Era un lindo día en Konoha, los pájaros cantaban alegremente. Pero para un pequeño niño castaño era el comienzo de una pesadilla.
Estaba llorando, pues su padre le había revelado la cruda verdad, ellos eran de la rama secundaria de la familia Hyuga, y estaban condenados a usar la aquella marca.
Pensaba que su tío se apiadaría de él, pero no fue así, no tuvo piedad alguna al momento de…
Gimió un poco más fuerte, no pudiendo hacer otra cosa más, cuando noto que lo tocaban levemente por el hombro. Levanto la mirada dispuesto a gritarle que se alejase, cuando vio la tímida mirada de un pequeño de casi su misma edad.
-¿Por qué lloras?- le pregunto el niño del cual desconocía su nombre.- ¿te pegaron?- Negó con la cabeza, sintiendo imposible el apartar su vista del niño de cabellos azabaches.
El niño se sentó junto a él y lo tomo de la mano, se sorprendió mucho ante tal acción pero no dijo nada. El pequeño empezó a tararear una canción desconocida para él.
-Mi mamá siempre me canta una canción cuando me siento triste, por cierto, me llamo Sasuke.
-Ne…Neji
-Tus ojos son muy bonitos, se parecen a los de Hinata-chan…- su semblante se oscureció, el pequeño pelinegro pareció notarlo.- pe…pero a ti te quedan mejor…- le miro de nuevo, había un pequeño sonrojo en sus mejillas.
-¡Sasuke! ¡Donde estas!- el grito llamo la atención de ambos, el pelinegro se paró enseguida y me dirigió una sonrisa.
- Me tengo que ir, mi onichan me busca, ¿Te veré después?- el castaño solo asintió, y el niño corrió al encuentro con su hermano. El mencionado le miro, pero no le tomo importancia.
Después de ese día se hicieron amigos, pasaron los años y ocurrió lo inesperado. Un día de clases normal se dio cuenta de que su amigo azabache no había asistido se preguntó por qué. Pero cuando quiso averiguarlo no pudo. A quien preguntara le miraba con tristeza. Entonces se preocupó.
Los días siguientes el Uchiha falto, y cuando regreso todo cambio, el dulce Sasuke había desaparecido, cuando quiso acercarse fue rechazado con la más fría de las miradas. Decidió dejarlo, darle su espacio, tal vez eso era lo que necesitaba, se dijo. Pero pasaron los años y llegaron a donde estaban ahora…
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Se encontraba de misión con el equipo 7, en busca de Sasuke para devolverlo a la aldea. Sin embargo se toparon con los Akatsukis, estos querían atrapar a Naruto. No estaban ni cerca de derrotarlos, cuando se dieron cuenta de que no podían escapar. Detrás de ellos un barranco se alzaba y la caída no era para nada admirable. Si caías, morías, pero eso ya lo tenían claro.
Ten-Ten, Lee y Sakura habían sido derrotados, solo quedaban Kakashi, Naruto, Gai-sensei y el. Eran dos contra cuatro y aun así tenían las de perder.
Mientras Gai y el atacaban a Kisame, Kakashi y Naruto se volvían contra Uchiha Itachi. Su sensei logro quitarle la espada al hombre-pez, pero este le lanzó un ataque que lo dejo fuera por unos momentos, momentos que no debieron darse, momentos que hicieron a Neji recibir un ataque que lo dejo apenas unos centímetros de caer del precipicio. Se levantó con dificultad, enfocando la vista la bestia que se preparaba para lanzarlo al precipicio.
Lanzo el ataque…
No podía apenas ni moverse…
Sintió como fue empujado hacia un lado.
-¡Sasuke!
-¡Cuidado!
Abrió los ojos como platos al ver la escena que ante sus ojos ocurría. Sasuke Uchiha apareció, recibió el ataque por él y ahora caía. Lo vio todo en cámara lenta, no pudo reaccionar.
-¡SASUKE!- miro al lugar en donde había venido el grito, el chakra de Naruto envolvió el lugar. Los Akatsukis huyeron, y los acompañantes del azabache bajaron el risco con prisa, los demás los siguieron.
Pero al bajar no había nada, unos rápidos parecían haberlo arrastrado.
-Más te vale que no le haya pasado nada a MI Sasuke-kun, de lo contrario te juro que te matare.- una chica pelirroja le hablo amenazante, pero ocultando el torbellino de sentimientos que se acumulaban en él, le respondió altaneramente.
-No es mi problema.- hablo secamente, sorprendiéndose a sí mismo. Cuando el trio se hubo alejado, decidieron buscar en los alrededores, alguna pista que les pudiera llevar al paradero del dueño del Sharingan.
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Abrió los ojos con pesadez, no sabía dónde se encontraba, de hecho no recordaba…
-¡Oh! ¡Has despertado!- volteo rápidamente a la persona que había gritado, se trataba de una anciana.- Gracias al cielo que estas bien, mi esposo te trajo diciendo que te había encontrado a las orillas del rio, estabas muy lastimado.- Hasta ese momento se dio cuenta de que lo dicho por aquella mujer era cierto, se miró así mismo, lleno de vendajes.
Un hombre entro por la puerta de la pequeña cabaña donde se encontraba.
-Oh veo que estas bien.- el hombre le revolvió el cabello en un gesto cariñoso.- creí que no la contarías…
- ¡Chitsu! ¡No digas esas cosas!
- Ay mujer, no te alteres. Dime jovencito, ¿Qué te sucedió?
-Yo no…no lo sé…
-Debiste haber caído al rio, ¿No recuerdas nada?- el pelinegro solo negó con la cabeza.- ¿Tienes familia? ¿Nombre? – aún más asustado volvió a negar.
-Oh, que desgracia…- comento la mujer.- ¡ni hablar! Se quedara con nosotros hasta que recuerde…
- Pero Kisumi…
-¡Nada de peros! No vas a dejarlo solo para que muera en el bosque.- el menor trago grueso mirando al anciano que lo veía desconfiado.
-De acuerdo…
-No quiero ser una molestia…- se dio cuenta que su voz sonaba cansada.
-Descansa cariño, debes haber tenido un día duro.
El moreno se miró de nuevo, aun lado suyo miro lo que parecían ser sus cosas, entre ellas, una espada, tal vez por eso el hombre desconfiaba de él. ¿Qué tal si era una mala persona?
Con aquella pregunta al aire cerro los ojos.
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-Oye Sasu-kun…
-¿umm?
-Yo…etto…te quiero…
-Yo también te quiero Ne…
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Un niño de cabellos castaños le miraba sonriente, se fijó en sus ojos color perla. Su corazón se aceleró sin sentido alguno…
-Ne…Sasuke-kun, ¿Seremos amigos siempre verdad?
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-¡Hare que regreses!
-Hmp, Como si fuera a permitirlo
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Miro los cuerpos muertos de sus padres en el piso, bañados en sangre. Y reconoció unos ojos rojos mirándolo amenazadoramente.
-Es tu turno, tonto hermano menor…
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-¡AHHH!
Se levantó envuelto en sudor, le dolía la cabeza de una forma impresionante. Su respiración era entrecortada. ¿Qué había sido eso?
-Cariño, cariño ¿te encuentras bien? Vamos, solo fue una pesadilla, tranquilo.
- No fue…no, no fue.- su cuerpo comenzó a temblar al recordar esos extraños ojos rojos, cerró los ojos fuertemente, tratando de apartar ese recuerdo de su mente.
-Dime niño, ¿Acaso recordaste algo?- hablo el anciano que acababa de entrar.
-Chitsu…
-Me lla-llamo Sasuke…pero no… no se.- se sostuvo la cabeza con ambas manos de un modo desesperado, asustando a los dos presentes.
-Tranquilo chiquillo, solos van a regresar.- tranquilizo el mayor.- ya duérmete que mañana me ayudaras con el trabajo.
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