Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Carta por KBlue

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Hola mi Ángel:

Ya han pasado unos años, muchas cosas han pasado, pero sigo echándote de menos, sigo notando tu falta en mi vida, desde ese fatídico día en el que nuestra vida en común se quedó truncada por una tragedia.

Como supongo que sabrás he conocido a diferentes personas y he amado a algunas de ellas pero nunca les podré dar mi corazón por completo como solo entregué una vez en mi vida, que fue a ti, porque una parte de él se murió al perderte.

Te amé varios años en silencio y tu a mí, pero el estúpido miedo evitaba que nos dijésemos algo, fue duro para los dos, pero me arriesgué a perderte y por suerte gané, bueno, ganamos, nuestro amor por fin estaba libre y podíamos transmitírnoslo y disfrutarlo juntos sin miedo a estropearlo, porque estábamos seguros de lo que sentíamos, nos queríamos.

Nunca podré olvidar ese primer beso que nos dimos, estaba tan enamorado de ti, pero tanto, tanto que no se si lo sabes, yo nunca te lo dije, pero el calor de tus labios posados en los míos me provocó un orgasmo, para cualquier persona puede ser tan solo un beso, pero no saben que un beso tuyo es como cumplir un deseo, como si te tocase una entrada en el cielo, algo increíble e indescriptible, aún ahora si me concentro soy capaz de sentirlos provocándome un escalofrío.

Nuestro amor fue puro y limpio, pero cuando el amor es entre dos chicos y con la diferencia de edad que había entre nosotros para muchas personas si conociesen nuestra relación se convierte automáticamente en algo distinto para ellos, yo sería  un ser horrible, un abusador, alguien despreciable al que no le debería pasar nada bueno en la vida, por suerte eso era nuestro secreto, de todos modos es que antes de irte, tu madre ya conocía nuestro amor, nos lo notó… solo una madre puede sentir ciertas cosas y no se equivocó pero nunca te lo llegué a decir, ni ella tampoco, ya que no era algo importante.

Tu madre, que decir de esa gran mujer, a la que le estaré eternamente agradecido por creer en nosotros, en nuestro amor y por no pensar como el resto de la sociedad de que mi relación contigo era enfermiza o dañina, porque no lo era y nunca lo sería, porque tú para mí, eras lo más valioso, algo a lo que cuidar y proteger como si de una figurilla de cristal se tratase.

Algo que me hace llorar es recordar que cuando eras tú el que estaba enfermo y el que se supone que debería ser consolado y recibir atenciones para subir el ánimo era precisamente el que consolaba, el que le subía los ánimos a los demás, eras tú el que regalaba sonrisas a la familia, amigos o a quien hiciese falta y sobre todo a mi cuando nos quedábamos un rato a solas, todo gracias a tu madre que nos lo ponía fácil sin que te enterases.

Extraño esos ojos marrones que rebosaban alegría incluso cuando todos los demás ojos que estaban contigo se llenaban de lágrimas por el miedo a perderte, por el dolor de saber que estabas sufriendo aunque no dejases que se notase exteriormente pero sobre todo lo mejor de tus ojos eran tus miradas, eran únicas, solo con verte, sabía lo que pensabas y tu lo mismo con los míos, nuestra conexión era mágica.

Tu irradiabas un brillo tan grande que cegaba y eclipsaba a quien osaba fijarse en ti, a pesar de que siempre intentabas pasar desapercibido era imposible, eras la belleza perfecta personificada, era imposible que miles de ojos no se posasen en ti, no me quedaba otra que soportarlo, pero me ponía muy celoso sentir sus miradas posándose en ti, pero lo peor eran todas esas niñas pijas que siempre se te pegaban como lapas en cuanto tenían la oportunidad pero tú las odiabas, mucho, más que yo incluso, siempre conseguías que yo me partiese de la risa cuando intentando librarte de ellas las tratabas mal y no se daban por aludidas, subiendo cada vez más el tono hasta que te cabreabas con esas pesadas. Eses cabreos me hacían gracia pero los mejores de tus enfados era cuando te “enfadabas” conmigo, ponías una cara adorable que me hacían querer besarte, besarte hasta que ambos quedásemos sin respiración.

Nadie como tu sabía tanto de mi, nadie me hacía reír como tú, me gustaba mucho reírme contigo, eras muy especial, nunca nadie compartirá tanto conmigo como tú, nuestras penas, tristezas y alegrías eran una, de los dos, da igual por quien comenzasen.
No es ni la primera ni la última carta que te escribo pero que no puedo enviar porque no puedo hacértela llegar así que la escribo para mí, para recordarte, para desahogarme y sobre todo llorarte un rato que muchas veces lo necesito.

Te echaré en falta toda mi vida, estoy seguro que si me ves desde el cielo no te gustaría que yo este triste, sabes que no suelo estarlo, pero de vez en cuando me gusta llorar recordando los momentos felices a tu lado, para luego volver a la realidad e intentar ser feliz con mi nuevo novio, sabiendo que eso es lo que a ti te gustaría, que intente ser feliz sin rendirme, sin dejarme caer en una depresión.

Te quiero mi Ángel, Tu amor terrenal que nunca te olvida ni te olvidará jamás


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).