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Enfermero y enfermo por arichan

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Notas del capitulo:

Me han cambiado el examen de martes, que se suponía que era el último que tenía, y bueno... pues me lo cambiaron a jueves, entonces no se cuando actualizaré, iba hacerlo hoy, pero dudo mucho que lo haga, rezar para que pueda hacerlo ^^u...

 

Asique conformaros con este fic...

Las dos de la madrugada estaba cansado había pasado un mal día, y para colmo aquel día le tocaba el turno de la noche. A veces deseaba haber aceptado la oferta del señor Yang. Pero no podía hacer nada, había pasado mucho de eso, ahora no le querrían ya tenía 24 años. No era edad para empezar a ser un idol. Sus amigos todavía a día de hoy bromaban sobre ello cuando salían de fiesta, siempre poniéndole en evidencia. Pero aun después de todos los malos momentos que le había hecho pasar, nunca los dejaría de lado, ellos ahora eran su familia. La única que le quedaba, bueno también estaba su hermana, pero ésta había renegado de él cuando se enteró de su orientación sexual. Y si por asomo hubiera habido un atisbo de perdón en la mente de su hermana se borró cuando ocurrió el accidente.


 


La luz de una de las habitaciones del hospital se encendió en el cuarto de enfermería, tras ella una suave alarma sonó en el cuarto. Despertando a las otras dos enfermeras que tenían turno con él esa noche. Tras ver la habitación que era ambas se volvieron a acostar, la persona de aquella habitación solo permitía que él le hiciera las cosas. Era una persona de manías y muy perjuiciosa, por desgracia se moría. Le quedaba poco tiempo de vida. 


 


Sin muchas ganas se levantó de la silla donde estaba mirando a la nada, y con pasos desganados se dirigió a la sala donde le esperaba su paciente. Al entrar pude vislumbrar un joven no mayor que él, tan solo uno o dos años. No se acordaba. Se acercó llevando consigo una silla que había por la habitación. Se sentó cerca de la cama para poder subir los pies en esta y descansar un poco. Muchas noches tan solo hacía eso en aquella habitación, iba y descansaba junto aquel joven. Se lo había dicho una de las noches, le gustaba verle descansar, le gustaba verle. Él solo sonrió ante la ocurrencia de su paciente. Tenía que admitir que si no fuera su paciente no le hubiera importado salir con un chico como él. Por el contrario, si se lo hubiera encontrado en la calle, seguro que hubiera ido detrás de él para conocerle, para enamorarle. Pero la política del hospital era muy estricta con eso. Nada de tener relaciones con los pacientes, ni con los trabajadores. 


 


Reclinó su cabeza en el respaldo dejando que su espalda se estirara. Todo ello ante la atenta mirada de su paciente. 


 


- Me muero.


 


- Eso ya lo sabemos todos señor Choi.


 


- No me llames así Yongie, ¿cuántas veces te lo tengo que decir? - abrió los ojos, no sabía cuando los había cerrado. Pero los abrió para posar su mirada en el rostro de aquel joven, y entonces lo vió. Vio a lo que se refería él otro, estaba  más deteriorado, no pasaría de aquella noche. De eso estaba seguro, y su paciente también. - Quiero que me hagas un favor, bueno dos. ¿Podrías?


 


- Claro, de que se trata. - no sabía por qué, pero desde que había abierto sus ojos en su pecho se había instalado un dolor agudo. - Haré lo que sea por ti.


 


- Me alegro, yo... ¿Cómo decirlo? - estaba nervioso, se le notaba, se frotaba las manos y se mordía el labio inferior - Yong, eres la única, por así decirlo, familia que tengo. Yo quería saber si ¿podrías hacerte cargo de mí, cuando me valla de este mundo?


 


Aquella pregunta le pilló desprevenido a Ji Yong, por un momento no supo que responder, no sabía que decir al respecto. Estaba impactado, que SeungHyun le pidiera aquella a él, a él que era un extraño, le pareció extraño.


 


- ¿Por qué yo? Digo, ¿no tienes más familia? 


 


- No. No tengo más familia que mis muñecos, y a ti. - le miró con esa mirada oscura que tanto le gustaba a Ji, entonces cayó en la cuenta de que se estaba despidiendo de él. Por eso las enfermeras no le habían dicho nada de él cuando hizo el cambio de turno, por eso no había ninguna queja de ayer. Esa era su última noche, y aquel era su último momento de lucidez antes de la muerte. Sintió ganas de llorar. Y así lo hizo dejó sus lágrimas correr por su cara. - No llores, que si no lloraré yo también y no podré pedirte mi último deseo. 


 


- Lo siento.


 


- No te tengo que perdonar nada. Al contrario tendría que darte las gracias por poner luz a mi vida. Por estar a mi lado estos últimos momentos, en los que no tenía a nadie, en los que el resto del  mundo me había dado la espala. Pero entonces llegaste tú, y arrasaste con todas las penas que tenía mi corazón, me lo curaste, me hiciste que volviera a creer en el amor, a ver el mundo en colores. 


 


- Si sigues así no harás que pare de llorar, por el contrario lloraré más. - se levantó de la silla despacio y se sentó en el borde de la cama para poder así extender su brazo y tocar una de las mejillas de Seung. - ¿Qué era lo otro que querías?


 


- Que... si podrías... darme un beso. - el enfermo cerró los ojos y giró la cara para no ver la respuesta negativa reflejada en la cara de la persona que amaba. Pero a la mano que se encontraba en su mejilla, se le sumó otra justo en la otra mejilla que hizo que su cara se girara hasta donde había estado segundos antes, para luego sentir unos labios encima de los suyos. El toque empezó suave como el toque de una mariposa. Pero pronto se deshicieron de la vergüenza y exploraron la boca del contrario sabiendo que aquella sería la primera y última vez que la probarían, muy a su pesar. 


 


Ambos desearon en ese momento haberse conocido fuera de aquel sitio. Pero la vida les había llevado por caminos separados, y los juntaba justo cuando se tenían que volver a separar. 


 


- Te daría este beso y millones más Hyung. Y ten por seguro que me encargaré de ti. Pero me tienes que prometer que me esperaras. 


 


- Te esperaré todo el tiempo que haga falta, pero quiero que seas feliz, un moribundo no puede ser egoísta. Yo dejaré este mundo mientras tu te quedas aquí, no quiero irme y dejarte con el resto del mundo pudiendo verte y disfrutar tu compañía - ya le costaba respirar sentía una presión en los pulmones no le quedaba mucho tiempo de vida - te amo Kwon Ji Yong. Te esperaré.


 


- Yo también te amo Hyung - las lágrimas de Yong rodaron por su cara hasta caer en la cara de SeungHyun, que espiraba en el momento que Yong juntó por última vez sus labios con los de la persona que conoció en aquel hospital, y del cual se enamoró perdidamente. 


 


 


 


 


 


 


- HYUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUNG 


 


- Ji, ya pasó, ha sido una pesadilla. Shhhh. Tranquilo ya pasó. 


 


- ¿Hyung? 


 


- Si, soy yo, tu hyung. ¿Qué has soñado para que gritaras así mi nombre amor?


 


- Pues... snif... snif... yo era enfermero...


 


- Mmmm, me encantaría verte con ese uniforme...


 


- ¡Hyung! ... esta trabajando, y tu estabas de paciente... snif... snif... pero estabas muriendo... snif... snif... snif...


 


- Tranquilo... estoy bien ha sido un mal sueño bebe. Vamos a dormir, juro que jamás me moriré.


 


- Más te vale no hacerlo. Si yo no te lo digo, no puedes hacerlo. Snif.

Notas finales:

¿Tomates? Bueno espero que me escribais diciendo como lo habeis visto... gracias con antelación por los que me leeis XD


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