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Nuevo Colegio por AkikoYaoi

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10.- Como en la duela


 


Se sentía un completo traidor. Dos meses llevaba en el Internado y por Kanagawa no se había aparecido ni su sombra. A veces llamaba a su Gundam, pero ellos ya se estaban cabreando de saber de él poco y nada y además solo por teléfono. Por eso decidió que ese fin de semana los iría a visitar aprovechando que el día lunes no tendrían clases.


El ansiado viernes había llegado, así que luego de almorzar y bañarse tomó su bolso que había dejado preparado la noche anterior para ahorrarse el mayor tiempo posible.


-Ya vamos, Zorrito. No quiero perder el tiempo.


-Por más temprano que llegues a la estación no conseguirás que el tren parta antes.


-Bah, lo que sea. No quiero tener un imprevisto y perder el tren.


-Admite que tengo razón -dijo burlón.


-Si te callaras, tal vez ya hubieses terminado.


-Como quieras.


 


˜*˜


 


Hicieron el viaje hasta la estación prácticamente en silencio.


-Vamos, Zorrito. Ya háblame.


-Me dijiste que me callara -le recordó.


-No hablaba en serio. Dime algo.


-Algo.


-Por lo menos intentas hacer bromas.


-Grmñn -gruñó.


Al subirse al tren comenzaron a comportarse mejor e hicieron un agradable viaje de vuelta a su ciudad. La verdad es que lo pasaban muy bien juntos, aunque nunca hicieran algo especial, se sentían bien uno al lado del otro. Su amistad con Rukawa se había vuelto tan fuerte como la que tenía con Yohei, o incluso más. Le parecía extraño, aunque estaba bastante lejos de molestarle de alguna manera.


 


˜*˜


 


-¡Hana! -cuatro muchachos llegaban junto al pelirrojo a palmearle la espalda.


-¡Chicos! Cálmense ¿quieren?


-Te extrañamos -dijo Takamiya.


-Las peleas no son lo mismo sin ti -dijo Ookusu.


-Ni las salidas al Danny’s tan entretenidas -agregó Noma.


-Por lo menos nadie me distrae en clases -se burló Yohei.


-Mal amigo -respondió Hana con una sonrisa.


-¿Eh? -Yohei vio a Rukawa tras su amigo y se sorprendió.


-¡Ah! Si, les había contado que éramos compañeros de cuarto -lo tironeó del brazo hasta dejarlo a su lado-. Pues también somos amigos.


-Mucho gusto -saludó Rukawa.


-Mucho gusto, Rukawa -correspondió Noma.


-Hola, espero que ya lo hayas golpeado bastante -saludó Ookusu.


-Un gusto, compadezco que tengas que soportarlo las 24 horas de día -se burló Takamiya.


-¡Hey! Quien lo diría. Un placer y supongo que bienvenido al grupo -dijo Yohei.


El pelirrojo asintió. Su Gundam le era tan fiel que no cuestionaron en ningún momento cómo habían pasado de tener una relación basada en discusiones y golpes a una amistad. Es más, estaba seguro que podría llevar una criatura verde con cuatro brazos y tres ojos y ellos lo aceptarían sin chistar si él decía que era su amigo.


En la salida, Rukawa se despidió para tomar un taxi, mientras la Gundam y Hanamichi se dirigieron a casa de este ultimo caminando entre broma y broma.


 


˜*˜


 


Se habían pasado el resto de la tarde hablando sobre trivialidades. Que cómo estaba la preparatoria, las notas, las chicas, las peleas, etc. Al llegar la noche, el último que quedaba en la casa era Yohei.


-Yohei, eres mi amigo lo sabes ¿cierto?


-Sí, Hana, lo sé.


-Entonces sabrás también que te conozco. Durante toda la tarde has evitado en lo posible mirarme y ahora quieres decirme algo y no te atreves. Solo dilo, sea lo que sea no va a cambiar nuestra relación.


-Hana, yo… -su amigo lo conocía muy bien, suspiró-. Estoy saliendo con Haruko.


-… -silencio, no había ningún tipo de expresión en su rostro.


-Dime algo… -pidió con un poco de desesperación.


-La verdad… me lo esperaba.


-¿Te… te molesta? -preguntó dudoso.


-Eso depende.


-¿De qué?


-¿Te gusta?


-Sí.


-¿Cuánto?


-Mucho.


-¿Y tú le gustas a ella?


-Eso creo -contestó sonrojado.


-Entonces no, no me molesta.


-Gracias, Hana -suspiró aliviado.


-¿Hace cuanto salen? -comenzó a entrarle la curiosidad.


-Hace dos semanas.


-¿Se han besado? -preguntó divertido ante el sonrojo de su amigo.


-Por supuesto que no, no me ofendas y no la ofendas a ella.


-Está bien, está bien. ¿Por qué no las has besado?


-Simple, porque solamente estamos saliendo. Aún no le he pedido que sea mi novia.


-¿Y a qué esperas, tarado? ¿A que alguien se te adelante?


-Yo en realidad… esperaba poder contarte antes. Y saber si es que te molestaba que saliera con ella.


-¿Y si te hubiese dicho que me molestaba?


-Pues… no lo sé muy bien… seguramente la dejaba.


-Tarado. Antes de irme al Internado me le declaré para no sentir que dejaba algo pendiente y ella me rechazó. Pero en realidad en ese momento ella ya no me gustaba, así que tranquilo.


-Me quitas un gran peso de encima, amigo.


-¡Ah! Otra cosa, pídele que sea tu novia pronto o alguien te quitará la chica -dijo alentándolo.


-Sí, lo haré.


Luego de eso, Yohei decidió irse. Ya se le había hecho bastante tarde y solo se había quedado porque sentía que tenía que arreglar este asunto lo más pronto posible con su amigo. Como Hana se lo había dicho, sentía que no era capaz de mirarlo a los ojos sabiendo que le estaba ocultando algo.


 


˜*˜


 


Al otro día salió muy temprano con sus amigos. Todo por el simple placer de vagar por las calles como en los viejos tiempos. No hacían nada productivo, pero les gustaba la sensación de que las cosas entre ellos no habían cambiado en nada a pesar del tiempo y la distancia.


A la hora de almuerzo se decidieron por ir al Danny’s y comer grandes cantidades de comida chatarra en medio de gritos y conversaciones sin sentido alguno. Finalmente resolvieron acompañar al pelirrojo a la Universidad de Kanagawa ya que se disputaría un partido de basquetbol donde estarían presentes varios jugadores que conocía de la preparatoria.


Ahí estaba de nuevo la Gundam viendo un partido de basquetbol, solo que esta vez el pelirrojo al que iban a apoyar estaba sentado junto a ellos de espectador. Se asombraron, en el equipo de la Universidad estaban: Takenori Akagi, Kenji Fujima, Ryoji Ikegami, Kazuki Hasegawa y un tipo que no conocían.


El nivel de juego era bastante distinto del de preparatoria, saltaba a la vista. La técnica, la velocidad y el nivel del juego en general. Acababa de comenzar la segunda mitad y la Universidad de Kanagawa iba ganando 46-41 cuando el teléfono de Yohei sonó. Sakuragi miró por sobre el hombro de su amigo para saber quién era.


-Dile que quieres verla y queden en algún lugar -dijo el pelirrojo seguro.


Yohei asintió con la cabeza. Contestó el teléfono e hizo como su amigo le dijo. Un momento después colgaba para explicar cómo había quedado la cosa.


-Quedamos en media hora en el parque cerca de la Preparatoria -suspiró intentando controlar su nerviosismo.


-Bien -dijo Sakuragi-. Takamiya se va con Yohei a comprar flores y Noma y Ookusu se van a comprar chocolates. Se juntaran en el parque y como me entere que el trío de idiotas se quedó rondando por los alrededores me conocerán enojado. Yohei, más te vale que de aquí a la noche tengas novia -se le quedaron mirando como si estuviese bromeando.


-¿Y tú? -preguntó Yohei.


-Yo me quedaré observando un partido de básquetbol real -dijo medio en broma, luego los miró-. ¿Qué demonios hacen aquí, aún? El reloj no se detiene. ¡Váyanse!


Vio como tres de sus amigos salían corriendo asustados de su último grito. Solo Yohei se quedó un minuto más.


-Gracias, amigo.


-Agradécemelo si esta noche ya tienes novia -dijo con una sonrisa.


-Si -dijo algo avergonzado.


-¡Buena suerte, amigo! -gritó mientras lo veía irse.


 


˜*˜


 


-¡Sakuragi! -se escuchó un vozarrón.


-¡Gori! Tanto tiemp… ¡ouch! -se quejó del coscorrón que acababa de recibir.


-Que no me digas así -le dijo aún con una sonrisa en su rostro.


-Está bien -miró a los demás y decidió saludarlos-. Hola suplente -dirigiéndose a Fujima-. Hola desconocido de Ryonan -miró a Ikegami-. Hola titular de Shoyo -saludó a Hasegawa con intención de molestar a Fujima.


-Hola -saludaron los tres chicos a la vez.


-¿Por qué no nos acompañas? -dijo Ikegami-. Íbamos a celebrar al Danny’s.


-¿Por qué no? Será interesante conversar con los vejestorios ¡Jajajajajaja! -se burló el pelirrojo.


-Tú no cambias, ¿verdad? -dijo con una sonrisa y su tranquilidad característica Fujima.


-Nah, ¿para qué? Me siento bien así.


Caminaron hasta el Danny’s conversando sobre el partido. Una vez allá el interrogatorio fue para el pelirrojo. Akagi le preguntaba sobre como lo llevaba él, Rukawa y Mitsui, sus antiguos compañeros en Shohoku. Ikegami estaba preocupado por Sendoh, Koshino y Fukuda que al igual que él estudiaron el año anterior en Ryonan. Ikegami preguntaba por Mitsui, el chico que tantos problemas le había dado en su último partido. Y Fujima solo le preguntaba por él, creía algo injusto taparlo a preguntas sobre personas que ni siquiera estaban ahí, dejando de lado la misma presencia del pelirrojo.


Ya entrada la tarde se despidieron para volver a sus casas. Sakuragi ya comenzaba a caminar cuando alguien le alcanzó.


-Y dime Sakuragi ¿cómo te has sentido tú en el Internado? -preguntó Fujima.


-Pues… bien, es un lugar agradable, una especie de paraíso, mucho verde y alegría. Además tengo como compañero de cuarto a Rukawa, superamos nuestras diferencias y ahora somos amigos. En cuanto al equipo de basquetbol es… es estimulante tener un equipo así, son todos tan buenos que me impulsan a ser mejor. Y las notas, bueno, no es que sea brillante, pero me ha ido bastante mejor que en Shohoku.


-Vaya -notó que el pelirrojo quería decir todo eso y a los demás no les había importado mucho.


A simple vista le había parecido que el chico seguía siendo el mismo, pero ahora estaba seguro de que se había equivocado y que el pelirrojo que tenía en frente había cambiado y ahora era totalmente distinto al que alguna vez conoció.


-¿Y a ti como te ha ido en la Universidad? ¿Qué estudias?


-Estudio periodismo y me está yendo bastante bien. Pensé que se me haría más difícil, pero creo que es porque no me equivoqué de carrera, tengo cierta habilidad innata para esto. Y eso es bueno, porque me gusta.


Siguieron conversando durante todo el trayecto. Fujima estaba a cada momento más convencido de su último pensamiento, este chico era otro. En cuanto a Sakuragi le gustaba darse cuenta cuan agradable era el muchachito que caminaba a su lado, parecía frágil por su estatura, pero teniendo un carácter firme se mantenía calmo todo el tiempo, le parecía que era muy maduro para su edad. Conversando y conversando llegaron al edificio donde vivía Fujima.


-Adiós, Suplente. Me gustó verlos jugar. Espero que nos veamos la próxima vez que venga.


-Sakuragi… ¿no quieres pasar?


«La vida es demasiado corta, no la pierda estando molesto por algo o con alguien. Goce el momento presente, actúe de acuerdo a lo que sienta, no se reprima de sus deseos y sufra del placer de estar vivo. La oportunidad perdida no vuelve, por eso no la pierda… hágalo todo y no se arrepentirá de nada.»


Vaya. Y él que pensaba que Fujima era un chico tranquilo. Le estaba ofreciendo subir a su departamento y él, claramente, no se negaría. Nunca lo había hecho, ¿por qué empezar ahora?


-Bueno, creo que puede ser interesante -dijo con segundas intenciones.


Vio como el chico se sonrojaba y se dio cuenta de que no se equivocaba. Llegaron al cuarto piso y luego de abrir la puerta, Fujima lo hizo pasar.


-¿Quieres tomar algo?


-A ti.


Nunca había sido tan directo, incluso para él fue un poco extraño. Pero antes de que pudiera pensar mucho en lo que acababa de decirle al pelicafé, ya lo tenía colgado al cuello besando su boca con pasión. ¡Santo cielo! Este chico era fuego puro, al igual que él. Se lo iba a pasar fenomenal, aunque fuera por una única vez.


Ambos ardían y no se andaban con nimiedades. Sin dejar de besarse fueron llegando a la pieza donde hicieron desaparecer sus ropas en cuestión de segundos. La excitación era más que obvia al observar sus miembros, apenas si se habían tocado, pero ya estaban orgullosamente erguidos. Hanamichi lo empujó hasta la cama para ubicarse entre sus piernas, metió dos dedos y se dio cuenta que no necesitaba preparación.


Abrió las piernas del chico y de un movimiento se ubicó en su interior. Estaba dispuesto a esperar a que se acostumbrara a su intromisión, pero en cuanto llegó hasta el fondo, Fujima lo rodeó con sus piernas para comenzar a empujarlo y hacer más profunda la unión. El pelirrojo sintió que perdía el poco control que tenía. Lo envistió rápidamente un par de veces y cada vez que sentía que terminaría, bajaba el ritmo y lo impedía.


Luego decidió cambiar de posición. Ubicó ambas piernas en sus hombros y repitió el proceso: primero rápido para bajar la intensidad cuando sentía que terminaría. Después de eso decidió volver a la posición original para que pudieran terminar juntos y besándose.


 


˜*˜


 


Ambos estaban acostados. Y conversaban sobre lo que acababa de pasar.


-Eso fue… -dijo Fujima.


-Muy pasional -completó el pelirrojo.


-Sí. Estaba pensando, después de esto ¿podríamos…? -pero no pudo terminar.


-Esto no se volverá a repetir.


Sakuragi se sintió un poco incomodo. El chico le agradaba mucho, creía que si se hubiesen conocido de otro modo y no como rivales en la duela podían haber llegado a ser grandes amigos. Además, por la forma en que se había dado todo esta tarde-noche pensó que estaba claro que solo era sexo de una ocasión.


-Lo sé. No estaba pensando en eso. Me caes muy bien y aunque los demás no lo hayan notado, yo si lo hice: cambiaste mucho, Sakuragi. Lo que yo quería decirte es si podíamos seguir viéndonos después de esto como amigos.


-¡Ah! Era eso, me estabas asustando. Pues tú también me caes bien y al lado de un chico sensato como tú siento que soy un poco más maduro. Me encantaría ser tu amigo.


-Gracias por aceptar mi oferta…


Se calló. Acababa de oírse en la casa el ruido de la puerta de entrada al ser abierta. Al parecer el chico no vivía solo.


-¿Con quién vives?


-Con Hanagata -dijo desviando la mirada.


-¡Te gusta el Miope! -le acusó luego de ver su reacción.


-¡No! -se llevó la mano a la boca en un gesto de bajarle el volumen a su casi grito.


-Jajajajajaja. Me sorprendes. Eres alguien con carácter, Kenji. ¿A qué esperas para decirle lo que sientes?


-No creo que él sienta lo que yo.


-Por lo menos lo reconoces. Ahora vas a hacerle caso a este Genio, porque no creo que le seas indiferente. Vas a ir a su pieza ligero de ropas y te le vas a declarar y cuando yo empiece a escuchar gemidos, saldré de la casa sin hacer ruido.


-Pero… -Sakuragi lo calló colocando uno de sus dedos en sus labios.


-Escúchame, Kenji, ya te lo dije. No creo que le seas indiferente. Ahora ve y actúa como el chico fuerte y con carácter que eres en la duela. ¡Ve!


El muchacho decidió hacerle caso, tal vez y tenía razón. Se colocó los bóxer y besó apasionadamente al pelirrojo como despedida.  Después salió y con paso decidido caminó a la habitación de su compañero.


Luego de unos minutos, tal como lo dijera, Sakuragi comenzó a escuchar gemidos. Tomó una libreta del velador junto a la cama y escribió “¡Felicidades!” y su número de teléfono. Luego se vistió para salir de la casa sin hacer el menor ruido.


 


˜*˜


 


Caminaba pensando en lo que acababa de pasar con Fujima. La situación le pareció similar a la que había sufrido con Mitsui, quizás por eso lo había alentado a buscar a su compañero. La diferencia es que Fujima era puro fuego, por eso al intimar con él lo hizo en distintas posiciones y con algo más de violencia. Mitsui en cambio le parecía algo delicado, frágil, por eso a él lo trató con sutileza.


El pelicafé era un muchacho tranquilo y sereno, algo impasible dirían algunos. Pero Hanamichi sabía que en la cama, al igual que en la duela era intenso y todo pasión.

Notas finales:

Pensé… ¿Por qué no ampliar un poco el radio de conquistas del Pelirrojo? Y bueno… lo hice :D xD 


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