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El asesino de la Muerte por Isaku Uchiha

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Notas del capitulo:

Volví a tardar gomen u_u

Sólo tengo una cosa que decir:

LEMON!!! ^o^

 

 

La felicidad se desbordaba en su pecho, parecían haber pasado siglos desde la última vez que se vieron…y él seguía tan joven. Tenía algo diferente pero no podía ubicarlo, quizá algo en sus ojos. No estaba seguro. Después de aquél último y fatídico día en el que estuvieron juntos desapareció, simplemente se fue hacia quién sabe dónde, volando como el cuervo que era. Sí, era justo eso. Un cuervo bastardo. Una maldita ave traicionera que lo abandonó a su suerte en esa fría noche de masacre. Y ahora lo tenía enfrente. Desenfundó el arma y disparó.

No falló, pero tampoco acertó.

- ¿Cómo? ¿Todavía no me firmas la garantía y ya lo estás jodiendo? ¡Qué mortal tan insolente eres!- Estaba incrédulo. Apuntó a su corazón, estaba seguro de no haber fallado pero, aún estaba ahí de pie, como si nada hubiese pasado; la bala lo atravesó, pero el lugar donde entró se volvió ligero y sublime, como si fuera niebla; no causó ningún daño en él. El disparo terminó clavado en el tronco de un árbol. Sonrió.

- Siempre te creí un maldito, Itachi, ahora sé que eres un maldito inmortal.- Rió. No sabía si de la impresión, del miedo o de la locura. Lo más seguro era que estuviera loco, y quizás, en sus últimos días.

- Sasuke, no sabes cuánta razón tienes. Es verdad, estoy maldito…- Sus orbes negras mostraban tristeza.- Perdóname.

- ¿Perdonarte…?- Su locura se tornó ira incontenible al sólo recordar el pasado.- ¿Perdonarte? ¡¿Me abandonaste en el Infierno y te atreves a pedirme perdón, maldito imbécil?!- Se puso de pie y lo encaró, sus ojos azabaches se tornaron escarlata.- ¡¿Mi vida se chingó desde aquél día y lo único que dices es “Perdóname”?! ¡¡¡NO ME JODAS!!!- Itachi cayó sobre sus rodillas y con las manos en el cuello, el aire le faltaba. Madara hizo un movimiento suave con la mano y los furiosos rubíes volvieron a su color negruzco. Sasuke caía semi-inconciente, no sabía que pasó; antes de tocar el suelo unos brazos lo atraparon con delicadeza atrayéndolo hacia sí. Aún de rodillas, lo sostenía con amor. Sus miradas oscuras se encontraron.

- Sasuke…lo siento.- Decía entristecido. La otra figura observaba la escena en silencio.

- Itachi… ¿Por qué te fuiste?... ¿Por qué…no regresaste?- Dijo con la voz quebrada. Lloraba. Sus ojos se cerraron, hundiendo el rostro en el pecho ajeno. Las lágrimas del mejor asesino, algo deben valer...

- Muy bien chico, no he venido a escuchar tus penas, si quieres respuestas de él ya tendrás una eternidad para preguntarle. Ahora, terminarás el trato. Por eso es por lo que estoy aquí.- Sasuke lo miró con desconcierto, su voz volvió a ser fría y desafiante.

- ¿Y tú quién carajos eres?

- Ah, vaya que eres descortés. Por educación, antes de preguntar un nombre se da el propio.- El menor lo miró molesto y le respondió a regañadientes.

- Soy Uchiha Sa…

- Uchiha Sasuke, sí, ya lo sé; te llamé por tu nombre, ¿lo olvidaste?

- Itachi ¿Quién es este idiota?

- ¡¿Idiota?! ¿Todavía que te llevas a mi mejor hijo te atreves a insultarme? Maldito crío humano…en fin, tú me conoces bien, me has tenido cerca desde que eras pequeño. Dime, muchacho, ¿Qué sería de un asesino sin ?- Unas viejas palabras retumbaron en su mente, era la voz de Itachi. Sin poderlo evitar se aferró al cuello del mayor, aún en sus brazos. Estaba asustado, igual que cuando era un pequeño.

- …tú no…puedes ser…

- Oh, claro que sí. Y si Itachi es mi creación, bueno, ¿Qué crees tú que sea él?- Su rostro lleno de terror se volvió hacia el del mayor. No importa cuánto tratara de temerle o de odiarle, jamás podría hacerlo, no a él. Escondió nuevamente su rostro en el pecho de Itachi, sintió su calor, respiró su aroma. Su boca entreabierta quería lo prohibido; él era la persona que necesitaba, la única que siempre quiso alcanzar.

- Él…es mi nii-san.- Respondió sereno. Madara sonrió.

- Sí, es correcto. Y ahora tal vez lo sea para la eternidad. Has hecho un contrato con él, debes consumarlo.

- ¿Un…contrato?- Su mirada estaba sobre Madara, ya no había miedo en él; tenía a Itachi a su lado.

- Esa noche en el estacionamiento del hotel, ¿La recuerdas? Yo sé que sí. ¿Sabes? Tenías que morir.- Sintió la sangre helársele, bajó la mano hasta el vientre.- Después de todo, no había sido un sueño, ¿verdad? Itachi siempre estuvo contigo, ha sido tan bueno y amable, incluso dio su vida por ti. Eso es amor.

- ¿A-amor…?- Sacudió la cabeza intentando aparentar el sonrojo.- ¿Qué significa eso?

- Temo que tendrás que aprenderlo sobre la marcha, niño; el punto es que ya has disfrutado de los beneficios, sobreviviste, como podrás ver, por lo tanto eso significa que aceptas el contrato. Ahora tienes que firmar.- Esta era la parte donde seguro pierde su alma, y ni siquiera estaba conciente cuando hizo el trato. ¡Qué maravilla! La vida, o mejor dicho la muerte, debía amar su dolor. Enfrentar a Madara podría ser un destino peor que la tortura eterna. No tenía más remedio.

- ¿Dónde firmo?- Dijo resignado.

- En donde gustes, toma tu tiempo.

En un segundo, paso de estar en aquél parque con Itachi a estar en una enorme y lujosa habitación; ya no estaba en sus brazos, estaba sobre la cama, con el mayor sobre él. No podía evitar perderse en esas hermosas orbes azabaches, tanto tiempo había pasado sin su compañía. Sintió sobre sus labios una repentina caricia, deliciosa, suave, insaciable. Era imposible no seguir su ritmo. El beso tomó fuerza volviéndose cada vez más salvaje, hasta que se separó por falta de aire. Unas manos cálidas comenzaron a recorrer su pecho, se deshicieron de la camisa, bajaron hasta sus pantalones y los desprendieron con rapidez, junto con la ropa interior. Estaba desnudo ante aquella mirada tan misteriosa, lo deseaba, su respiración era rápida casi gimiendo. Sólo a él le permitiría acercarse tanto. Itachi se despojó de sus ropas ante la mirada extasiada de Sasuke y comenzó a masajear el miembro del menor.

- ¡Aaahhh!- Atrapó su boca con la suya, recibiendo los gemidos con deseo mientras seguía masturbándolo. Sus lenguas danzaban ferozmente, ninguna estaba dispuesta a ceder ante la otra. Tanto placer hacía sentir a Sasuke en el cielo. ¿Cómo se supone que iba a firmar el contrato así? Itachi apretó con sus dedos la punta de su miembro, sacando un gemido ahogado del menor. ¿Qué importaba ya? Tal vez su alma esté condenada al infierno, pero el camino que debía pasar para llegar allá era el paraíso.- Ita…chi aaahhhh…

- Tienes que firmar el contrato…aahh…- Itachi se movió al lado de Sasuke, su pecho estaba apoyado a la cama; el menor se puso rojo como un tomate al entender a lo que se refería.

- ¿Q-quieres que yo…?

- Tú has tomado mi existencia, me has convertido en tu perro fiel, reclama lo que te pertenece. Hazme tuyo, ototo.- Esas palabras sólo habían existido en sueños, no creyó vivir lo suficiente para oírlas. Una ola de placer recorrió todo su cuerpo estremeciéndolo. Se colocó sobre el mayor, verlo tan sumiso y excitado lo provocaba aún más, seguro podría darle color a esas mejillas mortecinas; pasó un dedo sobre la entrada de Itachi, éste gimió bajo al sentir el roce. Sasuke metió dos dedos dentro del mayor y los movió en círculos, sentía cómo las paredes de Itachi se contraían con sus movimientos haciendo presión contra él; su entrada era tan estrecha. Empezó a mover sus dedos de adentro hacia afuera lentamente, tratando de llegar hasta lo más profundo de su nii-san; los gemidos que sacaba de él llenaban la habitación y hacían eco en su cabeza, una dulce melodía celestial que lo llevaba a la locura del placer; no podía aguantar más, debía poseer ese rostro sonrojado que gemía su nombre con desenfreno.

Retiró sus dedos y colocó la punta de su miembro ya despierto en la entrada del mayor. Se acostó sobre la espalda del otro y lo abrazó, susurrando en su oído con un tono de voz lleno de placer.

- Así es como nos amamos…con o sin trato, tú eres mío, nii-san.

Se introdujo lentamente en la entrada de Itachi, disfrutando la calidez que aprisionaba embriagante su miembro, la delicia del acto mismo lo mataba. Sí, era un acto mortal. Las manos de Itachi se aferraban a las sábanas, sus bellos ojos negros cerrados, la boca entreabierta de la que escapaban gemidos guturales, sus pálidas mejillas ahora coloradas; era presa de lo prohibido. Un Itachi sonrojado, invadido por el placer y sometido a su voluntad; Sasuke era el mortal con más suerte en este mundo.

Las embestidas comenzaron, primero lentas y profundas, moviendo el cuerpo del mayor a su mismo ritmo, con deseo contenido; los cabellos azabaches del menor caían meciéndose elegantes, su boca jadeante respiraba en el cuello debajo de él erizando la piel de su dueño. Después, las embestidas se volvieron rápidas y desquiciantes, ambos gritaban de placer. El menor colocó su mano sobre la de Itachi entrelazando sus dedos, la otra bajó hasta el miembro del mayor y comenzó a frotarlo con descaro, apretándolo deliciosamente.

- ¡AAAHHHHH! Sasu…ke…aaaahhhh…- Trataba de contenerse, nunca había hecho algo semejante; gemir como animal en celo no era una costumbre en él, pero no podía evitarlo, tener a Sasuke detrás suyo, penetrándolo tan salvajemente y dándole atenciones a su miembro lo sacaba de sus cabales, las sensaciones que causaba en él eran gloriosas, jamás se había sentido tan feliz y completo. Jamás tan correspondido. Su respiración era rápida, el corazón parecía salirle del pecho; se sentía tan vivo, ahora sabía que tenía corazón. En cada arremetida podía sentir el alma de su ototo, su calor lo llenaba y  avivaba el fuego en su interior; también tenía un alma.

- Ita…chi…aaahhh…me...vengo… ¡Aaaaaahhhhhh!- La entrada del mayor se volvía cada vez más estrecha, no resistió más; llenó el interior de Itachi con su semilla.

- Sasu… ¡Aaaaahhhhhhh!- Sintió como la esencia del menor se colaba por su entrada, era caliente y tortuosa, lo hacía estremecerse. Se corrió en la mano de Sasuke; su semen escurría entre los dedos del menor. Cayó exhausto sobre la cama tratando de normalizar su respiración, su ototo salió de él y se recostó a su lado. Se veían fijamente.

- Estoy feliz…de que ya no me odies.- Dijo con una ligera sonrisa.

- Estoy feliz de que hayas vuelto.- Le respondió de la misma forma. Itachi lo rodeó con sus brazos atrayéndolo a su pecho, en donde se acomodó como cuando era pequeño y ese ángel lo cargaba. Escuchó el galopar apresurado de su corazón, una vieja y olvidada canción de cuna para ambos. Antes de darse cuenta, ya habían caído rendidos ante el sueño, juntos, unidos por su amor, justo como antes.

 

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- Tenemos suerte, mis amigos.- Hablaba un chico pelinaranja, con extraños ojos grises y varias perforaciones en el rostro.- El legendario Halcón ha venido a nuestra humilde ciudad, y nada me haría más feliz que tenerlo a mi servicio. Después de todo, ha llegado tan lejos gracias a mí.- Sonrió perversamente.

- Pein-sama, lo hemos ubicado en uno de los parques principales de la ciudad. Si usted lo ordena, lo traeremos inmediatamente.- Decía una chica pelirroja sosteniendo sus anteojos.

- Bien Karin, háganlo, pero trátenlo bien, no quiero que lo maltraten.

- Hai.- Hizo una reverencia y salió de la habitación.- Sé muy bien a quienes llevar.

 

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El sol iluminaba su rostro descubierto. Podía sentir sus ropas sobre él nuevamente; estaba acostado, pero no en la suave cama, ni en el cálido torso de su aniki; no, era algo más frío y duro. La banca de madera en el parque. Había regresado a aquél lugar sin darse cuenta, vaya que sucedían cosas interesantes cuando no estaba consciente; se levantó despacio y con los ojos entrecerrados, aún cubriéndolos de los rayos de luz matinal sentía la molestia en ellos. Se recargó contra el respaldo, poco a poco iba recuperando la vista. El olor a hierba mojada entró sutilmente por su nariz llenando sus pulmones con aire fresco; Itachi no estaba cerca. Sintió la tristeza crecer dentro de él, al final no fue más que un bello sueño.

- Aquí estoy.- El  corazón se le detuvo por un segundo, de repente el mayor se apareció frente a él, ¿Cómo demonios lo hizo?- Tardarás en acostumbrarte, pero con el tiempo dominarás mi poder casi tan bien como yo.- Le sonreía.

- ¿Tú poder? ¿Quieres decir, el poder de la…Muerte?

- Qué apropiado para un asesino, ¿no lo crees muchacho?

- …Madara.

- No es para que te emociones y hagas matanzas a lo pendejo, si me causas problemas veré qué hacer contigo.- Una enorme y vieja hoz apareció en sus manos.

- Como… ¿matarme?

- ¿Es una broma? Gracias a Itachi estás fuera de mi jurisdicción, los dos lo están…salvo por un detalle.- Lo último lo dijo apenas audible para Sasuke, pero antes de que pudiera preguntarle al respecto continúo.- Ninguno de mis hijos puede tomar tu alma, ni si quiera yo puedo. Felicidades, me has ganado esta partida, pero no siempre tendrás la misma suerte niño. Ya vendrán otros días, otras oportunidades de ajustar cuentas y recuperar a mi mejor hijo. Mientras tanto, disfruta de la eternidad al lado de tu querido nii-san, vive la felicidad que te fue arrebatada, espero hayas disfrutado tu noche de bodas. Si tienes preguntas, él sabe dónde encontrarme.- Ante su mirada atónita desapareció. Simplemente se esfumó.

- Sasuke, ¿estás bien?- Se sentó a su lado.

- … ¿Todavía tengo mi alma?- Fue lo único que cruzó su mente. Aún era un niño y eso le causaba gracia al mayor, parecía no haber cambiado nada entre ellos.

- Sí, todavía la tienes.- Suspiró aliviado pero aún así se veía preocupado.- ¿Quieres un abrazo?- El menor se abalanzó a su cuello.

- Tengo mi alma y te tengo a ti. Es todo lo que necesito.- Itachi lo tomó del mentón y besó con pasión sus labios de seda; Sasuke no se resistió, hasta que recordó lo último que dijo Madara. Se separó bruscamente del beso y miró directo a los ojos del mayor.

- ¡¿Cómo que “noche de bodas”?! ¿Quién se casó?

- Nosotros.- La expresión en su rostro no tenía precio.

- … ¿Q-qué…?

- ¡Halcón! Tú vienes con nosotros.- Una chica de cabellos y ojos rojizos le miraba desafiante, detrás de ella venían otros tipos igual de intimidantes y confiados pero ni si quiera los notó. Estaba completamente perdido en su mundo. Estaba absorto. Estaba idiotizado.

Estaba casado.

 

 

Notas finales:

XD espero que no le reuyas al matrimonio Sasuke jajaja Nos vemos en los reviews!!! n_n


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