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El asesino de la Muerte por Isaku Uchiha

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Notas del capitulo:

Conti!!!!!!! wiiiiii jeje gomene, tardé un poco en actualizar pero wueno, aquí esta la conti n_n esq por un lado tuve mucho trabajo de la escuela, y por el otro pues, simplemente, escribía mientras me daban transfusiones de sangre porque... me encantó el lemon!!!! *¬*


Por favor, lean y díganme qué tal me quedó, para mí es el mejor que he hecho hasta ahora, pero me gustaría su opinión n_n


Disfruten y a leer se ha dicho!!!


:3

 

 

///////////Flash Back\\\\\\\\\\\\

 

 

- Nii-san…- Itachi tomó su pequeño rostro con las manos, secando las amargas lágrimas con un cuidado y cariños especiales. Sus inocentes ojos azabaches se prendaron en los misteriosos del mayor; él lo miraba fijamente, con una expresión extraña que no entendía, sólo era un niño.

- No llores, Sasuke.- La voz de Itachi siempre lo calmaba, apartaba sus miedos y lo hacía sentir seguro, pero estando en aquél Infierno terrenal aquello era algo efímero e inútil; necesitaría algo más fuerte que su cautivante voz para sentirse mejor.

-… Nii-san…- Sus manitas se aferraron a las del mayor con la intención de no soltarlo por nada. Itachi apoyó su frente en la del pequeño ante su actuar.

- Sasuke…- Lo sabía; la única forma que había para librarlo de su sufrimiento era decirlo, eso que el pequeño le había pedido días antes, tenía que pronunciarlo por su bien. No había otra opción.

- Nii-san… tengo miedo, no quiero que… nada malo pase…- El mayor se armó de todo el valor que poseía.

- Sasuke, no debes temer. Yo estaré contigo siempre, te protegeré, cuidare de ti cada día de tu vida, moriré gustoso por salvarte…- Su corazón latía fuertemente.- Porque yo… yo…- Sasuke lo miró confundido, esperando a que su Aniki dijera aquello que no se atrevía. Las mejillas mortecinas de Itachi se colorearon apenas. Lo que iba a decir no sólo era lo que el pequeño le había pedido, era lo que él siempre había querido decir, y ahora lo haría.- Sasuke… te amo.

 

 

///////////Fin Flash Back\\\\\\\\\\\\

 

 

Abrió los ojos. Estaba de vuelta en la mansión de Pein, recostado en la cama de su cuarto.

- Itachi…- La voz de Sasuke se dejó oír en la habitación como un murmullo apenas audible, pero la afinidad de Itachi no tuvo problema en escucharlo.

- Aquí estoy.- Se sentó juntó a él en la cama, acariciando suavemente las hebras azabaches.- Has dormido por un largo tiempo, debes sentirte mejor.- Sasuke asintió despacio con la cabeza, no sabía muy bien qué pensar ahora; las cosas que le había dicho Madara resonaban en su mente. ¿Era verdad todo aquello? Y de ser así…

- Itachi, ¿Puedo… preguntarte algo?

- Cualquier cosa.- Respondió el aludido con ternura.

- ¿Tú quién fuiste en vida?- Los dedos de Itachi se detuvieron al escuchar esa pregunta, era una situación más que difícil; apartó la mano haciendo al menor mirarle a los ojos, expectante.

- Eso… no creo que importe. Yo estaré a tu lado siempre, jamás te traicionaré. Después de todo, somos hermanos.- Sasuke entendió a qué se refería, eran hermanos por ser hijos de La Muerte, por ser ambos Uchiha. Se incorporó en la cama, y aferrándose al pecho de su Aniki, se abrazó con fuerza de él.

- Por favor, dímelo, quiero saber…- Estando tan cerca pudo escuchar los suaves latidos de su corazón. La melodía más hermosa que había para Sasuke. Itachi lo rodeó con sus brazos; permanecieron en silencio por un rato, hasta que el mayor finalmente se decidió a hablar.

- Yo jamás he tenido un cuerpo mortal. No he vivido como un hombre, porque fui creado para un propósito que ningún humano puede cumplir: protegerte. Nací Muerte, y como Muerte he de morir.- Sasuke sintió una punzada en el corazón, dejando que el silencio los invadiera de nuevo. Después de un largo rato de permanecer abrazados se atrevió a hacer una pregunta más.

- Itachi… ¿Alguna vez le has dicho a alguien… “te amo”?- Un extraño instinto le había obligado a cuestionar al mayor sobre eso. La Muerte a su lado permanecía en un silencio sepulcral, sus pozos negros se clavaron firmemente en la nada, esperando que algo los librara de esa delicada situación, pero todo siguió igual. Resignado a lo que debía decir abrió sus labios, pero ningún sonido salió de ellos; volvió a intentarlo, esta vez la voz le acompañó pero asombrosamente sus palabras fueron lo contrario de lo que estaban obligadas a ser.

- No.- Mintió. ¿Cómo pudo mentir? El contrato lo obliga a no hacerlo, no puede mentirle a su amo… pero lo acababa de hacer. Sasuke lo sabía, Itachi estaba mintiendo. Era de nuevo esa extraña sensación de saber algo perfectamente pero no tener ni la más remota idea de cómo es que se sabe. Sin embargo, conocía bien al mayor, tenía muy en claro que él nunca hacía nada sin tener una buena razón para ello, por lo que si Itachi decía “no” cuando él sabía que era “sí” era por algo; lo dejó pasar con un deje de tristeza. Pero aún así…

- Itachi…- Empujó despacio al pelilargo hasta acostarlo en la cama y quedar sobre él, juntando sus pechos y quedando sus rostros a escasos centímetros de distancia. Los ojos suplicantes del menor rogaban al otro, pedían por su amor a sabiendas de que no lo tendrían.- Yo te amo...- Besó con pasión sus labios, Itachi se dejó hacer por el toque de su amo, porque era justo eso: su amo. Sasuke podía hacer lo que quisiera con él y no podría negarse, si quería besarlo se lo permitiría, si quería poseerlo también. Era completamente suyo. El menor rompió el beso repentinamente, mirándolo fijo a los ojos.- No… no me mires como tu dueño… por favor… esta noche no…- El mirar de Itachi fue marcado por una lágrima de Sasuke, le dolía verlo así de herido, pero la pena era mayor al saberse como el causante de su tristeza. Era un ser terrible. El menor sufría de igual manera; Itachi no lo amaba, pero el hecho de que se dejara hacer sólo por cumplir el contrato le mataba. Una sonrisa desolada apareció en su rostro.- Tú sólo puedes verme como tu amo, ¿verdad?- El silencio se hizo presente de nuevo; Sasuke comprendió.- Perdóname… yo no puedo verte sólo como mi sirviente.- Se levantó de encima de Itachi, avergonzado y entristecido. La mano firme del mayor lo tomó por la muñeca evitando que se alejara, Sasuke se sorprendió pero no tuvo el valor de volver el rostro. Sabía que no podría mirarlo nuevamente sin llorar por su desgracia. La suave voz del mayor llegó hasta él como una caricia delicada, temerosa de avanzar más.

- Yo no puedo decirlo, pero puedo demostrarlo… si tú me lo permites.- Lo jaló de vuelta a la cama y se colocó sobre él, tomando con una ávida pasión sus mortales labios. El menor estaba más que confundido ante esas palabras, al principio no las entendió, pero conforme Itachi acariciaba su cuerpo por debajo de la ropa y le besaba iba entendiendo qué quiso decir; hizo lo mismo con el cuerpo del mayor, sintiendo con sus manos la suave piel del otro, tan perfecta y cálida, con los músculos deliciosamente marcados pero sin exagerar, mientras sus lenguas danzaban ferozmente entre sus bocas y el calor comenzaba a invadirlos. Sasuke no podía reprimir los gemidos que provocaban los dedos de Itachi al acariciar su pecho, adentrándose hasta su espalda para después bajar a sus glúteos, volviendo al frente y tomando la pequeña erección que despertaba.

- ¡Ahhh!- Se había separado de los labios de su Aniki para sacar ese gutural gemido producido por el lento vaivén de las manos en su miembro, era una sensación maravillosa, casi una tortura celestial. Esas lentas caricias lo volvían loco; Itachi apretaba suavemente la erección del menor para causarle más placer, los gemidos que salían de esa joven boca lo excitaban demasiado, el hecho de estar haciéndole eso a Sasuke le hacía perder la razón. Lo prohibido siempre es más placentero, lo sabía muy bien; no tenía por qué estar haciendo eso con su amo a menos que se lo hubiera ordenado, él no tenía libre albedrío… y eso lo provocaba aún más. Él no fue hecho para amarlo, pero lo hacía con intensidad. Esas fueron sus intenciones desde un principio; quiso negarlas desde aquél primer día en que se vieron, pero no pudo. Aceptó esos sentimientos indecorosos que manchaban su honor, pero los calló por lealtad a él. Jamás podría decirle eso que ambos anhelaban, no estaban destinados a estar juntos, pero aún así, a costa de su vida, mostraría a su amo lo que en verdad se ocultaba en su corazón. Y esa noche sería la ocasión.

Comenzó a desnudar el cuerpo bajo él, sin separase de esos dulces labios rosados. Se deshizo de la camisa rasgada con unas gotas de sangre seca, recuerdo del Hades; los pantalones del menor estaban de más, en algún momento se perdieron en el suelo de la habitación. El menor estaba extasiado por las atenciones que Itachi le daba a su miembro, a cada roce soltaba suspiros tratando de recuperar el aire que se le escapaba; cuando se encontró completamente desnudo la boca del mayor se separó de la suya y comenzó a bajar por su cuello, depositando aquellos dulces besos que lo hacían estremecer, bajando hasta sus rosados botones y mordiéndolos sutilmente.

-Ahh… nnhh…- Sus manos se aferraron con fuerza a los cabellos del mayor, hundiéndose en ellos, deshaciendo la coleta que los sujetaba; sentía su experta lengua acariciar descaradamente mientras aquella boca succionaba. Era una sensación tan placentera. Itachi dejó aquella suculenta zona y continuó bajando hasta llegar al miembro de Sasuke; sus manos colocaron las piernas del otro sobre sus hombros mientras sus ojos buscaban la mirada extasiada del menor.- Ha… hazlo… ahhh- Soltó su amo entre gemidos y con un adorable rubor en las mejillas. Itachi dio una lamida a lo largo de su extensión, haciéndolo tensarse en el acto.- ¡Ahhhhh!- Sus dientes mordieron suavemente la punta del miembro, arrancándole más gemidos a esa rosada y apetecible boca del Uchiha, hasta que finalmente Itachi introdujo la ya despierta erección en su boca. Una ola de deliciosas sensaciones invadió el cuerpo del asesino. Aquello era la gloria.- ¡AAAHHH!- Las caricias que el mayor le brindaba con su lengua eran simplemente magníficas, nunca había sentido tanto placer, sentía que perdería la razón; enredó sus piernas en el cuello de Itachi, sintiendo esos dientes presionando débilmente mientras fingían rasgar la carne, seguidos por los mortecinos labios de seda que rozaban fugazmente y adornaban aquellos sinuosos toques al subir y bajar, eran toda una delicia, Itachi era un amante increíble. El miembro de Sasuke se endurecía rápidamente con los movimientos del otro; casi por instinto, sus manos aferradas a los largos cabellos negros comenzaron a marcar el ritmo de las caricias, pasando de lo lento a lo más rápido que podía pensar con la poca cordura que le restaba.- Ahhh… Ita… Itachi… nhh… me ven… go… ¡Ahhhhh!- El mayor recibió en su boca la semilla de Sasuke y la tragó por completo mientras el menor trataba de recuperarse y normalizar su respiración. Sus ojos entrecerrados percibieron apenas cómo Itachi lamía gustosamente el resto de su esencia en la punta de su miembro; no supo si fue a causa de la sumamente erótica imagen o de la calentura que volvía a su cuerpo, pero las ganas de ser poseído por el mayor crecían a pasos agigantados. Un rápido recuerdo se cruzó por su mente. Sí, era un urgido.

Sus manos alzaron el rostro del mayor y lo subieron hasta unir de nuevo sus labios, probando su propia esencia, degustando cada rincón de tan experta boca. Itachi bajó una de sus manos hasta la entrada del menor y pasó sutilmente un dedo por aquél lugar; el blanco cuerpo debajo de él tembló ligeramente como respuesta a la caricia. Introdujo despacio el dedo en esa estrecha cavidad viendo con un mórbido placer cómo el rostro sonrojado de Sasuke se arrugaba un poco a causa de la intromisión; se movió lentamente en círculos para mitigar el dolor, buscando causar el menor daño posible a esa adorable criatura. Aún no olvidaba cómo le había lastimado.

-… mmmm… Ita… aahhh…- Sasuke movía ligeramente las caderas, acostumbrándose a esa extraña y deliciosa sensación que producía el fino dedo de Itachi en su interior. La estrechez de su entrada cedía poco a poco para dejar al mayor moverse con libertad, invitándolo a introducir dos dedos más para continuar con la sensual caricia; el dolor fue más breve esta vez, y el placer comenzó con una rapidez celestial. Los dedos de Itachi se movían en círculos, saliendo y entrando de aquél cálido interior, arrancando gemidos de placer a cada pequeña estocada, haciendo que el miembro de Sasuke se endureciera de nuevo.- Aahh… por fa… vor… tómame… tómame… ya aahhh…- Lo necesitaba, lo quería dentro de él, tan profundo como fuera posible… y el mayor lo iba a complacer.

Sus ropas desaparecieron en una suave neblina oscura quedando ambos desnudos sobre el lecho, devorándose los labios desesperadamente y rozando sus miembros con descaro. Itachi retiró sus dedos y colocó la punta de su miembro en la entrada del menor; sus ojos negros se encontraron. Un beso pasional unió sus bocas mientras el mayor se introducía lentamente en el asesino.

-Mmmm… aahh…- Sentía cómo las paredes del interior de Sasuke estrujaban deliciosamente su miembro, provocándole un instinto carnal incontenible, deseando invadir hasta el último y más profundo rincón de esa estrecha entrada tan mortalmente exquisita. Resistiendo a la tentación de sus deseos lujuriosos, Itachi esperó paciente a que el menor se acostumbrara a tenerlo dentro. Bastaron sólo unos segundos para que las caderas de Sasuke comenzaran a moverse alrededor del miembro del mayor, incitándolo a continuar con el acto. Su Aniki comenzó con un lento vaivén de caderas cuidando cada sublime estocada que daba, las piernas del menor aún estaban sobre sus hombros, lo que hizo a las penetraciones más profundas y delirantes.

- Ahh… aahhh… ahh… aahhh…- La respiración de Sasuke se aceleraba velozmente junto con los latidos de su corazón, su pecho de porcelana subía y bajaba con desespero, sus manos estaban aferradas a las hebras negras del otro, obligándolo a no separarse del beso, a recibir en su boca los gemidos de placer que escapaban de él irremediablemente. Al final ambos cedieron al hechizo pasional que conjuraban; Itachi aceleró las embestidas hasta parecer una bestia en celo, arremetiendo contra la estrecha entrada salvajemente, llegando a lo más profundo del menor, con la boca entreabierta y los ojos fuertemente cerrados por el frenesí.- ¡Aahhh! ¡Aaaahhhhhh! Ahí… ¡Aahhh!- Itachi lo había tocado en un punto que lo enloquecía de placer.- Más… más… ¡AAAHHHHH!- El cuerpo de Sasuke se movía acompasadamente, siguiendo el ritmo que marcaban las estocadas del Uchiha mayor. El calor lo invadía de nuevo, pero esta vez era un calor embriagante, único; no permanecía sólo en su cuerpo, llegaba hasta su corazón y se prendaba de su alma. Era un hermoso sentimiento de correspondencia. Cada roce de Itachi, cada caricia, cada beso, cada gemido, todo lo que sentía el mayor sólo lo sentía por él. Demostrarle que lo amaba, pero sin decir la frase definitiva; esa era la única regla.- Ita… chi… ¡Aaahhhh!- Podía sentir sus mejillas arder, su lengua luchar ferozmente contra la de su amado, las fuertes y amables manos en sus hombros, el enorme miembro que lo penetraba ávido y bestial pero sin intención de herir. Sencillamente el paraíso.- N-no… puedo… más aahhh… yo me… voy a… ¡Aaaahhhhhhhh!- Un frío le recorrió la espalda y bajó hasta su miembro, viniéndose en el vientre de Itachi y apretando involuntariamente su entrada.

- Sa… suke… nhh… ¡Aahhh!- Itachi se corrió en el interior del azabache al sentir cómo su miembro era apretado por esa entrada asfixiante. Cayó delicadamente sobre el menor, tratando de normalizar sus respiraciones; los cabellos azabaches de Sasuke se adherían a su frente por el sudor que le escurría, mientras los largos mechones de Itachi se deslizaban seductoramente por su cuello hasta alcanzar el pecho del asesino.

- Nunca… nunca te habías portado… tan apasionado… Itachi.- Sasuke aún jadeaba las palabras, estaba exhausto por lo que acababa de ocurrir, había sido un verdadero deleite, y todavía conservaba el deseo de volverlo a hacer. El mayor sonrió, en parte por las palabras de su amo, pero principalmente porque descifró el deseo en sus ojos.

- Siento que… no me hice entender muy bien.- Sasuke lo miró a los ojos con una ligera extrañeza.- Si me lo permites, quisiera volver a intentarlo… ahora mismo.- Una dulce sonrisa adornó los labios mortecinos.- ¿Puedo…?- Sasuke lo besó con una pasión feroz que pronto se tornó lujuria, se separó apenas de esos deliciosos labios e hizo chocar sus palabras en ellos.

- Esas son cosas que no deberías preguntar. Sólo hazlas y ya.- Sus bocas se unieron de nuevo, danzando las lenguas en su interior, tratando de conquistar terreno ajeno; la locura llegaba otra vez a sus mentes, mientras sus cuerpos eran consumidos por la excitación. La temperatura de la habitación subía acompañada de gemidos y caricias; sólo hasta el amanecer se detendrían, cuando el descansar fuera absolutamente necesario y las palabras “Te amo” hayan quedado bien claras en ambos.

 

 

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Afuera de la habitación de los amantes, una oscura silueta se dibujaba en el umbral, escuchando atentamente lo que pasaba del otro lado de las puertas, sonriendo, aguardando.

… Parece que… no necesitaré que consumas enteramente tu venganza… justo ahora, ya estás más que completo…



Notas finales:

Les gustó??? Fue horrible??? Dejarán un pequeñito review???


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