Capítulo 4: Jueves
-¡Se acabó el entrenamiento, jodidos mocosos! ¡LARGUENSE!-
Era jueves por la mañana y el equipo de Deimon estaba, por decir lo menos, preocupado.
Claro, no era por el humor que se cargaba su capitán. Tampoco era por el uso excesivo y desmedido de sus tan conocidas armas (de hecho, eso los hubiese calmado)
No, lo que preocupaba a los Deimon Devil Bats plus jefa de animadoras PLUS manager consistía básicamente en 2 cosas:
Primero, el ánimo intratable del comandante del infierno.
Para ellos era normal el recibir tantas patadas, golpes y balas de salva, razón que les consternó el día anterior al no ser víctimas de nada.
No patadas
No golpes
No balazos.
En vez de eso, de la boca de su quarter back no salían más que críticas destructivas, comentarios insidiosos y palabras anti-sonantes que ninguna persona, animal o planta debería escuchar (teoría totalmente confirmada en el momento en el que su manager se desmayó al escuchar la centésima palabrota seguida)
Segundo…
A estas alturas ya todos podían notarlo (¡hasta un completo desconocido podría!) y es que el jugador estrella del equipo estaba tan alicaído que, aún y cuando se las ingeniasen para que reaccionase de manera positiva, no lograban sacarle ni una sola sonrisa.
¡Ni siquiera una lograron sacarle una reacción normal! (y eso que contaban con el siempre confiable mordisco de cerberos para revitalizarle, pero nada).
Lo más curioso de todo era que ambos habían comenzado a actuar así desde ayer y, lo que era más raro en el asunto.
Ambos se evitaban.
No había que ser un genio para darse cuenta (ya que incluso Taki se dio cuenta) de que algo serio había ocurrido entre esos 2.
Y los Deimon Devil Bats llegarían al fondo de esto.
······
Primer round: Suzuna.
Entre todos se dieron cuenta de que los más cercanos a ambos eran 3: Monta, Mamori y Suzuna (aunque la verdad era que sólo ellas eran inmunes al demonio rubio enojado y Monta… tuvo mala suerte) así que entre los 3 idearon un plan.
Ahí entra Suzuna.
Ella, siendo una animadora y una hábil oradora era ideal para la primera parte del plan: obtener información (sumándole el hecho de que hasta ahora nunca había sufrido de la ira de Hiruma).
Con todo esto dicho, la peli-azul se dispuso a actual…
-¡Ya~~!-
Tras el entrenamiento matutino de los devil bats, estos se aseguraron de dejar a la animadora y al running back solos, cosa de que se le hiciese más fácil a la chica el sacarle la información al lado más débil de este problema (sip, hablamos del castaño).
-¡Ah! ¡S-Suzuna! ¿Qu-qué estás haciendo en los vestuarios?-
-¡Lo he visto!-
-… ¿Uh?-
-¡SI! ¡He visto lo que pasó!-
Ante esto el pequeño as se petrificó. “Perfecto”, pensó la chica, “sólo un poco más de actuación y tengo el premio en la bolsa”.
-¿Qué… es exactamente lo que has visto?-
-Todo-
Y la animadora sonrió triunfal. ¡Con esto era SEGURO que Sena le diría lo que quería saber!
…2 Segundos después ya no había nadie allí, excepto ella.
-P-perdó~n-
Ese fue el grito que la chica creyó oír de su amigo antes de que este se esfumase del todo.
¿Qué rayos…?
Cuando la peli-azul salió del lugar y se fijó en las miradas recriminatorias/resignadas/frustradas/impacientes/etc. (?) del equipo, esta se rascó la zona de la nuca con sus dedos y comenzó a reír nerviosamente.
-… Lo lamento-
Y bajó la cabeza, resignada.
El equipo la siguió al segundo después.
······
Segundo round: Monta.
Bueno…
Ya en vista que su plan no iba a funcionar, los chicos siempre podían apoyarse en la entrañable confianza que sólo los mejores amigos varones tenían.
Y de eso, Monta no quería presumir, era de lo que se iba a aprovechar en este caso.
-¿Sena?-
-Dime Monta-
Era el receso del almuerzo y el receiver aprovechó esa ocasión para, bien dicen, “sacar el tema a colación”.
-Nosotros somos amigos, ¿verdad?-
-Uh… ¿sí?-
-¿Los mejores?-
-Si-
-¿Cómo hermanos?-
-¿A qué quieres llegar, Monta?- gotita en la cabeza.
-Sólo quería que supieras que, no importando en qué tipo de situación te encuentres, siempre podrás contar conmigo-
“Si… ¿situación?” al pensar esto, un punto súper sensible adentro de Sena fue tocado.
-Sí, digo. No quiero que se malinterprete ni nada pero quería que lo supieras-
“¿Malinterprete?” Y el mismo punto sensible del castaño fue tocado nuevamente y con una fuerza brutal.
Comenzó a lagrimear.
-¡¿S-SENA?!-
Ante Monta ya no había una persona (léase, Sena) en cambio, estaba una cría de gato con los ojos más grandes y llorosos que en su vida el receiver recordaba haber visto.
-¡E-eres un gran amigo, Monta~~! *Snif*-
Y el as de su equipo y mejor amigo se largó a llorar
Monta no pudo hacer nada después de eso.
······
-¿Uhh?- Toganou
-¿¿Uuhh??- Juumonji
-¡¿UHH?!- Kuroki
-¡P-perdó~n!- llorada a cascaditas de parte del medio mono
-Eres débil, ¿por qué eres tan débil? Es porque careces de “eso”… habilidad- mofa de Suzuna.
-¡Tú eres la que menos derecho tiene de burlarse!- respuesta de los hermanos Huh – Huh.
-¡Cierto!- respuesta a coro de casi todos allí
Y ahora eran 2 los que lloriqueaban cómicamente.
Dios…
······
Tercer Round: Mamori.
Tras el intento fallido de obtener algún tipo de información de parte de su jugador estrella (que, a todo esto, ¿cuándo se volvió tan bueno evadiendo preguntas?), los devil bats decidieron extremar medidas.
Tenían que preguntarle al demonio.
Por supuesto, TODOS allí sabían que la única con verdaderas probabilidades de triunfar era, en efecto, la manager del equipo (Suzuna se ofreció a hacer el trabajo para reivindicarse pero esta tarea requería más que inmunidad al mal, por lo que finalmente desistió).
Sin más, la otaku* de los dulces comenzó su misión: Encontrar la verdad.
-Hiruma-kun-
-¿UH? ¿Qué mierdas quieres ahora, jodida manager?-
Mamori creyó ver fuego saliendo de la boca del rubio al hablar, ¡casi podía jurarlo!
-N-necesito que veas unas estadísticas del equipo-
-¡¿Y tiene que ser en este maldito instante?!-
“Valor, Mamori, v-valor. Es por Sena, recuerda, por Sena…”
-¡Cuántas veces te he dicho que no me trates así! ¡Y si, tiene que ser ahora!-
El quarter back gruñó, luego chasqueó la lengua, luego bajó las armas (que sólo había tomado para limpiarlas por mera costumbre) y finalmente miró a la chica, la cual retrocedió imperceptiblemente.
-Bien. Muéstrame esos papeles-
-Están en el club. Ven conmigo-
La chica se dirigió a dicho lugar seguida del malhumorado rubio mientras el resto del equipo (menos Sena, el pobre no andaba en la tierra) miraban discretamente la interacción entre sus figuras paternales*
Pero no se oía nada…
En serio, ya llevaban más de 10 minutos allá adentro y no se escuchaba ni un solo sonido, ¿dónde estaban los gritos? ¿No habría balacera? ¿Y Mamori pidiendo ayuda? (Monta estaba preparado para eso último, todo sea dicho).
Y otros 10 minutos pasaron.
-¿Uh? ¿Por qué no están entrenando, chicos?-
-N-no es nada, Sena-kun. Tú continúa entrenando- Kurita.
-Bueno- Y siguió entrenando.
“Hay que arreglar esa actitud tan sumisa suya” sí, ese fue el pensamiento colectivo de los devil bats.
La puerta, por otro lado, finalmente se abrió.
Y de sobra está decir que todos, expectantes, casi de desnucan al escuchar movimiento.
-¿M-Mamori-san?-
Del club salió un mucho más enojado, mucho más peligroso (sólo al sentir el aura uno se daba cuenta) y mucho, MUCHO más armado Hiruma que, tras lanzarles la mirada más iracunda y maliciosa (sin malicia, recuerden, no sería Hiruma) de su repertorio, se dirigió a ellos.
-¿Alguien más me quiere hacer perder mí jodido valioso tiempo?-
Todos negaron, mudos.
-¡Entonces muevan sus asquerosos culos y pónganse a entrenar!-
No usó ninguna arma al soltar la orden.
Y no hizo falta.
Todos corrieron como si se los quisiera llevar el mismísimo demonio (¡metafóricamente era así, venga!) a sus respectivas posiciones y continuaron con el entrenamiento, a excepción de Suzuna que corrió a ver que había sido de Mamori.
¿Qué qué ocurrió con ella?
Pues… digamos que es mejor vivir en la ignorancia.
······
MISSION… FAILED
Todos suspiraron al unísono ante esto.
¿Y ahora qué más podían hacer?
······
Sena hoy tuvo un día pésimo.
Podría decirse que el peor en lo que va de semana.
Y no, no era a causa de los abusones del metro. Tampoco lo era la falta de descanso y horas de sueño. En verdad, el motivo se resumía a algo muy simple…
Ya no había podido ver de nuevo a Shin.
El running back no sabía cómo pasó. Tampoco sabía desde cuando se volvió la presencia del otro tan común y agradable.
Tan… necesitada…
Después de lo ocurrido ayer él ya no se sentía él mismo y las cosas ya no se veían del mismo matiz de hace 2 días.
No soportaba la idea de tener que renunciar a esa rutina a la que se había encariñado tanto.
Pero, ¿qué podía hacer?
Y Hiruma-san, como siempre, no hacía nada para solucionar los problemas en los que lo metía (o para hacérselas más fácil, como mínimo).
En serio… ¿la ley de hielo? ¿Estaba yendo en serio con eso? ¡Le estaba tratando como si ÉL tuviese toda la culpa de… de…!
¡Si ni siquiera sabía qué había pasado allí!
Bueno, pues ¡perfecto! ¡Por él no había ningún problema! ¡Ni ganas tenía de hablarle!
-¿Sena-ku~n?-
-¿Eh?-
Tan concentrado estaba en su propio mundo que ni se dio cuenta de cuándo se habían desocupado los vestidores.
¿Cuánto rato había pasado desde que se quedaron solos Taki-kun y él allí?
-Monsieur Sena-kun, ¿qué es lo que te pasa?-
-A… ¿a qué te refieres, Taki-kun?-
-Aha-ha~ ¿no es obvio? ¡Tú cara lo dice todo!-
-¿Qué? ¿Mi cara?-
-¡Pues claro! ¿Quién más sino?-
-No te entiendo, Taki-kun-
-Tsk, tsk, tsk… ¡Tú, Monsieur, estás sufriendo por penas de amor! Pero descuida, ¡aquí está el cupido del romance, el gentil príncipe Taki Natsuhiko para ayudarte!-
El silencio reinó por varios minutos
Y siguió reinando…
Y siguió reinando...
Y el pequeño corredor de la velocidad de la luz no salía de su estupor.
¿Amor? ¿Era por eso que él—?
-¡MUKIIIIIIIIIIIIIIII!-
De la nada (pero ya en serio, ¿de Dónde salió?) apareció Monta y, volando como sólo Bruce Lee podía, le manda semejante patada voladora al gentil idiota, mandándolo a volar al otro lado de la habitación.
-¡¿Qué te crees que estás diciendo, hermano idiota?!-
Y el otrora vació y silencioso vestidor a los segundos después de lo recién acontecido se vio llenado de devil bats casi al completo, animadora y manager incluidas.
-¿Uh?-
-¡¿Uh?!-
-¡¡¿UH?!!-
-¡Ch-chicos! ¡No se peleen!-
-¡Fugoh!-
-¡Sena! ¿Es verdad eso? ¡Oye Sena! ¡Respóndeme! ¿Quién es? ¡SE-NA!-
-Noo~ ¡Eso duele, my sister~~!-
-¿qué está pasando, chico— ¡QUÉ!? ¿Era por eso?-
-¡Esta es la última que te perdono, idiota! ¡Ya verás como estirarás tu estúpida pierna después de que termine contigo!-
-… jaja… ¡jajajaja!-
Todo mundo se detuvo al escuchar esto último.
¿Quién era el que se reía en este tipo de situación?
Al voltear sus rostros hacia el origen de aquella risa, sin embargo, no pudieron evitar el contagiarse de la euforia.
Era Sena.
El pequeño compañero de todos ellos era el que ya comenzaba a desternillarse de la risa en el piso, con unas pocas lágrimas resbalándose por su cara, producto de la fuerza con la que se reía.
Ellos ya estaban tranquilos por un lado al menos. Sena al fin se mostraba alegre y relajado de nuevo y eso, obviamente, los alegró a todos, comenzando a reír con él.
-¿Qué coño tienen en sus pequeñas cabezas, mierdas? ¡¿Por qué carajo están armando tanto escándalo?!-
Todos en aquellos vestidores se congelaron al escuchar aquella voz en la puerta y es que el demonio que tenían como capitán tenía la pinta de querer castigarles sádicamente, así hubiesen ellos una tontería o no.
-Hiruma-san-
El mencionado se sobresaltó ligeramente al escuchar la voz de su running back dirigiéndose a él.
-¿Qué?-
“N-no, Sena…”; “¿Qué haces?”; “Un placer conocerte, amigo…”; Sena no escuchaba lo que sus amigos le susurraban y, adoptando una expresión sorprendentemente seria se dirigió a dónde estaba el rubio, quedando frente a frente con él.
Todos estaban expectantes a sus pilares y a lo que harían o no a continuación, tensos como nunca antes.
-U-uh… bueno. Yo, esto…-
Mismo tensión que se rompió al recuperar Sena su actitud habitual por completo.
“Tan patético…” Ese fue el pensamiento colectivo y lapidario de los devil bats PLUS animadora.
-Y-y, er… pues, yo…-
Si uno se fijaba en el quarter back detenidamente se podría bien claramente una pequeña venita que le crecía en la frente.
-T-también, um… s-si podría…-
La vena, de a poco, crecía. Así como también le salían otras más pequeñas.
-Po-porque yo, ah… p-pero…-
…Y las venitas hicieron “pop”, inevitablemente.
-¡DÉJATE YA DE VENIR A JODERME LAS PELOTAS CON TANTAS MARICONADAS BLANDENGUES!-
-¡Hieee~!
Y así, señores, es como se vuelve a la cotidianidad de la AK-47.
-¡¡SI TIENES ALGO QUE DECIRME, DILO!!-
-¡S-SI!-
Tras el susto provocado por los disparos el castaño se endereza nuevamente, se enseria y, tomando aire suavemente, suelta la bomba.
-Hiruma-san… cr-creo que me gusta Shin-san-
Sorpresa colectiva.
Momento, ¿QUÉ?
-¿Crees?-
-Bueno… yo, uh, ¿cómo decirlo…?- sonrojo de cereza fase 2.
-Quiero un sí o un no, jodido bajito-
-…Si-
“M-Mamo-nee, ¿estás bien? Están más blanca de repente…” comentario de Suzuna, única persona que salió del estupor.
Tras un breve lapso silencioso el rubio responde y, dando un paso al frente agarra al de primer año por la nuca, plantándole lo que bien podría considerarse como el santo padre de todos los besos.
De nuevo, sorpresa colectiva.
¡Pero espérense un poco! ¡¿QUÉ MIERDAS?!
**THUD**
“¡M-Mamo-nee~!”
“¡Mamori-sa~~n!”
“¡I-imposible~!”
Si. Efectivamente esa fue Mamori desmayándose… de nuevo.
Tras varios segundos de estupefacción general y algo que oscilaba entre un beso inglés/francés/mariposa/esquimal/erótico-festivo/agregue-aquí-el-que-sepa(??), la “normalidad” volvió al lugar, con varios devil bats dignos de representar el arcoíris, una Mamori desmayada, una Suzuna con un marcado sonrojo y una ligerísima hemorragia nasal y un Sena con un sonrojo de cereza fase 3.
Al enderezarse el rubio (dejando que el bajito se tapase la boca cruelmente violada, avergonzado) y echar un vistazo a los demás espectadores este levanta la mano, con el pulgar saca el resto de saliva que quedó en la comisura de sus labios, saboreándola y relamiéndose los mismos (causando un sonrojo de cereza fase 4*) y, tras el silencio generalizado que reinó en el lugar, se dignó a carcajearse con ganas.
-E-e-ese…-
-¿Si~?-
-M-mi p-p-pri-mer-mer…-
-¿Si~~?-
-Wuu… p- ¡PERVERTIDO!-
*SLAP*
¡Si, dama! ¡Si, caballero! ¡ESO fue una cachetada!
Misma que, con la poca fuerza que posee el corredor sólo causó que el rubio se carcajease con más ganas aún, casi rayando en la histeria.
-¡¿C-cómo pudo?! ¡Ese era— ! ¡LADRÓN! ¡Degenerado! ¡Devuélvame mi primer beso!-
A punto estaba de lanzársele encima y comenzar a zamarrearlo cuando Hiruma, totalmente serio otra vez, se dirigió a él, desconcertándolo.
-¡Ni de puta broma! Si ese monstruo se va a quedar contigo, esto es lo mínimo que me merezco-
-… ¿Eh?-
-Si, como sea. Ten-
Tomando la mano del castaño y dejándole un pedazo de papel en la misma, el de segundo año comienza a jalonearle de nueva cuenta hacía la entrada del instituto y, tras darle una patada en todo el trasero, se da la media vuelta camino al club.
-Que esto te quede claro, jodido bajito… como vengas lloriqueando a las prácticas por culpa de esta estupidez, y cómo esto afecte tu rendimiento físico en las prácticas y los partidos, intercederé, así sea una sola puta vez, ¿entendido?-
Tras eso, el demonio dejó a Sena en la entrada de Deimon, semi-vestido y sin sus cosas mientras este, parado como un bobalicón, sólo atinó a levantar la mano en dónde tenía el papel que le dio el rubio.
Al principio del mismo decía, con letras grandes y claras:
HORARIO DE ENTRENAMIENTO DE LOS OUJO.
SHIN SEIJUUROU
El viento meció las hojas de los árboles agradablemente en ese instante.
Y, al instante siguiente, Sena ya no se encontraba más allí.
······
-Eso fue muy noble de tu parte-
El rubio se detuvo a medio camino de abrir la puerta del club.
Detrás de él, Musashi le analizaba con la mirada.
-No sé de qué me hablas-
Se oyó al de aspecto maduro suspirar.
-Eres un muy mal (no, qué digo), un pésimo perdedor-
-Ve al punto-
Hiruma se volteó a encararle, apoyándose en el marco de la puerta.
-Bien…-
-…-
-¿Por qué le dejaste ir?-
El silencio reinó entre los 2 y el rubio, haciendo bombas con su goma de mascar sin azúcar, volvió a darle la espalda, abriendo del todo la puerta del club.
-Como dije antes, no sé de qué mierda hablas-
Disgustado, escuchó como el pateador reía ligeramente, yendo en su dirección.
-En verdad te golpeó fuerte. Ni siquiera sabía que hasta tú eras vulnerable a esas cursilerías-
-Cierra la boca, jodido viejo-
¡Jajaja!-
-¡Qué te calles!-
······
-Uh… según esto…-
Sena, tras correr el largo camino hasta Oujo y entrar sin ser atrapado y apaleado por Ikari o sin ser acusado de espionaje y echado fácilmente de allí, Sena se encontraba en el extenso campus de la institución.
Perdido… para variar…
“D-de cualquier forma, siempre que encuentre a Takami-san o a Sakuraba-sempai estaré bien… supongo” era lo que el castaño pensaba mientras miraba el papelito nuevamente y cada cierto tiempo.
Ahora ya lo sabía.
Se había enamorado de Shin-san.
Y, en verdad, era algo realmente obvio si lo hubiese pensado a mayor profundidad. Por último se hubiese ahorrado esta situación si lo hubiese hecho.
-Bueno, como sea, lo importante es encontrarle-
“Cierto”, pensaba, “si hablo con él, estoy seguro que cualquier tipo de malentendido que se generó ayer se resolverá” así, con la fuerte convicción de resolver sus problemas, retomó su camino.
Por ende, no se dio cuenta de las sombras que se cernieron sobre él.
-Bien, ahora es por— ¡UGH!-
Un dolor punzante en la nuca hizo que se le moviera el piso.
-… ¿Q-qué…?-
Luego, todo se fue apagando hasta volverse negro…
······
-Es él, ¿cierto?-
-Sí, es él…-
2 Sombras se vislumbraban delante de un inconsciente Sena tirado en el suelo.
-¡Eyeshield 21!-
Continuará…