Desde hoy mientras camino me fijo que la escuela no esta tan mal, lo único que no cabe en mi mente es porque es de color rosada, a mi me fastidia soy sincero, no le encuentro algo bueno en ese color horrendo, la gente desde que he estado viniendo al colegio me han estado mirando raro, puede que muchas cosas pasan por mi mente, quizás estoy nervioso, despabílate es eso, ahora desde lejos miro a mujeres en mi colegio, ¿no se suponía que era de puros hombres?
Bien he pasado por sus lados y al parecer son de este colegio hablan animadamente con mis compañeros, hay demasiadas chicas para mi gusto, y los chicos son demasiados pintones, de buen vestir y llaman mucho la atención, el colegio no esta tan mal.
Mi nuevo profesor es un hombre muy alto con cabello medio largo se llama Eduardo lleva lente y es de tez blanca, demasiado varonil por cierto tiene una voz gruesa, he notado que las chicas tienen poco busto, demasiado poco, bueno que mas da a mí me gustan las de copa a, puede que exagere, cuando una chica se me acerco me pregunto si le podía prestar mi goma, su voz es demasiado chillona es bonita pero, …hay algo malo en ella y no lo sé, pero no quiero que se me vuelva acercar, las clases terminaron, bueno hoy es el primer día y saldremos más temprano, los chicos son diferentes demasiados maleducados, he visto que le han pasado manos a muchas chicas sin embargo esta no dicen nada, es algo tan raro este colegio…
- Hey tú no quieres divertirte conmigo un rato... ¿Quién es tu pareja guapo?
Lo que vi en ese momento me quedo jactado por toda mi vida, era una chica que habría las piernas y en medio tenia la parte intima de un hombre, el…no es mujer…es hombre…y es gay.
- Ahhhhh que asco…-Salí corriendo como alma endiablada, que mierda acaba de ver, que mierda acabo de ver decía mientras corría.
Caí al suelo al chocar con algo, era mi profesor, ahora todo concordaba las chicas eran chicos vestidos de mujer, la gente me miraba extraño porque aquí estudian chicos gay pero dios, dime que no todos son gays.
- Te jure que pensé que te habías dado cuenta…solo cálmate Andrés.- me decía con tranquilidad mi profesor Eduardo.
- Pero…como quiere que no esté asustado les tengo miedo…yo.- mis palabras no iban a salir a mas.
- Tú que…no me digas ¿HOMOFOBICO?
- Yo odio realmente a los homosexuales jamás pensé que esto me podría pasar a mi…- le dije atropellado.
- Bueno cálmate, que lo peor aún no ha venido Andrés, yo soy tu profesor encargado de tu clase, tratare de ayudarte pero no te aseguro que después de ese desplante que le hiciste aquel muchacho se rumorea que no eres gay y…- estaba punto de no decirlo pero lo mire desesperado.- El año pasado un 10% de estudiantes heterosexuales entraron al colegio cuando preguntamos las preferencias sexuales de estos después de medio año muchos de estos cambiaron de bando…al parecer los obligan a cambiarlos.
- ¿Que está diciendo?...- me quede sin aire.
- Pero tranquilo, el 5% se cambió de colegio de los cuales eran heterosexuales al principio en verdad todo el tiempo se habían hecho pasar por gays para no ser acosados…
- Ya veo… y cuantos heterosexuales entraron al colegio pues bien este año no entro ninguno.
- Mierda…no juegue conmigo…-le dije frente a su broma.
- No…es verdad para evitar lo del año pasado hemos preguntado si eran gays o heterosexuales al parecer hubo un error contigo…
Mi mundo se está cayendo por dios dime que esto no está pasando.
- Si, si está pasando.
- Como…
- Hablas…fuerte, piensas y hablas, demasiado sincero.
- …¿Usted es gay?- Pregunte tímido.
- En este colegio no hay maestras…-me dijo mirando la ventana.
Entonces aquello se volvió más inoportuno, no me digas que este colegio es el mundo hueco, si es así, que dios me ampare.
- Nadie te va amparar más bien corre que viene por ti…
Escuche como la gente venía, porque demonios corría hacia aquí.
- Bueno al parecer rechazaste a una de las muñecas más hermosas…
Salí del salón y corrí, mientras habría cada puerta encontraba a una pareja distinta manteniendo relaciones sexuales, esto de denigrante no soportaba menos eso, porque demonios me tiene que pasar esto a mí.
Al final del pasillo encontré una puerta esta no habría, por más fuerza que hiciera y de repente escuche voces venían del otro pabellón, eran ellos, dios estoy acorralado, soy tan joven para echar perder mi vida, no quiero ser gay, tíos, tías cuyas enseñanzas recuerdo, sálvenme…
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…Hace media hora recuerdo como la población de aquel colegio me perseguía, ahora estaba en una cama de sabanas blancas y desnudo, quiero decir nadie ha abusado de mí, no me siento diferente, ni mucho menos algo inquietante, bien después de aquello conocí al capo, cuando aquella ola de gente me perseguía el capo abrió la puerta y me entro en aquella habitación que no podía abrir, me dijo que solo le siguiera la corriente, que era uno de los míos, al principio dude, cualquiera lo haría si vieran a un joven vestido de chiquilla con colas , medio afeminado, a mi parecer en la oscuridad era todo un gay, pero realmente se veía raro cuando lo mire a la luz, enfrento al grupo que venía persiguiéndome y dijo:
“Este chico es mío lo acabamos de hacer, me la metió y ya no será de nadie, estúpidas escorias váyanse a tirar a otro lado que este lomo me pertenece”
Este chico era todo un marica cuando se enfrentaba a otros y quizás este fue mi primer día agitado realmente agitado tanto que me di cuenta que “El capo” era un chico más que normal.
- ¿Oye tu eres el único?…-pregunte después de que me ayudo a creer que todos yo era tan gay como el cuándo nos encontraron en la cama desnudos, lo cual afecto mi tolerancia y me desmalle haciendo pensar a todo el mundo que era muy marica.
- Si…veras muchos se fueron por qué no soportaron mas esto…-me dijo.
Me había despertado hace media hora, estábamos en aquella habitación que no podía abrir, aun estaba en la cama pero él se encontraba en el sofá fumando y mirando la televisión, se había quitado las coles y tenía un pantalón demasiado varonil, tenia los pechos al aire, aquel cuarto estaba decorado con unos cuadros hermosos y un hombre musculoso.
- Como veras este cuarto pareceré del típico maricon, pero no lo soy, aquí es donde guardo verdaderas cosas de hombre.
El se paro en medio del cuarto y saco entre la alfombra unas revistas, yo me hallaba sentado en la cama, cuando vi aquellas revistas me alivie.
- Bien… ¿Y te gusta?- me pregunto.
- Si pero…-fui sincero.-esto para mí está mal, no miro a las mujeres de esa forma yo prefiero respetarlas.
- Oh un buen hombre…no me digas que quieres ser sacerdote…-me dijo burlándose de mí.
- No pero, mis tíos me enseñaron a respetar a las mujeres…
- …-se mantuvo callado regresando a su sitio.
- Mi nombre es Andrés…gracias por haberme salvado de esas personas…-le dije algo tímido.
- Oye Andrés eres homofóbico ¿verdad?-pensé que se había dado cuenta, solo asentí.- es lamentable…si no fuera por mí no sobrevivirías siendo honesto, así que desde mañana solo en este puto colegio seré tu ramera.