Mi nombre es Vólshovic Lu, como te habrás dado cuenta te cuento mi vida día a día, o cada vez que tenga ánimos de hacerlo, mi novia o compañera desde el cuarto año ha sido Susana Gales Di Genova, si Susana y yo nos conocimos haciendo un trabajo de química por cierto, la profesora escogió los grupos y le tocó conmigo. Al principio yo no la conocía, ni sabía de su existencia, cuando estaba en cuarto año yo era corredora en el colegio, corría, era lo que me gustaba, luego me puse a jugar con los chicos basquetbol, no notaba que Susana me miraba todo el tiempo y eso me fastidiaba, hasta que un día me preguntó si tenía novia o algo parecido y le dije que no, ella en ese momento tenía una apariencia tan tierna y angelical que dudé al principio, sin embargo con el pasar de los días ella conservaba la esperanza y me dejaba siempre una nota en el casillero, recuerdo que unas chicas del grado inferior también lo hacían y me fastidiaba, en ese tiempo pensaba solo en hacer muchos deportes y fastidiar en clase, pero Susana de una u otra forma…bueno dependo de ella.
Un día me encontré una nota que aún conservo, quizá ella lo ha olvidado, si bien la nota decía que quería verme en un lugar que ella llamaba secreto, era en el patio trasero de la escuela, yo también iba allí, cuando no querían que me fastidiaran y cuando me sentía incomprendida , nos reunimos allá y fue allí cuando ella y yo tuvimos nuestro primer beso, decidimos con eso sellar nuestra unión, una unión de amigas con derechos, si, no era una relación fuerte, pero podíamos besarnos y todo eso, justo en es período yo conseguí el trabajo que tengo ahora, además que tenía varios problemas con papá, pues me negaba a usar el uniforme femenino, para mí eso significaba signo de debilidad, yo era y soy admirada por las mujeres y envidiada por los hombres.
Si, ahora soy novia de Susana, pero siento que no debería serlo, mi corazón se acelera a su sonrisa, es una emoción que me hace bien y mal al mismo tiempo, no me gusta verla coquetear con más nadie, ella nació para mí y yo para ella, pero tengo que reconocer que yo también me equivoco demasiado, siempre la lastimo con cosas, la engaño diciéndole que estoy bien, pero no es cierto, es una necesidad de estar con ella, de tenerla conmigo, pienso en ella al dormir, al amanecer, cuando como, cuando descanso, cuando veo el cielo, cuando miro las estrellas, yo no era así, yo no era tan sentimental, yo no me la pasaba pensando en dedicarle poesías, si yo hablase con mi yo pasado, se burlaría de mí y me dijera, vamos a jugar basquetbol, si, Susana me suavizó el alma y me desarregló emocionalmente, no sé lo que piensa, pero tampoco quiero pensar como ella, ¿Qué sentido tiene? Quiero saber de ella, como hace las cosas, para eso estoy para cuidarla, para regañarla, para estar con ella el tiempo que se pueda…
Vólshovic Lu, 06/01/2012