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Connected por takitsubo akai OO

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Notas del capitulo:

A los que *todavia* siguen mi fic "Me muero si te vas" de OP... antes de año nuevo actualizo -__- explicaciones sobre mi IMPERDONABLE tardanza, en las notas de cuando cuelgue el capitulo seis.

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Este es un fic que tengo en otros foros de SHINee! <3 pero decidi publicarlo aca para ver que onda :) es un one shot, pero si aca tambien me piden conti, puede transformarse en un mini-fic multichapter, probablemente no mas de tres capitulos *y con lemon *----* *.
Aviso: soy terrible escritora TT^TT *y en el sentido mas literal posible e__e* pero que le puedo hacer, mi amor por el JongKey me sobrepasa e3e

A leer! ^^

                                                    Connected

 

Abrió los ojos. Sobresaltado y con el pecho a mil, tardó un poco en darse cuenta de que había sido sólo una pesadilla... bueno, quizas no sólo una pesadilla. ¿Podría definirse como tal aquel recuerdo que lo atacaba cada vez que se daba la oportunidad, incluso estando consciente? El lo llamaría así... despues de todo, era algo que quería olvidar, pero que lejos de eso lo perseguía a cada momento. Sí, una pesadilla real.

Se sentó sobre la cama, liberando todo el aire contenido en un unico suspiro cargado de pesadez. Apoyó los pies descalzos en el suelo a la par que un escalofrio recorría su espalda, estaba helado. Se quedó unos segundos asi, en la oscuridad, sintiendo el frío en los pies y mirando el subir y bajar del pecho de Minho, visible a traves de la poca luz que se filtraba por la ventana.

Dio un suspiro más pequeño que el anterior, pero no por eso menos triste, y se levantó de la cama comprobando que todos siguieran dormidos, haciendo el menor ruido posible. Entreabrió la puerta de la habitacion lo suficiente como para escurrise por ella en puntas de pie. Caminó por el pasillo rumbo a la cocina, a pasos rápidos y sigilosos, mas propios de un zorro que de un humano. No miró a esa puerta ni una sola vez, aunque al pasar por ella inevitablemente su cuello se tensó, tanto que si su fuerza de voluntad fuera menor, probablemente habia terminado entrando al cuarto... sólo para verlo respirar, escuchar sus balbuceos de cachorro dormido... y en fin, torturarse un rato más con aquello, aquello que tanto anhelaba y que jamás podría tener. Irónicamente, lo que más quería en el mundo era lo único que no podía conseguir...

Al llegar a la cocina abrió la heladera, más por costumbre que otra cosa, buscando distraerse con su contenido. La pequeña lamparita del refrigerador iluminó la habitacion y su rostro felino el tiempo en que se tardó en sacar una botella de gaseosa, apagándose en el instante en que Kibum cerraba la puerta. Sin servirse en un vaso tomó directamente del pico pero para su desgracia, ese malestar anímico que estaba experimentando últimamente decidió aquel momento para trasladarse a su apetito, cerrándole el estómago incluso al paso del líquido que el chico intentaba tragar. "De todas formas no tenía sed."

Dejó la botella en la mesada de mármol, mientras apartaba una silla de la mesa del comedor para sentarse en ella. La oscuridad ya no le molestaba, de hecho, se había vuelto su compañía, e incluso a veces la prefería antes que a la luz diurna. Tiró medio cuerpo sobre la mesa de madera oscura recostándose en ella, usando un brazo como almohada mientras que el otro reposaba inerte en su falda. Suspiró por tercera vez en esa noche, con la vista fija en el reloj de pared. "03:54... Bueno, una noche más que no dormiré."
Y pensó. Pensó en su pesadilla, en el recuerdo, en lo que pasó... Pensó en el, en cuánto lo necesitaba, en la falta que le hacía para ser feliz, en como lo amaba... Y de nuevo el recuerdo.

~Flashback~

El nervioso "Tenemos que hablar" que le dijo a su progenitor cuando llegó a su casa de visita por las vacaciones.

La mirada ansiosa de su madre, yendo de uno a otro, como esperando a ver quien reaccionaba primero.

El frío "En privado" que le dirigió su padre, anticipando que lo que venía no era nada bueno.

Estaba nervioso, por supuesto que lo estaba; se frotaba las manos una contra la otra, como solía hacer Taemin durante las entrevistas cuando SHINee hacía poco había debutado. Balanceaba su cuerpo hacia adelante y hacia atrás, recorriendo con la mirada la decoración del cuarto de sus padres. No había cambiando desde que se fue...

"Bueno" habia dicho el hombre, como invitando a su hijo a escupir de una vez lo que sea que tuviera que decir. Por supuesto, el y su madre, tambien presente en la habitacion, esperaban cualquier cosa menos lo que Kibum dijo a continuacion, dejando de moverse, enfocando por fin los ojos y con un tono decidido.

"Estoy enamorado."

La bomba. Ni siquiera hizo falta que especificara el nombre de la persona a la que se refería. Su familia lo sabía perfectamente bien, aunque todos en aquella casa se empeñaran en ocultarlo, en dejarlo implícito, como si fuera una verguenza. La única persona allí en la que podía confiar sin temor a ser juzgado había muerto, dejando un vacío tan grande y sordo en él que a veces se preguntaba como no lo había consumido.

Luego del shock inicial, vino algo que Key ya se esperaba; los gritos, los "¿cómo puede ser?" incrédulos del señor al frente suyo, que al parecer no podía creer algo tan simple como lo que su hijo le estaba diciendo.

"Es tan... asqueroso. Creí que te habíamos educado bien, creí que habíamos hecho un buen trabajo contigo... me equivoqué. No, no. Tu no estarás con él." Su madre sólo miraba, con una mueca totalmente indescifrable.

Soportó esas palabras que se clavaban en sus oídos como dagas, haciéndolo sangrar, con la mirada fija en el suelo. Sí, se esperaba una reacción de este tipo, pero nunca creyó que fuera a dolerle tanto. Pero esa ultima frase lo hizo reaccionar.

"Yo puedo tomar mis propias desiciones y ustedes ya no son quienes para decirme que hacer o n-" no pudo terminar, porque sucedió algo que nadie en esa habitación se esperaba: su padre dio dos pasos y le plantó una bofetada, dándole vuelta la cara hacia un costado y dejando una marca que ya empezaba a enrojecer. La primera vez en toda su vida que le había golpeado.

"¿Que no puedo decirte que hacer? ¿Que ya puedes tomar tus propias desiciones?" - el silencio invadió las paredes, quebrándose nuevamente al hablar su padre, en un tono siseante y de furia contenida - "Dime, si tan inteligente eres entonces, ¿cómo pudo pasar esto?... y te recuerdo, tu "amiguito" está saliendo con una modelo, dudo mucho que sea puto. Deberías imitarlo, Kibum, a ver si así se te pasa." - concluyó, como si el hecho de amar a otro hombre fuera una enfermedad.

Eso fue un golpe bajo. Con la vista perdida en algun punto de la pared y acuosa por las lágrimas que amenazaban con salir, no podía pensar, sólo sentir como cada palabra de aquel hombre le hacía un daño irreparable. Key sabía que sólo decía esas cosas porque estaba shockeado, sabía que probablemente cuando se calmara dejaría su tradicionalismo a un lado para darse cuenta de que el cariño a su hijo era mas importante y que una nimiedad como esa no podría separarlos... si, el lo sabía, pero estaba demasiado enceguecido como para verlo en aquel momento. Ciego de dolor, de rabia, de impotencia.

Con un grito atorado que pedía por brotar de su garganta, pero que no lo haría.
Volvió la cara hacia su progenitor.

"Entonces, ¿eso es lo que piensa de mí, padre?" - habló en un tono tan respetuoso y altivo como frío, sacando fuerzas de la flaqueza para no quebrarse allí mismo. Suficiente humillación tenía ya.

"...Tu... Quiero que recojas tus maletas y salgas de esta casa. Y no vuelvas."

La expresión en el rostro de Key no cambió en lo más mínimo, pero estuvo seguro de escuchar un "crac" en su interior. Esas palabras no eran de alguien que actuara bajo la impresion; su padre no era tan impulsivo, no decía semejantes cosas así como así. Esas no eran palabras de un padre a un hijo.

"...Si eso es lo que quiere... Gracias por todo lo que ha hecho por mí hasta ahora, entonces. Supongo que esto es el adiós." Miró a su madre por un segundo, con la esperanza de que dijera algo, de que reaccionara, de que defendiera a su hijo. Nada de eso pasó. Simplemente estaba alli, como la sombra de su marido, estática y con una palidez mortuoria en el rostro. Sus labios vacilaron un momento, como queriendo decir algo, para luego cerrarse en un silencio que fue lo que necesitó el chico para dar media vuelta y cerrar la puerta tras de sí.

~Fin del Flashback~

Y bueno, básicamente eso era todo. Había pasado un mes desde que sin mirar atrás, tomó las valijas que ni siquiera habían llegado a su cuarto y salió de aquella casa donde había crecido. Un mes, en que ni las actividades del grupo, ni los intentos de Onew por hacerlo reir, ni los esfuerzos de Minho por no molestarlo con sus bromas o la insistencia de Taeminnie por sonsacarle el motivo de su estado depresivo habían funcionado. Sí, le habían prohibido la entrada a su casa; sí, su propio padre le había dicho que ya no era su hijo; y su madre ni siquiera había objetado en toda la discusion. Pero todo eso, todo eso era nada al lado del pensamiento que ultimamente le consumía las ganas de vivir, y que su padre le había hecho ver de una forma bastante dolorosa y poco delicada, pero dura y cruda como la realidad: Jonghyun nunca lo amaría como él. Jamás, jamás lo vería como algo más que su mejor amigo. Y ahora... estaba feliz en los brazos de alguien más, en los brazos de una chica más concretamente, algo que sólo hacía las cosas mas dolorosas representando el obstáculo más importante que lo separaba de Jjong y que jamás podría pasar. Sekyung era una mujer y el... bueno, el no lo era.

Key mostraba un lado sonriente y totalmente hipócrita de su realidad ante las cámaras y los chicos, cuando en realidad se estaba consumiendo; algo que poco a poco comenzaba a hacerse notar con pequeñas cosas, como los primeros síntomas de una enfermedad terminal; primero un leve mareo, luego un catarro extraño, y cuando uno menos se lo espera (si es que eso es algo para lo que se pudiera estar preparado), el golpe final.

Amar a alguien era un asco. Definitivamente, el idiota que dijo "es mejor haber amado y perdido, que no haber amado nunca" no tenía idea. En ese momento prefería no haber desarrollado ningun sentimiento por el vocalista principal mas allá de la amistad que sufrir de esta manera. Aunque, bueno, técnicamente el no lo había perdido... porque nunca lo tuvo.

"¿Y sabes que es lo peor, Key?... que el ni siquiera parece darse cuenta".

Ultimamente había tomado la costumbre de hablar consigo mismo; había creado un pacto de silencio irrompible. Nadie sabía por qué había vuelto tan rápido de sus vacaciones, por qué suspiraba cuando creía que no lo estaban viendo o repentinamente se perdía en la mitad de una conversación, o se quedaba minutos eternos con la mirada vacía en algún punto fijo... por qué parecía que quería evitarlos todo el tiempo, sobre todo a Jonghyun.

Tambien el fanservice había disminuido, ahora que estaba con ella. Esos momento que atesoraba con su corazón, que para el mayor eran una forma de complacer a las fans, un juego, y para el... ¿cómo explicarlo? Lo llevaban a lo más alto, le daban esa incertidumbre, esa sensacion de que quizás y sólo quizás existía la remota posibilidad de que Puppy sintiera lo mismo que el. O lo bajaban de un golpe directo al suelo cuando "volvía a la realidad".


"Ni siquiera le importa. No, el solamente tiene ojos para su noviecita y su pequeño y estúpido mundo de felicidad donde todo está bien porque son una parejita feliz. Par de imbéciles. El ni siquiera ha notado lo que los demás... y se suponía que yo era su mejor amigo."

Sabía que estar enojado era tremendamente egoísta y por demás ilógico. Es decir, Jjong no tenía la culpa de su estado, al menos no lo había provocado a consciencia. Y probablemente ni sospechara sobre los sentimientos del zorro. No, Bling Bling no tenía la culpa de ser asi, de tener un "algo" que lo hacía caer una y otra vez en sus redes. De ser la única persona que fuera capaz de darle vuelta a su mundo, de ser la única persona capaz de controlar sus emociones a su antojo, incluso aunque no lo supiera. De ser la única persona en el universo que posea la felicidad de Kibum en la palma de su mano. De ser él.

Un cuerpo esculpido por los dioses, al que la palabra "perfección" le significaba una contradicción; porque exactamente por sus imperfecciones era perfecto para el. Una sonrisa cálida que lo llenaba, que con solo verla lo hacía feliz... fuera dedicada a el o a alguien más. Un carácter en donde se mezclaban en partes iguales la sensualidad de un adulto con la picardía inocente de un niño travieso.

Sonrió de medio lado, burlándose de sí mismo... Mierda. Parecía que efectivamente estaba condenado a no encontrar nunca la felicidad, porque lo sabía; esta estaba con el cachorro.

Con su cachorro. Aunque de suyo no tenía nada, le gustaba proclamarlo así en sus pensamientos, en su mundo donde la estúpida pareja de imbéciles felices eran el y su babo.
Sekyung no era una mala chica, después de todo. Era simpática, atenta, amable... y sobre todo, le importaba Jjong. Sabría como cuidarlo. Por supuesto que no tan bien como él, pero lo sabría. Y por sobre todas las cosas... la felicidad de Jonghyun era su felicidad. Y si tenía que vivir el resto de sus días conformándose con su amistad, pues la cuidaría como su tesoro mas preciado mientras que él sonriera y fuera feliz.

Despegó su rostro del brazo en que lo había apoyado, notándolo mojado. Al parecer en algún momento de sus cavilaciones se había roto en lágrimas, pero donde hasta hace unos días habría una mueca del más profundo pesar, ahora había una pequeña sonrisa que hacía un contraste hermoso con sus ojos aguados. Miró a su alrededor, notando que la oscuridad comenzaba a dar paso a ese momento de la madrugada donde no es de día ni de noche, irguiéndose en el asiento y mirando el reloj. 05:32 de la mañana.

Se sentía bien, descargado. Ya no le importaba la discusión con su familia, la novia de Jonghyun o cualquiera de las cosas que lo atormentaban en esos días. Ya comenzaba a ser hora de que dejara de dar pena y de preocupar a los miembros, que eran su familia; después de todo la autocompasión no iba para nada con el que por algo era una Diva. Probablemente ese estado le duraría un par de horas, hasta que todos se despierten y el cayera de nuevo en la cuenta de que es mucho mas fácil pensar las cosas que llevarlas a la práctica. Hasta que piense de nuevo que está enamorado de su mejor amigo, de un imposible que nunca va a corresponderle. Pero por el momento, disfrutaría de ese momento de paz.

Key se recostó nuevamente en la mesa apoyando la cabeza entre ambos brazos con el rostro girado hacia un costado, durmiéndose en el instante en que cerró los ojos...; por lo que no llegó a saber que sus sigilosos pasos propios de un zorro pero inconfundibles para cierto chico habían interrumpido su sueño al pasar por la habitación que compartía con el líder... tampoco se dio cuenta de que éste lo estuvo observando todo el tiempo oculto bajo las sombras de la cocina, sorprendiéndose al verlo llorar, y descubriéndose a sí mismo llorando por las lágrimas ajenas... Sólo cuando Kibum cayó dormido. Sólo en ese momento Jonghyun se atrevió a entrar en el comedor, acercándose a paso lento y temeroso, con miedo a interrumpir el sueño de su Keybom... Porque el tambien sufría a escondidas. Porque el tambien lo necesitaba, necesitaba tenerlo a su lado y era feliz con verlo sonreir. Porque el tambien lo amaba, y estaba dispuesto a pelear por ello, aunque ahora estuviera con Sekyung y tuviera que fingir un amor que no sentía, aunque al resto de SHINee o las fans o el mundo se opusieran a sus sentimientos, le valía una mierda. Ya había tomado una desición.

Con la mayor suavidad de la que fue capaz tapó a la diva con el futón que había traído de la habitación que compartía con Onew, mirando hipnotizado el subir y bajar del pecho de la persona que amaba... de la misma manera en que Key lo hacía sin él saberlo. Se acercó lentamente a su rostro y dejó un beso, apenas un roce, en la comisura de esos labios, tan perfectamente abultados y rosados. Apartándose en el acto con miedo a ser descubierto y con un sonrojo escarlata en su rostro al pensar en lo que acababa de hacer, decidió ir a su habitación a dormir la última media hora que le quedaba antes de que todos despertaran, extremadamente feliz y con un pensamiento en mente, el mismo con el que Kibum sonreía en sueños.


Porque ellos están conectados.





Notas finales:

Seee, soy mala y me harto de irme por las ramas e__e pero comenten igual, aunque sea para decirme "das asco o_o" LOL. No bueno tampoco asi, escribire basofia pero tengo sentimientos ;_____; asi que tirenme palos pero traten de no herirme de muerte (?) xDDD

Nos leemos! <3 ~


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