Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Soñé un imposible. por Kurume Quejicus Black

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Desgraciadamente yo no soy dueña de los personajes o lugares...Todos son de la asombrosa J. K. Rowling. Yo solo los tomo prestados para dar rienda suelta a las perversiones qe guardo en mi peqeña y enferma cabeza.

Este fic se encuentra tmb publicado en La Mazmorra del Snarry.

Ahi me encuentro como Prince Biitcha de Snape, así qe no se asusten =)

Notas del capitulo:

Desgraciadamente yo no soy dueña de los personajes o lugares...Todos son de la asombrosa J. K. Rowling. Yo solo los tomo prestados para dar rienda suelta a las perversiones qe guardo en mi peqeña y enferma cabeza.

= SOÑÉ UN IMPOSIBLE =


 

CAPITULO 1. – Sueños imposibles.

 

- Te amo Harry, todo este tiempo lo he hecho. – Las lágrimas comenzaban a aparecer detrás de las gafas de montura redonda del chico, el cual se sorprendía de escuchar esas palabras tan ansiadas.

- Tú nunca me lo dijiste, ni siquiera me lo demostraste. – La voz del chico se escuchaba un tanto ahogada. – Jamás diste señales de tomarme en cuenta.

- Era para protegernos Harry. Nadie debían saber lo que sentía por ti. – Una traviesa lágrima se escapó de entre sus ojos pero se vio limpiada por ese hombre áspero de mirada dulce y dura a la vez, limpiada gracias al hombre que tanto amaba el gryffindor. – Ahora podremos estar juntos por siempre. Te amo Harry.

- Y yo a ti, Severus. – La emoción se notaba impresa en sus voces. Un suave y tierno abrazo los unió, pero el beso fue lo que les demostró lo que sentían el uno por el otro.

 

Harry despertó sobresaltado, no era la primera vez que soñaba que Snape le decía que lo amaba, pero tampoco sería la última.

Después de la Batalla final, se supo que Dumbledore no había muerto, si no que, gracias a un fuerte y viejo hechizo, había creado la ilusión de morir, cuando siempre estuvo dormido, para despertar después de la muerte de Lord Voldemort. Gracias a la muerte fingida de Dumbledore,  este salvó a tiempo a Severus y logró darle una nueva oportunidad de enmendar sus errores, aunque a decir verdad, Snape no era el mejor hombre del mundo y eso le había quedado claro a Harry.

Cansado por el mal sueño que tuvo, se desperezó y levantó de la cama. Ya hacía mucho que soñaba lo mismo, y cada que despertaba se deprimía más y más al recordar una frase que oyera en el mundo muggle hace tiempo.

“Soñé que el fuego helaba, Soñé que la luna ardía, Y como soñé un imposible, Soñé que tú me querías. Al despertar de mi sueño me di cuenta entristecido que nunca seré tu novio y siempre seré tu amigo”.

 

Lo peor de recordar esa frase, y lo que más le hacía sufrir, era que él no estaba ni a metros de distancia de ser novio del temido pocionista, y mucho menos su amigo.

La ducha dejó correr el agua al momento en que el Gryffindor le diera vuelta a la llave. Suspirando de forma triste, se ducho lentamente, deseando fervientemente que su profesor dejara de jugar con él.

Para ser sábado, era uno tranquilo y sencillamente caluroso, así que aprovechando que estaba sólo decidió darse un chapuzón en el lago a mitad de la tarde. Sus amigos habían ido a Hogsmade a una pequeña cita, le habían invitado pero no quería hacer mal tercio, sobre todo ahora que ellos eran pareja.

El chico se desvistió y entró lentamente al lago, nadando calmadamente, sin percatarse de uno rubio de ojos grisáceos que le observaba a la distancia. Para el salvador del mundo mágico, no había nada más relajante que eso, y así podía divagar sobre diversos temas, sobre todo el hecho de su homosexualidad.

Después de la guerra, él continuó con su relación con Ginny, hasta que ella le pidió tener relaciones y al tratar de hacerlo el simplemente no pudo. La pelirroja le recomendó unas pastillas especiales para que pudieran entrar en acción, pero el chico se negó. Si de verdad le gustara Ginny no le pasaría eso. Después de ese suceso, ambos decidieron dar por terminada su relación y seguir con la amistad que les unió desde un principio.

Al sentirse libre de la chica, pudo dar rienda suelta a sus emociones y en el momento de su regreso a Hogwarts se pudo encontrar más de una vez mirando de forma distraída a varios hombres, entre ellos a Severus Snape.

 

Un suspiro se escabulló por entre sus labios al recordar las veces en que el pocionista le había descubierto mirándole embelezadamente el trasero.

 

FLASHBACK

- ¡Potter! – El hombre rugió tan fuerte que el muchacho se espantó y brincó en su asiento.

- Digame, señor. – Dijo nerviosamente el chico.

- Podría hacerme el favor de explicarme… – parecía que la vena de su cuello iba a estallar de un momento a otro. - ¡¿Por qué diablos me queda viendo el trasero?! No es la primera vez que lo hace, explíquese.

- Yo…yo…esto…es que… - El chico tartamudeaba y no podía formar ni una sola palabra.

- Explíquese Potter.

- Es que me gusta…usted me gusta. – Logró decir.

Ninguno de los dos se creía lo que acababa de salir de la boca del chico, pero sin embargo, lo que más sorprendió al joven Gryffindor fue el hecho de que Severus se acercara a él, lo tomara entre sus brazos y uniera sus labios con los suyos lentamente.

FIN FLASHBACK

 

“Después de todo, no fue tan mal castigo aquel” – Se dijo a sí mismo mientras salía del agua. Ya hacía 3 meses desde que Snape lo besara, y así lo seguía haciendo cada que se encontraban solos, con la diferencia que cada vez los besos y las caricias subían más y más de tono. La última vez que se quedaron solos, Harry había terminado en bóxers y Severus sin camisa.

Comenzaba a oscurecer y él no se sentía con ganas de nada, cada vez quería estar más y más con Severus, y siempre que podía le decía cuanto le gustaba y el cariño que le comenzaba a tener, pero este solo gruñía y desviaba la conversación.

- Potter. – Retumbó una voz grave en la soledad del lago que hizo palpitar desbocadamente el corazón de Harry.

- ¿Señor? – Preguntó dudoso el chico

- Tiene detención conmigo dentro de una hora. – Informó el hombre apareciendo de detrás de unos árboles a unos cuantos metros de donde se encontraba el joven león.

- No es justo. – Reclamó. – No he hecho nada.

- Claro que sí. – Sus ojos destellaron de una extraña manera, haciéndole suponer al más joven que eso solo era una excusa para poder dar rienda suelta a la lujuria que los embargaba desde hacía tiempo. – Está de exhibicionista. Eso hay que castigarlo. Recuerde Potter, dentro de una hora en mi despacho. – Y sin más, se fue.

Notas finales:

¿Qué les ha parecido? Es algo nuevo en lo qe estoy trabajando. Actualizare todos los sábados.

Dejenme sus comentarios. Les agradesco qe hayan leido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).