DÍA DOS
Esa mañana al despertarse ambos chicos, vieron un sobre en la mesa.
- Draco, ¿qué dice?
- Draco y Harry: como se que se han llevado bastante bien el primer día los dejaré ir a las comidas en el Gran Comedor, allí habrá una mesa dispuesta especialmente para ustedes y sus amigos: Señoritas Granger y Parkinson y Señores Weasley y Zabini.
Esperando que cada día se lleven mejor; Se despide el viejo chiflado Albus Dumbledore.
- ¿En verdad dice viejo chiflado?
- Si no me crees, puedes venir a ver
Harry se levanta y toma la carta- ¡Es verdad!- dijo con asombro.
- Harry se hace tarde, mejor voy a bañarme para poder llegar presentable al Gran Comedor.
Después de que ambos estuvieron listos, bañados, perfumados, llegaron al salón, ahí estaba la mesa y sus cuatro amigos ya se encontraban ahí.
- Hola chicos- saludó Draco con una linda sonrisa.
- Hola muchachos- dijo Harry alegremente.
- Hola- contestaron los cuatro a coro.
Entablaron una conversación muy amena que causaba la curiosidad de los alumnos y docentes presentes. Desde cuándo leones y serpientes convivían con ese grado de confianza.
El día fue muy aburrido, tuvieron clase de Herbología con la Profesora Sprout que pasó las propiedades de las algas acuáticas, luego vino clase de Encantamientos con el Profesor Flitwick, cero aporte esa asignatura. Llegó el almuerzo sin grandes novedades, comieron hasta que no pudieron más. Les siguió una clase de Cuidado de las criaturas mágicas, Hagrid estaba hablando sobre las acromántulas. Llegó Transformaciones, la última clase del día, tenían que convertir un armario en lo que ellos quisieran.
- Bien clase- dijo McGonagall- el hechizo de hoy es muy sencillo es el hechizo “Transformus” es muy útil en caso de problemas, solo tienen que decir transformus y luego el nombre de lo que quieren transformar, les mostraré.- La Profesora apuntó a la jaula que estaba sobre su escritorio- transformus lechuza- y la jaula se convirtió en una majestuosa lechuza blanca, la clase entra quedó asombrada- Bien, ahora es su turno.
Uno en uno empezaron a realizar el hechizo hasta que llegó a Harry, él lo hizo perfecto convirtió un libro en un hermoso botón de rosa roja, la favorita de Draco y se la regaló Draco se sonrojó de inmediato, cuando llegó su turno Draco quiso convertir una campanilla en un corcel blanco, el animal favorito de Harry, pero hizo el movimiento de varita muy brusco y a la campanilla le salió cola de caballo, pero nada más; Draco no pudo realizar el hechizo correctamente.
Terminada la clase cada chico se dirigió a su respectivo dormitorio
Cuando Draco y Harry llegaron a la suya cenaron, rieron, conversaron como si fueran amigos de toda la vida.
- Draco, ¿me dejarías ayudarte con Transformaciones?
- Harry no te preocupes, no necesito ayuda.
- Draco, por favor. No seas obstinado y déjame ayudarte.
- Está bien Harry
- Entonces saca tu varita, empezaremos a practicar
- ¿A practicar? Al tiro, ya
- Sí, ya. Porque para que un hechizo salga perfecto debe realizarse muchas veces.
- Está bien, estoy listo
Después de varios intentos y pataletas de Draco- Harry no me resulta, no sirvo para esto- dijo Draco con desilusión.
- Lo que pasa es que estás moviendo tu varita con mucha fuerza, el movimiento tiene que ser más suave, deja que te enseñe.
Harry se posicionó detrás de Draco, lo pegó a au cuerpo y le sujetó la mano que sostenía la varita. Draco se tensó de inmediato cuando sintió la respiración de Harry en su oído.
-Draco- Murmuró sensualmente Harry
- Ss… ¿Sí? – dijo Draco con nerviosismo.
- ¿En qué quieres transformar el objeto?
- Quiero… quiero… yo quiero- con el aliento de Harry en su oído, Draco no podía pensar claramente- Quiero un caballo blanco
- Entonces dí transformus caballo blanco y yo moveré la varita para que sientas el movimiento de muñeca.
- Transformus caballo blanco- ¡PAF! El objeto se transformó en un hermoso corcel blanco
- Ahora que sabes el movimiento de varita, lo harás tú solo- y con un movimiento de su varita Harry devolvió al objeto a su estado inicial.
- Transformus caballo blanco- Al instante el objeto desapareció y en su lugar se encontró un caballo blanco, el equino era simplemente majestuoso.
- ¡Wii! Harry lo logré. Me costó, pero lo hice.
- Es cierto- dijo Harry volviendo al caballo a su forma original- viste que era solo un poco de practica porque inteligencia tienes de sobra, hasta podrías considerar darme un poco
- Jajajaja, Harry tú eres muy inteligente. Lo logré y todo gracias a ti- Draco se tiró a los brazo de Harry y lo besó, al darse cuenta de lo que había hecho Draco se separó bruscamente de Harry. ¿Qué he hecho?- y se dio vuelta para no mirar a Harry
- Draco, Draco, mírame.
- No Harry, yo no debería haber hecho eso, estuvo mal, muy, muy mal. Perdóname, ¿lo harás?
- Draco, lo haré si me miras- Draco le dirigió la vista a Harry- Ahora, escúchame no has hecho nada malo- Harry abraza a Draco por la cintura- este es el momento, si no es ahora es nunca. Draco cada noche sueño contigo y sabes porqué- vio a Draco negar con la cabeza- porque te amo, yo te amo Dragón, hace mucho que te lo quería decir y no tenía el valor para hacerlo.
- Harry, no sé cómo ni desde cuándo, pero increíblemente también te amo, eres maravilloso. Una luz en mi oscura vida.
Sellando su declaración con un beso lleno de amor se acostaron sin saber que mañana sería un día muy complicado.