… no puedo creer que tan rapido hayan pasado 5 meses…. 5 meses felices, alegre, los mejor de mi vida…. Pero tambien los mas dolorosos…
Soy naruto uzumaky, un ninja fuera de lo normal jeje soy el ninja numero uno en dar sorpresas y el mas ruidoso jeje, soy de cabello rubio, ojos de un increíble color azul y tres maruquitas en cada uno de mis cachetes que se asemejan a los bigotes de un zorro y piel un poco morena.
Si ese pensamiento tan…deprimente se podria decir es mio, razon solo una. Kiba inuzuka, es un compañero ninja que últimamente no se ha sido…. Aaahhhh (suspiro) no quiero mentirles esta bien… si el problema es el, bueno no soy yo, en un principio no lo fue asi pero no lo puede evitar.
Kiba siempre fue un gran amigo hasta que yo cometi el grave error de enamorarme de el… no fue todo de un dia para otro no, llevo tiempo, en un principio iba todo bien saliamos de vez en cuando de mision en mision y a veces entrenabamos juntos pero un dia de repente sucedió…
Fue un dia hermoso, no triste, bueno raro, aaahhggg no se fue extraño dejemoslo asi, yo estaba triste, lo se es algo raro en mi, pero estaba triste y habia salido a caminar por el bosque, queria estar solo, llorar, sacar todo el miedo, frustración, esos sentimientos que por alguna extraña razon me invadieron.
Ya me habia alejado bastante de la villa y eso no me importo, queria estar seguro de estar solo asi que mientras mas lejano mejor….yo solo queria llorar.
Estaba seguro de estar solo, no sentia ningun chacra cerca asi que decidi empezar a hacer lo que llevaba aguantandome tanto tiempo y empeze a llorar, senti como las calidas gotas que mis ojos derramaban iban bajando desde mis ojos para pasar por mis cachetes y al final del recorrido por mi cuerpo caer en el suelo, tan solo estaba sentado con la cara entre las rodillas y fue cuando lo senti.
Senti como alguna presencia extraña me abrazaba calidamente, protectoramente, no sabia quien podia ser o cuanto tiempo me estubo viendo pero eso ya no importaba, me quede un momento mas llorando sin saber quien era el que me propiciaba aquel abrazo tan calido.
Después de que crei suficiente, me quite las lagrimas de los ojos y me movi un poco desaciendo el agarre y voltee a ver quien era aquella misteriosa persona. Era kiba.
Vi como el me veia con su mirada vacia, era algo muy inusual en el, siempre era tan alegre al igual que yo, y justamente ese dia, los dos ninjas mas alegres de toda konoha estabamos hay sentados lamentando nuestras penas, mire a kiba y le pregunte que le ocurria pero el parecia ido, miraba a la nada con esa mirada tan vacia.
Decidi abrazarlo tal como el habia echo conmigo, pasee mi brazo por su cuello y lo atraje hacia mi pecho, senti como un par de lagrimas se desprendian de su cara para caer por fin en mi camisa.
Que sucede le volvi a preguntar, no respondio nada, pasaron los minutos y tan solo estabamos los dos sentados, sin decir nada, sin hacer ningun movimiento hasta que el solto de la nada.
No me gusta verte triste. Esas palabras me llegaron dentro de lo mas profundo de mi corazon, nunca alguien habia echo eso, y menos llegar a tal punto de llorar tan solo por que me hubiera visto triste, nos quedamos unos minutos en silencio hasta que yo decidi que era mi turno de romper el silencio.
A mi tampoco me gusta verte triste kiba.
¿Por qué llorabas naruto? Me pregunto sin ni siquiera mirarme.
Yo, yo…. No lo se, le conteste reflexionando, creo que solo me senti solo, sin nadie a mi lado.
No digas eso, tu sabes que yo siempre estare a tu lado naruto. Esa respuesta me fue algo inesperada.
Gracias, fue lo unico que pude contestar, y asi nos quedamos durante mucho tiempo, solos, mirando a la nada, sin decir una solo palabra, pero no eran necesarias, el silencio habia cambiado, nos sentiamos comodos en el silencio.
Pasaron los dias y nunca tocamos el tema nuevamente pero todo habia cambiado para mi, kiba me demostro que era cierto lo que me habia dicho, ya no me sentia para nada solo, nos la pasabamos platicando haciendo alguna travesura o algo por el estilo pero el siempre a mi lado, incluso me llegue a quedar varias veces en su casa, yo ya era como de la familia.
Todo iba bien, nos divertíamos mucho, pero un dia escucho como mientras yo comia un plato grande de ramen en mi restaurante escuche como kiba platicaba detrás de mi con alguna chica que no reconoci su voz.
Yo suegui comiendo como se nada hasta que por alguna razon escuche que kiba mensionaba que estaba enamorado de una chica, no recuerdo el nombre de la chica pero no lo necesite, fue como si todo en mi se derrumbara, hice lo unico que me quedaba hacer….fingir. kiba se acerco después de un tiempo y me dijo que si ya nos ibamos pero le dije que estaba bien que me quedaria yo a platicar con el dueño del restaurante un rato que el se podia ir.
Cuando ya no senti su chacra cerca me derrumbe en la barra del restaurante, no tenia ganas ni siquiera de ramen, ya nada me apetecia, fue la unica vez que deje un plato de ramen sin terminar, tan solo me quede hay durante lo que parecieron horas.
Los siguientes dias fueron parecidos, yo me sentia pesimo a pesar de que tenia a kiba cerca pero habia algo en mi que no me dejaba olvidar las palabras de kiba por mas que quisiera, fingia todo el tiempo, siempre con esa sonrisa falsa que le mostraba para hacere sentir que todo iba bien, aunque no fuera asi.
Con el tiempo se dio cuenta sakura, una gran amiga por la que antes sentir una fuerte atracción, pero se habia acabado.
Una noche durante una mision ella me escucho llorar desconsoladamente y supo que algo realmente malo pasaba, yo no suelo llorar y ella lo sabia.
Le comente lo que pasaba y ella me contesto tristemente que estaba enamorado de el, no se porque pero esa respuesta no me sorprendio en nada, ella me comento algo que de tan solo recordarlo hace que un gran dolor cresca en mi pecho. Tiene novia…. Solto con la mirada gacha.
Esa fue la noche en que ella me escucho llorar desconsoladamente sin poder ayudarme en nada, yo estaba enamorado de kiba y el ya tenia novia, no me importo nada en ese momento, ni el que eso significara que fuera gay o algo por el estilo, no me importo el despertar a otra persona y que viera mi dolor, tan solo después de un momento decidia que no queria que me vieran en ese estado y desapareci. Abandone la mision podrian decir pero no es asi, cumpli en esa noche el encargo que teniamos, ir a recoger un pergamino a una tierra vecina.
Corri durante horas, no lo se, tan solo se que llegue cumpli con la mision y regrese antes del amanecer, deje el pergamino en la tienda de kakashi-sensei y una nota diciendoles que los veeria en konoha que yo me decidia a regresar por mi parte, no queria que me vieran en ese estado.
Llegue a medio dia a konoha y como si fuera tan solo una forma de matar la unica esperanza que tenia vi como kiba besaba en medio de la calle a una chica de nuestra edad, de pelo castaño, un poco mas baja que kiba y ojos cafes. Sakura tenia razon.
Kiba se sorprendio cuando llego mi equipo al dia siguiente de mi llegada y como no habia notado mi presencia el dia anterior les pregunto por mi, ellos dijeron que se supone que ya habia llegado que me les habia adelantado.
Toda la semana me la pase en mi casa, no salia para nada que no fuera realmente necesario, incluso rechace una mision cosa que nadie se lo podria creer hasta que sakura le explico con pesar a la hokage mi situación, ella entendia y ordeno que no se me fuera molestado por ninguna razon por tiempo indefinido.
No salia ni siquiera con kiba, cosa que le preocupo a este ultimo y termino por preguntarle a sakura si sabia la razon por la que estaba asi, ella al igual que con la hokage le contesto con mucho pesar la razon.
Kiba dejo de buscarme, dejo de insistir en que salieramos a alguna parte a pesar de mis rotundas negaciones. No culpa a sakura de nada, incluso le agradesco ya que considero que fue lo mejor.
Pasada la semana decidi empezar a salir pero no conversaba con nadie, vi pasar varias veces a kiba con la mirada gacha y ni se volteaba para mirarme, estaba enojado probablemente.
El me habia brindado una gran amistad y yo le pagaba enamorandome de el. No lo culpa aunque hace un mes que no nos dirijimos la palabra.
Hace una semana deje de lamentarme y comense a recordar los bueno momentos cuando nos la pasabamos divertidos haciendo cualquier tonteria pero juntos, nada parecido a como es ahora, solos.