpo y el dulce aroma a cítricos, con un pequeño dejo de alcohol, el cual solo podían tomar los alumnos de séptimo grado. Lo cual sin querer lo hizo estremecer, sintió como el otro se movía, y luego que le colocaba su capa encima
-¿Qué…que haces?-pregunto un tanto sorprendido, mirándolo directamente a los ojos, que de mercurio eran
-solamente intentando ser caballeroso- también le miro a los ojos castaños
-si intentas coquetear, te advierto que ya salgo con alguien a quien quiero mucho
El otro rio un poco y luego soltó
-no, no quiero cortejarte, ¿al parecer ya no se puede estar a solas con alguien porque le estas coqueteando?
Remus se sonrojo al escuchar la respuesta dl otro
-si me querías poner en ridículo, felicidades lo lograste- dijo quitándose la capa verde y entregándosela a su dueño-gracias por cubrirme, pero no es necesario.
El castaño dio media vuelta dispuesto a irse, pero una mano lo detuvo
-siento si dije algo indebido, pero es que me pusiste nervioso…eres una persona demasiado bella.
El Gryffindor se sonrojo mas si podía, un extraño le estaba diciendo que le gustaba, ¡¡¡POR LAS BARBAS DE MERLIN!!! Si apenas habían cruzado palabra, pero algo le comenzaba a atraer de esa persona, había algo místico en ella que lo envolvía. Algo dentro de él salto de felicidad al sentir la fría mano tomando la suya, no era lo mismo que sentía cuando estaba con Sirius, que era su novio desde hace un año, esos ojos de mercurio lo hacían sentir especial, mas especial que ser un licántropo…ojos de mercurio, en ese entonces un recuerdo le vino a la mente, la única persona que poseía unos ojos así de hermosos en toda la escuela era nada mas y nada menos que…
-Malfoy…- susurro. El aludido le sonrió con ternura y lentamente fue acercando sus rostros, coloco su frente en la del otro, quitándole el antifaz de color ocre, pudiendo mirar el rostro sonrojado de Remus. En el acto en que ambos cerraban los ojos, y alcanzaban los labios del otro para sentir como sus corazones se aceleraban…
Después de eso Remus salió corriendo dejando a Lucius más solo que la luna en una noche sin estrellas, solamente con aquel antifaz todavía entre sus manos.
Cap. 5.- Sirius y Severus
Se sentía incomodo, realmente incomodo, algunas de sus compañeras de otras casas lo habían estando asediando durante lo que llevaban de velada y ya se encontraba agotado, así que se sentó en una mesa lo mas apartado posible para que ya lo dejaran de molestar. Pero apenas toco el asiento fue jalado, por un desconocido que, por el aliento que se cargaba, debía de estar bebiendo. Aunque intento soltarse del agarre no pudo, ya que este era muy fuerte, así que fue arrastrado hasta la pista de baile.
Su “pareja” lo tomo por la cintura. Lo estaba apretando tan fuerte que le hacía daño. Severus intentaba por todos los medios soltarse, pero le era inútil, de pronto, aquella mano fue bajando hasta sus glúteos, los cuales el extraño masajeo y apretó.
-¿Qué te pasa?- le grito el de ojos negros, pero el otro solo sonrió con autosuficiencia, para besar su cuello-e…espera
Snape logro soltar su mano y lo golpeo en la mejilla, por lo cual recibió un jalón en sus cabellos, que le saco lagrimas.
-¿QUE TE PASA IMBECIL?
Escucho una voz demasiado conocida, solo vio que esa persona vestía una túnica azul opaco y que además golpeaba al que antes bailaba con él, tumbándolo al suelo. Así que para no ser presa de más humillación de la que sentía, corrió con todas sus fuerzas saliendo del gran comedor hacia los jardines de la escuela. Cuando paro, dejo que sus lágrimas brotaran de sus pozos negros.
-oye, ¿estás bien?- cuestiono la misma voz de hace rato, con un cierto dejo de preocupación
- si…no te preocupes- e intento secar sus lagrimas sin quitarse el antifaz, ya que si Sirius se enteraba de que lo había ayudado, seguramente se burlaría de él, y eso sería más doloroso que las marcas que aun le dolían
- no estás bien, estas llorando
- no, en serio, estoy bien- y sorbió un poco de la nariz – ya…ya te puedes ir, no es necesario que te preocupes tanto por mi
-es una lástima…-Sirius se quito el antifaz que le cubría y se acomodo el cabello, mientras seguía hablando, Severus se quedo sin aliento, Sirius siempre le había parecido guapo, pero en esa noche en especial, se veía como un dios griego -…es una lástima que alguien tan lindo como tu este llorando por una tontería
-¿una tontería?- cuestiono sin entender- pero si…
-una tontería ¿vale?-
Sirius tomo entre sus manos las mejillas coloradas de Snape y acerco sus labios dándole un topón…y otro…y otro más…hasta que dejo sus labios sobre los otros, intentando que el de cabello negro abriera la boca mordiéndolo un poco, cometido que logro cuando sintió el aliento a cerezas y la lengua del otro.
Severus por su parte, olvido todo, absolutamente todo, cuando sintió las manos de su amor platónico sobre sus mejillas encendidas…sus labios en los suyos, lo único que lo trajo a la realidad fue el sentir que su antifaz se aflojaba y que Sirius lo retiraba, así que se alejo del otro
-por favor, no, no quiero que sepas quien soy…por favor
-pero sé quién eres- ante las palabras del mayor de los Black Severus se quedo quieto- eres la persona de la cual me estoy enamorando
El Slytherin pensó la respuesta que iba a dar- TU ESTAS SALIENDO CON LUPIN - y comenzó llorar aun más, así que se levanto y comenzar a correr nuevamente, no quería que Sirius jugara con él, su corazón no lo soportaría. Quería estar cerca de Sirius, pero no podía.
Sin que se diera cuenta llego hasta el sauce boxeador, donde si por Sirius que le seguía lo hubiera noqueado con una de las ramas.
-¿PODRIAS FIJARTE POR DONDE CAMINAS?- le grito, pero no le importo si la voz de su amado se escuchaba preocupada, solo comenzó a gemir y a estremecerse gracias al llanto.
-te amo Sirius, no sabes cuánto- el que ahora se sorprendió fue el Gryffindor, que solo atino a abrazarlo tratando de calmarlo
-shhh, tranquilo, no llores
Y nuevamente le besó, como necesitando ese beso para seguir viviendo. Bajo hasta el cuello besándolo y acariciándolo. Severus como en un trance le quito la capa al otro acariciando de paso los sedosos cabellos que le quitaban el aliento. No supo como paso pero se encontraba parcialmente desnudo. Estremeciéndose al sentir el frio de la noche
-tengo frio- susurro en el oído de Sirius que le miro directamente a los ojos
-vamos, párate, no quiero que te resfríes- Sev lo miro decepcionado como pensando que el momento se había roto- te llevare a otro lugar
Solo vio que el sauce se dejaba de mecer y que Sirius lo tomaba de la mano para adentrarse juntos en el túnel que les llevaba a la casa de los gritos. Cuando estuvieron dentro, el Slytherin se dejo caer en el suelo sucio, pero bien poco le importaba ya que su príncipe encantador se encontraba a su lado. Sirius se posiciono sobre él para continuar su tarea de besar su delicioso cuello he impregnarse de su perfume, despojándolo lentamente de la túnica de gala que Lucius le había regalado, arrancándole pequeños suspiros y gemidos.
Severus desabrocho con morosidad la camisa que Sirius llevaba debajo de la túnica, escurriendo sus manos entre los músculos del otro, arañándolos al sentir como Black acariciaba sobre el pantalón su miembro que se encontraba totalmente despierto
-hhhaaaaaa, si…Sirius, quítamelo, quítamelo- palabras con las cuales arranco una pequeña sonrisa de parte de su amante
-tus deseos son ordenes…mi amor- diciendo esto beso su frente y desabrocho con demasiada lentitud el botón que relucía como un espejo, para después bajar los pantalones negros de Severus acariciando de paso sus suaves piernas llenas de cicatrices. Sirius detuvo su vista en estas, Severus se sintió mal por ello.
-no…Sirius…déjame ir- el mencionado levanto la vista clavándola en la negra que tenia frente a si
-no importa si tu cuerpo está lleno de cicatrices…aun así eres hermoso- bajo sus labios hasta las piernas del otro y beso las cicatrices, Sev dejo caer más lagrimas, no sabía a ciencia cierta la razón de ello, pero…no importaba el pero.
Así que se sentó, dejando que la camisa resbalara por sus hombros, dejándolo ya solo vestido con su ropa interior y aquel antifaz que Sirius comenzaba a odiar.
-¿me…me dejarías quitártelo?
-solo cierra las cortinas por favor, me dolería mucho si me rechazaras por ser quien soy- el Gryffindor asintió y con un movimiento de varita cerro las cortinas polvorientas quedándose en penumbras, en el mismo momento en el cual le quitaba el antifaz y besaba su frente, la nariz, las mejillas hasta llegar a sus labios en los cuales tardo siglos para arrancar el aliento, impregnándose de ese sabor a cerezas.
-¿quieres continuar?- cuestiono Black nervioso, jamás había hecho el amor con nadie, hasta esa noche, pero en ese instante se le vino a la mente la imagen de Remus, su prometido, no podía hacerle eso a él, pero por Remus no sentía lo mismo que estaba sintiendo por la persona que se encontraba besando sus hombros, desatando sus pantalones, que le arrancaba suspiros y que además le decía que lo amaba…así que envió cualquier clase de remordimientos a el fondo del abismo, y procuro no olvidar esa noche, donde estaba con el amor de su vida…aunque no supiera quién era.
Severus tomo las manos frías de Sirius y las coloco en el elástico de sus calzoncillos, ayudándolo a bajarlos, cuando se los hubo quitado, se recostó sobre el pecho del Gry, sintiendo su corazón latir.
-Sirius…-susurro Snape
-¿si?
-hazme tuyo- agradecía que no hubiera luz para que su amante no notara su sonrojo.
Sirius acaricio su espalda con delicadeza
-¿seguro?- cuestiono durativo, lo amaba, no quería lastimarlo de cualquier manera
-tan seguro como que te amo
Sirius se incorporo, haciendo que Sev hiciera lo mismo, robándole otra tanda de besos, para finalmente decir con un susurro
-yo también…te amo con mi vida, porque tú eres mi vida
Sev no supo qué hacer ante el comentario, solo llorar,
-no llores mas- pidió Black con el corazón en la garganta al escucharlo nuevamente sollozar – estoy aquí para protegerte
-es que…lloro porque estoy feliz- fue la simple respuesta del otro, antes de acostarse en el suelo nuevamente y abriendo las piernas- ya estoy listo amor
Sirius le acaricio la mejilla haciendo que el otro cerrara los ojos de inmediato, tomo su mano y la beso amorosamente, colocándola sobre el vientre de su amor, bajando su mano tocando suavemente su piel, sintiendo como se estremecía cuando tocaba su miembro y bajaba aun mas hasta su entrada, donde con cuidado colaba un dedo largo, tratando de dilatar tan preciado lugar, pero procurando que su ¿pareja? Supuso que si, no se sintiera raro, por lo cual comenzó a dar pequeños lengüetazos al pene que tan rico le parecía, con su sabor pre –seminal, era todo un manjar para él.
Pronto coló otro dedo, haciendo que el otro se retorciera del placer
-hhhhhhhhhhaaaaaaaa, ha, ha, ya, ya quiero sentirte, quiero…vamos…ha
Sintió unas manos jalar su cabello
-no…no tengo lubricante mi amor, puedo hacerte daño si no…
-no importa…no…Sirius no…imp.…ha, ha, vamos, te…te amo…quiero…sentirte dentro de mi…te quiero…dentro…
-si…así…sigue gimiendo para mi…di…di mi nombre…dilo
-si…Sirius…Sirius…Sirius…haaa
-mi ángel…-el Gry se quito la ropa interior, dejando al descubierto su gran “amiguito”, como su amante no podía ver lo grande y ancho que era tomo su mano para que notase el placer que le avecinaba
-ohhhh, Sirius…estas tan caliente- gimió al sentir como Sirius tomaba su mano y la ponía sobre su pene, comenzando a moverla.
-ohhhh….haaaa…toó, tócame mas mi vida, si así…mas….se siente tan bien…ohm joder
Sirius quito con delicadeza la mano del otro, se fue acercando un poco mas hasta que llego hasta su ano, el cual lamio un poco
-hhhhhhhhaaaaa, hhhaaa,haaa-Severus no dejaba de gemir y menos cuando sintió que su estrecha cavidad era invadida por el bien dotado pene de su amor, así que dejo escapar unas lagrimas mas, no importaba cuanto tenía que llorar mas en esa noche…ya que Sirius estaba a su lado
-¿te hago daño mi vida?-cuestiono un poco preocupado cuando sintió las manos del otro en su pecho obligándolo a detenerse
-es…espera u…un poco- Severus se movió un poco más, intentando que el miembro de Sirius entrase un poco, pero le dolió así que mejor espero unos segundos más, cuando finalmente se acostumbro, movió sus caderas, Sirius las tomo para agarrarse mejor, empujando y sacando suavemente del delicado ano de su amor su miembro, para introducirlo nuevamente, comenzando un vaivén excitante.
Al principio fue delicado, procurando no dañarlo tanto…pero el ritmo fue aumentando cuando Severus gemía cuando alcanzo aquel punto maravilloso que lo quería matar de placer.
-si…Sirius…ohm Sirius…si, así…mas…mas fuerte…mas…ha, ha, ha…rápido…mi amor…mas…adentro
-ohm…si…sigue así…sigue gimiendo…va, vamos…gime…gime
-me estas partiendo…ohh…párteme…párteme más…Sirius…mátame de placer…vamos…mas…hhhhhhaaaaaa-
Lo último lo dijo con voz ronca al sentir que su amado tomaba su pene y lo comenzaba a masturbar
-se…Sev…mi amor…mi vida…gime más que me vengo…quiero escuchar mi…hahaahaaa…nombre…ohm
Severus araño la espalda de su amado, dejando marcas rojas, y abrazándole con sus piernas, imaginando que Sirius decía su nombre en cada embestida, si…imaginando
-se…Severus…dilo…di Sirius…haaa
-siri…Sirius…haha, ya, ya me corro
-yo también…un poco mas…Sev…aguanta…
-Sirius…haaaaaaaa
Black sintió que el delicioso interior de su amado se estrechaba apresando su pene y con un gemido derramaba su semilla dentro de su Sev, levo su mano hasta sus labios y el lamio, saboreando el semen de su ángel.
-te amo Sirius- dijo Snape cuando tranquilizo su respiración
-yo también mi ángel…yo también te amo
Severus escuchaba tranquilamente las palabras que le susurraban al oído, adormeciéndole.
-yo también te amo…Severus
Fue lo último que dijo Sirius antes de dejarse caer en la inconciencia, abrazado a la cintura del más bello ángel…el ángel que amaba.