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Devuelveme mi virginidad por Nayumi Twins46

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Notas del capitulo:

Izu: wooos!!! ¡¿Como están?!
Minami: ...
Izu: Mi hermanita está temerosa porque éste será el primer lemon que suba a alguna pagina, se merece un aplauso
Minami: por la valentía....
Izu:¬¬....ammm, bueno ^^..! esperamos que lo disfruten, y para aclarar de inmediato la "Gay parade" (creemos que así se escribe, nunca preguntamos" se hizo aqui, en santiago de Chile, cerca de la moneda y nosotras dos fuimos, nos llevo nuestra hermana mayor.
Minami: entenderan nuestra felicidad en esos momentos :3
Izu: tenemos muchas fotos...de niños lindos en plena escena yaoi ewe..
Minami: bueno, sin mas que decir, a leer!!

 

Mi hermana se enteró de una fiesta que se iba a realizar el día sábado 19 de Noviembre, al principio no le interesó la idea, pero cuando le dijeron de qué se trataba corrió a pedirle el permiso correspondiente a nuestros padres.

El que sea "Fujoshi" (o algo así me dijo que era) no me molesta, pero el que me involucre siempre a mi ¡lo odio! Siempre metiéndome en sus temas “Yaoi” y esas cosas que no entiendo, lo único que sé es que es un género sobre homosexuales y no me quiero enterar más allá de eso

Mi padre no la iba a dejar sola, porque era un lugar muy peligroso, porque era muy pequeña para salir sola y otras cosas más. Apenas oí el "no" por parte de mi padre intenté salir huyendo para que no me pillara y me usara, como siempre, para salirse con la suya. No alcancé a ser lo suficiente rápido, me tomó del brazo y me volteó hacía mis padres, sonreía victoriosa y habló en un tono de extrema alegría-Pero no voy a ir sola, mi responsable y amable hermano mayor se ofreció voluntariamente a llevarme solo si me conseguía el permiso- le dijo a mi padre, a veces odiaba lo controladora que podía ser.

Aun cuando le negaba con la cabeza a mi padre, no entendió y la dejó ir igual. Mi hermana llegaba a dar saltos de felicidad, mientras yo me encontraba entre la depresión y el odio hacía mi hermana menor.

Me dirigí hacía mi habitación y a encerrarme hasta que ese día pasara, definitivamente no la llevaría.

-¡¡¡¡Por favor!!!!-me gritó mi hermana lanzándose a abrasarme-¡Por favor, acompáñame!-se arrodilló frente a mi y comenzó a rogarme que la acompañara-¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡Por favor, acompáñame!-

-¡Está bien!-le grité-pero levántate que te ves ridícula-le ordené y entre a mi habitación cerrando la puerta de golpe tras de mi

Sé que me arrepentiré de esto, algo en mi me lo decía

 

 

El fatídico día llegó, si es necesario me haría pasar por enfermo, pero no la quería llevar, no quería ir a ese extraño lugar lleno de...de...de ¡Homosexuales!

-¡Hermano!-me gritaba mi hermana desde afuera de mi habitación, golpeando la puerta con toda su fuerza-Prometiste llevarme, ahora abre, levántate, vístete y vámonos-me ordenó mas yo intenté hacerle oídos sordos

Sentí un gran estruendo que me asustó, salí de debajo de las sabanas para encontrarme con la no muy usual imagen de mi puerta tirada en el piso con mi hermana pisoteándola con una cara de rabia. Por todo mi cuerpo recorrió un escalofrío, creo que de verdad quería ir a ese lugar

-¡¡Levántate!! ¡Ya tengo mi cámara cargada! ¡Quiero ir y dijiste que me llevarías!-me gritó con un tono asesino en su voz.

En menos de dos segundos ya me encontraba en la ducha.

 

Fue el viaje más largo de mi vida, y eso que no quedaba muy lejos. Mi hermana iba con una gran sonrisa en los labios, ni yo mismo podía describir su felicidad, andaba con su cámara en la mano y no la soltaba por nada en el mundo.

-A tu edad, no creo que sea normal tener este tipo de gustos-hablé para intentar entablar una conversación en lo que tardábamos en caminar para llegar a ese lugar- No creo que sea muy normal que te gusten ver esas cosas-

Mi hermana me miró molesta y me susurró algo que no pude escuchar- A mi no me importa si es normal o no, me he enamorado de esto y con eso me basta-me respondió

-¿Qué clase de respuesta es esa?-le pregunté- ¿Pensaste alguna vez en como reaccionarían nuestros padre si se enteran de que es lo que ves, o lees, exactamente?-a ver si con esa pregunta se ponía a pensar un poco

-Claro que lo pensé-me respondió muy segura de ella misma- Les mentiré, lo he logrado todo éste tiempo, lo lograré más adelante-

Dejé la conversación hasta ahí, con su extraña lógica no se puede y no se le puede hacer cambiar de idea. Mi hermana es muy difícil.

Cuando por fin llegamos casi sale corriendo para perderse entre la multitud, pero antes de eso la detuve del brazo- Tú no te separas de mi, te tengo que mantener vigilada, si algo te pasa el responsable seré yo ¿Te quedó claro?-le dejé clara las reglas desde un principio si quería permanecer en éste lugar

Pareció molesta al principio, parece ser que no quería que anduviera con ella porque sabía que la iba a limitar, pero luego sonrió y se dirigió a mí- Como quieras, a ver si por fin mi sueño de tener un hermano gay se me hace realidad-dijo casi más para ella que para mí, y comenzar a caminar delante de mí

Esa niña me va a volver loco un día de estos

Había cinco escenarios, dejando claro el espacio de “la fiesta”, había seguridad por todos lados y vendedores, claro. Mi hermana miraba con felicidad para todos lados, pero lo principal era encontrar a sus amigas...Perfecto, tendré que cuidar de tres revoltosas, infantiles y locas jóvenes.

Sentí que alguien gritaba a lo lejos y de repente estaba en el suelo- ¡¡Dante!!-gritaron dos chicas abrasándome con fuerza

-No se que le ven-reclamó mi hermana ayudando a sus amigas a levantarse

-María ¿Cómo estás?- preguntaron ambas al mismo tiempo, saludando

-Valentina, Francisca. Bien ¿Y ustedes?-saludó mi hermana

Claro, yo no importo. Ni siquiera me ayudaron a levantarme, después de que ellas me botaran al suelo

-Y... ¿Qué le ven?-volvió a preguntar mi hermana indiferente mientras me miraba molesta

-Sencillo-Habló Francisca para responder primero- Ese hermoso y sedoso cabello negro azabache, brillante, como si fuera un despejado cielo nocturno lleno de estrellas-me comenzó a describir

-Y tiene esos hermosos ojos-continuó su prima, Valentina- de azul noche, como ese color raro...el índigo. Brillando de esa forma tan adorable-Mi hermana solo las miraba atenta a lo que decían

-Esos labios tentadores, su rostro delicado y su suave piel- Esto me estaba asustando un poco   

-Esos aires de inocencia y timidez-agregó Valentina, interrumpiendo a su prima- que lo hacen ver indefenso ante cualquier hombre-

-¡Es un perfecto uke pidiendo a gritos a un seme!-gritaron ambas a la vez y mi hermana solo asintió con la cabeza

Me gustó la forma en la que me describieron, pero...- ¡¿Qué carajo es un “Uke”?!-

Las tres me miraron, como si me estuvieran diciendo “idiota” con esa mirada

-Deberías saberlo, te lo he dicho varias veces- me respondió mi hermana

-Es que nunca te escucho cuando me hablas de esas cosas-le aclaré esperando algo de parte suyo, pero no me hizo nada, gracias al cielo

-Bueno, le daremos la misma explicación que le damos a las personas que no están interesadas en esto-se adelantó a responder Francisca

-Un “uke” es aquel a que se lo meten y el “seme” es aquel que lo mete-Me respondieron las tres casi a coro.

No entendí que me quisieron decir, en realidad, ya ni sé de lo que hablan.

Se pusieron a caminar y de muy mala gana tuve que seguirles. No quería estar ahí, no es que me desagraden por sus gustos ni nada de eso, es solo que no me siento cómodo en ese tipo de lugares, en donde hay fiesta por todos lados. Además, con todos fumando y bebiendo...no podía perder de vista a mi hermana y sus amigas.

Entre más adentro nos íbamos, más se sentía la fiesta. Aunque aun había poca gente, claro si aun era temprano, de seguro llegarían más en la tarde.

Por alrededor de las tres o cuatro de la tarde les dio hambre, al menos con algo de lo que trajeron de dinero las amigas de mi hermana logramos comprar algo de comer, pero yo tuve que poner lo demás.

Había mucha gente, no nos dimos cuando se lleno mientras almorzábamos. Muchos iban con sus parejas, ya fueran hetero o no, a nadie le importaba, todos venían a pasar un buen rato. Mi hermana y sus amigas, las tres con cámara en mano y sin perderse nada, fotografiaban a los niños lindos (según ellas) o lo que les llamara la atención. Como una tierna niña de unos cinco o seis años de edad, que vestía un vestido negro y tenía tomado su pelo y amarrado con un moño negro, creo que mi hermana dijo que eran góticos quienes la acompañaban y que la niña parecía muñequita. Realmente no las entiendo.

Luego se les ocurrió ir al ultimo escenario, ese lugar estaba lleno de gente, claro si ahí estaba la buena música y toda la alegría que le faltaba a los demás escenarios. Se lograron hacer el camino hacía adelante, yo solo seguí, más de una vez sentí roces en mi trasero de manos ajenas y miradas de otros, esto no me estaba gustando.

Cuando ya no vieron la forma de avanzar más adelante, se conformaron con el lugar en el que quedaron. Un poco más allá había un par de chicos bailando, uno andaba sin nada arriba y el otro, estaba detrás de él acariciándolo y besándole en el cuello, mi hermana y sus amigas no le quitaban la vista de encima y en vez de fotos, grababan.

De la nada me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, como si supiera que algo malo me iba a pasar, pero traté de ignorarlo.

En un momento en el que bajé la guardia, un chico se me colgó al cuello y me besó la mejilla, sentí el sonido de tres cámaras fotografiándome y me giré hacía el chico- ¡¿Qué crees que haces?!-le pregunté totalmente sorprendido

-¿Quieres bailar un rato?-me preguntó con una sonrisa llena de esperanzas

-Lo siento, pero tengo que cuidar de mi hermana y sus amigas- le respondí para rechazar su oferta amablemente, no quería hacer enojar a nadie

-¿A quienes? Yo no veo a nadie-me dijo aquel tipo señalando hacía el lugar vacío en donde se suponía debían estar esas tres

-¡Ah! ¡Lo siento! ¡Me tengo que ir!-le dije para apartarme y tomar mi teléfono.

Se hacía tarde, ya casi no había sol, cuando vi la hora ya casi eran las ocho de la tarde y ahora ¡Se me habían perdido esas tres! Si algo les pasa el responsable seré yo y me terminaran castigando.

Intenté llamarle unas cuatro veces, pero ninguna de ellas me las contestaba. No podía escuchar nada, me aparte más y me fui hacía la muralla, en donde no había nadie y no se escuchaba tanto ruido. Intenté llamar a una de sus amigas pero tampoco me respondían ¡¿Y si les paso algo?!

Intenté llamarle nuevamente, pero tampoco obtuve respuesta. Cuando lo iba a intentar nuevamente alguien, que apareció de la nada, me lo quitó y canceló la llamada. Me volteé para ver al idiota que me había quitado mi celular y reclamarle por lo que hizo, pero me quedé sin palabras al ver a tal persona frente a mí, es la primera vez que veo a un hombre tan hermoso en mi vida

Aquel sujeto que me ganaba en altura, que tenía una hermosa sonrisa llena de ego, de unos hermosos ojos pardos que reflejaban su confianza, su cabello castaño oscuro, su joven apariencia, no aparentaba más de veinticinco. La ropa que llevaba me dejó aun más impresionado. Una camiseta negra, que resaltaba su fuerte pecho, unos jeans ajustados y esa chaqueta negra de cuero, que llevaba abierta que lo hacía ver irresistible. Lo miré de arriba hacía abajo, ahogando cualquier palabra que pudiera salir de mi boca.

Cuando vi su mano derecha y vi que en ella sostenía mi celular me molesté, recordé lo que había hecho y fruncí el ceño molesto para enfrentarlo, su altura y notables músculos no me iban a intimidar- ¡Oye! ¡Devuélveme ese celular!-le ordené extendiendo mi mano

-Veo que tienes carácter, pequeño- me dijo acercándose a mí, comenzando a acorralarme contra la pared

-Eso a ti no te importa, devuélveme ese celular ahora, tengo que llamar a mi hermana. Nos tenemos que ir-le dije para que me dejara ir y me devolviera ese celular

-¿Ya te vas? Después de que tanto espere por ti-me dijo él manteniendo el mismo tono seductor y lujurioso en su voz, esto no me daba buena espina.

Me terminó de acorralar contra la pared y me tomó del mentón, levantando mi rostro y acercándolo un poco al de él. Yo solo le miraba molesto, buscando la forma de salir de ésta-Suéltame-le ordené pateándole en el estomago con una fuerza que no sabía que tenía

Se separó de mi, un poco adolorido por el golpe, y me miró- Eres más fuerte de lo que pareces-me elogió

¿Si? Pues dos golpes como ese no me salen. Debería haberme ido, pero no podía sin mi celular, era lo único que me quedaba para comunicarme con mi hermana y saber donde y como estaban

Aquel sujeto se guardó mi celular en uno de los bolsillos de su chaqueta y me volvió a tomar de la misma manera, esta vez pegándome contra la pared y posicionándose frente a mí. No te puedes ir sin tu celular ¿verdad?- le miré con enfado, confirmándole que así era- Bien, te lo devolveré cuando termine contigo-me dijo

-¿Qué piensas hacer conmigo?-le pregunté algo temeroso

-Ya veras- fue lo único que me respondió y luego me besó

Como me pillo con la guardia baja, inmediatamente introdujo su lengua dentro de mi boca. Abrí mis ojos por la sorpresa ¡Ese hombre me estaba besando! ¡A mi! ¡Un completo extraño! Lo golpeé para que me soltara, pero no era con la fuerza suficiente, me tomó ambas manos mías con una sola de él y las elevó por encima de mi cabeza y las pegó a la pared. Me estaba quedando sin aire, pero aun no me soltaba.

Se separó unos segundos del beso, estaba jadeando y con mi cara ardiendo, intentaba recuperar el aire como pudiera para poder decirle algo a ese tipo.

Con su mano libre acercó mi cuerpo al suyo, golpeando mi miembro contra su pierna. Volvió a acercar su rostro, cerré mis ojos fuertemente y abrí mi boca para dejar que introdujera su lengua nuevamente, ni si quiera sé porque, mi cuerpo lo hizo solo. Sentía su lengua moviéndose contra la mía, se sentía demasiado bien aquella sensación, tanto que hasta llegaba a gemir suavemente, dejándome llevar por aquel hombre mayor que yo

Su mano se introdujo por dentro de mi camisa y la guió hasta mi pecho, rozando con la punta de su dedo uno de mis pezones, haciendo recorrer por mi espalda descargas de placer, agradables escalofríos recorriendo por todo mi cuerpo, haciéndome suspirar e intentando aguantarme cada quejido que salían de mi boca. Lo sentí sonreír mientras aun me besaba

Bajó su mano, dejando mi pecho tranquilo, y las llevó hasta mi pantalón, desabrochó el botón de mi pantalón y bajó mi cierre lento, torturándome y poniéndome impaciente. Comenzó a frotar, por encima de mi ropa interior, mi miembro, provocándome cada vez más- Parece ser que te gusta lo que hago- me susurró en el oído, mientras yo apretaba mis labios con fuerza para evitar gemir, pero era casi imposible

Llevó sus labios a mi cuello, rozando con la punta de su nariz mi sensible piel- Te vi cuando llegaste en la mañana, acompañado de la otra niña- comenzó a decirme, en voz baja, mientras daba unas pequeñas pausas para besar suavemente mi cuello- Llamaste mi atención desde que te vi, no sabes lo celoso que me sentí cuando las otras dos niñas se tiraron encima de ti, hasta me dio envidia-siguió diciéndome

Dejó caer mis pantalones y mi ropa interior hasta mis pies, para luego quitármelos y comenzar a masturbar mi pene erecto con su manos, a un ritmo que me enloquecía-Me dije a mi mismo que a tal bella persona tenía que hacerla mía- Continuó diciéndome, acercando sus labios a mi mejilla para besarla- Iba a buscar el momento y te iba a alejar de los demás, pero eso ya lo habías hecho por mi así que aproveché-me terminó de decir antes de besarme

Liberó mis manos y automáticamente lo abracé, sentía mis ojos empañados por el placer, se me dificultaba ver bien, aun así, el rostro de aquel sujeto lo podía ver bien todavía.

Escuché el sonido de un cinturón desabrochándose y de un momento a otro me sentí invadido y adolorido. Se había introducido en mi interior con fuerza y rapidez, aun no podía procesar lo que había hecho cuando sentí que me embestía nuevamente, con suavidad, y por mi cuerpo corría una descarga de dolor y placer mezclados

Mi voz ya no la podía contener, gemía lo suficiente fuerte para que solo él y yo escucháramos. Me embestía con fuerza, pero a la vez con calma, teniendo en mente que esta era mi primera vez, sentía lagrimas correr por mis mejillas, de dolor y placer, esa sensación me estaba enloqueciendo, si ya hasta me había olvidado de cómo me llamaba para ese momento.

Con una de sus manos soportaba el peso de ambos, manteniéndola apoyada contra la pared, mientras con la otra me abrazaba y me mantenía cerca. Yo, en cambio, me aferraba a él, queriendo tenerlo cerca, enterrando los dedos de una de mis manos en su cabello y la otra en su espalda, hiriéndole. Intentaba ocultar mi rostro en su cuello, no quería que me mirara en tan vergonzosa situación.

Besó mi cuello e intentó acercarse a mi oreja, lo suficiente para que lo oyera- Déjame mirarte, deja que vea tu hermoso rostro-me pidió en un tono sensual, que me hizo soltar un quejido que estoy seguro que le hizo sonreír.

Negaba con mi cabeza porque las palabras simplemente no podían salir, mi cuerpo entero temblaba del éxtasis, necesitaba sentirlo con más fuerza en mi, embistiendo hasta lo más profundo- M...m-as, por...por fa-favor- Le pedí con dificultad entre suspiros

-Solo si me dejas ver tu hermoso rostro-me dijo sonando algo contento por la petición de mi parte

Tramposo.

Hice lo que me pidió y dejé de ocultar mi rostro en su cuello, desvié mi vista, no quería verlo a la cara cuando viera mi expresión.

Me besó suavemente en los labios, pero yo profundicé ese beso, siendo yo ahora el que tomara la iniciativa en el beso, pero terminó por controlarlo él igual. Todo mi cuerpo estaba débil y siendo demasiado obediente con aquel hombre de fuertes brazos que me sostenía.

Me dio en el gusto, respondiendo a mi capricho, y comenzó a embestirme con más fuerza, lo podía sentir llegar más a fondo. Dándome a probar un nuevo nivel de placer, haciendo que mis manos se aferraran con más fuerza a él.

Ya estaba llegando a mi límite, estaba llegando al orgasmo por primera vez, pero no quería, aun no. No quería que me dejara de abrazar, me sentía bien siendo sostenido por sus brazos. Pero realmente ya no podía aguantar un segundo más

Aun me estaba besando, tampoco me quería separar, pero fue casi automático el que abriera mi boca, dejando un hilo de baba uniendo nuestras lenguas, y saliera un gemido que ni mordiéndome la lengua lo evitaba. Nos corrimos ambos al mismo tiempo, sintiendo algo tibio llenándome por dentro. Por mi culpa terminó sucio, pero no pareció importarle

Salió de mi interior, finalmente, pero no me soltó. Me mantuvo abrazado a él unos minutos más, como si no me quisiera dejar ir todavía.

Me besó suavemente en los labios y me soltó. Tomé mis bóxers y mis pantalones para vestirme, sin decir una maldita palabra por la vergüenza. Él sacó mi celular y antes de entregármelo vi que hizo un par de cosas.

Me levanté y miré mi camisa, estaba sucia y para que mi hermana no se diera cuenta, me la quité y la di vuelta, por lo menos no se daría cuenta hasta que le pidiera mi chaqueta.

-Soy Jack-lo escuché decirme, extendió su mano para entregarme mi celular y yo lo recibí

-Soy...Dante-le respondí algo temeroso y aun avergonzado

Lo vi sonreírme, algo triste eso si, pero me sonrió. Tomó de mi mentón para acercarme y besarme por última vez. Apasionado, mientras movía su lengua contra la mía, logrando percibir el dulce y adictivo sabor de su boca, yo me abracé a su cuello, acercándome más para sentirlo más cerca de mi, si esta sería la ultima vez que lo veía, esperaba poder recordarlo de alguna manera.

Se separó del beso y me acarició la mejilla, sin decir una sola palabra más se fue. Algo me decía que yo tampoco le podría haber dicho algo, sino, el despedirse se nos hubiera dificultado más.

Lo vi perderse entre la multitud que aun disfrutaba de lo que quedaba de fiesta...

¡Espera! ¡¿Multitud?! ¡¿Fiesta?! ¡Mierda, me acabo de acordar donde estoy y que acababa de pasar! ¡Ahhh! ¡Si hasta me dieron ganas de ir a golpearlo por lo que me hizo! ¡Ese hombre me acaba de quitar mi virginidad! ¡Un hombre, para empeorar la situación!

Pero más importante ahora es encontrar a mi hermana y a sus amigas, ya no quería estar un segundo más en ese lugar. Corrí hacía donde estaban los demás, a ver si con un poco de suerte las encontraba.

Efectivamente, y gracias al cielo, así fue. Las encontré muy felices bailando, saltando y aun sacando fotos a lo que veían, mientras yo me había preocupado y fui violado mientras ellas no estaban...Aunque no sé si cuenta como violación el que lo haya dejado, pero... ¡Pero no lo dejé, pasa que no tenía como pelear, eso es todo!

Estaba muy molesto, por un montón de cosas, ahora lo único que quería era llegar a casa.

Las fui a buscar, tomé a mi hermana de la mano y comencé a caminar, obviamente ella tomó a una de sus amigas y esta a la otra. No les dije ni una sola palabra, solo comencé a caminar hasta alejarme de ahí.

Cuando llegamos al primer escenario, me detuve y me volteé a verlas molestas, se encogieron con miedo y bajaron sus miradas al suelo esperando a que las regañara, pero yo lo único que hice fue extender mi mano y exigir mi chaqueta. Mi hermana me la entregó un poco extrañada y seguimos con nuestro camino para poder llegar a alguna parte en donde pudiéramos tomar algún taxi o algo para volver a casa.

-He-hermano ¿No nos vas a regañar por haber desaparecido sin avisarte?-me preguntó María, tímida al parecer

-No, no lo haré. Debería, pero no. Ya tuve suficiente el maldito día de hoy, ahora solo quiero volver a casa-les respondí aliviando un poco a las tres

-¿Te pasó algo malo?-Me preguntó Francisca, un poco curiosa

-Olvídenlo, no quiero hablar de eso-fue lo ultimo que respondí

Lo demás del camino yo me mantuve callado mientras aun intentaba olvidar lo que me había pasado. Es que ¿Cómo es posible que un joven como yo haya perdido su virginidad con un hombre? ¡Con un hombre! De seguro ese pervertido-hago-lo-que-quiero-donde-quiero de Jack es mayor que yo ¡Yo solo tengo 17 años de edad! De seguro él ha de tener unos veintitantos. Aun así se veía muy joven y se notaba que hacía mucho ejercicio, o se mantenía activo de alguna forma... ¡¿En que estoy pensando?!

Después de pasar a dejar a las amigas de mí hermana y llegamos a la casa. Lo primero que hice fue correr a mi habitación, ni siquiera salude a mis padres, pero estoy seguro de que María les habrá dicho alguna mentira para que no me molestaran.

Cogí mi pijama y unos bóxers limpios y me dirigí al baño, para ducharme. Necesitaba limpiarme, quería quitarme la horrible fragancia de ese hombre de mi cuerpo, no lo soportaba más.

La tibia agua comenzó a correr por mi cuerpo, golpeándome y hacerme sentir más relajado. Aun así, hay algo que ni el agua podía quitar de mi cuerpo y eso era la sensación de las manos de ese hombre, los fuertes brazos sosteniéndome o sus labios pasando por mi cuello. Cada embestida grabada en mi cuerpo, cada caricia, cada beso, todo eso no lo podía quitar de encima.

Sentí las lagrimas caer por mis ojos, ya ni siquiera eso podía controlar -¿Qué mierda me había hecho ese bastardo pervertido?-me pregunté a mi mismo dejándome ahogar por mis lagrimas

 

Ya han pasado más de tres semanas desde ese día, los días pasan como siempre. Entre la escuela, los estudios, los exámenes, las salidas con mis amigos, las discusiones tontas con mi hermanita o con mi hermano mayor, las salidas que tuvimos en familia ya ni tengo tiempo de pensar en él o lo que me hizo. Pero cuando llega la noche, sueño con él una y otra vez, es algo que no puedo evitar, no me molesta en lo absoluto, lo que me molesta es que cuando me tengo que bajar la calentura, se me venga él a la cabeza y así acabo más rápido.

Tenía que aceptarlo, no lo volvería a ver nunca más, pero no puedo. No lo quiero olvidar, mi cuerpo, mi mente, mi corazón no me dejan, por mucho que lo ignoré en el día, los sueños que tengo me siguen diciendo que lo espero, que lo anhelo y que lo necesito a mi lado ahora.

En una noche de viernes, bueno tarde de viernes, después de haber regresado de la escuela estaba echado en la cama, pensando. Me entraron las ganas de bañarme cuando siento mi celular sonar. Era raro recibir una llamada en día viernes de mis amigos, normalmente eran los sábados después de las doce.

Fui por mi celular para ver quien era, mi cara de sorpresa fue bastante grande cuando vi el nombre del que llamaba “Jack”, así decía. Era imposible, no podía ser él, no recuerdo haber anotado su numero, o haberle dado el mío ¡¿En que momento?!

Ahora que recuerdo, ese hombre antes de entregarme mi celular tecleo un par de veces...podría ser que anotó su número, que haya tomado el mío...ese maldito

Le colgué, no quería hablar con él. Por mucho que se haya agitado mi corazón cuando vi su nombre, por muchas ganas que tenía de escucharle nuevamente, no lo hice, me negué. Colgué, o por lo menos creo haber apretado el botón rojo de mi celular

-Ese maldito pervertido-comencé a quejarme con el celular en mi mano- después de lo que me hizo, se atreve a llamarme. No voy a caer esta vez, no me volveré a acercar aunque quiera lo contrario. Aunque mi cuerpo me pida que lo abrazara de nuevo, no lo haré-seguía quejándome

-¿Solo abrazarme si me ves? Que infantil que eres-escuché que me decía una voz, la reconocí de inmediato aun con lo mal y bajo que sonaba

Miré mi celular y comprobé lo que creí, en vez de apretar el botón rojo para colgar, terminé contestando- ¡Ah! Yo...-Ya no sabía ni como contestarle de la vergüenza

-Si yo te veo de nuevo, te tomo y te hago mío de nuevamente-me dijo sin esperar que le dijera algo antes, me sonrojé como tomate, estoy seguro- ¿Qué se te pasó por la mente, pequeño pervertido?-me preguntó con burla en su voz

-¡¿Yo pervertido?!-le pregunté perdiendo el control- ¡¿Qué hay de ti?! Tú fuiste el que me violó en plena calle-le respondí molesto

-Si, lo sé, pero yo siempre hago lo que quiero, cuando quiero y donde quiero-me devolvió indiferente- Además, no vi ninguna resistencia de tu parte, incluso tu fuiste el que me pidió que lo hiciera con más fuerza ¿O me equivoco?-me preguntó dejándome sin palabras- De esa forma no cuenta como violación-me terminó de decir

-Tú...-le dije bajito, aguantándome la rabia, estaba realmente enfadado con aquel sujeto

-Es verdad, te llamaba para invitarte a salir-me dijo, cambiando su tono de voz a uno más alegre- Es la primera vez que me acuesto con un hombre y siento la necesidad de verle nuevamente-me dijo haciendo que me tranquilizara un poco por lo que dijo- Claro y ver si tengo la oportunidad de acostarme contigo de nuevo, en una cama y así no te quejas-me terminó de decir con un tono lujurioso

-Tú, maldito bastardo pervertido-comencé a maldecirle en voz baja, para luego estallar gritándole- ¡¡¡¡¡DEVUELVEME MI VIRGINIDAD!!!!!- a todo pulmón, de seguro y escuchó mi familia...y los vecinos

Notas finales:

Minami: TT-TT sean sinceras ¿Cómo ha quedado?
Izu: calma, tan mal no ha de estar
Minami: ya, igual, a quienes les gustó como quedó...tengo pensado continuarlo
Izu: pero...aparte ¿cierto?
Minami:...amm...¿si?...beuno, no importa, si quieren que lo continuen dejen un review
Izu: alguna critica, tambn dejen un review
Minami: alguien quiere subirme la confianza y alegrarme el día, manden un review ^^
Izu: aun está temerosa por lo que subió
Las dos: nos despedimos, hasta otra


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