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La Persona que Deseás por Kurenai Mido

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Notas del capitulo:

Creo que tardé exactamente lo mismo en subir del primer al segundo capítulo y del segundo al tercero... jajaja más regular que un reloj, vieron? ^^

.A ver, un par de aclaraciones: acá se devela la identidad de Lover. Significa "amante" en inglés y el chiste de Ryoma obedece a que  "si es un buen amante, podría dejar lastimado a Fuji-senpai" (que mocoso atrevido, la verdad... XDD)

.Para las que no conocen, xxxHOLiC es una serie de las famosas CLAMP. Su protagonista es Yuuko, una bruja que concede cualquier deseo a cambio de algo de igual valor a aquello que ella tiene que usar para concederlos.

.El comentario de Syusuke sobre que Eiji escribe sus notas personales en la primera página del cuaderno, viene a que, como la mayoría sabrá, el sistema de lectura oriental es de atrás para adelante, al revés del occidental; entonces, basándome en eso, la primera página vendría a ser lo que para nosotros la última, donde hacer garabatos, o cuentas, o anotaciones urgentes cuando no hay más papel XD 

Nunca un fin de semana se le había hecho tan largo y angustioso a Syusuke, y mucho menos lo había invadido la necesidad de ir al colegio. Yuuta no podía comprender que le pasaba a su hermano hasta que este le mostró las cartas de Lover.

 

-Por Dios santo- fue la reacción del menor- ¿Y tú quieres aceptarlo?

 

-Quiero conocerlo, sí- afirmó el Fuji mayor.- Desde que me di cuenta que me gustan los hombres me muero de ganas de besar a uno, y creo que sería correcto que fuera con alguien a quien le importe. No quiero que mi primer beso sea con cualquiera.

 

-¿Primero?- dijo Yuuta con voz escéptica. Syusuke se le acercó con una sonrisa malévola.

 

-Contigo no cuenta porque fue beso entre hermanos, Yuuta-chan.

 

-¿Y qué, acaso yo no soy un hombre?- se quejó el chico. Syusuke le acarició la mejilla para consolarlo y, de repente, le dio un suave beso en los labios, haciendo que abriera mucho los ojos.

 

-¿Ya está contento mi querido hermanito? ¿O quieres un poco más?- se sentó casi sobre él, con todas las intenciones de pervertirlo, pero Yuuta se levantó a tiempo.

 

-Eres un degenerado- afirmó- ojalá que conozcas pronto a ese tipo así te dejas de estupideces.

 

Cuando por fin se hizo lunes Syusuke tuvo que ir solo al club, pes ni Eiji ni Oishi pasaron a buscarlo. Se sintió extrañamente solo por el camino, hasta que llegó; lo primero que vio al entrar al vestuario fue a Momoshiro y a Ryoma, junto con algunos novatos, riéndose a carcajadas. Al verlo entrar a él se rieron aún más.

 

-¿Puedo saber qué es tan gracioso?

 

-Oh, nada, nada.- Momo mentía muy mal y Syusuke lo apartó. En su casillero había un oso de felpa color castaño, con dos ojitos negros brillantes y sumamente expresivos: y desde luego, una carta, cuyo encabezado era visible y decía “para mi ángel”.

 

-Te juro que no nos estamos riendo de ti- dijo Ryoma con una cara que contradecía cada palabra dicha.

 

-Claro que no, án… gomen, Fuji-senpai- siguió Momo, con lágrimas en los ojos.

 

-Ah, claro, no es gracioso que mi enamorado me mande regalos.- Bufó.- Payasos, quítense.

 

Tomó el oso y la carta y se sentó a leer, en medio de un coro de risas. Sí, era de Lover.

 

“Espero que te agrade mi regalo. Lo elegí pensando en el color de tu cabello, que es lo más hermoso que hay en el mundo. Sé que te expongo a las burlas de tus amigos, pero ya no puedo dejarte cosas en el aula o tus amigas me descubrirán, y aún no estoy listo para eso. Pero quédate tranquilo: ya no falta mucho para conocernos. Del viernes a hoy tengo más ganas que nunca de poder besarte y abrazarte y no soltarte nunca más, y cuando explote te diré quien soy… y espero entonces poder cumplir mi sueño. Que espero tu compartas.

 

                                                  Con todo el amor de mi corazón, Lover”

 

Fuji suspiró y abrió los ojos. Él también moría de ganas de tenerlo ante sí y comérselo a besos, y decirle mil palabras de amor, y regalarle flores hermosas…

 

-¿Ustedes que me ven?- increpó a sus compañeros- ¿Nunca estuvieron enamorados?

 

Ryoma tomó la palabra.- Sí, pero, ¿no te da miedo que ese chico haga honor a su apodo y te lastime?

 

Las carcajadas se multiplicaron y Syusuke hizo un esfuerzo para no sonrojarse ante la atrevida insinuación del novato. Guardó sus cosas con sumo cuidado, y ya en la puerta tiró una bomba para vengarse.

 

-Escuché decir a Inui que necesitaba voluntarios para probar su nuevo jugo. Ya que ustedes están de tan buen humor, le diré que los reclute.- Sonrió con perversidad ante las caras de miedo de sus compañeros y se fue a las canchas, buscando con la mirada a Eiji. Quería contarle enseguida lo de Lover.

 

-Pero, ¿por qué no vino? ¡Eh, Kawamura! ¿Has visto a Kikumaru?

 

-Sabes, creo que está por allá- contestó el muchacho señalando el camino arbolado que lo separaba del colegio. Syusuke le agradeció y se puso en marcha, preguntándose por qué el acróbata  no lo había pasado a buscar como todos los días. Rato más tarde lo encontró, recostado contra un árbol, profundamente dormido. Al castaño le hizo acordar enseguida s Jirou de Hyoutei, que era capaz de quedarse dormido en cualquier sitio, y se sorprendió aún más.

 

-Oye, Kikumaru- dijo, arrodillándose junto a él y sacudiéndolo- despierta…

 

Eiji se sacudió un poco pero no se despertó, entonces su amigo se le acercó un poco más.- Vamos, no seas dormilón, Eiji, levántate.- Nada. Syusuke lo sacudió de nuevo y Eiji se removió, cayendo sobre su pecho como un angelito. Esta vez el prodigio si se sonrojó como no lo había hecho el otro día con el abrazo, porque Kikumaru estaba aún más indefenso y sumamente… oh, Dios, le costaba hasta pensarlo… estaba sumamente apetecible. Ese pensamiento suyo lo sorprendió: ¿desde cuándo veía a su amigo en ese plan? Pero no lo podía evitar. Eiji tenía los labios un poco entreabiertos, y lucía tan adorable…

 

Syusuke no se aguantaba más. Hacia una semana que estaba deseando vivir una situación así.

 

-Lover, lo siento- murmuró. De inmediato agachó la cabeza, enfocándose en la tierna boquita de Eiji, observando su lenta respiración de durmiente. Entonces lo besó.

 

Fue algo tan maravilloso como verle la cara a Dios. Syusuke no sabía que besar a su mejor amigo le iba a proporcionar una sensación tan infinitamente placentera como aquella. Como un hipnotizado lo volvió a enlazar por la cintura y le tironeó el labio inferior con los suyos, sintiendo su aliento cálido tan embriagador como un vino fuerte. Eiji abrió un poquito los ojos y lo vió.

 

-¿Nani?

 

-Kikumaru…- esta vez si lo besó con todo, abriéndole la boca por completo y recostándolo sobre el pasto. El pelirrojo parecía muy sorprendido pero no intentó quitárselo de encima, tal vez por la misma sorpresa del hecho. Syusuke seguía degustando su boca con suavidad, usando su lengua para humedecerla y excitarlo, cosa que logró. Eiji no pudo reprimir un suspiro y esos escasos segundos fueron aprovechados por el prodigio, que le metió delicadamente la lengua, como pidiendo permiso. Eiji estaba que no lo podía creer, pero finalmente cayó en la cuenta que eso no era un sueño sino una realidad: para comprobarlo dejó que su propia lengua rozara a la de Fuji. El contacto fue como una poderosa descarga eléctrica para ambos, cosa que los incitó a seguir, a aventurarse cada vez más adentro de sus bocas, ansiosos, abrazándose con tanta pasión como era posible. Eiji le revolvió su hermoso pelo castaño, y Syusuke aprovechó para meterle las manos debajo de la remera. El choque eléctrico fue mayor al sentir la piel caliente de Eiji, y Syusuke se excitó aún más. Y literalmente, se excitó: sintió un gran calor en su entrepierna y luego, inconfundiblemente, como se le hinchaba. Eiji también sintió ese bulto que lo rozaba allí abajo y entró en pánico.

 

-Tranquilo, Kikumaru, no pasa nada- susurró, tratando de besarlo de nuevo y ya que estaba de acariciarlo un poco más. Pero Eiji se retorció, inquieto, avergonzado.

 

-¡Fuji, no debiste hacerlo! ¡No, no, no, no tendrías que haberme besado, está mal!

 

-Tú no te quejaste mucho- apuntó el castaño dándole un beso en la mejilla que lo hizo temblar como un flan.- ¿Ves? Te gustó. Y a mí. Déjame un ratito más…

 

-No, no, onegai…- Syusuke siguió besándolo hacia abajo, haciéndolo gemir un poco más, y a su vez esos gemidos alimentaban la erección que crecía dentro de sus pantalones. Lamió su cuello una vez y le gustó mucho, demasiado, así que volvió a lamerlo, y luego lo besó, era tan rico, quería comérselo…

 

-Fuji… haaa…- ese último sonido lo generó Syusuke al morderlo delicadamente, dejándole una visible marca roja. El castaño parpadeó y luego sonrió, mordiéndolo de nuevo, chupando un poquito, levantándole la remera hasta dejar su pecho al descubierto. Era tan hermoso.

 

-Kikumaru, eres una delicia- dijo- quiero devorarte todo.

 

-¿Te volviste loco? No te atrevas a hacerme eso…

 

Pero Syusuke se atrevió y colocó sus labios ya no tan virginales sobre uno de los pezones de su amigo, haciendo que su lengua lo tocara dejando un brillante hilo de saliva. Pronto lo cubrió del todo y succionó, y el pobre Eiji no pudo evitar gritar. Syusuke se lo dejó todo rojo antes de seguir con el otro pezón, mientras una de sus manos se abría camino hasta el pantalón del pelirrojo.

 

-¿Qué haces?- preguntó con pánico el acróbata.

 

-¿No sientes como te deseo? Si no lo dejo salir me acabaré encima, y no queremos que eso pase, ¿verdad?- Sus palabras asustaron a Eiji, que ya se imaginaba lo que Syusuke lo obligaría a hacer a continuación. Solo de imaginarse que alguien podía pasar por allí y sorprenderlo a él haciéndole una felación al prodigio se horrorizó.

 

-¡Basta, Fuji! ¡Suéltame!- el tono de su voz era más estridente de lo normal, y Syusuke se dio cuenta que se había excedido. Se levantó, observando con culpa como Eiji se bajaba la remera y se alisaba los pelos revueltos, evidentemente avergonzado.

 

-¿Por qué me hiciste eso?- reprochó el pelirrojo sin mirarlo a la cara.

 

-Kikumaru, perdóname- solo ahora tomaba en cuenta la dimensión de sus actos.- Te estaba buscando y te vi dormido aquí, traté de despertarte y como no lo lograba…

 

-¿Decidiste tomarme un poco el pelo, no es así? ¿Querías ver mi cara cuando me despertara por tus besos?

 

-No, te juro que no fue así- era importante que Eiji le creyera- es que me acerqué y te vi tan lindo, tan tierno, que se me quedó la mente en blanco. Todo lo que quería era estar contigo.

 

-No me mientas. ¿No pensaste ni por un segundo en mí?

 

-¿A… a que te refieres?

 

-¿Cómo a qué?- ahora si estaba enojado- ¿Y tu pasión por Lover, qué? ¿No era que querías que él fuera tu primer beso? ¿No que estabas tan enamorado?

 

-Bueno, sí, pero…

 

-¿Pero qué? Si ya no aguantabas las ganas de revolcarte con un hombre, hubieras llamado a tu admirador de la heladería- espetó- no tenías por qué hacerme esto.

 

-No quería ofenderte, Kikumaru…

 

-Me usaste para desahogarte- dijo, y se levantó- no te importa lo que yo siento.

 

-¿Qué es lo que sientes?- Eiji se fue y Syusuke lo siguió.- ¡Ahora dímelo! ¿Qué es lo que sientes?

 

-¡Nada! ¡Absolutamente nada!

 

Eiji se mezcló entre los otros jugadores, impidiendo que el castaño siguiera haciéndole preguntas. Syusuke se sentía horrible; aunque había disfrutado su pequeño encuentro con el pelirrojo, su reacción lo había deprimido y lo había hecho pensar. Tenía razón: si se había estado reservando para Lover, ¿Por qué lo había besado de esa forma tan apasionada? No podía negarse a si mismo la excitación y el goce que experimentara al tener al acróbata debajo suyo, aunque jamás lo viera de esa manera. Entonces…

 

Tal vez todo se debía a que no conocía a Lover. Era el más romántico de todos sus pretendientes, era dulce, y sus palabras lo emocionaban en el alma, pero no conocía nada de él. A Eiji lo tenía ante sí todos los días, en las clases y en las prácticas. Veía a diario sus ojos de gato, su sonrisa amable, sus salidas graciosas, y era imposible no desear estar junto a él…

 

Eiji no le dirigió la palabra en clase, y de hecho ni siquiera lo miraba. Si era por vergüenza o por rabia, no lo sabía, pero lo cierto era que le dolía que su amigo ya no lo quisiera. Después, la profesora los puso juntos para hacer un trabajo, y Syusuke trató de aprovechar la ocasión.

 

-Eiji. ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

 

-Déjame en paz- fue la respuesta cortante del pelirrojo- concéntrate en el libro.

 

-No quiero. Quiero que me digas que hago para que seamos amigos otra vez.

 

-¿Amigos?- susurró con la voz temblorosa- ¿Y tú quieres que sigamos siendo amigos después de lo que hiciste?

 

-Es que yo te quiero mucho- dijo Syusuke con total sinceridad.

 

-¿Entonces por qué jugaste conmigo así? Me besaste y me tocaste… no se te ocurrió pensar que yo…

 

-¡Kikumaru!- llamó la profesora- lleve esta carpeta a la oficina del director.

 

En cuanto Eiji se fue, Syusuke tomó su cuaderno. Solía escribir sus notas en la primera página, y allí se fue directo, convencido que lo había ofendido por algo y que allí encontraría la clave.

 

Lo primero que notó fue un sticker grande y brillante de la serie xxxHOLiC con la imagen de la bruja Yuuko. Eso no hubiera tenido nada de particular, sino fuera por las tres x… tuvo un escalofrío.

 

-No puede ser- murmuró- es una simple coincidencia…

 

Pero al leer el primer párrafo supo que no era una coincidencia. Eiji había escrito:

 

“La x es el factor que expresa lo desconocido. Se utiliza para designar aquello que no se conoce o desea ocultarse. Tres x significa algo fuerte, erótico. También pueden ser variables de un problema complejo, como el mío. Un amante acorralado entre tres situaciones: que mi amor me desprecie, que él ya tenga un amor o que simplemente yo no le guste, en cuyo caso no sabría qué hacer”.

 

Syusuke comenzó a temblar, pero se obligó a leer hasta el final del cuadro:

 

“Debe invertirse para ganar. Lo que significa que si quiero posibilidades con mi ángel debo decirle lo que siento, aunque me de miedo su respuesta. Creo que lo mejor será que lo haga como las otras. Sin nombre, pues la vergüenza de un rechazo sería una espada clavada en mi corazón. Sí, en el anonimato le confesaré todo y esperaré resultados positivos.”

 

Syusuke no necesitaba leer más para entender que significaban esas anotaciones. Eiji era el misterioso y romántico Lover, que firmaba sus cartas con las tres x que simbolizaban lo desconocido. Todo concordaba: la decisión de hacerlo “como las otras”, con mensajes de amor, el miedo a ser rechazado, que era la causa de todas sus precauciones. ¿Quién sospecharía de Eiji al verlo cerca de su pupitre si se sentaban uno al lado del otro? ¡Y qué fácil era guardar una rosa en el enorme bolso de las raquetas! Y ese día… Eiji debía haber madrugado mucho para llegar antes que todos al colegio y dejar sus regalos en el casillero de Syusuke. Por eso estaba tan dormido.

 

En ese momento Eiji volvió y Syusuke dejó su cuaderno con disimulo, tratando de fingir que nada había pasado. Pero le costaba disimular la dulce sonrisa al mirar al acróbata. Se había sentido muy confundido horas atrás al no saber que sentía por Eiji, y también al pensar que estaba traicionando a Lover.  Ahora sabía que eran la misma persona, y era libre de pensar en él como hombre.

 

-Dame el libro- exigió Kikumaru- no estás concentrado y debemos terminar hoy.

 

-Por supuesto, Kikumaru.

 

Ahora entendía ese calor que sintió al abrazar a Eiji cuando éste lloró, el deseo de tenerlo cerca, el mucho más irrefrenable deseo de comérselo a besos hasta quedarse sin aliento. Lo amaba, lo quería y lo necesitaba: era su amante secreto, el único al que aceptaría como novio.

Notas finales:

Bueno, para mí no es una gran sorpresa la identidad de Lover... jajaja no sé para ustedes XD gracias por leer y dejen reviews ^^


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