Yuuto dormía tranquilamente en su habitación de la mansión Kidou. Pero no era un sueño relativamente placentero. Estaba removiéndose incomodo dentro de la cama. Molesto y apretaba los ojos con fuerza. Algo en aquel sueño, era aterrador.
Sueño de Yuuto.
Se encontraba en medio de la nada, era una habitación blanca, no había nada en el espacio, solamente el. De un momento a otro, escucho una voz suave y débil
-Ayúdame-La voz sonó en una suplica, desesperada- No dejes que me dañe.-Pasos débiles se acercaban a el, como arrastrados, Una niña apareció en su campo de visión, su cabello era castaño oscuro, su cabello empezaba en rastas y acaba liso, y sus ojos color verde esmeralda, estaban opacos, su piel levemente morena y su menudo cuerpo, con varias heridas de gravedad –Ayúdame… Padre-Susurro y sin mas, callo al suelo.
En un sonar de campanas, Yuuto se levanto de golpe de la cama, despertando a su acompañante, se llevo la mano a la frente y se quito el resto del sudor que perlaba su frente. La imagen de la pequeña niña pidiendo auxilio no dejaba de atormentarle. Sintió una fría mano en su espalda, contrastando con el calor eufórico de su cuerpo, la mano subía y bajaba en una carisa pasiva.
-¿Qué sucede? –La voz ronca de un joven sonó a su lado.
-Fue… un sueño-Susurro, mas para si mismo que para su acompañante, su voz se hizo pesada y su respiración era dificultosa, suspiro tratando de serenar sus emociones y se dejo caer en la cama.
-¿Estas bien? –La voz ronca se escucho en su oído.
-Si.-Contesto- Descuida-Le relajo. Se giro sobre su cuerpo y se encontró con el rostro de su amante, los ojos verdes de este centellaban en la obscuridad de la habitación, alzo su mano para acariciar el marfilado rostro del oji-verde y junto con ello su cresta de cabello crecida. Akio Fudou, estaba junto a el, desnudo bajo las sabanas, después de una sesión desfrenada de mostrarse el amor que sentían el uno por el otro era realmente reconfortante, Akio era una cortina de frialdad para todos, menos para el, quien podía leerlo como un libro memorizado, sintió la presión de los labios del oji-verde sobre su frente y como este se acomodaba en su pecho, se amoldaban como fichas de un rompecabezas, cerro los ojos y se llevo su brazo a la frente, cubriendo sus ojos. Suspiro y de un momento a otro, gimió, sintió algo húmedo en su sexo y como una lengua lamia su pene. Se mordió el labio inferior, estaba bien que su novio intentase relajarlo, pero Akio tenia la manía de relajarle siempre de la misma forma. Y entre caricias y besos volvieron a fundirse entre ellos.
Despertó al sentir los rayos del sol en su rostro, abrió los ojos incomodo, suspiro y bajo con levedad su cabeza, Su Akio dormía pasivamente en su pecho, sonrío y acaricio su cresta de cabello con suavidad. Quizás era mejor despertarlo y comentarle aquel sueño. Pero no quería inquietarlo, con lo que podía ser alguna tontería como sea, seguro y le reprocharía pero… había algo que no estaba bien, lo presentía y sabia, que algo se acercaba, tal vez no era algo obscuro, pero si algo inesperado.
Caminaban rumbo a la preparatoria, Kidou iba con Fudou, ambos en silencio, el primero, dándole vueltas a sus extraños sueños y el segundo, porque iba pensando en lo suyo
-¡Kidou-san! ¡Fudou-san! ¡Ohayo gozaimasu*!- corría para alcanzarlos, Shirou Fubuki, quien jalaba a Shuuya con el
-Ohayo Gozaimasu Fubuki-kun-Saludo Kidou-Goenji-Saludo alzando una mano.
-Kidou-Respondió haciendo el mismo acto. –Fudou-Saludo cortante, El castaño de cresta alzo los hombros y le asintió cortésmente, Shirou suspiro, eran peor que niños.
-Vamos o llegaremos tarde-Hablo el peliplata, tomando la mano del peli-crema y los cuatro se echaron a andar.
-¿Dónde esta tu hermano, Fubuki-kun?-Pregunto Kidou, extrañado al no ver al menor de los Fubuki, revoloteando a su alrededor y agotándolos a preguntes. Goenji susurro algo parecido a un “no invoques a los demonios’’ y Shirou solo puso cara pensativa
-Dijo que tenia algo que hacer, aunque ahora que lo pienso, se veía muy, pero muy distraído. –Shirou se encogió de hombros- quizás esta planeando algo- Un escalofrío recorrió la columna de los dos estrategas y del peli-crema. Si el menor de los Fubuki planeaba algo… -estaban fritos. Los cuatro llegaron a la preparatoria en varios minutos, encontrándose en el camino con Endou Mamoru y Kazemaru Ichirouta. Kidou, que venia en su propio mundo, haciendo conjeturas de quien carajos podía ser esa chica que aparecía en sus sueños pidiendo ayuda, casi se choca contra una columna de lo distraído que venia, haciendo que Fudou frunciera el seño y le tomara la mano para evitar los “accidentes”
-¿Qué te sucede?-le susurro al oído. Kidou negó con la cabeza
-Nada, Descuida.-Le dijo, intentando sonar tranquilo. Akio no muy convencido, le miraba de reojo. Shirou y Shuuya se miraron de re-ojo, y se encogieron de hombros.
En clase, estaban Kidou, junto con Shirou, Endou, luego se les unieron Tamuchikai y Midorikawa.
-¡Buenos Días Gente!-Fubuki Atsuya hizo su aparición, con una radiante sonrisa plasmada en su rostro.
-Atsuya esta sonriendo-Pensó Goenji mirando al menor-Eso es un mal presagio. Algo malo sucederá hoy.-Frunció el ceño ante tal pensamiento-Es eso, o se reconcilio con Aphrodi.-La lamparita se le encendió-O Son ambas-
-¿Y a ti que mosca, Atsuya? –Pregunto Shirou anonadado.
-¿Qué pasa con las moscas? –Pregunto distraído, a Shirou le corrió una gota anime tras la cabeza.
-¿Qué es lo que te traes entre manos? –Pregunto Ryuuji interesado
-¿Ah?-El muchacho solo alzo una ceja interrogante
-¿Te sientes bien Atsuya? –Pregunto Shirou mirándolo preocupado
-Si-Dijo tranquilamente y se sentó en su pupitre –Es que … me quede pensando en ese sueño extraño –Dijo mientras apoyaba su cabeza en el pupitre.
-¿Qué sueño? –Pregunto Kidou interesado.
-Un niño muy extraño me esta pidiendo que protegiese a alguien y que cuidase de su padre… el problema es que… no se quien es ese niño, ni quien es su padre y la imagine de ese niño me atormenta –Dijo golpeándose la cabeza contra el pupitre
-Yo también tuve un sueño muy extraño-Dijo Kidou mientras se sentaba en su pupitre, -Pero… era una niña y me pedía ayuda. –Shirou miro a sus amigos y frunció el seño
Recuerdo de Shirou
Shirou estaba recostado en su cama, durmiendo incómodamente, una pesadilla atormentaba su sueño
Una joven de cabello plateado oscuro y ojos color olivo miraban fijamente a Shirou, vestia unos shorts cortos dejando ver sus piernas y una camiseta que dejaba ver su vientre. Ambas de color negro. Llevaba unas botas de color negro y una bufanda color negra que cubría su boca. En su cintura traía un cinturón y a ambos lados armas de fuego. La joven miraba sin expresión al peliplata. Hasta que finalmente hablo
-Las cosas seran más difíciles ahora. Id con cuidado. Y mantente fuerte… Oka-san* – La joven simplemente se dio vuelta y comenzó a caminar. Allí fue cuando Shirou Fubuki, Despertó exaltado
Fin del recuerdo.
-Algo extraño esta sucediendo-penso Shirou.
Las clases acabaron para la fortuna de todos. Yuuto iba caminando solo para su casa, iba pensativo. Pero a paso rápido. Sabía que una tormenta se desataría pronto y no le apetecía pillar un resfriado, cuando llego a su casa, dejo caer su maletín y se comenzó a desabotonar la camisa, cuando acabo de sacársela, sintió alguien observándolo, se volteo hacia la ventana y pudo verlo, sentado contra el marco de la misma, Akio lo miraba expectante con sus ojos verdes, Yuuto suspiro aliviado y lo miro con reproche.
-Podrías no aparecer de improviso-Le pregunto mirándolo con reproche- me asustaste- Le aviso.
-Me dejaste preocupado- Aclaro, poniendo sus pies en tierra firme, mirando fijamente a Yuuto-Estuviste extraño desde anoche. ¿Qué es lo que te sucede? –Avanzo hasta el y lo miro fijamente, rojo contra verde se enfrentaban en una batalla de miradas, El de rastas suspiro.
-¿Recuerdas que ayer, me desperté en la madrugada?-Consulto.
-Si. Obviamente que lo recuerdo-Una sonrisa arrogante surco su rostro.
-Tuve un sueño muy extraño-Confeso mientras se sentaba de golpe en la cama, el oji-verde ensancho los ojos curioso
-¿a que…?
-Una niña, una niña me pedía ayuda y… -callo de pronto. No sabia como explicarle aquel sueño
-Te dijo padre…. ¿Cierto? –Los ojos de Yuuto se abrieron de par en par
-¿Cómo es que…?
-¿Cómo lo se? Fácil. Al parecer hemos tenido el mismo sueño-Suspiro- Era una niña castaña de rastras ojos verdes opacos ¿verdad? –Consulto manteniendo sus ojos cerrados.
-Si-
-Entonces era el mismo- Suspiro- Pero la pregunta es… ¿Por qué hemos tenido el mismo sueño?-Pregunto extasiado. Eso no era muy normal
-¡Nii-san!*-El grito de Haruna hizo que los dos estrategas bajaran las escaleras apresurados. No era un llamado, era un grito de horror, de miedo, de terror.
Los dos castaños se echaron como alma que se lleva el diablo. Abajo, Haruna miraba horrorizada a la pequeña niña, toda ensangrentada, de ropas rasgadas, tirada en el suelo de la gran mansión Kidou