Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Owner Of Your Love por MidoricoShini

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Esto será un two-Shot

Notas del capitulo:

 

Naruto no me pertenece.

A leer.

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*Owner Of Your Love~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

 

°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_ Dueño de tu amor °_°_°_°_°_°_°_°_°_°_

 

 

Siempre había escuchado que lucían bien juntos. Como pareja eran la envidia de todas las demás y como futuros esposos simplemente eran la cotilla de la sociedad.

A el particularmente no le importaba que dijeran o pensaran los demás. Claro que no. Pues simplemente le importaba estar junto al amor de su vida. Formar una familia y vivir felices por siempre. El simplemente estaba acostumbrado a una buena vida desde que sus padres habían muerto, tampoco era como si supiera que en la vida existían personas buenas o malas.

 

Naruto Namikaze era una persona amable, bondadosa, cariñosa y muy hermosa a cualquier vista. Era accesible para cualquier empleado conversar con el dueño de las empresas Namikaze, conversar con el eran los momentos más atesorados para sus empleados y familiares. Para su actual pareja, disfrutar de la compañía de Naruto era como estar en el mismo cielo.

 

Ambos estaban enamorados, pero uno más que el otro.

 

Naruto en la actualidad se preparaba para su boda, todos los preparativos revisados por el mismo. El jardín, los decorados, la fecha, el cura, el juez, las invitaciones…

 

 

-¡Las invitaciones-ttebayo!-se levantó del escritorio de su despacho, tomando con rapidez la caja blanca que estaba sobre tantos papeles desordenados-¡Iruka-sensei!-grito saliendo de su despacho y corriendo en dirección a la cocina, donde sabia encontraría a su adorado sensei.

 

 

Umino Iruka había sido el hombre con el que vivió a partir de sus tres años, aquel maestro se convirtió en su tutor y fungió el papel de sus padres sustitutos. Era un doncel, al igual que Naruto, pero el Umino nunca se había casado por lo tanto aquel rubio revoltoso que ahora llegaba hasta su lado, era toda la vida de Iruka, desde el sol que lo despierta cada mañana, hasta la luna que ilumina sus anocheceres. No sabía que hacer después de pasado mañana, ese doncel ojo azul ya no estaría soltero y mucho menos revoloteando por toda la mansión.

 

 

-Naru, deja de correr-le pidió el sensei, sonriendo al ver que su pequeño aun manoseaba la comida, como lo hacía de niño.

 

-¡pero…!

 

-deberías hacerle caso a Iruka-san dobe-lo interrumpió la voz de un pelinegro que entraba, con una sonrisa prepotente, a la cocina.

 

-¡no me llames dobe, teme!-grito con enfado el rubiales-¡¿Cuándo llegaste-ttebayo?!

 

-oh, es verdad Naru, Sasuke-sama ha venido a verte-informo divertido Iruka, viendo el hermoso puchero de su niño.

 

-¡Iruka-sensei! ¡Sabes que Sasuke-teme no puede entrar más a la casa-ttebayo!-anuncio Naruto, yendo a empujar a Sasuke de la espalda para sacarlo de la cocina.

 

-¡vamos dobe, solo quería visitar a Iruka-san!-refunfuño Sasuke, sin oponer verdaderamente un esfuerzo por ser empujado por Naruto-¿enserio me piensas echar?-pregunto, viendo que Naruto no cedía.

 

-¡Sasuke-kun!-escucharon desde arriba de las escaleras, la voz de una pelo rosa, que llamaba al moreno.

 

-Sakura-chan.-susurro Naruto, viendo a la chica bajar de las escaleras.

 

 

Sakura Namikaze, su prima y desde hacía mucho tiempo era su hermana. Su madre, Tsunade era hermana de su padre, por tanto eran la única familia que tenía. Un año después del accidente de sus padres, Tsunade tomo la decisión de vivir junto a él. Naruto no se molestó en absoluto, mucho menos sabiendo que tenía un prima de la misma edad. Pero quizá eso era precisamente el problema, ambos compartían la misma edad.

 

 

-Naru-chan, ¿piensas correr a Sasuke-kun?-pregunto la ojos verdes bajando las escaleras, sonriéndole coqueta al moreno. Sí, ser de la misma edad era el problema, Sakura siempre le coqueteaba a Sasuke.

 

-no, él se ofreció a acompañarme a dejar las ultimas invitaciones-anuncio Naruto, tomando del brazo a Sasuke y jalándolo a la salida-¡Vamos, teme! ¡Se nos ara tarde-ttebayo!

 

-nunca accedí a acompañarte dobe-sonrió burlón Sasuke, caminando junto a Naruto a la salida, perdiéndose cuando la puerta se serró.

 

 

Los ojos de la chica permanecieron clavados en la puerta que muchas veces había usado Naruto para alejarla de su Sasuke-kun. Sonrió de forma autosuficiente, cruzándose de brazos pues una vez casado Naruto, ella tendría vía libre con Sasuke, ese moreno no se le escaparía. Todo esto visto por Iruka, que solo podía mirar con pena a la muchacha.

Iruka no solo representaba un mayordomo o legítimo tutor de Naruto, no. Iruka representaba en esa mansión más que eso.

 

 

 

~Ahora mismo tu distancia de mí, es eso que llamamos “amigos”. Sería algo hermoso el “Tú y Yo” pero ahora mismo solo buscas continuar hiriéndome ¿Por qué me lastimo a mí mismo?~

 

 

 

Habían subido al auto deportivo negro que Sasuke se empeñaba en conducir, aludiendo a los buenos caballos de fuerza de aquella belleza. La verdad Naruto nunca le hubiese interesado aquellos temas, de no ser porque Sasuke lo convirtió en un fanático de la velocidad. Por esa misma razón también le gustaba montar en aquella belleza, como lo llamaba su mejor amigo.

 

 

-¿enserio no podrás asistir a mi boda-ttebayo?-preguntaba Naruto, mirando con reprobación el boleto de avión que Sasuke había olvidado guardar, dejándolo a la vista de Naruto.

 

-no puedo dobe-resto importancia Sasuke, girando el volante-ya te dije que si quieres que asista tu boda, no te cases.

 

-¡maldito bastardo! ¡Yo ya te lo había dicho!-Naruto golpeo el hombro de Sasuke, sintiendo en seguida el cambio brusco de humor de su amigo-¿Por qué no quieres asistir-ttebayo?-pregunto desilusionado.

 

-simplemente no puedo dobe-le revolvió el cabello deteniéndose frente a un edificio de gran renombre.

 

-maldito mentiroso-susurro el rubio bajando del auto.

 

 

Sasuke simplemente miro la fecha del boleto, seria precisamente pasado mañana, precisamente el día de la boda de Naruto y este no había hecho nada por detenerle. Sentía lastima por el mismo…

Sería mejor bajar y acompañar a su rubio amigo antes de que este comenzara a llamarle a gritos desde dentro del edificio, armando un gran alboroto y llamando así más la atención de los empleados de aquella firma de arquitectos de la que el tan famoso novio del dobe era dueño.

Cuando entro, el rubio ya se encontraba hablando con la recepcionista que recibía la invitación de la boda, de las manos del propio novio que le sonreía y seguía directo al elevador, donde le sonrió pidiéndole que entrara junto a él, así que ahí se dirigió.

 

 

-yo no te permitiría entregar las invitaciones, eso lo aria yo-aclaro como simple tema de conversación.

 

-sabes que Pein tiene mucho trabajo, teme-Naruto no le miro, simplemente presiono el botón del veinteavo piso-además, es mera educación, pues el mismo día que Pein me pidió matrimonio, sus empleados fueron los primeros en ser invitados, fue tan…

 

-si dobe, “fue tan hermoso”-imito la voz de Naruto-ya me lo has contado un millón de veces-sonrió burlón ante el puchero de su amigo.

 

-¡maldito teme, déjame terminar-ttebayo!-le reclamo antes de salir del elevador sonriendo ante la pequeña disputa que mantuvo con su amigo de peleas, esas pequeñas peleas que mantenía con Sasuke era la vainilla de sus días, pero a él le gustaban, porque siempre había un sabor salado en esa vainilla, algo diferente día tras día y pelea tras pelea.

 

 

Corrió en dirección a la secretaria frente a las enormes puertas de roble que se mantenían serradas, pidiéndole a la amable jovencita que le dejara ver a su prometido. Mientras que Sasuke simplemente le pisaba los talones, con la digna pose Uchiha que siempre le caracterizaba y volvía locas a las mujeres y donceles.

Al parecer la mujer se percató de su presencia, pues rápidamente se levantó e hizo una reverencia, para después autorizarle la entrada a su amigo, quien dejo al puerta abierta para que el también entrara. Al pasar junto a la mujer pudo notar como esta se encontraba un poco nerviosa, lo que ocasionó un leve interés, pero lo dejo pasar.

La escena que miro justo cuando atravesaba el umbral de la madera no le alentó para nada, pues Naruto besaba con sencillez los labios del maldito pelo naranjo que le sostenía de la cintura. Desvió su mirada a los sillones que se encontraban para comodidad de los clientes en aquel despacho, pero en vez de hallarlos vacíos, sus negros iris encontraron a una mujer abrazando a un pequeño niño que miraba todo con curiosidad.

 

 

-Sasuke, ¿podrías llevar a MI prometido a comer?-le pregunto sin muchas ganas el pelo naranja, quien aún no se despegaba de Naruto-aun no termino de atender algunos asuntos-refiriéndose a los “otros” intrusos, restándole importancia a él.

 

-¡pero…!-iba a reclamar Naruto, siendo callado por la mujer que se levantaba del sofá.

 

-no se preocupen, yo ya me iba-indico la mujer, tomando de la mano al pequeño de cabellos naranjas.

 

-¡espere!-hablo Naruto, alcanzando a la mujer-Pein y yo nos casaremos pasado mañana, me gustaría que asistieran-ttebayo, si son amigos de mi prometido también son míos-sonrió como solo él podía hacer. Pero la mujer simplemente le miro sorprendida y después dirigió la mirada detrás de Naruto, asía Pein que le miraba con ojos serpenteantes, ella solo hizo amargo de tomar la invitación que el rubio le ofrecía-ahí podrás jugar conmigo pequeño-Naruto el acaricio los cabellos al pequeño que solo se encogió sobre si-¡que mono! ¡Mira Pein, quiero un bebe así!-grito emocionado-los acompañare a la salida-se giró a ver a su amigo y prometido-no tardare-ttebayo, no se vayan a comer sin mí.

 

 

Justo cuando la puerta se cerró, tanto Sasuke como Pein se miraron con odio mal disimulado.

Desde que se conocieron, gracias a Naruto, ninguno de los dos se había agradado. Tanto porque eran enemigos renombrados gracias sus distintas firmas de arquitectos, como eran rivales por la atención de aquel doncel que les había robado no solo su atención. Pero el odio que sintió Sasuke hacia ese de perforaciones se acrecentó cuando se convirtieron en “prometidos” hace cuatro meses, al parecer le había ganado la partida con aquel rubito con el que había compartido toda una niñez, adolescencia y parte de su adultez. Aunque Pein no estaba del todo alejado del mismo odio que Sasuke sentía asía el, pues desde un principio había descubierto los sentimientos de aquel Uchiha hacia su despistado novio.

El pelinegro simplemente dio media vuelta para salir de la oficina pero fue detenido por Pein.

 

 

-ahora que nos casaremos, no te quiero cerca de Naruto-aclaro con altivez. Deteniendo al azabache-y espero que no se te ocurra declararte antes de la boda.

 

-¿tienes miedo?-pregunto con burla orgullosa el Uchiha, girándose y encarando al Nagato-¿tanto así confías en el amor que te tiene Naruto?

 

-tsk-Pein solo pudo torcer la boca-no quiero pasar mi luna de miel escuchando lo mal que se siente mi novio por haber rechazado a su amigo.

 

-¿sabes? Ahora que hablamos con honestidad-Sasuke metió sus manos a sus bolsillos, obteniendo una pose digna de su apellido-te pediré que seas un buen esposo para Naruto, él no puede beber mucho, odia el humo de los cigarros, odia estar solo así que acompáñalo siempre. Asegúrate de nunca olvidar su cumpleaños y celebrarlo siempre, odia el frio y ama el ramen…

 

-¿Por qué me lo dices? ¿Crees que no lo conozco?-pregunto con molestia le pelo naranja.

 

-la verdad no sé por qué te lo estoy diciendo-sonrió burlón Sasuke, mirando en dirección al ventanal de aquella habitación-abrázalo cuando llore la noche de tu boda…

 

 

~Aun cuando no te das cuenta de nada. Aun cuando no te importa nada. Si te gustan todas las persona excepto yo, es algo que en verdad no quiero saber. Aun así quiero verte, aun si es doloroso. Es tan doloroso anhelarte tanto. ~

 

 

La comida aquel día fue maravillosa, siempre lo era en compañía de Sasuke y si se encontraba su novio mucho mejor. La verdad la había disfrutado más que nuca, porque hoy por la mañana su mejor amigo salía de viaje y no sabía hasta cuando regresaría. Sumándole que su luna de miel seria por una semana y no vería a su amigote por un largo tiempo.

 

Por eso la comida la había disfrutado mucho, quería no olvidarse de su amigo mientras estuviera lejos de él.

 

De ahí, salieron al centro comercial a comprar algunas cosas para los últimos detalles de la boda y como era costumbre Pein le había dejado con Sasuke para atender asuntos de la empresa. Últimamente había sido así. Pero eso en vez de molestarle le gusto, pues así pasaría ese día entero en compañía de Sasuke que le ayudo a elegir el color de las servilletas y manteles de la boda. Se la había pasado en grande al ver a Sasuke sonrojado cuando le habían dicho que hacían bonita pareja, el solo se rio y le siguio la corriente a la vendedora, mientras Sasuke parecía nervioso ante su sugerencia de seguirle el juego a la mujer, que a final de cuentas termino por hacerles un descuento.

 

Las compras habían sido como siempre una agradable experiencia que tanto Sasuke como Naruto se llevarían como recuerdo de aquel día. Por tanto el rubio de ojos azules prefirió caminar a casa, en vez de montar a la belleza de Sasuke, que fue llevada por el chofer de Sasuke, a  quien le hablaron para que lo recogiera del estacionamiento del centro comercial.

Mientras ellos caminaban por la acera que se encontraba húmeda por la resiente lluvia que habían ignorado por encontrarse de compras.

 

 

-¿Por qué te casas Naruto?-pregunto de pronto Sasuke, sin dejar de mirar su camino.

 

-¿Por qué?-pregunto curioso y sorprendido-es el sueño de todo doncel-ttebayo.

 

-el tuyo no lo era-recordó Sasuke, sonriendo al recordar como Naruto era todo un caso de pequeño-recuerdo que en los festivales de la escuela, cuando te “pedían matrimonio” siempre terminabas golpeándolos y gritándoles: “Yo nunca me voy a casar, quiero honrar a mis padres extendiendo las empresas Namikaze y si algún día me llego a casar será con Sasuke-ttebayo.”

 

-teme-susurro sonrojado Naruto, al recordar lo cabeza dura que era-Pein es diferente, el me hizo sentir la necesidad de un varón en mi vida-ttebayo…

 

-me tienes a mi-Sasuke se detuvo, girándose para mirar directo a los ojos a Naruto-no te cases por favor…

 

 

Los azulinos ojos de Naruto pudieron notar claramente como la mirada de Sasuke se opacaba, mientras que el flequillo de su amigo cubría por completo sus azabaches ojos. Así que con cautela se acercó a él, tomando las manos del moreno entre las suyas y acariciándolas, sonriendo cariñosamente ante la sumisión de Sasuke Uchiha.

 

 

-no seas teme, teme-hablo risueño, sin dejar de acariciar las manos del contrario-cuando te cases sabrás lo que yo siento en estos momentos y aunque me dolerá, seré feliz de verte feliz. Incluso podremos salir los cuatro-ttebayo, y nuestros hijos serán amigos como…

 

-nunca lo entendiste dobe-interrumpió Sasuke soltándose del agarre-eres bueno siendo así de despistado, por eso era muy difícil no decírtelo. Puedes quedarte así de despistado, pues es parte de tu belleza.

 

-¡Teme!-regaño con un puchero a su amigo, que le sonrió, un poco más recuperado.

 

-Naruto…-el Uchiha dudo si seguir o no. Pero lo que no dudo hacer, fue acercarse con cautela a su amigo y acariciarle la mejilla con tanto cariño que Naruto se perdió en las embelesan tés caricias del moreno-Yo siempre he sido quien se ha aferrado a ti todo este tiempo, yo siempre lamentare dejarte ir tan lejos de mi…

 

 

Y el moreno por fin hizo lo que llevaba deseando hacer por más de cinco años. Beso a Naruto. Un beso cariñoso que fácilmente podría interpretarse como de hermanos, tan casto y puro que a Naruto él supo doloroso, tan amargo como la despedida que no quería que sucediera. Así que con la impotencia que no solo él podía sentir, mantuvo ese rose por más tiempo, regalándole –sin saberlo– uno de los más grandes regalos a Sasuke.

La sonrisa triste de Sasuke se reflejó al sentir como su niño mal interpretaba sus sentimientos. Naruto siempre había sido esa clase de chico, pues desconocía la maldad en la personas. Por eso mismo se tenía lastima a sí mismo. Naruto no podía verlo más haya que un simple hermano y el ya no podía evitar mirarlo con otros ojos.

 

 

-La amistad no es necesaria para nosotros, ya no es necesaria más una amistad porque para mí es tan doloroso anhelarte tanto, es muy difícil contenerme y no poder decirlo, porque tú nunca te das cuenta-termino, abrazando con todas sus fuerzas al rubio, metiendo en su gabardina una carta.

 

-hoy actúas raro Sasuke, esto parece una despedida y lo de nuestra amistad una broma de mal gusto-ttebayo.-susurro Naruto inocente, acomodándose mejor entre los brazos que siempre lo acunaron.

 

-pasemos esta noche junto, disfrutemos ambos esta oportunidad-susurro al igual Sasuke, asfixiando al rubio.

 

 

~Aun me siento arrepentido y quiero regresar el tiempo. Bebé, incluso si trato de borrar tu presencia e incluso tu nombre… No te puedo olvidar… Cuando el tiempo comience a avanzar y el dolor se convierta en recuerdos, podre volver contigo~

 

 

El día de la boda había llegado, Naruto había dormido en el apartamento de Sasuke después de las compras, había caído rendido ante el día ajetreado que le había regalado su amigo. Mientras que el día siguiente se la había pasado entre preparativos y últimos detalles para su perfecto día.

No había vuelto a ver a Sasuke y Pein solo le había telefoneado la noche anterior para saber si se encontraba nervioso o si le faltaba algo de los preparativos. En aquel momento no se encontraba nervioso, pero ahora, frente al espejo y mirándose con aquel hermoso kimono se moría de los nervios.

En la habitación se encontraba su tía y el nervioso de su sensei, que no paraba de llorar por que su niño se casaría. Mientras que el con la mirada buscaba a su prima, de quien no era extraño que llegara a última hora. Así que con una sonrisa se giró frente a sus familiares y les abrió los brazos para recibir las primeras felicitaciones ese día.

 

 

-Luces tan hermoso mi niño-Tsunade se limpió las lágrimas y abrazo a su sobrino como si a su propia hija felicitara-te vamos a extrañar muchísimo Naru.

 

-Arigatou Tsunade-baachan.-sonrió el rubio correspondiendo el abrazo.

 

-mi niño-llego la oportunidad de Iruka, quien no pudo evitar dejar de llorar-hay algo que tengo que darte-le anuncio, después de alejarse de su hijo. Porque eso era Naruto, su hijo.

 

-¿Qué es-ttebayo?-pregunto curioso, observando como Iruka sacaba de una cajita un hermoso colgante azul en forma de gota alargada.

 

-tu padre se la obsequio a tu madre en su noche de bodas-anuncio Iruka, abriendo el colgante para colocárselo a Naruto-ellos querían que la portaras el día que te casaras.

 

-es hermosa-ttebayo.-anuncio Naruto, admirando la hermosa piedra, así que se giró para que se la colgaran-¿podrías ponérmela Iruka-sensei?

 

-por supuesto-accedió el castaño, que con cuidado se ubicó detrás de Naruto, pero jamás llego a soltar el colgante.

 

-¿Sucede algo-ttebayo?-pregunto, para mirar la cara preocupada de Tsunade e Iruka.

 

-el colgante se ha roto-anuncio Iruka, dejando ver la piedra sobre su palma.

 

-¿es malo-ttebayo?-pregunto, mirando con tristeza la piedra en manos de su sensei.

 

 

Mientras que la mirada de Iruka y Tsunade se miraban sorprendidas, esa piedra había pertenecido a los cabecillas de los Namikaze, pues esa piedra tenía la habilidad de encontrar a la pareja perfecta para el primogénito de la familia. Si la piedra brillaba en el cuello del Namikaze, indicaba que había encontrado a su media naranja, mientras que si no era su pareja… quizá se rompía, era la primera vez que sucedía. Pero desde un principio ambos, Iruka y Tsunade, sabían que Pein no era de fiar.

 

 

-¿Dónde está Sasu…?-pero la preocupada rubia no alcanzo a responder, pues el móvil del rubio comenzó a escucharse.

 

-Ese debe ser el teme, ¡Ya se había tardado!-anuncio olvidándose por completo de todo, buscando su móvil para contestar, mientras que los otros dos se miraban de nuevo sorprendidos. La piedra había brillado con intensidad-¡Teme! ¡He esperado tu llamada-ttebayo!

 

-estaba a punto de irme…-dudo si continuar-estoy frente a tu casa…

 

-¡¿Por qué no has entrado?! ¡Teme insensato-ttebayo!-anuncio con felicidad, Sasuke quizá haya cambiado de parecer y se quedaría a la boda.

 

-¿hay algo que quieras decirme?

 

-¿algo?-pregunto Naruto-nada realmente importante, solo que ¡te agradezco que te que…!

 

-Tengo que irme, mi bueno sale pronto así que… sayonara Naruto-y la llamada se cortó.

 

-Ese teme-susurro suspirando y mirándose una vez más al espejo y después el protector de pantalla de su móvil, que lo mostraba a él y su futuro esposo abrazados-es una lástima que no estés aquí-ttebayo. Me hubiera gustado compartirlo contigo teme…

 

 

~Lo siento mi niño, lamento sentir esto, lo siento… Encerrado en esta obscuridad, mi mente en blanco me vuelve loco solo pensando en ti. No importa cuentas veces te llame… tu nunca vendrás, solo soy yo quien se desmorona sin ti~

 

 

El auto que lo transportaría a la iglesia ya estaba listo, mientras que Iruka y Tsunade buscaban a su hermana, quien viajaría con el hasta el altar. A pesar de en ocasiones tener riñas con Sakura, él la considera la mejor persona para entregarlo en el altar. Lástima que la muchachita no apareciera por ningún lado. No debía atrasarse y con la promesa de enviar a Sakura lo más pronto que la encontrara, subió al auto para dirigirse a la iglesia donde seguramente Pein le estaría esperando.

 

Cuando llego a las afueras de la iglesia, los invitados el aplaudieron y el no pudo evitar sonreír como solo él había podido aprender a hacerlo. Mientras que con una cara preocupada se había acercado uno de sus amigos.

 

 

-Naru, Pein aún no llega, ¿Qué te parece dar una vuelta más?-pregunto con animos, Naruto siempre tan puntual, lo extraño era la impuntualidad de Pein.

 

-¿aún no llega?-Naruto se preocupó de lo dicho por Kiba, que le negó con la cabeza-quizá haya tráfico, daré una vuelta más-ttebayo.-sonrió animando a los invitados y al chofer.

 

Dos vueltas más.

Cinco llamadas pérdidas.

Quince murmullos entre los invitados.

 

Cinco vueltas en total.

Cincuenta llamas directo al buzón.

Cien cuchicheos y gente cotilla fuera de la iglesia.

 

Un Naruto entrando a la iglesia.

Tsunade e Iruka  tratando de detenerlo.

Un Naruto preocupado.

 

 

-Naru, mi niño, ¿Por qué no lo esperas en el auto?-trato de convencerlo, evitando que las lágrimas que veía contenidas en el rostro de su niño no salieran frente a aquella gente-ya verás que no pasó nada malo y el…

 

-el no vendrá-anuncio aquella mujer, que se acercaba con el pequeño de pelo naranjo de la mano.

 

-¿Qué hace usted aquí? Le dije claramente que…

 

-también te lo dije aquel día. Nagato no te conviene, él tiene que reconocer a su hijo-anuncio con burla, jalando asía enfrente al pequeño-¿no son iguales? Nagato es un ser despreciable que solo te está utilizando Naruto Namikaze, como lo hizo conmigo.

 

-¡No! ¡El no… el no sería capaz!-y las lágrimas comenzaron a bajar a velocidad impresionante de sus mejillas, mientras sus amigos y algunos familiares se acercaban para tratar de calmarlo-el… el me ama-ttebayo… el me lo dijo… el…

 

 

Lo primero que hizo fue correr en dirección a la salida y mirara a todos a su paso, viendo si de casualidad Pein no le jugaba una broma… una broma de mal gusto. Vio, al salir de la capilla, como los invitados le miraban con tristeza y lastima, así que con molestia corrió dirección al auto donde saco de un tirón al chofer y salió derrapando de aquel lugar.

Sabía a donde dirigirse: al departamento de Pein.

Sabía que quizá no le gustaría lo que encontraría, porque había notado esas miradas de coquetería hacia su novio, pero también había notado como este las ignoraba y le aseguraba que él era el único en su vida. Aun así le molestaba que esa descarada le coqueteara de aquella forma. Le provocara con aquellas fachas y aún más que los ojos de su prometido se desviaran a aquellos pechos que él no tenía.

 

Estaciono el auto equívocamente. Bajo sin siquiera apagarlo y luchando con el aparatoso kimono que llamaba la atención de todas las personas que salían de aquel edificio de departamentos. Aquel que le pesaba tanto y con aquel que pensaba casarse hace cuarenta y cinco minutos.

105

Era el número del departamento de Pein y con lágrimas aun en sus ojos, toco con toda la fuerza que su llanto le dejaba. Pero la puerta simplemente cedió ante su primer toque, no quería entrar, pero las risas que conocía lo hicieron tomar valor, secarse con brusquedad las lágrimas, lastimándose en el proceso y enfrentarse a la peor escena de su vida.

En el sofá, se encontraba Sakura, su prima, con su prometido. Ambos compartiendo una copa, mientras la pelo rosa besaba su cuello, el otro le acariciaba la pierna, pues la mujer se encontraba abierta de piernas sobre el regazo de Nagato, dándole la espalda a Naruto.

 

 

-debí creerle a Konan…-susurro cansado Naruto, sin moverse de su reciente sorpresa.

 

-¡Primo!-grito asustada la mujer, tratando de levantarse con toda la inocencia posible-no es lo que piensas veras…

 

-¿Cuándo pensaban decírmelo?-pregunto burlón, mirando como Pein desviaba su mirada-¡¿Cuándo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Cuándo?! ¡Maldita sea! ¡Lo sabía-ttebayo! ¡Lo sabía y aun así…!

 

-Naru, yo…-intento hablar y acercarse a Naruto.

 

-¡No me llames así! ¡Eres un bastardo!-miro a su alrededor y le arrojo el florero que tenía más cerca, haciendo que saltara un paso atrás de él. Mientras que la ojos verdes gritaba por el susto-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡Yo te di todo! ¡Todo-ttebayo!

 

-¡cálmate!-le grito en esta ocasión Sakura-deja de hacerte el inocente y santo que no te queda para nada-la actitud de su prima cambio por completo, adquiriendo ahora soberbia y prepotencia-la verdad que nadie se atreve a proclamar en voz alta es que la única persona que tenia en sus encantos a Pein era yo. Así lo planeamos.

 

-¿Q-Qué?-pregunto sorprendido, mordiéndose el labio para no llorar-yo te quería como mi hermana Sakura, siempre estuve atenta a ti, tu madre incluso vela por ti…

 

-¡Deja de fingir! ¡Siempre estuve detrás de ti! ¡En todo!-grito molesta, acercándose a Pein y abrazándolo del brazo-pero esta vez te gane primito-se burló en la cara del rubio que solo apretó los puños.

 

-Sakura- advirtió con molestia el de pelo naranja, soltándose del agarre, a lo que la chica solo se encogió de hombros-la verdad es que yo era el único que podía fingir quererte y tu creerme hasta el momento final en que yo decidiera ponerle final a todo. Pero me enamore de ti y todo esto fue en vano…

 

-entonces… ¿Por qué? Yo te creí-ttebayo…

 

-¡Por favor! ¡Madura Naruto!

 

-¡Sakura!-volvió a advertir esta vez con un grito-lo que te dije anoche era mentira. Te dije que quería pasar esa noche contigo pero lo que en realidad quería era tu dinero y lo he conseguido. Mi amor por el dinero es más grande que el que siento por ti.

 

-es el dinero le caja fuerte ¿verdad-ttebayo?-le pregunto esta vez a su primo que le miro triunfante-disfrútenlo porque es lo único que obtendrán de mí.

 

 

Naruto salió con toda la dignidad que pudo rumbo al ascensor, repitiéndose mentalmente: ‹‹“No llores, no lo merecen. Aguanta, no les des el gusto de desmoronarte… pero es tan difícil”››

Cuando las puertas del ascensor se serraron, se dejó deslizar por la pared del gran espejo y lloro tratando de sofocar sus sollozos con su boca, que de nada le servia.

Cuando salió a la avenida, su auto ya no estaba, mientras que sus lágrimas corrían el poco maquillaje que le habían aplicado y la gente le miraba con extrañeza al verlo caminando entre sollozos y aquel exuberante kimono.

 

 

~ ¿Pensaste que iba ir detrás de ti? Eso es un asco, no te engañes. Voy a conseguir a alguien mejor, hare que te lamentes. La tristeza es solo por ahora chico, porque el amor se acabó, el amor se acabó esta noche~

 

Justo cuando llegaba giraba en la esquina, pudo notar como todos los organizadores se movían de un lado a otro. Así que con molestia y aun con restos de lágrimas ingreso con valor a aquel lugar. Pero no se esperó que los de la orquesta toaran la marcha nupcial con solo verlo entrar, ¡estaban ciegos! ¡Venia solo!

 

 

-¡largo! ¡Váyanse! ¡Fuera!-grito, tirando los arreglos de la mesa e incluso volteando algunas de ellas.

 

-Naru, Naru por favor-pidió Iruka, que llegaba agitado y tratando de detener a su niño.

 

-¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡As que se larguen!-pidió librándose del abrazo de su sensei y corriendo a la casa.

 

-Naru…-susurro dolido, ver a su pequeño de aquella forma le dolía.

 

-dejémosle por un rato Iruka-pidió Tsunade, mirando a los meseros y organizadores que no sabían que hacer. Pero el castaño no quería dejar a su bebé, no quería que hiciera una locura.

 

 

Mientras que Naruto tiraba con todas sus fuerzas las reliquias que se le atravesaran a su paso. Apretaba la mandíbula con fuerza queriéndose herir los labios, golpeaba con cólera cada mueble que se le encontrara en su paso y con una fuerza dolorosa desgarro el kimono blanco que solo le estorbaba para correr a refugiarse a su habitación.

Iruka lo seguía por detrás llamándolo con una voz que claramente era de lastima, de comprensión y un poco de conciliación.

¡No quería eso!

No le importaba dejar a los invitados cuchicheando y especulando sobre lo que pasaba. No le importaba ver a nadie que quisiera consolarlo, no quería la lastima de nadie, de nadie. Lo que quería era dejar todo atrás. Todo.

 

Al entrar en su habitación miro el equipaje, que se llevaría a su luna de miel. Grito tan desgarradoramente fuerte cuando pateo la maleta, con gruñidos y la respiración acelerada abrió la maleta aventando por su balcón todo su contenido. Fue cuando se dio cuenta que ya no podía más, el dolor en su pecho no le permitía más contener sus lágrimas.

Se adentró al baño y abrió la llave del agua fría, dejando correr así el agua en su cuerpo y las lágrimas en su rostro, escondiendo sus espasmos con el frio que le causaba el agua que ahora ya se ahogaba en sus prendas completamente empapadas. Escuchaba claramente como golpeaban la puerta de su habitación pidiendo entrar. Serró sus ojos tratando de perderse de nuevo en su mundo pero fue peor, pues recordó con incesante dolor todas las palabras de amor, cariño y promesas eternas que le había dedicado Pein.

 

Su llanto se hizo más fuerte y no pudo evitar dejarse caer de rodillas en la tina, llevándose las manos al rostro tratando de contener las lágrimas que desobedientes salían una tras otra e incluso regalaban sobre sus mejillas en pareja, las rebeldes no querían obedecer el mandato de su mente a que se detuvieran a que dejaran de dolerle.

 

 

-soy un tonto… soy un idiota…-se decía a sí mismo en susurro y con voz quebrada-pero… ya no más… ya no más Pein, me las pagaras.

 

 

Cuando salió de la habitación, todo se encontraba a obscuras, los golpes habían cesado y el reloj marcaba las cuatro de la mañana, ¿Cuándo había estado ahí adentro? Se acercó a su cómoda, prendiendo la lámpara y mirando la fotografía del desgraciado que había arruinado su visa, así que con todo el coraje que poseía la arrojó al suelo, tratando de apaciguar su rabia. Fue entonces que se percató del abrigo negro que Sasuke le había regalado, seguramente se había caído cuando arrojo su maleta.

Suspiro, su abrigo favorito no tenía la culpa de nada, así que levanto con cariño el abrigo y lo abrazo, oliendo aun la colonia de Sasuke. Suspiro.

 

 

-te extraño tanto Sasuke-hablo para el mismo, sentándose en la cama, justo cuando la carta caía al suelo-¿una carta?-Dejo el abrigo a su lado y abrió el sobre que enseguida identifico como el estilo de Sasuke, ese color viejo y esa caligrafía con que escribió su nombre en el sobre lo identificaban-¿Qué pudiste escribirme? ¿Es tan importante como para no decírmelo a la cara?-se preguntó confuso, comenzando a leer su contenido.

 

 

Naruto:

A pesar de todo, la idea de que esta carta se pierda para siempre me resulta tan insoportable como la de dejarte. Y como no tengo alternativa sobre lo segundo, al menos puedo decidir lo primero: te entrego la carta porque tienes todo el derecho de saber lo que he escrito para ti.

Escribo estas líneas al amanecer. Te contemplo mientras duermes no por primera vez sobre mi cama, pero si quizá la última. Con el tiempo que pasamos juntos he notado que cuando sueñas tus parpados se vuelven inquietos. Siempre quise saber lo que pasaba por tu cabeza. Me gustaría colarme dentro de ella y ver el mundo a través de tus ojos. Verme a mí como tú me ves. O quizá prefiero no verlo. A lo mejor, si lo hiciera, la sensación de que estoy perpetuando una gran mentira será aún más intensa y no lo superaría.

Te pertenezco. Podrías hacer lo que quieras conmigo y yo lo permitiría. Podrías pedirme cualquier cosa y yo aria lo que está en mis manos por complacerte. Mi corazón me dice que este es el mejor y mayor sentimiento que jamás he albergado. Pero mi mente es capaz de distinguir entre lo que significa desear lo que no puedes tener y desear lo que no debería. Y yo no debería desearte.

La verdad varios de mis amigos me preguntaban si podían salir contigo. ¿Sabes que respondía?... que tú eras mío… Pero ahora está bien, ya que tú no eres más mío y después de que leas por completo, no quedara más de nuestra relación. Solo por favor perdóname…

Te amo…

Y solo por que eras mi amigo no podía decirte que no puedo dormir por tu culpa y aunque mi ánimo estuvo mal cuando me dijiste sobre tu boda, sonreía forzado y lo notabas… pero nunca te diste cuenta de mis sentimientos. No pudiste ver que aún sigo amándote. Mi corazón no está listo para dejarte ir, aun pienso que deberías decirle que no… que él no es la persona correcta para ti, que no lo amas y que no le perteneces… ¿Qué debo hacer?

Aun ahora, mi corazón no está listo para verte caminando asía el altar, por eso hui como un cobarde. Soñare con que le dijiste que no, que no puedes casarte por que estas esperando por mí y que soy el único al que amas… ¿Acaso es imposible?

Llevo toda la noche viéndote dormir y pensando cómo escribir todo lo que siento, observando la luna salir y desaparecer, y proyectando su sombra sobre tu cara en blanco y negó. Nunca había visto nada tan bello, incluso la luna me da la mejor visión antes de mi partida. Pienso en la vida que habríamos podido llevar si las cosas hubieran sido distintas, una vida en que estas noches no sean un acontecimiento aislado, separado de la realidad, sino parte de nuestro día a día. Pero las cosas no son distintas, y al mirarte no puedo dejar de pensar en que fui yo el que provoco que no me miraras de forma distinta a un hermano.

Esta noche, cuando te pida ir a mi departamento, desearía que la recordaras como lo hago yo.  Una noche que sería la primera de muchas. Porque cuando te pedía que durmieras junto a mí, en verdad quería era pasar todas mis noches contigo. Por qué siendo un cobarde como lo he siendo hasta ahora, no pudo decirte todo esto a la cara. Por eso ahora mientras tu sostienes este pedazo de mi corazón, yo estoy ahogándome lejos de tu felicidad.

No te culpare si me odias. De hecho, sería lo mejor.
                Mientras pueda seguir soñando, soñare contigo.

Sasuke.

 

 

-estúpido Sasuke…-susurro escondiéndose entre sus rodillas, ¿Cuándo se había hecho bolita?-¿Qué se supone que debo sentir por ti…?

 

Notas finales:

 

Hola!

Bueno, antes que nada, la mayoría de la carta no la escribí yo, le pertenece a Cassandra Clare autora de la fantástica serie de libros “Cazadores de Sombras”. La carta es del tercer libro: ciudad de cristal. Por si alguien se le hace conocido y si no es así, yo hago la recomendación amplia a esta serie. Es mi favorita. Incluso tiene su página, por si a alguien le intereso este es el link: http://www.cazadoresdesombras.com/ El sito oficial.

También parte de los cambios de escena son canciones, si le interesa pues coméntenmelo y con gusto les dure de que canción es, porque ahorita no cuento con el nombre de las canciones XD Gomen. Hum, también que me inspire en una novela de acá de México haha, hoy ando inspirada haha…

Si les gusto, coméntenlo, que el siguiente capítulo ara aparición nuestro azabache y se solucionara de la manera menso esperada. Espero me sigan en mi próxima actualización.

Midorico.

EL YAOI ES FUENTE DE ENERGÍA n_n
Recomendación:
checa la página, seguido, pues Midorico ¡salió de vacaciones hoy! Y ¡Actualizara más seguido!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).