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Pensando y Recordando por Daneshka Boticcelli

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A veces olvidamos Pensar y Recordar

Como pudiste, lograste escapar un momento fuera del restaurant cerrado exclusivamente para que escogieras el menú con tu futura esposa sólo para poder enviar el maldito mensaje que habías estado intentando escribir durante toda la maldita tarde. No disponías siquiera de tiempo suficiente para poder llamarle porque Sakura te había impedido usar tú móvil y ahora seguramente estaba preguntándose por qué demonios tardas tanto en el baño.

Ella comienza a asfixiarte. Desde que se comprometieron no hacia más que hostigarte y perseguirte sin siquiera permitirte respirar tu propio aire. Y comenzabas a pensar que ella era una experta para escoger malas fechas para la planificación de la boda o quizás, como te había dicho Sasuke alguna vez, ella te controla más de lo que tú siquiera podrías imaginar.

Justo hoy...

Suspiraste decepcionado. Habías estado esperando ese día desde hacia ya semanas que no podías concebir la idea de que posiblemente tuvieses que esperar aun más tiempo para verle.

Te sentías traicionado y engañado.

Sakura te había dicho que sólo sería un momento, como mucho una simple hora que terminó por convertirse en toda la jodida tarde. Y cuando finalmente hubieron terminado, estuviste a punto de correr pero ella te detuvo y tú dejaste que lo hiciera. Ella se empeñó en escoger la decoración de las mesas y sillas sin siquiera preguntarte si tenías tiempo o ganas de hacerlo.

Te maneja a su antojo y lo sabes, desde que la conoces siempre manipuló tu tiempo y justo ahora es cuando te das cuenta de que no te agrada, pero sabes que no harás nada para impedirlo. No sabes cómo demonios pasaste de ser su tonto novio de la escuela para convertirte en su prometido y futuro esposo.

Lo gracioso e irónico de todo es que llevas años intentando terminar esa hueca relación, pero no puedes porque tienes miedo de hacerle daño.

Esa maldita costumbre tuya de anteponer los intereses y sentimientos del resto del universo sobre los tuyos te está haciendo más daño de lo que imaginas o de lo que puedes percatarte. Es increíble la manera en la que Sakura ha conseguido ser la persona más importante para ti sin serlo realmente e irónicamente, Sasuke, la persona más importante para ti según tú, es a quien menos le prestas atención.

Estás tan ocupado intentando no hacerle daño a ella que sin darte cuenta le haces daño a él.

Y eso te hace sentir el ser más vil de universo, porque sabes que el señor frío tiene sentimientos y lo sabes porque lo conoces.

Te recuestas del marco de la puerta un minuto mientras escribes el dichoso mensaje rápidamente, tienes que volver a dentro o sabes que Sakura saldrá por ti. Una vez enviado, miras al interior del restaurant, ella aun no se ha dado cuenta de que no estás en el baño así que tienes unos pocos segundos para esperar su respuesta.

Necesitas una respuesta.

Necesitas que te insulte o maldiga tu nombre hasta el final de los tiempos por avisarle estúpidamente que no irías a la cita cinco horas después de lo acordado. Sonríes tonto y piensas lo bien que se siente siquiera pensar que Sasuke podría haberte esperado durante todo ese tiempo.

Te encantaría que así fuera, pero tienes el tonto pensamiento de que no lo hizo o eso crees.

Suspiras estresado mientras miras la pantalla del móvil y vuelves a mirar al interior del restaurant, te queda poco tiempo y Sasuke aun no te ha respondido.

¿Desde cuándo aquel ferviente deseo de un insulto o una respuesta seca?

Lo sabes: desde siempre.

Es inútil y tonto que intentes disimular tu siempre desmedido interés en Sasuke.

Suspiras amargamente una vez más y sin querer recuerdas las veces que él intentó alejarse de ti pero tú nunca lo permitiste. Tenías miedo de que se alejara, de no volver a verle y que viese en ti un desconocido cualquiera te desesperaba terriblemente. Lo contrario a los últimos dos años, en los que eras tú quien lo esquivaba a él y quien se alejo sin previo aviso.

Las pocas y contadas veces que Sasuke intentaba acercarse a ti o te citaba en un café o una galería, de inmediato te negabas o Sakura se encargaba de que lo hicieras.

Huías y sigues huyendo de él como todo un cobarde.

Pero, ¿Qué podrías hacer? aquella vez en la que con tanto ahínco habías insistido en saber de sus preferencias, te llevaste la peor decepción de tu vida en aquel momento.

Cuando te dijo que no le gustaban las chicas, la sangre se acumuló en tu rostro. No podía ser verdad. Con tan sólo esa frase, habías revivido todos tus sueños y fantasías con Sasuke. Era tu oportunidad hasta que el completó la frase. Tampoco le gustaban los chicos y eso te regreso de llenó a la realidad.

Ese maldito asexual de mierda, como habías concordado con él en lo del nombre, no tenía ni idea de lo enamorado que estabas de él en ese momento y que increíblemente, sigues estándolo. Sasuke no supo nunca acerca de tus sueños húmedos ni tus incontrolables ganas de besarlo hasta dejarlo sin aliento.

Él nunca lo supo quizás porque es un tonto despistado o simplemente porque tú no se lo dijiste. Te empeñaste en ocultarlo tras tu fachada de casanova.

Pero, ¿Qué más podrías hacer? Desfogar tus ansias por la piel blanca de tu mejor amigo en las bonitas chicas de tu alrededor era la única solución que parecía viable en ese momento.

Recuerdas con amargura cuando conociste a Sakura, ella estaba enamorada de Sasuke y tú lo sabías. Ella te rechazó y tú te quedaste con una sonrisa y una flor en la mano, no te dolió tanto como esperabas y la mejor parte fue cuando Sasuke te dejó recostarte sobre él a modo de consuelo.

Años después, Sakura volvió y se declaro a Sasuke. Tú mundo se vino abajo y sonreíste cuando presentiste el obvio rechazo hacia ella de parte de Sasuke. Pero la ira te inundo cuando ella vino llorando hacia ti, en busca de consuelo. Bastaron un par de palabras y unas mentiras piadosas para que Sasuke se convirtiera en tu peor amigo y tú, como defensor de todos, le asestaste un puño directo al rostro para, al final de la pelea, sentirte tan mal que durante una semana planeaste todo un discurso para pedirle disculpas a Sasuke.

Pelear con él por Sakura realmente no valía la pena, hasta que ella mostró cierto interés hacia ti y hasta aquí es a donde ha llegado. Estas a míseras semanas de convertirse en su esposo por toda la eternidad o al menos hasta el final de tus días.

Serías incapaz de serle infiel, pero no sabes cómo demonios terminar aquello.

Ella era la chica que un día llegó a tu vida y nunca más partió. Se instalo por completo allí sin ninguna intención de irse, no por cuenta propia.

Tú querías verlo, querías ver a Sasuke. Y si pudieses, harías que él y Sakura cambiasen de lugares. Era una ilusión del pasado y del presente el estar con Sasuke.

Unos pequeños toques en el ventanal del restaurar te sacaron de tu eterna ensoñación, era Sakura más molesta que de costumbre. Tenías que entrar. Tú te disculpaste con una sonrisa y cuando estuviste a punto de entrar nuevamente al restaurar, tu móvil sonó y rápidamente leíste el mensaje que tanto habías esperado.

Te imaginabas un insulto o una maldición, pero no aquello.

"La única razón por la que quería verte era porque deseaba confesarte que me enamoré estúpidamente de ti. Me iré está noche, hasta nunca"

Fue entonces cuando el mundo perdió su real significado y el piso se movió tan bruscamente que la cabeza te dio un par de vueltas.

¿Era real? ¿De verdad estaba sucediendo?

Y tú no te molestaste en detener a preguntártelo y mucho menos a pensarlo, simplemente tomaste el casco de la motocicleta y te lo pusiste lo más rápido que pudiste para luego subir a tu Kawasaki ninja 250, estratégicamente estacionada frente al restaurant. La encendiste y sin escuchar los gritos de Sakura a tus espaldas, condujiste hasta el único lugar que tu corazón y tu mente te indicaban.

Tu pecho estaba oprimido y el sentimiento de la desesperación estaba alojado entre tus pulmones impidiéndote respirar con normalidad mientras la felicidad se hacia un espacio en tu corazón. Quizás era una perdida de tiempo o una locura, pero la necesidad de ir tras él te cegó por completo hasta que estuviste delante de la puerta de su departamento, la cual tocaste con desesperación y mucha insistencia.

Tenías que verlo, querías verlo.

Cuando él finalmente abrió la puerta obviamente molesto, sus ojos se encontraron con los tuyos y quedaron en completo mutismo. Todo lo que habías pensado en decir y las preguntas que exigían respuestas terminaron siendo olvidados en algún distante lugar cuando tú, movido por la euforia y la emoción del momento, lo tomaste por el cuello de la camisa y de un empujón lo llevaste hacia dentro de la casa.

Lo arrinconaste entre tú y la pared y sin más preámbulos ni pensamientos, lo besaste. Lo besaste con amor, con lujuria y con deseo. Todo lo que siempre habías deseado estaba sucediendo y aun no lograbas asimilarlo de todo y de lo único de lo que estabas seguro era de que sus labios y su boca tenían un sabor extremadamente exquisito.

Las millones de veces en las que imaginaste sus labios no se comparaban en nada con el ahora, eran mucho mejor y mucho más deliciosos. A los pocos segundos, como después de haber asimilado la situación, Sasuke te abrazó y correspondió el beso con la misma intensidad y la misma hambre que tú hacia tu boca.

Sasuke te besaba y tu a él, sus lenguas se tocaban y recorrían la cavidad contraria, incansables. Sus dientes chocaron un par de veces con los tuyos pero no importaba, todo parecía tener sentido, todo parecía tener vida y color propio.

Y podrías jurar que esa fue la mejor noche de tu vida, la única noche en que no necesitaste palabras para describir lo que sentías y mucho menos tenías que expresar sentimientos. Las palabras no eran necesarias. Te sentiste en la gloria cuando Sasuke correspondía a tus provocaciones y a tus caricias, estabas completamente fascinado.

De un momento a otro, todas tus fantasías se hicieron realidad. Sasuke te besaba desesperado, lujurioso y hambriento, pero podías sentir sus sentimientos arder en tu piel cada vez que te tocaba y acariciaba con cierto toque de amor que fácilmente podías percibir.

No importaba nada más en ese momento, sólo tú y él compartiendo aquella inmensa y suave cama.

Notas finales:

awwww :( como q a nadie le gusto este fic awwww :(


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