Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pensando y Recordando por Daneshka Boticcelli

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola de nuevo! n.n alguien recuerda quien soy? hahahaha seguramente no recordaran ni siquiera que existo hahahaha

 

el caso es que aqui les traigo un fic nuevo! ya esta terminado por lo que supongo que lo subire rapidamente!

 

 

 

Pensando y Recordando

Pensar y Recordar siempre ayuda a decidir

Allí sentado, en la misma banca de siempre, observas el cielo. Te fijas en las nubes blancas mientras tu mente piensa en tonterías, perder el tiempo como sueles llamarle. Es imposible no recordar y no pensar, sabes que te duele y esa es la razón de tu desmedido odio.

Lo odias a él y la odias a ella.

Aun con tus ojos fijos en el cielo, el recuerdo de tu infancia te golpea de lleno y sin quererlo, también recuerdas sobre tu adolescencia y parte de tu madurez. La serie de imágenes y recuerdos de toda tu vida se pasean de un lado a otro dentro de tu cerebro, como si quisieran salir de allí revoloteando lejos como mariposas.

Sonríes de lado y con tristeza, pero lo suficientemente imperceptible para que la anciana que te regaló una sonrisa no se siente a tu lado para darte consejos acerca de la vida y del amor. Tú no los necesitas, has vivido lo suficiente para saber o al menos creer, que el amor no está hecho para ti.

r13; Morirás solo

Es lo primero que piensas y sin quererlo, deseas volver a tu infancia, en donde te sentías libre y seguro jugando todo el día con tu mejor amigo, ese que siempre gritaba que deseaba superarte, ese de quien tanto te has burlado.

Deseas volver a la época en donde él sólo significaba una amistad, tu única amistad.

Detestas terriblemente aquel día en que ambos se enfrentaron a esos abusones en la escuela, él te ayudo a levantarte cuando todo hubo terminado y desde entonces, tú no dejas de maldecir ese día. Porque desde el preciso momento en que tomaste su mano, te fue imposible volver a soltarla, además de que él parecía no querer soltar la tuya tampoco.

Y eso te ilusionó al punto de volverte un estúpido en las cosas del amor; sentiste la opresión asfixiante en tu pecho, como si tu corazón se contrajera justo en el momento en el cual él te dijo que le gustaba aquella niña irritable de cabellos rosa que no dejaba de molestarte y acosarte cada vez que tenía la oportunidad.

Por culpa de ella todo se estaba volviendo insoportable, ninguno de los dos quería verse o hablarse. Sus ganas e intenciones de superarte crecían cada vez que aquella niña, Sakura Haruno, te hacía un comentario de lo lindo que eras o de lo bueno que eras en todo.

La odiabas, era jodidamente irritante.

Un completo genio te llamaba, pero en el fondo sabías que sólo era una aduladora en busca de beneficios. Si realmente fueses un genio, te habrías alejado de ese niño revoltoso.

Finalmente, cuando él, Naruto Uzumaki, se confesó a Sakura, el rechazo inminente de ella lo dejó terriblemente deprimido y él no dudó en buscar apoyo en ti.

r13;Te lo dije.

Le dijiste sin ánimos de molestarlo aunque sabías que su carácter era tan impulsivo que no dudaría en hacerlo.

Su amistad volvió a ser la misma de antes y te sentiste nuevamente bien, hasta que la dulce infancia acabó para darle paso a la anárquica adolescencia.

Prácticamente te habías acostumbrado a que te dijera que le gustaba cualquier escoba con falda, ya no dolía tanto como antes porque sabías que era algo superficial y físico. Pero sin duda, si habías sentido dolor cuando él te había dicho de su platónico amor por Sakura, estuviste al borde de la muerte cuando te presentó a su primera y dulce novia.

Por segunda vez, tu corazón se comprimió y fue suficiente para ti. Te prometiste por respeto a ti mismo que no te importaría y al tiempo dejó de hacerlo. Te mostrabas indiferente al tema de las chicas pero te seguía siendo imposible soltar su mano, aun más cuando era él quien se empeñaba en estar siempre a tu lado.

Y como una etapa fundamental de la adolescencia, las hormonas bullían en los jóvenes incesantes. Naruto, estúpida y confianzudamente te relataba con detalles hasta dónde y cómo habían sucedido las cosas entre él y su novia.

Era desagradablemente asqueroso...

Pero tú también eras un adolescente y no podías permanecer indiferente por siempre.

Tenías hormonas como todos, pero la diferencia que tenían con el resto era que reaccionaban únicamente cuando Naruto estaba cerca.

Te sentías estúpido y patético.

Tu respiración se agitaba y tu corazón latía al borde de un infarto, lo deseabas y él, inocentemente te mostraba su cuerpo desnudo en completa confianza que tú deseabas no existiera.

Y la primera vez que te despertaste completamente sudado y mojado a mitad de la noche, sentiste miedo de ti mismo. Tu primer sueño húmedo te recordó con malicia que no eras indiferente a todo y mucho menos a ese rubio que prácticamente te volvía loco en todos los sentidos.

Era terriblemente irritante pero también era exageradamente excitante.

Pero lo peor de todo era que ése no sería ni el único ni tampoco el último sueño que tuviste con Naruto.

Y quisiste detener tus sentimientos, quisiste detener tu cuerpo. Le evitaste directamente durante toda una semana, pero no sirvió de nada. Él te seguía sin dudarlo y entre más quisieras alejarlo él se acercaba más y más a ti.

Como si no quisiera soltar tu mano.

No paso demasiado tiempo para que Itachi, tu hermano, se diera cuenta de todo enseguida y de cierta manera, te guiara. Te dijo todo lo que debías saber y todo lo que debías hacer.

Nada.

Eso era exactamente lo que podías hacer.

Nada.

No había nada que hacer con todos aquellos sentimientos incrustados como vidrios rotos y puntiagudos clavados en tu agonizante pero altivo corazón.

Molesto, gruñiste y gritaste cuando él se interesó por primera vez desde que se conocían en tu vida personal. En tus gustos por las mujeres y las revistas porno que no se cansaba de leer en el receso y que tú, olímpicamente ignorabas.

Fue entonces cuando creíste que tenías la solución a tus problemas a un paso, si él sabía acerca de tus gustos, lo más seguro era que se alejara y eso te daría toda la paz interior que necesitabas. Y lo dudaste una y mil veces, no querías soltar su mano pero él no prestaba atención a la tuya, estaba muy ocupado paseándose de la mano de su nueva novia.

Otra de tantas...

A final de todo, volvió a preguntarte acerca de tus gustos y la verdad salió de tu boca con seguridad y orgullo.

Le dijiste claramente que no te gustaban las chicas y su rostro enrojeció, pero también aclaraste que no te gustaban los chicos y él pareció volver a la vida.

¿Por qué lo hiciste?

Arruinaste tu propio plan.

Ahora te consideraría como su amigo asexual de mierda, como tú mismo te catalogaste.

Paradójicamente, o más bien por alguna conspiración del universo contra ti, Sakura hizo aparición por segunda vez en tu vida, está vez dispuesta a no recibir otro no por respuesta.

Y tu respuesta parecía ser obvia para el resto del mundo menos para ella.

No.

No una y no mil veces más.

La odiabas y al parecer ella comenzó a odiarte también.

Un día común en el que esperabas que todo fuese tranquilo, Naruto te golpeó directo en el rostro. Estaba furioso, estaba enojado contigo. Al parecer Sakura le había hablado de tu mal trato hacia ella y él, como buen caballero idiota que era, fue a rescatar su honor estrellando su puño contra tu cara.

Lo odiaste, ella le seguía importando.

Enojo, rabia, ira, frustración y dolor. Fue todo el conjunto de sentimientos que te hicieron levantarte y romperle la nariz sin miramientos hasta que ambos terminaron completamente deformes y heridos frente al escritorio del director de la escuela.

Los expulsaron por una semana, pero no te importó, en ese momento no te importaba nada.

Por una semana, no le hablaste ni le viste.

Le odiabas por el simple hecho de no haber preguntado si era cierto, por no haberse dado cuenta de que todo era una venganza por parte de ella ante un rechazo amoroso que aun no digería por completo.

Los odiabas.

Ciertamente, te dejó descolocado que después de un mes sin hablarse, Naruto se acercara a ti para pedirte disculpas. Tu respuesta fue obvia, aun no le perdonabas y dudabas encarecidamente hacerlo.

No podías...

Se sentía la traición más grande del mundo, justamente proveniente de la persona más importante de tu mundo.

r13; Jodete

Una respuesta rápida y sencilla que no tardo en recibir gritos y pucheros. Él se negaba a terminar todo de esa manera tan bélica, te pidió disculpas hasta que finalmente te aburriste y terminaste por perdonarlo.

Pero deseaste no haberlo hecho.

Al poco tiempo, Naruto terminó con una de sus interminables novias y ahora se paseaba por el jardín tomado de la mano con la mujer que más odiabas en todo el universo.

Sakura no había terminado su venganza en tu contra y al parecer no le importaba si tenía que utilizar a Naruto para conseguirla.

A final de cuentas, decidiste ignorarlo y lo lograste pero no podrías hacerlo por siempre. Él comenzó a pasar más tiempo con ella de lo debido y comenzaba a parecer que quizás esa relación no era tan falsa como creías y eso te decepcionó aun más.

Te sentiste victima de un robo y de un secuestro.

Naruto, quien era siempre el que te invitaba a todas partes, repentinamente no tenía siquiera el tiempo suficiente como para almorzar contigo en el receso. Todo su tiempo, esfuerzo y el poco dinero que obtenía como vendedor en la tienda de historietas iban directo a Sakura.

El universo de Naruto se había vuelto de color rosa, ya no había siquiera un toque de azul en ningún lado.

Te estaba olvidando y tú, tú te negabas a soltar su mano cuando él ya había soltado la tuya hacia demasiado tiempo ya.

Ella te lo había quitado de una manera tal fácil que no le fue para nada complicado alejarlo de ti.

Te lo estaba arrebatando, lo estaba llevando muy lejos de ti y a él parecía no importarle.

Pero tú te negabas a soltar su mano y fue allí cuando decidiste intervenir. Las discusiones se habían tornado mil veces más difíciles e hirientes que antes, todo se estaba viniendo a bajo.

Pero finalmente todo terminó cuando él te dijo que no deseaba volver a verte si eso significaba que debía terminar con Sakura, su eterno amor platónico.

Y fue allí cuando tu corazón se detuvo milésimas de segundos para luego partirse en pedazos irreconocibles e irreparables.

Lo odiabas terriblemente.

Entonces, le tomaste la palabra y te alejaste lo más que podías. Incluso te tomaste la molestia de estudiar en la única universidad en la que él no podría entrar sólo para no verle.

La anárquica y bulliciosa hormonada adolescencia se había acabado, ahora la madurez te corroía el alma y estabas dispuesto a desechar todos esos sentimientos. Como esperabas, los sueños húmedos desaparecieron pero para tu desgracia, sus recuerdos no.

Y sentado en esa vieja banca de un abandonado parque, te sientes patético porque estabas y sigues estando perdidamente enamorado de tu mejor amigo sin que él lo sepa, netamente porque es un ciego idiota incapaz de ver lo que es evidente para todos.

Suspiras cansado y dolido mientras que escuchas el arrullo de las palomas en busca de migas de pan o comida.

Sabes y presientes que él no vendrá.

Llevas tres horas sentado allí, esperándolo, aún cuando sabes que nunca tarda más de una hora en aparecer con su voz chillona y su sonrisa de anuncio publicitario.

Lo sabes, él no vendrá. Seguramente ella le atrapó nuevamente en una de sus tontas reuniones o arreglos para su boda.

Sí, van a casarse y lo sabes. Recibiste la invitación hace una semana.

Te tortura el hecho de que pueden estar haciendo el amor justo ahora, mientras tú le esperas como un idiota esperanzado.

Con esperanzas vacías y casi extintas, como una vela agotada, a punto de apagarse.

Estás pensando en alguien que no piensa en ti, que no te corresponde aunque nunca te lo haya dicho.

Tú, Sasuke Uchiha, estás esperando en la maldita banca del parque abandonado mientras el cielo oscurece y no has recibido una llamada y mucho menos un mensaje.

Pero no piensas desistir, tienes que esperar porque lo que llevas en el pecho no puede seguir allí por más tiempo o terminaras por morir.

r13; Morirás solo.

Y eso ya lo sabes, pero no quieres pasar el resto de tu vida arrepintiéndote por no haber dicho lo que sientes.

Simplemente terminarías solo y viejo, con el recuerdo de un amor que nunca existió. Y sonríes, lejos de ser gracioso, te das asco. Te has vuelto ridículamente cursi y estúpido pero no quieres seguir así.

Quieres soltar su jodida mano, quieres soltarlo no para dejarlo ir, sino para que tú puedas irte sin ningún remordimiento o arrepentimiento.

Porque aún cuando al final de tu adolescencia te alejaste de él, Naruto siempre se las arreglaba para estar siempre a tu lado. No podías olvidar las pequeñas y contadas veces en las que se reunieron para comer algo o beber un trago.

No podías ignorar los mensajes de texto que te mandaba de vez en cuando para saludarte y dar promesas falsas de un encuentro que no llegaría a causa de su ahora ocupada vida. Y si el hecho de haber estudiado en universidades distintas de por si era un gran distanciamiento, el haber terminado los estudios y comenzado el trabajo lo hacia aun más difícil.

Durante cinco años lo habías visto aproximadamente cinco o seis veces y en los siguientes dos años le habías visto sólo una vez y en compañía de ella. Simplemente no soportas cuando habla de ella o cuando la viste besarla.

Los odias.

Él ahora es alguien relativamente ocupado, con una novia exigente y una boda en proceso.

Entonces recuerdas aquel vago y triste poema que alguna vez leíste y que hacia tonta referencia a una rosa en comparación de un alma.

Pero tú comparabas la rosa marchita con tu corazón que se cae a pedazos sin poder evitarlo.

Sonríes de nuevo, debes dejar de leer tanta basura poética y románticamente cursi.

Pero ahora no importa nada y lo sabes, porque tienes un pasaje de avión de ida y sin regreso al país de nadie, a la tierra vacía en donde nadie podrá nunca molestarte. Irás a vivir al campo, rodeado de la llanura y de los animales.

Imaginas que sólo allí podrás encontrar esa paz que necesitas para tu ser y quizás puedas conseguir inspiración para tu próximo libro. No has escrito nada en dos años y a pesar de que el primer libro que publicaste fue por demás excelente, tus editores te exigen más y más porque saben de lo que eres capaz.

Itachi te dijo que ir a vivir allá te haría bien, que no tendrías que preocuparte de nada.

No puedes negar que el viaje no es por el libro ni tampoco por tus sentimientos, después de todo, los has ocultado casi toda tu vida. Sabes que va a casarse y por eso huyes, ¿no es cierto? cuando te pidió que fueras su padrino de bodas el mundo prácticamente cayó sobre ti y sin dudarlo lo rechazaste.

No puedes creer que sea tan idiota para no darse cuenta, aunque tú también eres idiota por nunca antes haberle mencionado el insignificante y pequeño hecho sin importancia de que estabas completa y perdidamente enamorado de él.

Tienes culpa en todo esto y lo sabes, lo sabes muy bien.

Él no puede ver lo que hay en ti porque tú simplemente no lo se lo permites.

Pero eso ya no importa, lo harás hoy y podrás irte sin mirar a tras. Serás libre o al menos tendrás un peso menos sobre tus hombros.

Y cuando las estrellas brillan en el oscuro cielo junto a la luna, el frío cala en lo profundo de tu abrigo y finalmente tu móvil suena, no es lo que piensas. Es sólo un mensaje, un miserable mensaje de texto.

"Teme no puedo ir, lo siento ¡pero es que Sakura-chan me tiene ocupado con esto de la boda, ttebayo! ¿Podemos vernos otro día?"

Lo suponías, lo sabías. Él no vendría. Serás fuerte y tomarás un largo respiro.

Él nunca será más que sólo tu amigo, nunca será tuyo porque sabes que él la ama a ella y tú nunca podrás romper ni tampoco igual ese lazo. Prefieres irte muy lejos antes de saber y verle casarse con la mujer que desprecias, verlo feliz y sonriente el día de su boda o en las fotos definitivamente te mataría.

No deseas ver a sus hijos y tampoco ser su padrino, no quieres que te llamen tío ni nada parecido.

Esa era la única y la última oportunidad de confesarle directamente tus sentimientos pero todo se ha venido a bajo, no le dijiste mirándole a los ojos que le amas y no lo harás, pero no puedes irte sin que lo sepa.

Seguro de ti mismo, respondes el mensaje esperando que ella no tomé su celular y lo vea para con malicia borrarlo. Deseas que sea sólo él quien lo lea, sólo él puede saber tu secreto. Esa misma noche te irás y por eso no importa lo que él pueda pensar o hacer, te irás lejos, muy lejos.

"La única razón por la que quería verte era porque deseaba confesarte que me enamoré estúpidamente de ti. Me iré está noche, hasta nunca"

Y con orgullo, presionaste la tecla de envió y de inmediato te levantaste de la banca para dirigirte hacia tu destino completamente incierto, pero más seguro que tu destino en esta ciudad vacía y sin importancia para ti.

Te irás para nunca volver.

Notas finales:

espero sus comentarios! quiero saber lo que les parecio y espero que les haya gustadoo!!

 

no olviden dar like al enlace de arriba! besos~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).